capitulo II

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***Loco***

Harry se encontraba en la sala de los menesteres, trasformada en una cómoda habitación, bastante parecida a su antiguo cuarto en Slytherin.

Sus ojos estaban rojos de llanto, y había comenzado a entrar en pánico por lo que había escuchado.

Abrazo la almohada y lloro.

No podía creer que aquello le estuviera pasando, siempre le sucedían estas cosas a él, incluso llegaba a pensar que tenía algún tipo de maldición sobre su persona.

¿Fue un sueño? Se preguntaba mentalmente intentando convencerse que no lo fue, porque si así fuera, Tom no lo recordaba, y nadie que hubiera conocido en aquella época lo hacía.

Recuerda como el director lo había mirado directamente a los ojos, pensando que estaba loca... tal vez lo estaba.

Y por eso nada había cambiado, es como si la existencia de Harry Evans hubiera sido borrada de la faz de la tierra, y aquello lo molestaba, porque sabía que Voldemort no recordaba nada de él, nada que no fuera que sea el niño que vivió, y el que lo derrotaría.

Suspiro en frustración, se limpió las lágrimas bruscamente.

Tenía que formar un plan, no podía ponerse a lamentar y sufrir en su miseria.

***TMR//HJP***

Los días pasaron, Severus Snape había comenzado a ver de cerca a Harry Potter, que había comenzado a actuar de forma extraña desde que lo sacaron de los Dursley.

Su temperamento era muy malo, pero lo sabía controlar, aunque él había visto perfectamente como apretaba los puños fuertemente cuando se enojaba, tanto que los nudillos se le ponían blancos, o como apretaba fuertemente la mandíbula, pero por lo demás no mostro signos de irritación.

Otra cosa extraña era su señor, su cordura estaba mejor que cuando murió aquella noche de Halloween, al igual que su apariencia, que solo conocían unos pocos, entre ellos el y la pareja Malfoy, descontando a Draco.

Sus planes habían avanzado bien, y los informes que le debía darle a Dumbledore solo eran de lo que su señor pedía.

Él había jurado lealtad a Harry, lo sabía, y también sabía que este apoyaba a la luz, pero no podía evitar estar allí, y apoyar a Voldemort con sus planes. No podía confiar en Dumbledore, algo en este no le daba buena espina, por lo que haría todo lo posible para que Potter se haga o neutral o vaya al lado oscuro, ya que no sabía que le deparaba con la luz.

***LV//HP**

El señor oscuro se encontraba sentada en su escritorio, en la mansión Malfoy, mientras pensaba en sus planes.

Sus dedos tamborileaban sobre la oscura madera, y su serpiente dormía al lado del fuego.

Después de la navidad él se presentaría en la sociedad, como Thomas Marvolo Slytherin, sabía que el viejo lo reconocería, pero no tendría manera de probar aquello, ya que con un pequeño soborno a los duendes, estos lo ayudarían.

Tenía pensado ir de a poco, tomando el ministerio en mano sin que estos mismos lo notasen, ya que según lo dicho por Lucius, el ministro Cornelius Fudge era tan fácil de manipular como un Gryffindor sin facultades, así que ese era el plan. Luego, claro, seria retirado se su puesto y otorgado a algunos de sus seguidores, tal vez a Rodolphus Lestrange, después de todo su cordura ya estaba mejorando, y sabía que en cuanto este sano sería un gran político, como siempre había sido.

Una de sus opciones había sido Malfoy, pero noto que le serviría mejor desde el puesto que está ahora, así que lo rechazo rápidamente.

También planeaba infiltrar a alguien más a la orden del fénix. Sabía que Severus le era fiel a su causa, pero también sabía que el viejo no le tenía tanta confianza por ser "oscuro" y un "Slytherin" por lo que meter a alguien en quien Dumbledore confié plenamente seria genial, o aún mejor, añadir a alguno de la orden a sus filas y hacerlo un espía, claro, no sin antes hacerlo hacer un juramento inquebrantable.

Harry potter era otra cosa, ahora mismo se encontraba en el fondo de su mente, aunque sabía que debía averiguar que le sucedía, y averiguar si sería algo bueno para su causa, o debía matarlo lo más pronto posible.

Después de todo, no podía dejar cabos sueltos, y menos a alguien como él.

***TMR//HJP***

Harry caminaba hacia el bosque de Hogwarts. Necesitaba aire libre, y estar solo, algo que no encontraría dentro del castillo.

Siguió caminando, hasta que estuvo dentro del bosque, pero no paro, el siguió, tenía un presentimiento dentro después de todo.

Y así era.

Allí se encontraba Luna Lovegood, acariciando a un Theastral. Llevaba sus típicas ropas extrañas, con un collar de corchos, tenía unos aros en forma de rábano y su cabello rubio caía por su espalda algo enredado.

Y la necesidad de estar solo acabo completamente, deseando la compañía de la bruja.

-Hola Harry- saludo con su voz soñadora en cuanto noto su presencia.

-Luna, hola -saludo parándose a su lado - ¿Cómo estás? -pregunto sin mirarla

-bien de hecho. El tiempo en Hogwarts es lindo, el castillo es bastante mágico en el sentido de hermoso, aunque hay muchos alumnos y profesores que tienen torstopolos en sus cabezas, zumbando -hablo mientras sonreía

-eso es triste, espero se puedan librar de ellos -le devolvió la sonrisa

- ¿Qué es lo que te preocupa, Harry Potter? -pregunto mirándolo

Harry le devolvió la mirada fijamente, tratando de decidir qué hacer, hasta que al final se decidió, después de todo Luna había sido su mejor amiga en un futuro.

-pues... me ha sucedido algo... algo que todos los indicios dicen que no es real... pero también hay cosas que me dicen que sí lo son -miro el anillo en su mano unos segundos -y aquello me está volviendo loco... creo que me he vuelto loco, Luna... que estoy perdiendo la cabeza -murmuro con los ojos algo vidriosos

-No deberías preocuparte por estar loco... -murmuro ella con la voz soñadora - ¿te cuento un secreto? -le pregunto

- ¿Qué? -respondió Harry mientras miraba y acariciaba uno de los Theastral

-Las mejores personas lo están -sonrió mientras lo miraba

Harry también la miro, y solo hizo aquello, sin saber que decir.

Luna tampoco dijo nada, solo se dio la vuelta y comenzó a caminar fuera del bosque, sin decir nada, y Harry solo la miro irse, mientras su cabello rubio se movía con el viento.

-Las mejores personas están locas -susurro para sí mismo una vez que la rubia se fue de su vista - ¿estoy yo loco? -se preguntó.

Harry miro al Theastral de vuelta, lo acaricio una última vez, antes de comenzar a caminar de nuevo por el mismo camino por donde luna se había ido momentos antes

"estoy loco" pensó, pero luego volvió a mirar el anillo de su dedo "pero no tanto" sonrió levemente, tal vez tenia esperanza.

***LV//HP***

Sirius se encontraba en medio de su investigación.

Estaba desesperado, porque todo lo que había insinuado su madre estaba dando en el clavo.

Primero había ido a la casa de los Dursley con algunos hechizos anti rastreo y no me notes. Había utilizado algunos hechizos oscuros que le habían enseñado en su estricta infancia, y lo que decía su encantadora madre era cierto.

Las barreras de sangre de Privet Drive no funcionaban, no estaban activas hace alrededor de 4, 5 años, por lo que Harry no estaba a salvo.

Había entrado en la mente de los muggles, y lo que encontró lo aterrorizo, habían abusado de Harry desde que era un niño, y el asqueroso gordo de su tío le tenía lujuria, que gracias a merlín no sacio.

No los había torturado porque podrían descubrirlo, además de que no lo haría sin el consentimiento de Harry.

Por primera vez en si vida actuó de forma astuta, y no hizo nada imprudente, solo les borro la memoria y volvió a la mansión black.

Su mente quería creer que Dumbledore de hecho no sabía que aquello sucedía, aunque sabía que se equivocaba.

También estaba el hecho de que según lo investigado, no interfirió con el ministerio ni una vez en busca de su juicio, ni antes ni ahora.

Una parte de él decía que era por una buena razón, que antes no pudo por el dolor que lo cegaba por culpa de la muerte de James y Lily, y que ahora tampoco había interferido por todo lo que estaba pasando.

Y la otra parte racional le decía que no era así, que Dumbledore no le busco un juicio porque le servía mejor como preso o fugitivo, como estaba ahora, y alejado de Harry.

Apretó los puños con ira contenida. No sabía que pensar, y necesitaba respuestas.

Fue a la chimenea, agarro polvos flu, y cuando estaba por decir la oficina de Dumbledore, se dio cuenta que confrontarlo sería totalmente estúpido e imprudente. Entonces comenzó a pensar en con quien más hablar

Remus fue descartado, estaba seguro de que su lupino amigo no podría ayudarlo en esta situación, que a pesar de lo inteligente que fuera no siempre tenía las respuestas, y al ver como se aisló con la muerte de James y Lily, con la supuesta muerte de Peter, y su encarcelamiento, supuso que había estado lejos un tiempo, y no había tenido contacto con nadie de la orden o Dumbledore desde hace años, no hasta que él se fugó.

Lugo vinieron los Tonks, pero sabía que estos le eran totalmente leales a Dumbledore, especialmente Nymphadora, así que los descarto rápidamente.

Su otro opción eran los Weasley, pero estos le eran fieles al director, así que no había posibilidad que lo ayudaran con algo así.

Y su última opción, era quien más odiaba, Severus Snape. A pesar de que el profesor de pociones estaba en la orden del fénix, no se sabía si le era totalmente leal a Dumbledore, además de que siempre pensaba con la mente fría.

- ¡oficina del profesor de pociones en Hogwarts, Severus Snape! -grito fuertemente luego de que pensó que hacer.

El profesor tardo en aceptarlo dentro, pero lo termino haciendo.

Ahora mismo se encontraba frente a él, con sus ropas oscuras, y su pelo negro no tan grasoso como era tiempos antes. Su porte era recto y su cara seria y fría.

-Chucho -gruño el profesor

-Snape -devolvió el gruñido

- ¿puedo saber... a que se debe tu... amable visita? -pregunto en susurros secos

-si... yo -apretó los puños fuertemente, odiaba pedirle ayuda a él... tal vez hubiera sido mejor que hubiera ido con Remus, pero ya estaba allí, no se echaría atrás.

- ¿tu? -enarco una ceja

-Necesito tu ayuda -dijo finalmente

- ¿mi ayuda? ¿Y para qué? -hablo mientras se dirigía a uno de los sofás de sus habitaciones.

Una vez ambos sentados frente a frente, hablaron.

-yo necesito saber la verdadera cara de Dumbledore -dijo en un susurro

- ¿la verdadera cara de Dumbledore? -levanto la ceja nuevamente

-Veras... me acabo de enterar de ciertas cosas... que honestamente no sé qué pensar de qué clase de persona es el director -dijo con nerviosismo mientras rebotaba su pierna de arriba abajo.

- ¿eso sería? -

Los ojos negros y los grises se conectaron, y en ese momento el Black supo que podía confiar en él.

-Que las barreras de la casa de Harry no están activas desde alrededor de unos 4, 5 años... o que él no interfirió en el ministerio en ningún momento para poder darme un caso -

Snape lo miro, antes de suspirar profundamente.

-bien, quieres saber la verdadera cara del anciano... déjame decirte, chucho, que no te gustara para nada -le dijo.

Algo dentro del Black revoloteaba al escucharlo hablar, tanto que ni siquiera se molestó por apodo que uso el profesor en él, algo que días antes lo hubiera enfadado.

-dime... sin dar vueltas... necesito saber la verdad -dijo firme, aunque su corazón martilleaba aterrado en su caja torácica.

-no te equivocas, Dumbledore tiene dos caras. Todos ven su cara de abuelo bonachón, aunque por dentro es un hombre manipulador que moverá todos los hilos que sean necesarios para conseguir su objetivo, incluso sacrificar a Potter, si con ello detiene al señor oscuro -comenzó- él no es bueno, te lo puedo asegurar. Tiene tantos pecados como el mismo Voldemort, o incluso más, no sé cuáles son, no es como que le ande preguntando por ahí. Y tampoco pude averiguar nada, oculto bien sus huellas. No sé si las muertes de Potter y Lily fueran intencional de su parte o no, pero de una cosa estoy seguro, que él podría a verlos protegido si así lo hubiera querido -

***TMR//HJP***

Harry se encontraba en su cama, durmiendo plácidamente, mientras tenía un extraño sueño.

"Harry se encontraba allí nuevamente, en ese lugar oscuro y sin nada, pero contrario como la vez anterior, esta no tenía una sensación de gancho en su estómago, y sabía que tampoco había muerto, solo estaba durmiendo.

-hola, Harrison -hablo una suave voz femenina, la misma de la vez anterior

-Hola -devolvió en saludo, extrañado por como lo había llamado - ¿Qué hago aquí? -pregunto con curiosidad a la nada

- ¿Por qué crees que estas aquí? -aunque el ente no se veía, Harry pudo sentir su sonrisa divertida

- ¿no se? ¿Hablar? -tiro al azar

-podría ser, si -hablo con una pizca de gracia - ¿de qué quieres hablar? -pregunto

Harry no sabe cómo lo hizo, pero en un momento se sentó con las piernas cruzadas.

-pues... ¿podrías explicarme que está sucediendo? -dijo con duda

- ¿Qué está sucediendo de qué? -

-pues... ya sabes... acabo de morir hace unos meses en el año 1944 y acabo de despertar de nuevo un año antes de mi viaje al pasado... sin contar que nadie de aquella antigua época me recuerda, como si no hubiera sido un sueño... o hubiera sucedido en mi cabeza -hablo con un toque de amargura

-Que sucediera en tu cabeza no significa que no fuera real -cito la mujer o lo que fuera -sí, teóricamente soy mujer - hablo con una sonrisa que Harry solo sentía

-Aquella frase me suena a Dumbledore -hizo una mueca

- ¡ah! Si, ese viejo... me ha estado robando frases desde hace año... honestamente no sé cómo las consigue... tal vez es alguna broma de mis hermanas -gruño

-entonces... lo que quieres decir... ¿fue que aquello fue real? -pregunto confundido

-no se- respondió la voz

- ¿no sabes? -Gruño el menor -santo merlín... creo que me estoy volviendo cada vez más loco -dijo mientras se pasaba una mano por la cara con brusquedad

-tu amiga ya te lo dijo... las mejores personas lo están -

-si, tal vez sea cierto... pero eso no responde a mi pregunta... yo... necesito saber que fue todo aquello que viví -suplico con lágrimas rodando en sus mejillas

-aun no, mi niño... es hora de despertar -dijo con cariño, mientras la luz comenzaba a florecer frente a los ojos del menor, que comenzaba a despertar."

Se despertó de un salto, las lágrimas seguían cayendo por sus majillas.

- ¿estás bien, hermano? -Pregunto Ronald a su lado - ¿alguna visión de Voldemort? -hablo esperanzado

-Ron -dijo, fingiendo cariño -n-no... solo fue una simple pesadilla con la muerte de Cedric -sonrió levemente, aunque noto el asco que floreció en los ojos de pelirrojo al pensar que su amigo era gay.

***LV//HP***

El menor se encontraba corriendo por los pasillos.

Luego de muchos planes y cosas en las que comenzaba a pensar, el moreno tomo una decisión.

Corrió hasta las mazmorras, más específicamente a la oficina de Snape.

Toco furiosamente la puerta hasta que fue abierta por el maestro.

-Señor -llamo Harry

- ¿a qué se debe su vista, señor potter? -pregunto con su voz usualmente calma, aunque había un toque de desesperación que el menor noto.

Su profesor de pociones tenía un llamado de Voldemort. Dedujo rápidamente.

-yo... necesito que me lleve a el -pidió como si nada, aunque la pizca de súplica seguía ahí.

Snape lo tomo del brazo bruscamente y lo entro a su oficina, cerrando la puerta de un golpe.

- ¿a qué te refieres, Potter? -pidió con enojo

-Usted sabe a lo que me refiero -lo miro fijamente con determinación -quiero ir a ver al Señor oscuro, y sé que en este momento lo está llamando -hablo con voz firme

- ¿¡usted está loco!? ¿¡Pretende que lo lleve directo a su muerte!? -Exigió -no lo hare -negó

-señor... -pidió

-no, no estás pensando en lo que haces, seguramente es una de tus estúpidas decisiones impulsivas -negó rotundamente

- ¡no lo es! ¡Se lo que hago! ¡Lo pensé durante meses! ¡He planeado cada una de las posibilidades, y cosas que pueden suceder o sucederme! ¡He pensado en cada una de mis ventajas y desventajas! ¡Y he pensado en muchos otros planes! Pero me he decidido por este -grito con enojo

Severus lo vio, allí la misma determinación que su mejor amiga brillaba en sus ojos esmeraldas, y supo que no tenía otra opción.

-bien... pero si te sucede algo no será mi responsabilidad -negó

-No lo será, lo prometo -asintió.

Snape lo guio hacia una parte de atrás de la oficina, hasta sus habitaciones, lo tomo del brazo y los apareció en los jardines de una gran mansión.

- ¿Cómo...? -pregunto confundido el menor

-Dumbledore me dio un espacio específico en mi oficina para poder aparecerme rápidamente cuando hay reuniones... ahora cállate y camina -

***LV//HP***

Ellos ya se encontraban allí.

Había una mesa larga con muchos mortifagos, entre ellos los Lestrange, y la pareja Malfoy.

El señor oscuro lo miraba fijamente, con una extraña apariencia que no se esperaba, no se veía como el hibrido que salió del caldero, si no que era un hombre guapo que aparentaba al menos los 26 años.

-explica esto, Severus- exigió el hombre, parado ante el profesor arrodillado, pero sin mirarlo.

-el... me exigió venir... no pude pararlo -hablo

- ¡ah! Y se puede saber... ¿Por qué Harry Potter saldría de las protecciones que Hogwarts le ofrece, para venir a mí, absolutamente solo y sin posibilidades de defenderse si algo sucede? -pregunto mirando al menor.

Harry solo lo miro fijamente. Quería llorar, el amor de su vida estaba ante él, pero no lo recordaba... su tom no lo recordaba.

"Harry. Harry... por favor despierta... amor, mi amor... por favor... te amo, te amo, te amo... tu eres el futuro señor Riddle ¿lo recuerdas?..." llegaron las suplicas de tom antes de que muera en sus brazos, pero la cayo rápidamente, en cambio miro con firmeza al hombre ante él.

-yo... quería dejar el lado de la luz... ya no quiero seguir a Dumbledore... no después de lo que se... me vengo a unir a ti... te vengo a jurar lealtad y convertirme en uno de tus seguidores... pero quiero algo a cambio - hablo con vos fuerte y llena de determinación.

La respiración de los mortifagos se contuvo, todos tenían los ojos abiertos sorprendidos, incluso el lord.

- ¿Qué es lo que quieres a cambio? -pregunto mirándolo fijamente con sus ojos rojos

-yo... quiero recuperar a una persona, mantener a salvo a unos pocos-susurro

- ¿a quién? -

-las personas que quiero mantener a salvo, a menos que se enfrenten a ti, son Hermione Granger, Neville Longbottom, Luna Lovegood, Fred y George Weasley, Sirius Black y Remus Lupin... y sobre la persona que quiero recuperar...aun... aun no estoy listo para decirlo, solo quiero que sepas que no es nadie que podría perjudicarte, ni que estará en tu contra, mucho menos es una trampa -aseguro

-bien... ¿y que me puedes dar tu a cambio? -pregunto cómo la serpiente que era

-yo... te daré mi lealtad eterna... te daré información sobre la orden del fénix, y todo lo que pueda reunir... te diré cada vez que Dumbledore me llama para tener las charlas conmigo sobre como derrotarte, o cosas que me ayudaran... te diré si planean algo... intentare conseguirte más seguidores y no solo de Slytherin... todo lo que tú quieras -afirmo asintiendo con confianza

-bien... -comenzó a caminar hacia él, hasta estar a unos pasos de distancia, y levanto su mano para tocar la cicatriz del rayo, y Harry no retrocedió ni se opuso, solo dejo que el calor lo embargara al sentirlo en contacto su tom, y lo miro fijamente.

Cuando el lord se alejó, Harry solo lo miro hacerlo, y cuando hubo suficiente espacio, sin que siquiera se lo pidiera se arrodillo con un pie, y bajo la cabeza en sumisión.

Los mortifagos miraban todo aquello sorprendido, incluso Severus, que jamás pensó ver esto.

-Tu antebrazo izquierdo -pidió, y sin replicar, el antebrazo fue elevado y mostrado.

Voldemort le tomo el brazo, saco su varita con la otra mano y la clavo dolorosamente en la piel.

-Morsmordre- conjuro el lord oscuro.

Harry no puede explicar el terrible dolor que sintió. Su brazo fue como si hubiera sido quemado, cortado y reconstruido al mismo tiempo. Pero no grito, solo apretó los dientes y aguanto el dolor hasta que seso mayormente.

-Flopy, busca la el analgésico para el dolor-ordeno y la elfa que había parecido desapareció de inmediato obedeciendo a su amo.

Miro al niño, que a pesar de que sabía que le dolió como los mil infiernos no lloro ni grito.

Comenzó a apreciar sus rasgos. Su rostro era algo femenino, sus ojos brillaban de un vibrante Verde Avada, sus dedos no eran tan largos, pero eran fino y delicados, casi como los de una mujer, sus labios color melocotón rellenos, y sus mejillas algo sonrosadas por el dolor. Sus curvas de veían a través del pantalón negro del uniforme, que por cierto solo llevaba la camisa con el pulóver arriba, sin llevar su corbata de Gryffindor, algo que no entendió, pero averiguaría. No negaría que el niño era precioso, ahora entendía porque el chico Malfoy le había dicho que muchas personas lo miraban, aunque esta no lo notara.

El elfo prontamente apareció con el analgésico, se lo paso a su señor y esta lo comenzó a pasar en la herida del pobre niño, que había aguantado semejante dolor.

Para ninguno paso desapercibido el hecho de que era la primera vez que su lord hacia aquello, él siempre les daba la crema y ellos mismos se la pasaban.

El Gryffindor por fin levanto la mirada, para ver los brillantes y al mismo tiempo aterradores ojos de lord Voldemort.

-gracias... -comenzó, y todos escucharon expectantes -mi señor -agradeció, y muchos contuvieron la respiración, jamás creyeron que escucharían aquello de Harry Potter.

"ya estoy aquí, mi amor... volví" susurro en su mente Harry

◈◈◈◈◈◈◈◈◈◈◈◈◈

querido lector/ra:

espero les allá gustado la historia.

si tienen alguna duda, o vieron un error ortográfico o gramatical no duden en comentarlo.

3732 palabras

Atte y con mucho cariño: Alaisha Grindelwald

PD: en este capitulo pongo una meta de 30 votos si quieren que publique el siguiente capitulo.

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