Capitulo XII

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❀𝐷𝑒𝑠𝑐𝑢𝑏𝑖𝑒𝑟𝑡𝑜❀

Sus ojos se abrieron con lentitud, viendo su cuarto de la casa de Slytherin.

Apenas y había luz a esa hora de la mañana, Tom no estaba a su lado, seguramente se había ido al baño a darse una ducha.

Con pereza se levantó de la cama, frotándose los ojos con sus manos y dando un fuerte bostezo.

Tenían que ir a desayunar, y luego le preguntaría a Tom si tenía ganas de ir a Hogsmeade, tenía ganas de probar algunos dulces de Honeydukes que no comía hace mucho tiempo.

Se paró de la cama y se estiro, haciendo crujir algunos huesos, y luego camino hacia el baño, tal vez si tom se estaba bañando, podría unirse.

Tomo el pomo de la puerta, y un escalofrió lo recorrió. Frunció el ceño, pero luego lo giro, y la abrió.

El baño estaba vacío.

No había cepillos de dientes, toallas, ni productos para los cabellos... No había un Tom ahí.

Su corazón comenzó a martillear profundamente en su pecho mientras miraba hacia adentro en pánico ¿Y Tom? ¿Dónde estaba Tom? ¿Se abra cansado y se abra cambiado de cuarto? No podía ser, Tom no haría eso... Tom lo...

Unos golpes en la puerta interrumpieron sus pensamientos alborotados.

Giro su rostro justo en el momento en que la puerta se abría, y un familiar rubio entraba.

-Oh, Harry. Veo que este despierto -asintió el chico mirándolo fijamente.

Las manos de menor temblaron, antes de girar su cara de nuevo hacia el baño vacío, y la realidad cayo como agua fría sobre su mente.

Estaba de vuelta en el presente, y Tom no estaba.

- ¿Te encuentras bien? -cuestiono Draco dando un paso hacia adentro.

Harry respiro hondo, antes de cerrar la puerta del baño y mirar al Slytherin, fingiendo calma.

-Sí, me encuentro bien -asintió con la cabeza -Sera mejor que vaya a mi sala común antes de que alguien me vea -dijo.

Apretó los puños con fuerza para que su temblor no se notase.

***TMR//HJP***

Harry entro al comedor y se sentó al lado de su amiga, que comenzaba a comer su desayuno.

-Buenos días, Harry -asintió ella.

-Hola, Mione -respondió el con una media sonrisa.

- ¿Cómo has descansado? -le pregunto su amiga.

-Honestamente... Increíble -sincero.

Desde que había vuelto, y tuvo que dormir en las habitación de Gryffindor, no había descansado lo suficientemente bien. No se sentía cómodo allí, no con tantos estudiantes a su alrededor, chicos que no eran sus amigos. Pero había hecho un esfuerzo, y durmió de todas formas. Estar de vuelta en su habitación de Slytherin lo había relajado enormemente, mucho de hecho, a tal punto que olvido en que tiempo estaba, que olvido que Tom ya no estaba con él. Si Draco no hubiera entrado en ese momento a la habitación, estaba seguro que iba a tener una crisis, y una muy grande.

- ¿Iras a Hogsmeade? -cuestiono ella.

-No me siento con gana de ir, lo siento -sonrió apenado mientras se servía su propio desayuno.

-Te hará bien despejarte, Harry -recomendó ella. -Tomar un poco de aire, no pensar en todo lo que está sucediendo... Luna ira con nosotros -ofreció intentando convencerlo.

-Mione... -comenzó el frotándose los ojos.

-Por favor, Harry. Prometo que te divertirás -pidió esperanza.

El menor vio sus ojos de cachorro, tan brillantes como eran los de ella, y no pudo evitar decir que sí.

-Bien, iremos -asintió derrotado.

La sonrisa de su amiga se amplió enormemente.

-Me alegra escuchar eso -dijo -Prometo que no te arrepentirás.

-Eso espero -murmuro Harry, pero no fue escuchado.

***LV//HP***

¿Ir a Hogsmeade? No tenía ganas. No tenía ganas ni de eso ni de nada. Su humor estaba horrible, porque a pesar de haber dormido genial, seguía teniendo ese peso en su corazón de lo que había pasado hace anoche, y en la mañana. También tenía el peso de lo del padre de Aiden, y que este fin de semana se suponía que saldría con él.

Pero aquí estaba, caminado por las calles solo un poco nevadas del pueblo. Estaba fresco y su bufanda roja con dorado lo protegía. Las risas de sus compañeros se escuchaban, las charlas, burlas, susurros, etc. También escuchaba lo que decía luna a su lado, algo acerca de criaturas que nadie veía.

Hermione la escuchaba atenta, y agregaba algunos que otros comentarios, diciendo que jamás había leído algo sobre ellos y que le aseguraba que eran reales, y Luna le decía que solo ciertas personas los podían ver, pero si se ponían lentes como los que ella usaba, podrías notarlos, y Mione se puso renuente a ponerse uno, diciendo que eran demasiado coloridos para su gusto, luna solo le sonrió soñadoramente.

También habían querido unirlo a las conversaciones, pero desistieron al escuchar sus respuestas cortas y desinteresadas.

Su mente estaba en otra cosa.

Desde la mañana seguía sintiendo el olor de Tom encima. La noche anterior lo sintió cuando se recostó en la cama, pero cuando se fue de allí ya no lo sintió más... Hasta que tomo esos caramelos en sus camas.

Soltando un suspiro de irritación, metió la mano en su bolcillo y saco la pequeña bolsa de dulces. La acerco a su nariz, y allí lo olio más fuerte. Los caramelos tenían amortenia, por eso olían a Tom. Negó con la cabeza y los volvió a guardar, le gustaba el olor.

Eso le dio otra idea. Tal vez podría usar un perfume de amortenia, para poder olerlo en todo momento, y no tener dulces en los bolcillos que podían derretirse. Tal vez luego lo haría.

- ¿Vamos a las tres escobas? -pregunto Hermione.

-Me parece bien -asintió Harry. Honestamente necesitaba un lugar cálido.

Comenzaron a caminar hacia el pub mientras charlaban levemente. Sus pasos eran marcados en la nieve, y sus respiraciones se notaban en el aire, aun cuando entraron al lugar.

Miraron alrededor. Varios estudiantes ya estaban allí, dejando casi lleno todo, aunque encontraron una mesa en una esquina al lado de la ventana.

Se sentaron allí, y pronto la camarera fue a tomar su orden. Todos pidieron tres cervezas de mantequilla, la mujer lo anoto y se fue.

- ¿Hiciste la tarea que dejo el profesor Snape? -le pregunto Hermione.

Harry dejo de mirar hacia afuera y la miro a ella.

-Sí, la he hecho -asintió con calma.

-Estaba fácil ¿Cierto? A mí no me costó mucho hacerla -dijo en un intento de iniciar una conversación con él.

El menor solo asintió.

Hermione suspiro y se froto los ojos, rendida.

-Harry -comenzó, ya dispuesta a iniciar una charla sobre lo que le pasaba.

El chico estaba por pararla, pero algo lo detuvo. Un horrible dolor subió por el antebrazo donde tenía la marca. Ardía horriblemente y sabía que estaba siendo llamado, así que aguantándose su siseo de dolor, se paró.

-Vuelvo en un rato -dijo de repente.

El tupido frunció el ceño y lo miro.

- ¿Te encuentras bien? -cuestiono.

-Lo hago -asintió, antes de salir de allí, ignorando los llamados de Hermione.

La tupido miro a su amigo salir, antes de pararse de su lugar dispuesta a seguirlo, pero Luna lo detuvo por el brazo.

-No lo hagas -dijo.

- ¿De qué hablas? -frunció el ceño.

-No lo sigas, Mione, él está bien -aseguro, pero Hermione Granger era terca, era una Gryffindor.

-No lo sabemos, prefiero comprobarlo -y con eso se soltó del agarre, saco unos galeones se su bolcillo y los puso sobre la mesa, antes de salir corriendo del pub.

Busco con su mirada entre todos los estudiantes, antes de ver a Harry correr y entrar a un callejón oscuro y vacío.

-Hermione -advirtió Luna quien la había seguido, pero la nombrada la ignoro.

Había visto a Harry desaparecer en algunas ocasiones, había visto su actitud extraña y alarmante, y este era el preciso momento en el que podía averiguarlo, así que corrió tras él, y se ocultó en la pared de la entrada del callejón, mirando a Harry oculta.

Luna se puso a su lado.

El mundo de Hermione estaba a punto de derrumbarse y ella, en lo profundo de su corazón, lo sabía. Vio el preciso momento en el que Harry siseaba y se subía la manga de su campera, y luego la de su camisa, vio la serpiente grabada en su brazo, tan oscura como la misma noche, parecía sumamente dolorosa. Vio cómo su amigo saco su varia que la clavo con suavidad en ella para no causarse más dolor, y lo vio, lo escucho decir el conjuro para aparecer.

-Morsmordre -siseo bajo, antes de que desapareciera, dejando el callejón vacío.

La respiración que Hermione había estado conteniendo salió de sus pulmones en forma de sollozo.

No, no, no, no, no, no era posible, no podía, Harry no... El..." su mente de repente conecto todo, absolutamente todo, su cercanía con Draco y algunos Slytherin, sus escapadas en la noche, las miradas malas que le mandaba a Dumbledore, que de repente negara que Voldemort volvió, todo se unió en su cabeza, y deseo golpearse fuertemente por no haberlo visto antes.

-Hermione -llamo luna a su lado, ya no había voz soñadora.

Giro su rostro y miro a la rubia, a comparación de su cara de shock y dolor, ella estaba bien, solo seria.

-Hermione, escúchame -pidió, y el tupido por fin enfoco sus ojos en ella.

- ¿Por qué el haría eso? -pregunto en un susurro dolido.

-Porque estaba destinado a ser así, Mione -le dijo en voz baja.

-No lo entiendo -admitió con dolor. Ella siempre entendía todo, siempre lo hacía, pero esta vez estaba fuera de sus manos.

-Harry sufrió, Mione... El lo hizo... Y Voldemort es el único capaz de mantenerlo en tierra, es su motivo de vivir. El vive para Voldemort, esta destinado a ser así, están destinados a estar juntos sin importar nada -le dijo tomándola de los brazos.

-Pero... Pero la profecía -susurro, y si, ella lo sabía, había escuchado a Dumbledore hablar de eso con alguien hace unos días, pero después de lo que sucedió con el padre de Aiden, y la de repente actitud rara de Harry, no había podido decírselo.

-Las profecías se pueden interpretar de diferentes maneras, jamás son concretas, jamás sabrás a que se refería, no hasta que esta misma se vuelva oscura, indicando que se ha cumplido -le susurro.

-Sigue sin tener sentido -susurro -Voldemort mato a sus padres y a muchas personas inocentes, Voldemort buscaba matarlo desde hace años, y exterminar a los nacidos de muggles ¿Por qué se uniría al? -pregunto, pero Luna solamente la miro en silencio, no respondió, porque a pesar de ella misma sabia muchas cosas, había otras que no.

-El sabe todo eso... Y solo queda confiar en el -respondió por fin.

Hermione la miro fijamente a los ojos, antes de asentir con la cabeza. Confiaría en Harry, era su mejor amigo, se merecía eso después de todo lo que hizo por ella.

***TMR//HJP***

El señor oscuro se había levantado esa mañana con un humor pésimo, que por suerte con las horas se había atenuado.

Estaba furioso consigo mismo, porque había cosas que no entendía, no entendía que era todo esto nuevo que estaba sintiendo, ni todos esos sueños y pensamientos que venían a su mente, pero la noche anterior fue el colmo de los colmos. Había escuchado esa voz en su cabeza, voz que reconocería en cualquier lado, la voz de Harry potter.

Había estado sucediendo eso desde que vio al niño la vez que lo marco, y lo estaba cansando, porque no encontraba razón alguna para que eso sucediera. Había buscado en toda la biblioteca Malfoy, desde los libros de la luz, hasta los libros más oscuros, pero no encontró absolutamente nada.

Hace unos días había mandado a matar a Richards McMahon, y desde que salió en el periódico, había pensado en la actitud que había tenido Harry al leerlo, así que cuando Snape apareció le dio un recuerdo de todo, casi estallo furioso al ver lo preocupado que parecía el chico por el engendro McMahon, o como el menor despotrico sobre el en el momento que entro a la oficina de Severus. Odiaba ver esas dos emociones en los ojos esmeraldas, odiaba que la preocupación fuera para el otro chico, y el enojo dirigido a él, tanto así que había reventado una botella de whisky con magia.

Necesitaba quitarse la frustración, y sabía que hacer al respecto, así que se pareció en Diagon y entro a un viejo departamento que había pertenecido a él en su época cuando trabajaba en Borgin y Burkes. Levanto la manga de su túnica e hizo visible su propia marca, llamando a Potter con enojo.

Luego se quedó allí, mirando el espacio vacío en el que aparecería en unos momentos el muchacho. En cuanto lo hizo arremetió, sin darle tiempo siquiera salud.

Lo empotró contra una pared y puso una pierna entre medio de las de Harry. El menor lo miro con los abiertos de par en par. El acerco su rostro hasta que su nariz rozaba la de Potter.

-Estuviste jugando con fuego, Harry -susurro mientras lo apoyaba aún más -Es hora de que te quemes -dijo, antes de tomar la boca del menor con la suya, enciendo a un beso brusco. Harry gimió de la sorpresa, y Voldemort aprovecho para adentrar su lengua.

Exploro toda la cavidad del menor, mientras sus manos sostenían las del Gryffindor encima de su cabeza.

Cuando se separó el chico parecía totalmente anonado, mirándolo con sorprenda.

-Mi señor -dijo en un susurro, con una voz que no supo descifrar, y no le importo.

Bajo una mano de las muñecas, y tomo los muslos de Harry, para levantarlo y hacerlo enrollar sus piernas en sus caderas.

El menor lo miro con sorpresa nada disimulada, y una sonrisa cruel se extendió por el rostro de Voldemort al ver los ojos dilatados del niño, y la erección que iba creciendo. Sus manos encima de su cabeza, sus labios rosados por el maltrato anterior, y sus mejillas rojas por el rubor mezclado con el frio.

Y Harry, embobado, no pudo evitar ver a Tom.

Todo lo que había estado en su cabeza desde esa mañana, disipándose como el viento.

Voldemort lo apretó más contra la pared, haciendo que su propia polla entre sus pantalones, estuviera justo debajo del trasero de Potter. Pero no hizo ningún movimiento, porque a pesar de ser un señor oscuro, y de ser cruel, no follaba a las personas sin su consentimiento.

El menor tiro la cabeza hacia atrás con un gemido al sentir aquello debajo de su trasero, y se removió encima de la polla, y eso fue suficiente para el lord, que se acercó y comenzó a morder y marcar su cuello.

Harry estaba frenético, hacía mucho no sentía algo como esto, era mucho mejor de lo que había sido con Aiden, y el menor sabía que iría más allá de lo que había ido al final de esas reuniones, sabía que ya no solo sería una masturbada.

"Tom" dijo su mente mientras soltaba un gemido.

- ¿Lo quieres, Harry? -le susurro el lord oscuro en su oído.

El menor solo asintió con la cabeza.

-Palabras, Harry, usa palabras... vamos de nuevo ¿Quieres que te folle ahora mismo? -le pregunto mientras apretaba más el agarre a las manos y a la cadera.

El menor soltó un jadeo al sentir el cálido aliento del señor oscuro directo en su oreja, y luego gimió al verse más apretado.

-Sis -dijo en un susurro bajo.

- ¿Si qué? -torturo el lord restregándose contra él.

-Sí, mi señor, si -gimió con frustración.

Voldemort soltó una risita, antes de soltar su otra mano y llevarla al otro lado de la cadera.

Harry se agarró automáticamente de sus hombros, y el señor oscuro camino hacia la cama que había allí, en todo el proceso besando al niño. Cuando llego lo soltó, antes de subirse encima y continuar con los besos en el cuello.

Su mano comenzó a desprender la ropa, pero Harry no estaba para esperar, sus amigas lo esperaban en Hogsmeade, así que desapareció la túnica y sus abrigos, quedando solo con su camisa, bufanda y pantalón, ni siquiera sus zapatillas estaban.

El señor oscuro soltó otra risita.

-Que desesperado mi niño -susurro contra su cuello, antes de aflojarle la corbata y luego comenzar a desabrocharle la camisa botón por botón y cuando estuvo, no se la saco. Tomo la corbata de Gryffindor y ato las manos del niño sobre su cabeza, impidiéndole salir, el menor protesto unos momentos intentando liberarse, pero se cayó al sentir la boca del lord en sus pezones.

Una mano retorcía un botón, mientras que la otra bajaba por sus costillas hacia su cadera, y luego iba al botón de su pantalón, comenzando a sacárselo de a poco.

-Oh~ Harry -susurro Voldemort nuevamente en su cuello -Voy a disfrutar esto -le murmuro mientras terminaba de sacar la prenda con magia -Te disfrutare y saboreare de arriba abajo- una sonrisa de extendió por su rostro, antes de murmurar algo que hizo sentir al menor incomodo en su parte baja.

Un hechizo de lubricación.

La mano que había comenzado a sacarle los pantalones ahora estaba subiendo y fue directo al agujero del niño, introduciendo un dedo.

El menor soltó un sonido sonoro, y cerró los ojos algo incómodo, sin notar el ceño fruncido del lord.

- ¿Quién más ha estado allí, mmh? -pregunto con furia mientras comenzaba a mover el dedo bruscamente.

Harry no respondió, solo soltó un gemidito, moviendo sus caderas sobre el dedo.

-Responde -ordeno el hombre con enojo mientras doblaba el dedo - ¿Fue Aiden McMahon? -pregunto y agrego otro dedo.

El niño jadeo y se arqueo, abriendo sus esmeraldas dilatadas, negando con la cabeza.

-N-no... No ha sido el -susurro con dificultad.

- ¿Entonces quién? -sus dedos se movían de adentro hacia afuera, se doblaban y hacían movimientos de tijera, intentando abrirlo.

Pero Harry no respondió, solo gimió en respuesta, además ¿Qué podía decirle? ¿Otro tu más joven fue el que me follo? O ¿Viaje en el tiempo y me follaste? No, claro que no podía decir eso.

Otro dedo se unió a la jugada.

-Bien, si no me dirás -susurro en un tono bajo contra su oído.

-Mi señor -pidió con desesperación.

- ¿Qué, Harry? -pregunto. -Dime lo que quieres -ordeno.

-Por favor... Follame -rogo moviendo sus caderas.

-Pero eso tiene un precio -le dijo.

- ¿Q-que? -abrió los ojos, y vio el momento exacto en el que Voldemort se erguía, desaparecía toda su ropa dejando su polla gruesa y larga, tal como la recordaba Harry, en todo su esplendor, y sacaba los dedos de su interior.

-No podrás follas con nadie más -dijo -Absolutamente nadie que no sea yo, no puedes entablar una relación amorosa sin mi permiso, ni siquiera masturbarte pensando en alguien más, tampoco puedes masturbar, o hacer mamadas a nadie más que a mí, y no dejaras a nadie más que no sea yo que te toque de esa forma -ordeno mientras alineaba su polla en la entrada. - ¿Qué dices? -pregunto.

Y Harry estaba demasiado deseoso de que ese hombre lo follara para pensar en otra cosa que no sea sentir.

-Con palabras -ordeno.

-S-sí, lo prometo -dijo con voz necesitada.

-Así me gusta -ronroneo el hombre antes de introducirse de una estocada.

Harry pego el grito del cielo, y si hubiera sido virgen, eso hubiera dolido como la mierda, en cambio, ahora solo le dio placer.

Voldemort solo se quedó quieto unos momentos para asentarse, antes de salir de nuevo hasta que solo la punta estuvo dentro, y entro duramente, dando directo en su próstata.

-Voldemort -gimió, ya no importándole el título.

- ¿Si Harry? -cuestiono, pero su voz no sonaba tranquila, más bien... destrozada y jadeante.

-Por favor, por favor... Repítelo -pidió desesperado para sentir la polla de su tom de nuevo arremetiendo en su interior.

Y bueno, quien era Voldemort para negarse.

Comenzó a entrar y salir del niño, sosteniéndolo de las caderas, y con un movimiento de mano conjurando una almohada que puso debajo de el para alzar más al chico.

Sus manos recorrían el cuerpo del menor, tocando sus costillas y rozando los pezones con sus pulgares, sus ojos viendo al chico en todo momento, tragando con pasión cada expresión de placer del muchacho.

-Desátame, Por favor -rogo -Quiero tocarte -gimió mirando fijamente a los ojos rojos.

Voldemort lo miro fijamente, dando en el punto dulce del muchacho en todo momento y disfrutando de la vista expuesta de Harry, antes de asentir con la cabeza y deshacer la corbata.

Harry al verse liberado de inmediato agarro a Voldemort por la espalda, clavando sus uñas con placer.

Estaba cerca y Voldemort lo sabía, por lo que siguió dando estocadas certeras.

-Mi niño -susurro Voldemort en su oídio, provocando que su piel se pusiera de punta -Tan bello, tan delicioso... Tan mío -murmuro antes de morderle la parte que conectaba el cuello y el hombro.

Harry pego un grito y tiro su cabeza hacia atrás, clavando con más fuerza sus uñas.

- ¡Tom! -grito antes de correrse con fuerza.

Ninguno noto el nombre dicho.

Voldemort al ver la estreches siguió embistiendo, en busca de su propia liberación, antes de correrse en lo profundo del muchacho.

Ambos cayeron agotados en la cama, llenos de éxtasis. Sus respiraciones eran agitadas, sus cuerpos estaban llenos de sudor, y ambos aun sintiéndose en el cielo.

-Increíble -murmuro para sí mismo el niño, Voldemort solo asintió con la cabeza.

-De hecho -sonrió.

El silencio recayó en ambos, ninguno sin saber que decir en esta situación. Pero estando cómodos con la compañía del otro.

Harry resistió el impulso de acurrucarse contra él.

- ¿Qué tal va tu misión? -pregunto por fin Voldemort.

Harry dejo de mirar el techo y giro su rostro hacia el lord.

-Va bien, tal vez para la siguiente semana pueda cumplirlo, no se aun -admitió con facilidad.

Voldemort asintió con la cabeza.

-Me alegra escuchar eso -sonrió levemente.

Harry no dijo nada más, aunque su mente volaba a muchas partes, como que el enojo hacia el por lo de Richards McMahon se había ido, o que lo había llamado Tom antes de correrse, pero al parecer Voldemort no lo noto. Y muchas otras cosas.

-Mis amigos... -comenzó dudoso.

-Lo sé, te esperan en Hogsmeade - asintió mientras se sentaban.

Harry también se irguió, pero hizo una mueca al sentir dolor en su parte baja. Cuando miro al señor oscuro lo vio sonriendo con satisfacción, y él le entrecerró los ojos al ver eso.

- ¿Algo divertido aquí, mi señor? -pregunto Harry mordazmente.

-No solo divertido -murmuro, antes de atrapar a Harry debajo de él otra vez. - ¿Qué tal otra ronda antes de que te vayas? -pregunto.

El menor miro fijamente los ojos rubíes, antes de mirar la polla del señor oscuro que se estaba poniendo dura nuevamente, al igual que la suya.

-Mis amigas pueden esperar -contesto con una sonrisa, antes de voltear a Voldemort y sentarse encima de él.

- ¿Quieres montarme, Harry? -cuestiono divertido el lord.

- ¿Puedo hacerlo, mi señor? -pregunto pícaramente, tomando el miembro duro de Voldemort en una de sus manos.

-Claro que puedes -gruño con una sonrisa.

Harry guio la polla dura otra vez a su agujero maltratado, iniciando la segunda ronda de sexo.

***LV//HP***

Cuando Harry apareció de nuevo en Hogsmeade gracias a Voldemort, corrió rápidamente hacia las tres escobas, encontrando a sus amigas allí sentadas aun.

-Siento la tardanza -dijo mientras se sentaba, tratando de no hacer una mueca ante el dolor de su parte baja.

Hermione lo miro unos momentos de más, antes de asentir.

- ¿Te encuentras bien? -cuestiono con calma, aunque un poco de miedo denotaba en su voz.

Harry frunció el ceño y la miro.

-Claro ¿Por qué lo dices? -pregunto confundido, su amiga solo se encogió de hombros - ¿De que hablaban? -cuestiono esta vez mirando a Luna.

-Oh, de muchas cosas interesantes -dijo con su voz soñadora.

-Me gustaría saber qué cosas -contesto, dándole toda la atención a sus amigas.

Hermione lo miro, hace una hora había estado ese dilema en su cabeza, sobre que iba a hacer, pero ahora lo sabía, fingiría que no sabe nada, que apoyaría a su amigo en todo lo que pueda, el debe estar haciendo aquello por alguna buena razón ¿Cierto?

***TMR//HJP***

Albus frunció el ceño ante lo que tenía delante de sus ojos, era un álbum de fotos que había encontrado tirados por los pasillos, y se lo había llevado para luego buscar a quien pertenecía, pero cuando lo abrió en su oficina, dentro había algo inesperado, allí estaban Tom Riddle y otro muchacho, al cual su cara se había distorsionado a tal punto de no saber quién era, y no importaba cuantos hechizos lanzase, seguía sin notar quien estaba allí.

Jamás había visto a ese chico, no importa ver su rostro o no, sabía que podía ser uno de los antiguos seguidores de Tom cuando venía a Hogwarts, pero al pasar las paginas encontró una foto de todos ellos, con el mismo Tom y el chico, Riddle sostenía al muchacho por la cintura posesivamente, y sonreía levemente.

Al final de las paginas, una letra cursiva pero algo bastante desordenada, decía "Con mucho amor, para ti Tom. Atte: H.E" ¿H.E? no recordaba ningún estudiante tan cercano a Tom con esas iniciales, es más, no recordaba a ningún alumno que las llevaras. Y mucho menos en la casa de Slytherin, a la cual claramente pertenecía por su bufanda verde y Plateada.

- ¿Quién eres, chico? -susurro Albus mientras con su dedo acariciaba el rostro distorsionado.

Lo averiguaría, él siempre lo hacía.

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Queridos lectores/as:

Espero les haya gustado el capítulo, si es así no dudes en comentarlo y votar <3

Yo honestamente, no estoy muy convencida, estoy en un dilema, y siento que le falto más relleno al capítulo, pero a la vez no sé qué más agregarle, por lo que lo público así, ya que quería que vean por fin como Mione se estera poco a poco de la verdad, y probablemente (Aun no lo sé) en el próximo capítulo vean su actitud hacia Harry.

Si ven algún error ya sea ortográfico o gramatical espero lo pongas, así puedo corregirlo y hacerles la lectura más satisfactoria.

Si tienen la idea de algún futuro capitulo, o de alguna nueva historia no dudes en coméntalo, si me gusta y va con mi trama capaz la escriba, claro, con sus respectivos créditos.

4260 palabras

Atte: Alaisha Grindelwald

MarLove

Pd: El capítulo no fue leído, así que es muy probable que tengan algunos errores por ahora.

PD: hay una nueva historia tomarry en mi perfil, se llama "Ella es un el ahora" es Dark Harry, así que si quieren pasar a leerla, estaría sumamente agradecida
(*˘︶˘*).。*♡

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