Capítulo XVIII

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ATENCION: La corrección de esta fanfic se está escribiendo, por lo que si hay cosas que no concuerdan con los primeros capítulos es por eso.

En esta otra novela se desarrolla mejor la relación entre Abraxas y Harry, donde Abraxas era "amigo" de Harry, por así decirlo. Y por ello en los siguientes capítulos tendrá una gran participación. Al igual que con Orión.

Cuando comience a subir la corrección les avisaré, ya que sera aparte de está por los grandes cambios que tenga.

(Se subirá como una historia aparte)
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❀𝑈𝑛𝑎 𝑓𝑜𝑡𝑜❀
𝑝𝑎𝑟𝑡𝑒 1

- ¿Aquí es? -pregunto Severus, mirando fijamente la tumba frente a sus ojos.

El lugar tenía una extraña aura, se sentía raro, pero mejor que los demás cementerios. O más bien, lo extraño era la tumba frente a sus ojos, que exhudaba un poder inimaginable, que hacía que sus pelos se pusieran de punta. No podía decir que clase de magia era, pero sabía que era poderosa, sabía que una gran parte provenía del núcleo aún activo de Harry Evans, mezclado con una parte del núcleo de Tom Riddle.

Para Harry, ese poder se sentía como algo que ya había poseído tiempo atrás, y era extremadamente escalofriante saber que su Tom había hecho eso con su cadáver.

Hijo de puta, le encantaría golpearle su perfecta nariz en este momento.

-Si -murmuro el menor, mirando fijamente la lápida color gris opaco, con yerbas verdes creciendo junto a ella, comiéndosela poco a poco.

-Harry Evans -leyó Bellatrix en un susurró, moviendo las enredaderas que tapaban el nombre. -1926/1945 -dijo, leyendo el año de su nacimiento y su muerte.

***LV//HP***
Un mes antes

-Harry -llamo Severus, cerrando la puerta tras de sí.

El menor dio un pequeño respingo, y se giró para mirarlo, terminando de abrocharse la camisa.

- ¿Que sucede, padre? -pregunto, sonando tan calmado como Severus hace mucho no escuchaba, parecía casi otra persona.

Y la realidad es que así era. Hablar con Bellatrix había alivianado muchísimas cosas, y si bien le dio otros pesos, ahora estaba mejor que antes.

-Tenemos que hablar -dijo, en un tono de voz que puso automáticamente en guardia al menor.

- ¿A pasado algo? -pregunto nuevamente con cautela.

Severus no respondió, simplemente tomo asiento en el sofá que había en la habitación, e ínsito a Harry con la mirada a imitar su acción.

-He descubierto algo-comenzó, vacilando levemente -Y necesito tu completa honestidad aquí.

-Me estás asustando -informo, escuchando atentamente al profesor.

-Harry -repitió -Se tu secreto -y esas palabras hizo que la respiración del menor se acortarse y su corazón comenzara a latir rápidamente.

-No sé de qué hablas -informo bruscamente.

-Y Dumbledore también lo sabe -si Severus era malo en algo, era en tener delicadeza para charlas importantes, para eso estaba el chucho, él se encargaba de esas cosas.

- ¿Que? -Jadeo -De que secreto hablas -y Harry, por Merlín, rogaba que no fuera el que él pensaba, porque realmente no quería lidiar con las consecuencias de Dumbledore sabiendo aquello.

-Sé que en 1942 entro un estudiante a Hogwarts, llamado Harry Evans, del cual no se sabía casi nada, por no decir nada. Ese estudiante tenía una rivalidad firme con Thomas Riddle, enfrentándose entre sí constantemente, pero no siempre fue así, de esa rivalidad surgió la tensión, y de la tención sentimientos. Estos dos alumnos de Hogwarts se enamoraron, tan profundamente que era imposible separarlos, eran poderosos, la mejor pareja. Y sin embargo, no todo fue felicidad... En 1945 Harry Evans desapareció, se esfumó, y fue como si nadie, absolutamente nadie, lo recordaba, siquiera el propio Tom, quien lo amaba profundamente. Todo mago de gran Bretaña se olvidó de él -conto, mirándolo fijamente.

Los ojos de Harry estaban abiertos mientras sentía su piel palidecer y sus labios secarse.

- ¿Como-? -tartamudeo, sintiendo que todo se iba a derrumbar pronto.

-Yo no lo averigüe, fue Dumbledore -y tal como Harry pensaba, era mucho pero de lo que parecía -Si bien todos los magos se olvidaron de ti, no fue lo mismo para los muggles, y Dumbledore se dio cuenta de eso -conto con una mueca.

- ¿Muggles? -pregunto para sí mismo.

No había conocido a muchos muggles, y los que conoció, no creo una relación tan cercana como para que lo recordarán. Solo... Solo la señora Cole... Pero ¿Ella seguía viva, después de tantos años?

- ¿Quien? -cuestiono.

-Hilda Cole, ex directora del orfanato The Wool -contesto, y Harry, a pesar de que tenía las sospechas de que ella era quien había hablado de él, ya que había dejado una gran impresión en la mujer, no creyó que fuera para tanto, y que hoy en día siguiera con vida.

- ¿Cómo es que Dumbledore supo que debía hablar con ella? -miles de preguntas rondaban en su mente, y quería decirlas a todas de forma arrebatada, para que fueran respondidas con rapidez, pero sabiendo que no era lo mejor, se contuvo y hablo con calma.

-Encontró un álbum.

-El mismo que tenía Tom en su escritorio -interrumpió.

-El mismo, pero la cara de quien acompañaba al señor oscuro, estaba cubierta, borrosa, no se podía distinguir quien era. Hasta que en una de las fotos, Dumbledore noto el orfanato de fondo, y supo con quién ir de inmediato -explico con simpleza.

Harry asintió, procesando todo en su mente de forma rápida. Todo estaba a punto de irse a la mierda, y él lo sabía.

- ¿Cómo? -cuestiono Severus por fin, sin poder aguantar más las preguntas que tenían en la punta de su lengua.

Harry fijo sus ojos en los negros, buscando las palabras para contarlo todo, pero diferente a lo que pensó, llegaron de inmediato. Hablar con el profesor no era algo difícil.

-Para ser honesto no lo sé. Había discutido con vernon, los golpes se estaban avecinando y cuando menos lo creía, aparecí en otro lugar. No tuve mucha conciencia en ese momento, simplemente me desmaye, y cuando desperté estaba en la enfermería de Hogwarts en 1942 -explico con simpleza y pesar, mientras llevaba su cara a sus manos y se la refregaba.

Severus asintió en silencio, mirando fijamente al adolescente que parecía en cualquier momento entraría en crisis. Sabía que hacer en este momento, lo había pensado durante semanas, ahora ya sabía cuál sería el próximo curso de acción.

-Necesitamos encontrar una forma de que el señor oscuro te recuerde -dijo, haciendo al menor levantar la cabeza por fin y mirarlo fijamente.

- ¿De qué hablas? -cuestiono confundido.

-Harry, esto no sucedió porque si, algo debió suceder para que tu fueras y volvieras, para que nadie te recuerde y no haya registro de tu existencia -contesto con un profundo suspiro.

Harry asintió, entendiendo lo que quería decir.

-Pero he buscado, padre, y mucho, y sin embargo no hay nada que diga que realmente viaje, más que simples objetos significativos del pasado -contesto con pesar.

-Y eso es mucho en sí. Eso significa que si has estado en aquel tiempo, que si viviste todo aquello -le dijo.

Harry tarareo. Eso él lo sabía, era lo que se había dicho todo este tiempo. Nada había sucedido porque sí, todo tenía una explicación, y sin embargo el aún no la encontraba, y eso era increíblemente frustrante.

Bella había dicho que lo ayudaría a investigar, porque ella le creía, pero aún no habían encontrado nada. Y Voldemort, como si presintiese que estaban haciendo algo a ocultas de él, le ordenaba hacer cosas constantemente.

-Iremos a ver a la Sra. Cole -informo de repente Severus, sacando al menor de sus divagaciones.

- ¿Cómo? -pregunto algo atontado.

-Ella es la única que te recuerda, es la mejor opción -dijo, como si fuera obvio.

Y era obvio, pero Harry en esos momentos no estaba en un estado para ver esas pequeñas cosas, tenía mucho en la cabeza últimamente.

- ¿Cuándo? -pregunto, su mano acariciando su estómago levemente abultado.

-Pensaba hacerlo hoy -contesto.

Harry freno sus movimientos, y miro fijamente a Severus, antes de negar con la cabeza.

-No podemos -dijo, haciendo al mayor fruncir el ceño.

- ¿A qué te refieres?

-Pensaba ir a ver a Aiden. El señor oscuro por fin me permitió ir a visitarlo, tengo cosas que contarle, ver como se encuentra e informarle que pronto saldrá de allí.

Aiden había sido lo último en su mente esas semanas. Todo había caído como una bomba sobre él y su vida, todo se estaba yendo literalmente a la mierda, y sin embargo, estaba bien, muy bien, y por eso fue estúpido olvidarse de su amigo, quien había intentado protegerlo y lo había apoyado.

Severus asintió con la cabeza, comprendiendo la importancia de verlo, el mismo había sentido la necesidad de visitar a Sirius durante su encierro. Claramente se contuvo, su orgullo iba ante todo, y jamás admitiría que había caído en el encanto de Black desde hace años.

-Entonces mañana -dijo por fin. -Pasare por ti a las diez -informo.

-Te esperare entonces -asintió.

Severus, sin poder evitarlo, miro la pequeña mano de Harry acariciar su vientre con suavidad y cariño.

- ¿Cómo vas con el embarazo? -pregunto, cambiando de tema abruptamente.

-Va bien -una pequeña sonrisa se formó en su rostro, y su mano volvió a acariciar su estómago-Lo estoy sobrellevando de la mejor manera -dijo.

Al principio, cuando se enteró de aquel niño que llevaba en su vientre, fue difícil aceptarlo. No porque no lo quisiese, sino porque apenas tenía 17 años, era joven, demasiado de hecho. No estaba preparado para ser padre, pero su decisión imprudente lo llevo a esto, y no había más opción que aceptarlo, que aceptar lo que venía, porque Voldemort ni nadie, lo dejaría no tenerlo. Tenia que tener fé en que podría llevar la situación, más aún con toda la ayuda que sabía que recibiría.

- ¿Necesitas algo? ¿Alguna poción? -cuestiono.

-De hecho, si -asintió -Para los vómitos, son horribles en las mañanas, no creo poder seguir con ellos -suspiro melancólico -Y una crema para las estrías -dijo, y Severus levanto una ceja burlón hacia él, quien solamente sonrió inocente.

-Te las traeré en cuanto pueda -dijo, dando por finalizada la conversación y parándose de su lugar. -Te veré mañana, Harry -se inclinó y beso su cabeza con cariño, un gesto que hizo a Harry sentir una calidez gigante en su pecho.

-Nos vemos mañana, padre -contesto con una sonrisa, que rápidamente fue correspondida.

***LV//HP***

Tal como la última vez que había estado allí, las mazmorras eran oscuras, frías, con humedad en sus paredes, y un aire que parecía poco respirable, pero aceptable. Un aire a encierro.

La luz del sol no daba en este sector, razón por la que había tantos olores. Harry no podía comprender como Aiden soportaba estar aquí sin quejarse. Espera que Voldemort lo sacará pronto.

-Hola -saludo suavemente, dirigiéndose al chico que estaba recostado sobre una cama dura, hecha con cemento, con una simple almohada de paja.

Aiden levanto la cabeza de inmediato.

Sus ojos se conectaron y la felicidad del prisionero fue instantánea. Por fin una luz en toda su oscuridad.

-Harry -jadeo feliz, levantándose y dirigiéndose hacia él. - ¿Cómo te encuentras? -pregunto, mirándolo de arriba abajo.

-Yo estoy bien ¿tú como estas? -se posiciono frente a sus ojos, agarrando con sus manos los barrotes.

-De maravilla, Voldemort tiene una asistencia al cliente increíble -dio con una sonrisa divertida, ocasionando una pequeña risa en Harry.

-Me imagino -rio.

-Has tardado en venir -comento, levantado las cejas de una forma que hizo que un flash de Tom pasara nuevamente a su cabeza, pero rápidamente lo elimino, debía concentrarse.

-Ha habido algunos contratiempos, problemas que deben ser solucionados. Lamento no haber venido -susurro con calma.

Aiden asintió, sin despegar sus ojos celestes de los verdes.

- ¿Qué ha sucedido? -pregunto.

Harry dudo unos momentos. Abrió la boca para hablar, pero no sabía si era lo correcto decirle, o el momento en todo caso. Y sin embargo lo hizo.

-Estoy embarazado -que raro sonaba admitirlo.

El, por mucho que quisiera ocultarlo, o negarlo, había sido criado por Muggles, muggles que no sabían que un hombre podía tener un hijo, muggles que no veían normal que un hombre estuviera con otro hombre, y por ello sonó raro, sonó raro decir en voz alta que él, una persona del género masculino, estuviera embarazado.

- ¿Qué? -pregunto, abriendo los ojos sorprendido, sin poder creer lo que le decía.

-Yo... no lo sé... sucedió y no pude evitarlo -dijo con un suspiro.

- ¿Quién es el padre? -cuestiono curiosos, sin enfado. Él ya había aceptado que Harry jamás podría amarlo, y para él era más que suficiente estar a su lado y protegerlo.

Harry no respondió, simplemente desvió la mirada y envolvió sus brazos sobre su estómago.

- ¿Es ese tal Tom? -pregunto.

-Podría decirse -contesto.

- ¿Cómo lo llamaras? -sonrió levemente, feliz por el menor y sin querer incursionar en el tema del padre, no sabía si me agradaría la respuesta.

-Si es niña... me gustaría Adhara... si es niño aun no lo tengo decidido... debería pensarlo -tararea.

Con Aiden ahí estaba extrañamente en paz. Era como si él problema que había surgido momentos antes se hubieran esfumado.

No estaba enamorado de Aiden, claro que no, no podía amarlo cuando tenía a Tom metido tan profundo en su interior, pero de todas formas no podía evitar sentirse con calma allí. Que a pesar de estar en unas mazmorras, con el chico sucio, despeinado y con la misma ropa con la cual habían llegado, se sentía como en casa. No pudo evitar pensar una vida con él, huir de todo este caos, tener una pequeña cabaña en un prado, o una pequeña casa frente al mar. Cuidando de su pequeña Adhara, mientras cocinaba y Aiden lo acompañaba a su lado, besándole el cuello y haciéndolo reír. Haciendo que su hija saltará mientras la cuidaba como si fuera su propia hija.

Sería una escena hermosa, si, pero sería una mentira. El lo sabía y lo entendía

La niña que llevaba en su vientre no era de cualquier persona, no era de alguien de quién podías desaparecer así como así. Su hija era también la hija de lord Voldemort, y lord Voldemort no era piadoso con quién lo traicionaba.

-Te sacaré de aquí pronto -dijo, con una promesa verdadera, un juramento.

-Entonces te esperaré mientras tanto, Harry -sonrió de esa forma coqueta que había usado cuando se conocieron, que hizo que sus mejillas se tornaran de su suave rosa.

Cómo desearía amar a Aiden.

***LV//HP***

- ¿Aquí es? -pregunto Harry, tambaleándose levemente luego de la abrupta aparición.

-Si -contesto mirando la casa que se encontraba en los suburbios muggles.

A Harry le hacía recordad terriblemente a Privet Drive, más que nada la casa de la señora Figg, toda vieja y con aquella aura melancólica.

- ¿Es seguro que me vea? -le pregunto al profesor, mientras detenía sus movimiento para tocar el timbre.

-Si -contesto -Ella sabe de la magia, y sabe que algo está pasando, así que tu presencia no afectará en nada -dijo, y después de ver el asentimiento de Harry, toco el timbre.

La puerta no tardó mucho en abrirse, la anciana detrás fijo su vista de inmediato en Harry, su piel ya pálida de puso aún más pálida.

Sus ojos celestes, casi grises brillaron en reconocimiento. No importa cuántos años pasarán, ella jamás se olvidaría de aquel chico, aquel aterrador muchacho.

Sin decir una palabra, la anciana abrió la puerta y los dejo pasar, caminando hacia la cocina y señalando el sofá donde estuvo sentado Dumbledore días atrás.

-No has cambiado nada -comento la anciana, caminando hacia la cocina como la vez anterior, y ponía calentar la tetera.

-Esa es una nueva -se burla -Siempre es que me parezco a lo padre.

-No conozco a su padre, señor Evans. Según yo era huérfano -dice, mientras camina de nuevo hacia la sala de estar.

-Lo soy -concuerda con un asentimiento.

- ¿Porque está aquí? -pregunta cuando tomo asiento frente a ellos.

-Como puede ser... -comenzó Severus, inclinándose hacia adelante -Que una simple muggle cómo tú, recuerde a Harry, y nadie más lo haga -susurro con curiosidad, analizando a la anciana de arriba abajo.

- ¿Que nadie recuerda? -frunció el ceño y fijo su vista en Harry, sintiendo que su piel se erizaba inconscientemente.

-Nadie me recuerda, señora Cole. Más bien, nadie recuerda a Harry Evans -explico -Excepto tú -señalo.

La mujer los miro sin entender unos momentos, necesitaba el contexto completo de la situación para hacerlo.

- ¿Por qué nadie lo hace? -cuestiono.

-Mi nombre real es Harry Potter, nacido en 1981 -y con eso ella entendió todo, entendió la situación, y el porqué de algunas cosas.

-Entonces dices que viajaste al pasado, y luego volviste aquí -afirmo aún confusa.

-Así es -asintió.

-Pero nadie te recuerda-murmura, tratando de analizarlo por sí misma.

-Excepto tu -señalo.

Ella volvió a asentí. Nunca había comprendido la magia, y nunca se había interesado lo suficiente como para hacerlo y nunca se interesaría. Pero esto sin duda era extraño.

- ¿Y de qué manera esperan que los ayude? -cuestiono.

No sabía quién era el malo de esta historia, si estos dos hombres, o el anciano de la vez pasada. Prefería no confiar en ninguno, pero aquellos ojos verdes la hacían cambiar de opinión.

Harry Evans no era malo, ella lo supo desdés el inicio, sus ojos ahora, demostraban una faceta triste que ella solamente observo en aquel lugar oscuro, donde se escondían de los bombardeos de los nazis con los niños. Esa mirada anhelante de amor, un amor que solo Tom podría brindarle.

El chico no era alguien bueno, pero tampoco era alguien malo, y le producía más confianza que aquel anciano senil, que fingía cada una de sus expresiones. Con los años una anciana es capaz de detectar las mentiras, incluso cuando son bien elaboradas.

-Necesito entrar en tu mente -dijo Severus, obteniendo una mirada desconcertada de Harry.

Severus normalmente era de los que entraban sutilmente a la mente del otro y sin pedir permiso cuando era alguien que realmente no le importaba.

-Bien -asiente - ¿Qué debo hacer? -pregunta con seriedad.

-Solo debes mirarme fijamente a los ojos -contesto -Y yo haré todo lo demás -saco su varita y la apunta entre medio de los ojos de la mujer, quien se mantuvo serena -. Legeremens

***LV//HP***

-No está por aquí -se quejó Sirius, rebuscando en las cajas viejas

-Sigue buscando, Sirius, debe estar ahí -regaño su madre desde el pequeño retrato.

- ¿Qué es lo que te interesa tanto de ese retrato? -gimió angustiado, el polvo estaba en sus manos y rosas nasales, y el estornudo estaba amenazando con salir en cualquier momento.

-Tu sigue buscando -orden frustrada, tentada a poner los ojos en blanco.

-Bien, bien -gimió, descartando la caja que había revuelto, y tomando otra -. Luego de esto me comprare una ducha de oro, remodelare el baño, y gastaré tu fortuna en cremas -se quejó, comenzando a sacar las viejas cosas. - ¿Por qué Kreacher no limpia este lugar? -se cuestionó a si mismo con el ceño fruncido.

-Sirius -gruño Walburga.

-Bien, bien -susurro.

A su madre le había llegado una idea a su mente, y tan rápido como llego, le ordenó comenzar a buscar algo.

El no entendía que se había dado cuenta, no le había dicho nada, solamente que debía buscar un cuadro de marco plateado con bordes rectos, eso era todo, y eso llevo a Sirius a entrar al ático para rebuscar entre cientos de cosas viejas, deterioradas por los años y llenas de polvo.

Aquel lugar necesitaba más luz solar.

Suspiro con cansancio y siguió rebuscando, el ya creía que no encontrarían nada, habían pasado horas y no había ningún retrato, pero su madre parecía obsesionada con obtenerlo.

Frunció el ceño molesto, tirando una copa dorada hacia adelante, haciendo que chocase con un mueble antiguo y deteriorado.

- ¡Sirius! -regaño su madre, y sin embargo el la ignoro a favor de aquel objeto brillante que parecía haberse caído detrás del gabinete hace años, y ahora con el golpe del pesado cáliz, se soltó.

Se paró del lugar y camino hacia el armario, ignorando los llamados de su madre. Empujó cajas y maniquíes extraños a un lado, hasta que por fin estuvo en frente del mueble. Haciendo un poco de fuerza lo empujó a un lado, haciendo que el cuadro cayera con un pequeño golpe sordo contra el suelo de madera viejo.

- ¿Lo has encontrado? -pregunto la mujer, callando sus regaño para que siguiera buscando.

-Eso creo -murmuro asintiendo, mientras se agachaba y tomaba el objeto en sus manos, ensuciándoselas aún más de polvo.

-Muéstramela -ordeno.

Sirius no dijo nada, solamente se paró en su lugar mientras con su manga limpiaba el vidrio de la imagen.

-Sirius -llamo nuevamente, y el finalmente comenzó a caminar hacia ella lentamente, aun mirando la imagen. -Muéstramela -pidió.

-Se parece a Harry -contesto él, sus ojos fijos en la fotografía.

-Muéstramela -volvió a repetir frustrada.

Sirius finalmente obedeció y mostró el retrato al otro cuadro.

Los ojos de Walburga de entrecerraron, analizando todo el aspecto del chico que se encontraba al lado de su difunto esposo.

Sus ojos eran de un verde deslumbrante, con un cabello azabache, tan despeinado como el de James. Su sonrisa, sus rasgos, todo de él gritaba "soy Harry Potter".

-Sácala del marco-ordeno con seriedad y las manos de Sirius no dudaron en moverse para comenzar a desarmarlo, sabiendo que era lo que su madre quería ver, y era lo mismo que él quería.

Dio vuelta la imagen en cuanto la tuvo en sus manos. Su textura era antigua, parecía que en cualquier momento se desarmaría, por lo que tuvo mucho cuidado con cada movimiento que hacía.

"Orión Black y Harry Evans
1942/1945"

"Con mucho aprecio, te otorgó este simple regalo, que no es mucho, es casi nada, pero puedes darle un significado si te lo propones. Y recuerda, no cambiamos, evolucionamos, siempre mira al frente y nunca te retengas.

Atte. Harry Evans, para que siempre me recuerdes"

Leyó en voz alta, sintiendo su corazón latir rápidamente.

-Harry... El... -susurro - ¿No puede ser él, cierto? -cuestiono, levantando la mirada para ver a su madre.

-El me conocía cuando me miró en el retrato la primera vez, un reconocimiento mucha más grande que una mención tuya sobre mí -dijo -Harry Evans es Harry Potter... Pero la pregunta aquí es ¿Por qué no lo recuerdo? Estoy segura de que recordaría a alguien tan cercano a Orión -dijo, pesando profundamente.

- ¿Cómo sabías del cuadro? -pregunto a cambio.

Walburga en ese momento frunció el ceño, su mente pensando rápidamente.

-Yo... -murmuro, más confundida de lo que nunca Sirius la vio. Era como si supiera pero a la vez no lo hiciera, cómo si su mente estuviera intentando desbloquear un recuerdo que estaba encerrado bajo miles de llaves -. Recuerdo haber estado limpiando y desechando algunos objetos innecesarios... Recuerdo que vi el cuadro y lo tome... En ese momento sabía quién estaba al lado de Orión, y la nostalgia me invadió... Fue extraño... Porque luego, cómo si todo eso se hubiera ido, entregué el retrato a Kreacher y le ordene guardarlo. Era como si de la nada hubiera olvidado quien estaba al lado de tu padre... -murmuro, intentado encontrar una explicación lógica.

-Necesito hablar con Severus -susurro, sintiendo que le iba a dar algo si no lo hacía.

***LV//HP***

-Volviste -susurro una voz en la penumbra de su habitación.

Harry se puso tenso al instante, pero trato de relajarse, cerró la puerta tras de él y prendió las luces con un movimiento de su mano.

-Hola -susurro hacia el lord sentado en el sofá.

- ¿Cómo te encuentras? -cuestiono, parándose de su lugar.

-Bien, de hecho -contesto con una leve sonrisa, sacándose el abrigo de sus hombros.

-Me alegra oír eso -dijo, agachándose frente a él y poniendo una mano en el vientre poco abultado.

Harry no dijo nada, solamente aprecio la escena que se desarrollaba frente a sus ojos, mientras sentía su corazón palpitar rápidamente.

La escena se veía tan familiar, que le hacía sentir que todo aquello era real. Era como ver a su Tom arrodillado frente suyo, acariciando el vientre que llevaba a su hijo.

-Evan -susurro el lord contra el estómago, sorprendiendo a Harry. Le hizo acordar al apellido que uso durante su tiempo en el pasado, la forma en que Thomas lo llamaba, y eso le tomó por sorpresa.

- ¿Que? -pregunto, mirando al hombre con los ojos abiertos.

-Si es niño se llamará Evan -declaro sin dudar, y Harry no lo contradijo, Evan era un gran nombre, era hermoso.

- ¿Tiene algún significado? -cuestiono.

-No lo sé -contesto con el ceño levemente fruncido -. Simplemente creo que... Es un gran nombre... -finalizo, aún no muy seguro.

-Lo es -asintió divertido - ¿Y si es niña? -pregunto curioso.

-Nilay -contesto.

-Nunca había oído de ese nombre -doblo la cabeza levemente curiosa, mientras inconscientemente acariciaba los cabellos del señor oscuro.

-Por eso mismo -dijo sonriendo grandemente.

-Nilay Adhara Riddle... -murmuro para sí mismo.

- ¿Adhara? -pregunto curiosos el lord.

-Soy heredero Black, y siento que debo seguir la tradición de que al menos un hijo mío lleve el nombre de una estrella -contesto.

Voldemort asintió entendiendo, sus ojos rojos fijos en los esmeraldas de Harry

-Me gusta... Nilay Adhara, mí Nilay, mí Evan -susurro, besando el leve bulto.

Fue una escena romántica, tan linda, que hizo el corazón del menor latir desbocados, tanto así que Harry no pudo evitar tomar a Voldemort de sus mejillas y jalarlo a un beso, un simple rose de labios que hizo sorprender al señor oscuro.

Harry no recuerda haber besado a nadie así en meses después de Tom, y se sintió tan bien, tan correcto, incluso cuando Voldemort se paró y comenzó un beso más fogoso, incluso cuando las cosas se tornaron más rudas, seguía habiendo ese toque romántico. Las manos del lord le habían recorrido la cintura, sus caderas y tocado su estómago. Esa noche se sintió en los cielos, sintiendo al señor oscuro entrar en él y embestir con moderación, tocando cada punto sensible de su cuerpo, como si ya lo conociera, como si hubieran sido amantes de años.

Esa noche Harry le rogó a una estrella, a su pequeña Adhara, que nunca terminará.

***LV//HP***

-Sirius -llamo con el ceño fruncido luego de la quinta vez.

El hombre había estado actuando raro desde hace semanas, sin darle explicación alguna. Tenía actitudes evasivas, pensantes, y distraídas constantemente, y sin importar cuantas veces intentara tocar el tema, no le era posible, pareciese que lo hacía a propósito, siempre sacando algún otro tema que no se relacionaba para nada. Y Severus se lo había dejado pasar por bastante tiempo, hasta ahora, que vio que lo que sea que pasaba no se solucionaba.

- ¿Mmh? -pregunto saliendo de su ensoñación.

- ¿Qué sucede? -le pregunto con el enojo saliendo lentamente a flote.

- ¿A qué te refieres? -cuestiono, intentando parecer que no le sucedía nada, y desestimar el tema de inmediato.

-Black -gruño.

-Sev -contesto él.

-Claramente algo te está sucediendo, no soy estúpido -dijo -Y si no lo dices de inmediato, saldré por aquella puerta y no me verás en semanas -amenazo.

Tal vez era una amenaza estúpida, sin razón, pero a veces la forma más fácil de hacer entender algo a Sirius, era hablándole como si fuera un adolescente de 13 años.

El Black frunció el ceño con enojo, pareciera que en cualquier momento haría un puchero, tal como un niño, pero al mismo tiempo sus ojos brillaban en un dilema sobre lo que haría.

Gracias a merlín su lado sensato gano.

-Que pasaría... -comenzó, tratando de pensar en una forma de formular la pregunta - ¿Me creerías loco si te dijera que tal vez Harry viajo en el tiempo? -pregunto por fin.

La piel de Severus se puso más pálida que de costumbre, y sus labios se secaron, y eso Sirius lo noto. Al igual que el profesor, que era capaz de notar muchas cosas de Sirius, este también podía hacerlo, y a veces hasta mucho mejor.

- ¿Qué es lo que sabes? -entrecerró los ojos con sospecha.

Severus trago saliva, y sin embargo respondió.

- ¿Qué te hace pensar que se algo? -pregunto, intercambiando los papeles de momentos antes. Ahora él era el juzgado.

-Severus -gruño, tal como él había hecho momentos antes.

- ¿Y si te dijera que tal vez Harry si viajo en el tiempo? -pregunto, desviando la mirada

Sirius cerró los ojos, como si un peso más hubiera caído sobre si, y suspiro con cansancio ¿Por qué sentía que la mierda se complicaría más?

- ¿Cómo? -cuestiono.

-No lo sabemos... él no lo sabe -suspiro con cansancio.

- ¿Te lo conto? -frunció el ceño, sintiendo que se molestaba levemente por que Harry no se lo dijo a él, sino que a Severus.

-No lo hizo -contesto de inmediato.

- ¿Entonces?

-Dumbledore fue quien me lo dijo -y si, las cosas iban de mal en peor.

- ¿Dumbledore lo sabe? -pregunto con un tinte de horror.

-Lo hace -asintió.

-Eso no es algo bueno -gimió - ¿Cómo se enteró? -cuestiono, no creyendo que Harry se lo haya dicho.

-Es una larga historia -contesto con un suspiro -La pregunta aquí es ¿Cómo es que tú lo sabes?

***LV//HP***

- ¡Harry! -llamo Severus, entrando a la sala de estar de siempre, encontrándose con el menor apoyando la cabeza en el regazo de Bellatrix.

- ¿Qué sucede? -pregunto confundido, mirando al pocionista.

Había hablado con Sirius hace una semana, y este le había contado como había descubierto sobre el viaje. Le había contado sobre la fotografía y el extraño sentimiento que tenía Walburga cuando tomo la foto por última vez. Lo había analizado, habían puesto miles de situaciones posibles que pudieron llevar a que todos lo olvidaran, hasta que finalmente la ex matriarca comento que Abraxas habia encontrado al señor oscuro, desmayado, en el cementerio de los caídos en guerra. Y aquello llevo a lo que decía la foto detrás; "1942/1945" lo que quería decir que Harry Evans no desapareció en 1945, sino que murio en la batalla final entre Dumbledore y Grindelwald, y lo más probable era que haya sido enterrado en aquel lugar, junto con los demás muertos.

-Existe un cementerio cerca de Hogsmeade, llamado el cementerio de los caídos, donde enterraron a cada persona muerta de la última batalla contra Grindelwald -y aquello fue suficiente para que Bellatrix y Harry entendieran a que se refería.

-Mi cadáver debe estar allí -susurro sorprendido - ¿Pero en que ayudara aquello a encontrar la manera de que me recuerden? -cuestiono.

-Walburga Black me conto que una vez Abraxas Malfoy encontró al señor oscuro desmayado allí. La única razón por la que puede haber sucedido esto, es que tenga que ver con lo de la pérdida de memoria -dijo -No había otra persona que mi señor haya ido a ver allí que no fueras tu -le razono rápidamente, e hizo que todo se entendiera.

-Hay que ir entonces -jadeo -Ahora -dijo apurado, parándose de su lugar, pero rápidamente fue detenido por una mano de Bellatrix.

-No podemos -dijo ella, recibiendo una mirada de ambos.

-Bella/Madre -dijeron ambos al mismo tiempo.

-Esta noche va haber una cena importante entre mortifagos. No sabemos cuánto tiempo tomara ir al cementerio, pero a nuestro señor no le agradara la idea de que no vayamos -les explico rápidamente, haciendo que ambos recordaran aquello. -Desenterrar un cadáver no es algo fácil, menos aun si hablamos de uno caído en guerra.

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Queridos Lectores/as:

Por fin publique. Lamento haber tardado, pero tengo una gran excusa. Tuve varios problemas, un bloqueo de escritor, muchísimas evaluaciónes finales de la escuela, y un dilema, porque la historia poco a poco está llegando a su fin, y estoy intentando cerrar todos los huecos para que no quede nada sin concluir, cosa que realmente me está costando, y por no hablar que no quiero apresurar nada, no quiero que tenga un final rápido y sin un verdadero cierre, quiero darle un final memorable y que ustedes digan "Woaaa, quiero leer la corrección, necesito más de esto". Así que por eso estoy tardando tanto, lo lamento muchísimo realmente.

También me estoy centrando en una corrección que estoy haciendo de uno de mis one-shot, corrección que realmente me emociona muchísimo porque jamás leí una historia tomarry así, y la que yo escribí no está bien desarrollada, así que la corrección es como "amén, señor" jqjdjaka. La historia se va a llamar "sacerdote" es una donde Harry es un Cura que nunca fue a Hogwarts y que no sabe que es un mago, y Voldemort, cómo siempre, se entera de él y va a búscalo. Y ahí es cuando comienza el Dilema, porque Thomas lo quiere para el antes de que los fugitivos de la orden lo encuentren, y Harry al ser un sacerdote se castiga a si mismo por sus pecados carnales cometidos, y no sabe si dejar sus votos o continuar con ellos, porque el siempre lucho por llegar a ser obispo, y llega ese sexi Riddle que le está tirando poco a poco los planes por la borda.

Así que una vez publicada se los diré, y quién esté interesado en leerla puede ir.

Recuerden que si ven algún error ortográfico o gramatical pueden decírmelo, me ayudaría muchísimo para que sea más divertido leer este fanfic.

Si tienen alguna duda comenten, y si es alguna idea también pueden hacerlo.

Atte. Alisha Grindelwald
MarLove

PD: gracias a los que esperaron hasta ahora💜

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