Capitulo 6

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Narra George

Esa voz..... La reconocería hasta estando sordo, a pesar de llevar meses sin oírla no podría olvidarla ni aunque quisiera, que no es el caso. 

Me levanto y miro a mi alrededor, solo espero que esto sea real porque si no me voy a volver loco.

Eyla: ¡¡Papiiii!!

Vuelvo a oír la voz de mi hija y sigo buscándola con la mirada, hasta que la encuentro y las lágrimas empiezan a acumularse en mis ojos.

George: ¡¡Eyla!!

Ella sonríe y corre hacia mí, yo me agacho para abrazarla y envolverla en mis brazos cuando se lanza contra mí, pero la inercia hace que caiga de espaldas quedándome tumbado en el suelo, pero teniendo entre mis brazos a mi pequeñaja mientras ella me rodea el cuello con sus brazos me viene importando bastante poco lo demás. 

Con cuidado me pellizco el brazo y al dolerme asimilo que esto es real, que no es un sueño, y no puedo evitar que las lágrimas se me escapen, aunque una parte de mí siempre ha tenido esperanzas de que todo volviera a ser como antes, el pensamiento de no volver a abrazar a mi pequeña empezaba a estar demasiado presente en mi cabeza. 

Dejo un beso en su cabecita y la miro a los ojos viendo que esta llorando, a lo mejor la he apretado demasiado fuerte y le he hecho daño.

George: ¿Te he hecho daño princesa?
Eyla: No papi
George: ¿Y por qué lloras mi niña?
Eyla: Porque te he echado mucho mucho de menos
George: Y yo a ti hija, no sabes cuanto
Eyla: Te quiero mucho papá

Podrá sonar estúpido, pero esas 4 palabras me hicieron llorar aún más y dejo varios besos en la mejilla de Eyla. La he echado demasiado en falta, todo el mundo me decía que no volvería a oírla y me he emocionado muchísimo. 

Sin soltar a mi pequeña me pongo de pie y ella se sujeta más fuerte a mí, asegurando su agarre en mi cuello y además pasando sus piernas alrededor de mi torso. 

Río y la alejo un poco de mi pecho sin soltarla y dejo mi frente junto a la suya para después rozar mi nariz con la suya haciendo que se ría, algo que provoca que una sonrisa se instale en mi rostro.

Eyla: Me haces cosquillas papi
George: ¿Acaso creías que te iba a dejar caer pequeña?
Eyla: No papá, solo quiero estar contigo, no quiero otra vez a los hombres malos
George: Como si tienes que subirte conmigo al monoplaza que no vuelven a apartarte de mí, ahora solo queda encontrar a mamá y todo volverá a ser como siempre
Eyla: ¿Mami volverá con nosotros?
George: Te prometo que haré todo lo posible y lo imposible para conseguirlo

Le doy un beso a mi hija en la punta de la nariz y ella vuelve a reír para después darme un beso en la mejilla y apoyar su cabecita en mi hombro sin soltarme. 

Suspiro y miro al cielo sujetando mejor a mi pequeña, ahora falta Kayla. Y pienso dejarme la piel si hace falta para encontrar y recuperar a la mujer de mi vida. 

Vuelvo a mirar al frente y veo que un guardia de seguridad viene corriendo hacia donde estoy, algo me dice que aferre más a mi princesa contra mí y eso hago, últimamente los presentimientos no me han fallado y ahora que vuelvo a tener a Eyla conmigo no voy a jugármela y que me la arrebaten de nuevo, tendrán que matarme para quitármela de los brazos. 

El hombre se para delante mía mientras recupera el aire alternando la mirada entre mi cara y la espalda de la pequeña para después hacer el intento de coger a Eyla, pero me echo hacia atrás antes siquiera que roce la camiseta de mi hija. Si antes casi le arranco la mano a Nico por coger a Don Orejitas, sobra decir que este señor se queda sin brazos como toque a mi princesa.

Xx: Deja que me lleve a la niña
George: Ni de lejos, se queda conmigo
Xx: Hay una normativa que cumplir
George: Es mi hija, no hay norma alguna que diga que no puede estar conmigo
Xx: Ni tiene pase, ni esta en el sistema, no me obligues a llamar a mis compañeros
George: Por encima de mi cadáver van a quitármela, así que tú sabrás lo que haces

Modo papa oso activado, lo que extrañaba esto. 

Siento que el peso de la cabeza de mi princesa deja de estar en mi hombro así que la miro y me encuentro sus ojitos mirándome fijamente con algunas lagrimas en ellos, por lo que beso su frente y le susurro al oído la frase con la que siempre la calma su madre, "nunca estas sola" en tailandés, entre Kayla y Alex algo me han enseñado y no es que sepa mucho, pero para calmar a Eyla me vale. 

Ella me da un beso en la barbilla y no puedo estar mas encantado con el momento hermoso que se ha creado, pero esa magia se rompe en el momento que siento que intentan quitarme a mi hija de los brazos, ella protesta y yo la sujeto mas fuerte dando otro paso hacia atrás, pienso mantener mi palabra de que solo me la quitaran pasando sobre mi cadáver.

Voy a recriminarle la acción al guarda pero mi pequeña grita totalmente asustada aferrándose a mi cuello.

George: ¿Qué te pasa pequeña?
Eyla: Es él papi, es el hombre malo que me separo de mamá

Miro de vuelta al hombre y prácticamente se abalanza sobre mí, pero soy más rápido y me aparto, así que aprovecho los instantes que tarda en recuperarse y corro al interior del edificio de Mercedes, entrando en la habitación que tengo asignada en él y cerrando la puerta tras de mí con pestillo incluido. 

Me apoyo en la madera para pensar en una solución y acaricio el pelo de mi niña sin soltarla

George: No pienso dejar que te hagan daño princesa
Eyla: Tengo miedo papi
George: Todo va a salir bien, ¿Confías en mí?
Eyla: Si
George: Pues tienes que hacerme caso mas que nunca, ¿Si?
Eyla: Vale papá

Le doy un beso en la mejilla y mi primer pensamiento es salir por la ventana, pero al abrirla y asomarme recuerdo que estoy en una segunda planta, si fuera yo solo lo haría pero con Eyla no voy a arriesgarme. 

Me giro dando un vistazo rápido a la habitación buscando una manera de perder de vista al tipo este y cuando veo el armario se me enciende la bombilla, aunque teniendo en cuenta que no soy precisamente lo que se puede llamar pequeño quizás no funcione, pero no hay otra opción.

George: Tengo una idea peque, pero tienes que estar calladita, ¿Si? Si haces algún ruido nos pueden pillar
Eyla: ¿Cómo si jugáramos al escondite?
George: Exacto princesa, ¿Vas a poder hacerlo?
Eyla: Si papi, solo no me dejes sola

Asiento dándole un beso en la mejilla a la peque y cojo las llaves de mi coche para después abrir la puerta del armario y sentar a Eyla sobre la cajonera, luego como puedo entro yo y tras medio estirar las piernas, ella se vuelve a abrazar a mí rodeando mi cuello con los brazos. 

Cuando empiezo a oír que la cerradura de la puerta de la habitación cede, cierro la puerta del armario (se puede abrir desde dentro empujándola) y abrazo a mi hija, además de que en mi mano abro las llaves del coche de manera que se extiende una parte que en caso de necesitarla, la puedo usar a modo de arma blanca para clavársela a alguien, aunque espero que no sea necesario. 

Oigo como la puerta se abre y Eyla se pega mas a mi mientras yo la aseguro mas entre mis brazos, no voy a negar que tengo miedo por lo que pueda pasar pero mi prioridad es proteger a mi hija. Se escuchan pasos y después una voz alterada para posteriormente volverse a oír pasos acelerados alejándose y la puerta cerrarse de un portazo. 

Respiro profundamente y miro a mi pequeña para indicarle con la cabeza que se suba a mi espalda, prefiero que al salir lo primero que se encuentre cualquiera que intente atacarme sea a mi y no a mi princesa. 

Ella me entiende y asiente para después como puede ponerse en mi espalda como si fuera una mochila, en estos momentos odio ser tan alto, de verdad, mis piernas ocupan casi todo el espacio y apenas nos podemos mover, además de que esto es un armario, no esta pensado para estas cosas

Una vez Eyla esta bien sujeta, abro la puerta aun con la llave de mi coche en la mano por si fuera necesario y al no ver a nadie salgo de él aun con cuidado, no suelto el aire hasta ver que en la habitación solo estamos mi princesa y yo

George: Lo hemos conseguido peque, le hemos despistado
Eyla: ¿Eso significa que no nos molestara mas???
George: Ojalá princesa, pero creo que no, solo lo evitaremos por un tiempo
Eyla: ¿Nos dará tiempo a buscar a mamá?
George: No lo sé, ¿Te parece si vamos a ver al tío Alex? A lo mejor él sabe algo de mamá
Eyla: Si porfa papi

¿He dicho ya que adoro que me diga papi cuando la he tenido lejos tanto tiempo? 

La frase de uno no sabe lo que tiene hasta que lo pierde es demasiado cierta, menos mal que ya he recuperado la mitad y en nada espero encontrar la mitad que me falta. 

Bajo a Eyla de mi espalda y ella enseguida me sujeta la mano.

George: ¿Qué pasa mi niña?
Eyla: No me dejes sola papi
George: Claro que no hija, ¿Por qué piensas eso?
Eyla: Tengo miedo

Me agacho para quedar a la altura de mi hija y sujeto sus dos manos dejando un beso en el dorso de cada una

George: ¿Te hicieron algo malo esas personas?
Eyla: No papá
George: Sabes que me puedes contar si pasó algo, ¿No?
Eyla: Si
George: ¿Qué ha pasado este tiempo princesa?
Eyla: Me separaron de mamá pero me dejaron en una habitación con juguetes, lápices y papel para dibujar
George: Pero tú preferías dibujar las paredes
Eyla: ¿Cómo lo sabes? ¿Nos buscaste?
George: Claro que lo hice mi niña, no he parado de buscaros y no pararé hasta a encontrar a mamá
Eyla: Mamá antes de que nos separaran me dijo que nos estarías buscando, los hombres malos decían que no te importábamos, pero sabía que nos quieres mucho papi

Si ya antes tenía ganas de cargarme a quien ha provocado esto, después de oír esto quiero torturarlos. ¿Quién es tan despiadado para separar a una niña pequeña que no tiene ni tres años de su madre y además decirle que su padre no la considera importante? Eso es no tener corazón dios mío, no entiendo que alguien pueda hacer eso y dormir a gusto. 

Respiro profundamente para no asustar a mi pequeña y la atraigo contra mi pecho abrazándola y dándole varios besos en la cabeza para que se quede tranquila.

George: Claro que te quiero Eyla, eso no lo dudes nunca. Os he buscado por todas partes, me estaba volviendo loco porque ya no sabía dónde podíais estar, tu madre y tú sois lo mas importante de mi vida y por mucho tiempo que pase eso no va a cambiar
Eyla: Te creo papá, te creo

Suspiro de alivio porque es algo que me tranquiliza, llego a perder la confianza de mi hija y me rompo. 

Sonrío para que la pequeña no se altere mas de lo que ya esta y la cojo en brazos poniéndome en pie, otro inconveniente de que mida 1,85 es que para poder caminar con mi hija de la mano o ella tiene que ponerse de puntillas o yo agacharme, la cojo en brazos hasta que crezca un poco mas que ni mi princesa se molesta ni yo tengo problema en hacerlo. 

Salgo de la habitación par después salir del edificio aunque preferiría no haberlo hecho, porque a lo lejos veo al tipo ese, y justo en ese momento mira hacia donde estamos. Actúo rápido y dejo a mi pequeña en el suelo poniendo una rodilla en el suelo para estar a su altura.

Eyla: ¿Qué pasa papi?
George: ¿Recuerdas que te he dicho que me tienes que hacer más caso que nunca?
Eyla: Si
George: Pues ahora tienes que corres hasta el edificio azul oscuro con un toro rojo, ¿Recuerdas el traje espacial del tito Alex?
Eyla: Si
George: Pues tienes que encontrar un edificio que lleve esos colores y buscar al tío Alex que estará allí, ¿Si?
Eyla: No papi, no me dejes sola
George: No hay otra opción princesa, tienes que buscar al tito y contarle lo que pasa, yo voy a evitar que el hombre malo te siga y te haga daño
Eyla: No sé si puedo hacerlo
George: Eres una campeona y una valiente, claro que puedes hacerlo mi niña
Eyla: Vale papi
George: Dale esto al tío cuando lo encuentres para que sepa que has estado conmigo, ¿Si?

Le doy las llaves de mi coche a mi pequeña y ella asiente. Le doy un ultimo abrazo y un beso en la mejilla antes de dejar que corra en busca de Albon, Verstappen hoy no puede correr y el anglotailandes le esta sustituyendo. 

Me levanto dándome la vuelta y cuando el hombre queda cerca mía le corto el paso, pienso proteger a mi hija hasta las ultimas consecuencias

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro