🌹XVII🌹

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Mi jefa se vuelve loca cuando Taehyung la informa de que yo lo acompañaré en su viaje a las delegaciones.

Jackson se alegra de no ser él.

Mi jefa intenta convencerlo de mil formas para que yo no lo acompañe.

Argumenta cosas como mi falta de
experiencia o mi poco tiempo en la empresa, pero al final desiste.

Taehyung manda y ella debe aceptarlo.

¡Tómate esa!

Llamo a mi padre el miércoles y le explico mi retraso de las vacaciones por el viaje. Le parece bien y me anima a hacer un buen trabajo.

Si él supiera el trasfondo de todo, me metía en una caja y la embalaba para que no pudiera salir.

Mi hermana, en cambio, se enfada conmigo. Marcharme durante varias semanas fuera de Seul para ella es desquiciante.

¿A quién le va a explicar sus problemas?

El jueves, Taehyung pasa a recogerme con su chófer a las seis de la mañana.

Viajamos en su avión privado y tanto lujo me escandaliza. Parece que acabo de salir del pueblo.

Miro todo con tanta curiosidad, que creo que Taehyung hace esfuerzos por no reír.

Cuando llegamos, un auto nos recoge en el aeropuerto y nos lleva directos al hotel. El mejorcito de la ciudad.

Allí nos alojamos en la última planta en dos suites. Ha cumplido su promesa: habitaciones separadas.

Cuando el botones cierra la puerta tras de mí y me quedo en medio de
aquella enorme habitación, miro a mi alrededor. Todo es grande, espacioso.

Y lo mejor, hay unos grandes ventanales que me permiten ver el mar.

Alucinado por el lujo que me rodea, suelto mi maleta y me acerco a la ventana.

¡Increíble!

Tras disfrutar durante un rato del paisaje, comienzo a buscar y a curiosear. Abro la nevera y veo chocolate. Me lanzo a por él.

Cuando descubro la zona de mi habitación donde se encuentra la cama, un silbido de camionero sale de mí.

¡Es preciosa!

La cama es enorme y me tiro sobre ella.

El baño es otra maravilla.

Madera clara y una bañera rodeada por espejos.

¡Morboso!

Al salir del baño, el teléfono suena. Es Taehyung.

-¿Qué tal tu suite?

-Alucinante. Enorme. Es como cinco veces mi casa -suelto una risita.

Oigo cómo ríe al otro lado de la línea.

-En media hora te espero en recepción -me dice-. No olvides los documentos.

Llego a recepción puntual y veo a Taehyung hablando con una mujer. Alta, glamurosa y rubia.

Rubísima.

Cuando él me ve, me invita a acercarme a ellos y nos presenta:

-Yihyo, el es mi secretario, el joven Jeon.

La tal Yihyo me hace un escaneo en profundidad y me da mala espina, pero, en un gesto de profesionalidad, los dos nos damos la mano y Taehyung añade en alemán:

-Joven Jeon, la señorita Park ha venido desde Berlín. Ella estará unos días con nosotros. Jihyo es la encargada de ver si podemos suministrar nuestro medicamento en el Reino Unido.

Sonríe mientras la rubia de piernas largas mueve su cabeza en gesto afirmativo.

Sin embargo, percibo algo raro en su mirada. No sé lo que es, pero no me gusta.

Un hombre se acerca a nosotros y nos indica que nuestro vehículo nos espera.

Los tres caminamos hacia una enorme limusina negra. Taehyung se sienta junto a aquella mujer y se olvida de mí.

Eso me inquieta.

Pero lo que más me molesta es percibir que entre ellos hubo o hay algo. Me lo dicen las miradas de la rubia. De todas formas, como soy un profesional, mantengo la compostura mientras miro por la ventanilla e
intento pensar en mis cosas.

Cuando llegamos a las oficinas centrales, nos recibe el jefe de la
delegación. Nada más verme, me sonríe, y luego saluda al jefazo y a Jihyo.

-Hola, Jungkook-se dirige a mí, después de saludarlos-. ¡Qué alegría volver a verte!

-Lo mismo digo, señor Lee.

Seguidamente, me saluda Sunnie, su secretaria.

-Kook, ¿por qué no me has dicho que venías?

-Porque hasta ayer no sabía que tendría que venir -respondo mientras la abrazo.

Sunnie, con el gesto divertido, observa a Taehyung, para luego mirarme a mí con picardía.

-Vaya, vaya, con el jefazo alemán... ¡Está potentón!

Ambos nos reímos, pero nos dirigimos sin demora hacia una salita que ella me indica.

Instantes después, varios directivos, entre los que se encuentran Taehyung y Jihyo, entran en la estancia.

Es una sala rectangular de paneles oscuros y una cristalera que da a un monte. En el centro de la estancia hay una larga mesa con varias sillas y, en un lateral, varias mesitas más pequeñas.

Me siento a una de esas mesitas y Taehyung preside la mesa justo frente a mí. Su mirada implacable me hace recordar el apodo que le puso Jackson: Iceman.

Al recordarlo, no puedo evitar sonreír.

La reunión comienza y Sunnie, avisada por su jefe, se levanta de mi lado y se sienta a la mesa.

Su jefe quiere que ella traduzca todo lo que él vaya diciendo para la tal Jihyo.

Atiendo a lo que dicen y observo que Sunnie es una excelente traductora.

Pero ocurre algo que me sorprende.

En un momento dado, el señor Lee menciona al padre de Taehyung y éste, muy serio pero también muy
educadamente, le pide que no vuelva a nombrarlo. ¿Qué habrá pasado entre padre e hijo?

Una hora después, mientras la reunión continúa su curso, recibo un mensaje en mi portátil.De: Kim Taehyung

Fecha: 5 de julio de 2020 10.38

Para: Jeon Jungkook

Asunto: Tu boca

Querido joven Jeon, ¿le ocurre algo? Su boca lo delata.

PS: Es usted la persona más sexy de la reunión.

Kim Taehyung

Sin mover mi cabeza, lo observo a través de mis pestañas. ¿Estará loco? Lleva ignorándome desde que aparecí en la recepción del hotel y ahora me viene con ésas. Así que decido responderle el correo.

De: Jeon Jungkook

Fecha: 5 de julio de 2020 10.39

Para: Kim Taehyung

Asunto: Estoy trabajando

Estimado señor Kim, le agradecería que me dejara trabajar.

Jeon Jungkook

Sé que lo recibe. Lo veo mirar con interés a la pantalla y cómo se curva la comisura de sus labios.

Al cabo de pocos segundos, teclea de nuevo y yo recibo otro correo.

De: Kim Taehyung

Fecha: 5 de julio de 2020 10.41

Para: Jeon Jungkook

Asunto: ¿Enfadado? Sus palabras me desconcentran, ¿está enfadado por algo?

PS: Ese traje le sienta fenomenal.

Kim Taehyung

Me muevo en mi silla, incómodo. ¿Tanto se me nota? Intento sonreír,
avergonzado, pero mi boca se niega.

Durante unos minutos atiendo a la reunión hasta que mi ordenador me indica que he recibido otro mensaje.

De: Kim Taehyung

Fecha: 5 de julio de 2020 10.46Para: Jeon Jungkook

Asunto: Usted decide

Le advierto, joven Jeon, que si no contesta a mi correo en cinco minutos, pararé la reunión.

PS: ¡Lleva bragas bajo el pantalón!

Kim Taehyung

Al leer aquello, abro los ojos como platos, aunque intento mantener la calma.

Le encanta molestarme. Sonrío y lo reto con la mirada.

Él no sonríe.

El tiempo pasa y yo me relajo.

Lo veo mirar su ordenador e imagino que está escribiéndome otro correo cuando de repente interrumpe la reunión:

-Señores, acabo de recibir un correo que he de responder de inmediato. Un
contratiempo y les pido disculpas por ello. -Y, levantándose, añade-: ¿Serían todos tan amables de dejarnos a solas unos minutos a mi secretario y a mí? Y, por favor, por nada del mundo quiero que nos interrumpan.

Mi secretario los avisará cuando hayamos acabado.

Me quiero morir.

¿Está loco?

Abro los ojos tanto como me es posible y veo que todos los directivos recogen sus carpetas y se marchan.

Sunnie me guiña un ojo y sigue a su jefe. La última en abandonar la sala es la tal Jihyo.

Me mira con cara de perro y, tras decirle a Taehyung en alemán «Estaré fuera», cierra la puerta tras de sí.

Todavía sentado en mi silla lo miro sin comprender nada. Taehyung cierra su portátil, se acuesta en su silla y clava su mirada en la mía.

-Joven Jeon, venga aquí.

Me levanto como un resorte y me dirijo hacia él, gesticulando por la sorpresa.

-Pero... Pero ¿cómo has podido hacerlo?

Me mira, sonríe y no contesta.

-¿Cómo has podido parar una reunión? -insisto.

-Te di cinco minutos.

—Pero…

—La reunión la has parado tú —me contesta.

—¡¿Yo?!

Taehyung responde afirmativamente y, justo cuando me paro frente a él, me coge de la mano y, aún sentado, me coloca entre sus piernas.

Luego me empuja y me hace
sentar sobre la mesa. Ante él.

Acalorado, miro a mi alrededor en busca de cámaras cuando él dice:

—La habitación no tiene cámaras pero no está insonorizada. Si gritas, todos sabrán lo que ocurre.

Voy a protestar, ya que a cada instante que pasa me encuentro más alucinado, cuando Taehyung se acerca a mí y hace eso que tan loco me vuelve. Saca su lengua, la pasa por mi labio superior. Me mira. Después vuelve a pasarla por mi labio inferior, me lo muerde hasta que yo abro la boca y finalmente me besa.

Me succiona la boca de tal manera que me deja sin aliento y, como siempre, caigo a sus pies. Me
tumba en la mesa y me saca el pantalón de un tirón.

Sus manos ascienden lentamente por
mis muslos hasta que siento que llegan a mis caderas. Entonces agarra las bragas y me lo quita.

—Mmmm… Me alegra saber que llevas bragas.

Disfruto el momento y entro como un lobo en el juego.

Me paso la lengua por los labios y quiero gritar «¡¡¡Sí!!!». Mi gesto lo estimula y enloquece.

Abro mis piernas con descaro pidiéndole más y él levanta la cabeza, sin mover el resto de su cuerpo.

—¿Llevas en el maletín lo que te dije que debías llevar siempre?

Cierro los ojos y maldigo con frustración.

—Me lo he dejado en el hotel.

Mi reacción lo hace sonreír.

Me incorpora de la mesa sin apenas tocarme, a excepción de la cara
interna de mis muslos.

—Lo siento, pequeño. Estoy seguro de que la próxima vez no lo olvidarás.

Lo miro, bloqueado.

¿Me va a dejar así?

Me da un azote en el trasero cuando me bajo de la mesa.

—joven Jeon, debemos continuar con la reunión. Y, por favor, no vuelva a
interrumpirla.

Siento las mejillas calientes y el deseo por todo lo alto mientras él es el rey del control. Eso me encoleriza. Lo sabe. Me agarra de la mano y me acerca a él en un gesto posesivo.

—En cuanto terminemos la reunión te quiero desnudo en el hotel. De momento, me quedo con tu braga.

—¡¿Cómo?!

—Lo que oyes.

—Ni hablar. Devuélvemelo.

—No.

—Taehyung, por favor. ¿Cómo voy a estar sin bragas?

Se levanta. Sonríe con malicia y se encoge de hombros.

—Muy fácil. ¡Estando!

Me ayuda a colocarme el pantalón. Me empuja hacia la puerta e insiste.

—Vamos. Diles que entren. La reunión es importante.

Histérico y a punto de que me dé un «colapso», sólo puedo resoplar.

¿Cómo me puede estar pasando esto a mí?

Finalmente, cierro los ojos, camino con seguridad hacia la puerta y antes de abrir me giro hacia él.

—Ésta me la pagas.

Taehyung ni se inmuta.

Un minuto después, la reunión continúa y todo vuelve a la normalidad.

Todo, excepto que no llevo bragas.

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