[2] : DOLORES UMBRIDGE

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CAPÍTULO 2 \\ DOLORES UMBRIDGE

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ESTUDIANTES CHARLANDO llenaron el Gran Comedor, mientras Blaire caminaba por el pasillo hasta su mesa. Draco y sus matones, incluyendo Blaise y Pansy se reían de Harry y su locura. Blaire puede ser una perra sarcástica, que hace comentarios sarcásticos a todo el mundo, pero no le gusta odiar a la gente que no se lo merece aunque sea Harry Potter, el legendario elegido. Blaire miró hacia la mesa principal, viendo a todos los profesores esperando pacientemente a que Dumbledore comenzara su discurso anual de inicio de año.

—¿Por qué tan callada, Blaire? —preguntó Pansy, mientras se volvía hacia su mejor amiga.

Blaire se encogió de hombros.

—Sois unos aburridos. De lo único que habláis es de Potter y sus amigos.

—Hope, ¿por qué estás tan a la defensiva? —Draco sonrió, mientras cruzaba los brazos.

—No estoy a la defensiva —se burló Blaire, mirando al rubio—. Ustedes realmente deben estar enamorados de él ya que ese es vuestro único tema de discusión.

El grupo se quedó en silencio. Los rasgos de Draco en su cara se enfurecieron, tratando de pensar en algo ingenioso que decir. Parece que Blaire siempre le hace eso a la gente, el gato siempre consigue la lengua de alguien cuando intenta discutir con Blaire.

—Buenas noches, chicos —Dumbledore habló, silenciando a todos los estudiantes.

Blaire volvió la cabeza lejos de Draco, hacia el director. Un abrigo de un rosado llamativo llamó la atención de la morena, haciéndola sentir curiosa. Su cara de sapo estaba en una sonrisa falsa repugnante, haciendo que la bruja se estremeciera con angustia.

—Demos la cordial bienvenida a la Profesora Grubbly-Plank, que se hará cargo del Cuidado de Criaturas Mágicas. Mientras el Profesor Hagrid termina su permiso temporal —explicó Dumbledore.

Blaire estaba bastante molesta porque Hagrid no iba a enseñar este año. Ella recordó en el tercer año, cuando Draco fue "herido"por su Hipogrifo. Se burló de Draco por ser un tremendo cobarde. Amaba a Buckbeak. Después de que Potter lo había montado, Blaire fue la siguiente. Se sintió muy libre, y la vista desde allí arriba en los cielos era hermosa.

—También damos la bienvenida a nuestra nueva profesora de Defensa Contra las Artes Oscuras, la Señora Dolores Umbridge —cuando la morena se enteró de que la cara de sapo iba a estar enseñando DCAO, casi se pone de pie y grita al director. Las Artes Oscuras era una de sus materias favoritas, y tuvo una conjetura salvaje de que este año no iba a ser una explosión como lo fueron sus últimos cuatro años.

»Como es habitual, nuestro vigilante Señor Filch, me ha pedido que os recuerde—

—Gracias, Director, por tan amables palabras de bienvenida —Umbridge interrumpió al Director, impactando a todos en la sala. Nadie ha interrumpido nunca a Albus Dumbledore cuando habla.

—Qué maravilla ver vuestras caras radiantes de felicidad dedicándome una sonrisa —mintió Umbridge a través de sus dientes de caballo, poniendo una falsa y repugnante sonrisa en su cara. Blaire miró a su alrededor y no vio a nadie feliz con este resultado, que tampoco le entusiasmó.

»El Ministerio de Magia siempre ha considerado la educación de los jóvenes brujos y brujas de vital importancia —habló Umbridge, caminando hacia el frente del podio, donde estaba Dumbledore. Blaire tuvo el presentimiento de que trabajaba para el Ministerio, el corrupto Congreso Mágico.

El padre de Blaire le advirtió a su hija que nunca trabajara para el Ministerio, ya que allí le lavan el cerebro a todos para que crean sus mentiras.

—Preservemos lo que ha de ser preservado, perfeccionemos lo que ha de ser perfeccionado, y enterremos las prácticas que deberían estar prohibidas —Umbridge terminó su discurso, y se volvió a sentar, luciendo bastante satisfecha consigo misma.

—Gracias, Profesora Umbridge —le agradeció Dumbledore y siguió hablando.

—¿Qué significa eso? —preguntó Pansy, confundida en cuanto al significado del discurso de Umbridge.

—Significa que el Ministerio está interfiriendo en Hogwarts —respondió Blaire a su amiga, lanzando dagas con la mirada a la nueva profesora de Defensa Contra las Artes Oscuras.

Después del giro nocturno de los acontecimientos, Blaire no estaba lista para su primera clase con Dolores Umbridge, la cara de sapo. Y para colmo de su mañana, ella tenía DCAO con los Gryffindor. La bruja sabía que esto nunca era diferente, pero ahora que su padre le está haciendo (obligando) que se comunique con el chico Potter, está haciendo que Blaire esté extremadamente molesta. 

Marko Hope odiaba cómo Blaire se relacionaba con Draco Malfoy, el enemigo. Él sabía que era muy pronto hasta que Draco sea un Mortífago como sus padres. Pero Blaire siempre había visto algo bueno dentro de Draco, que él está del lado bueno.

Blaire pasó por el escritorio de Potter y Weasley, deteniéndose frente al chico de cabello azabache.

—Bueno, mi padre me está haciendo hablar contigo. Teniendo en cuenta que quiere que sea más como tú, Merlín solo sabe por qué.

Harry frunció el ceño y captó la mirada de Ron.

—¿Por qué querría hablar con una Slytherin?

Blaire se mordió el interior de la mejilla y sintió que se encolerizaba.

—¡Tú asqueroso idiota! ¡Todos los Slytherin no se están alineando para unirse a Voldemort en su misión de destruirte y apoderarse del Mundo Mágico! No todos somos malvados, ¡no todos tenemos intenciones crueles! —gritó Blaire, haciendo que la habitación se quedara en silencio.

Los aplausos se rompieron a través de la habitación, siendo solo los Slytherin. Blaire asintió felizmente, mientras se alejaba de los Gryffindors, yendo hacia su escritorio, que compartía con Pansy.

El cierre de la puerta y los postigos de las ventanas se cerraron, haciendo que cada estudiante se girara para ver lo que pasaba. Umbridge había sacado la varita, golpeando las cosas para cerrarlas de golpe.

—Buenos días, chicos —saludó ella, usando la misma sonrisa falsa que tenía durante su discurso en el banquete de anoche. Los libros llegaron golpeando sus escritorios. Blaire miró hacia abajo, frunciendo el ceño ante el título del libro, «Defensa Contra las Artes Oscuras: Para Principiantes».

—Título Indispensable de Magia Ordinaria, T-I-M-O —cara de sapo habló vagamente, escribiendo en la pizarra con su varita—. Más conocido como, TIMOs.

»Os complacerá saber que desde ahora seguiréis un curso de magia defensiva estructurado y homologado por el Ministerio —explicó Umbridge cuidadosamente—. ¿Sí? —preguntó cuando vio la mano alzada de Hermione Granger.

—¿No hay nada aquí sobre el uso de hechizos defensivos? —preguntó la joven y brillante bruja con curiosidad.

—¿Hechizos defensivos? No puedo imaginar por qué ibais a necesitar usar hechizos en mi aula —Umbridge se jactó divertidamente.

—Entonces, cara de sapo, ¿no vamos a usar magia? —preguntó Blaire sarcásticamente, sin importarle cuántos castigos iba a recibir. Varios estudiantes se rieron en silencio ante su elección de palabras, mientras Umbridge parecía bastante furiosa.

—¿Cuál es tu nombre, querida? —preguntó dulcemente, conteniéndose.

—Blaire Hope, querida —la imitó la morena.

—Bueno, Señorita Hope, aprenderéis hechizos defensivos de un modo seguro, libre de riesgos —habló Umbridge entre dientes.

Blaire ahogó la molesta voz de cara de sapo, hasta que oyó gritar a Potter.

—Ja, pues no sé. Tal vez, Lord Voldemort —dijo Harry sarcásticamente, haciendo que los estudiantes se quedaran boquiabiertos ante lo fácil que era para él decir su nombre. Blaire, por otro lado, sonrió levemente.

La Profesora Umbridge retorció su sonrisa de una manera alegre.

—Voy a dejar una cosa bien clara. Se os ha dicho que un tal mago oscuro anda suelto de nuevo. Eso es mentira.

—¡No es mentira! ¡Yo le vi! ¡Luché contra él! —Harry se jactó, cada vez más agitado.

—¡Castigado, Señor Potter! —gritó Umbridge de nuevo. Blaire encontró este intercambio agradable bastante entretenido. Todo lo que necesitaba eran algunas ranas de chocolate y un poco de zumo de calabaza.

—Entonces, según usted, Cedric Diggory murió porque le dio la gana —regresó Harry, listo para maldecir la cara de sapo en el olvido.

—La muerte de Cedric Diggory fue un trágico accidente.

Como tu nacimiento, asquerosa y vieja gorda. Pensó Blaire.

—¡Fue un asesinato! Voldemort le mató y usted debe saberlo —gritó Harry una vez más, empujando su taburete a un lado.

—¡Basta! Basta —gritó Umbridge, solo para contenerse—. Venga a verme luego, Señor Potter. A mi despacho.

Con eso, la clase comenzó. Todo el mundo estaba todavía en shock después de lo que pasó con la Profesora Umbridge y Harry Potter. Blaire estaba muy orgullosa de Harry. Después de clase, los estudiantes salieron corriendo, sin querer permanecer en la presencia terrorífica, que es Umbridge.

—Así que, Potter, gran escena la de hoy —Blaire sonrió mientras se acercaba al infame Trío de Oro.

—Cierra la boca, Hope —espetó Potter.

—Oh, no tan amigable, ¿verdad? —preguntó la morena, sonriendo audazmente.

—¿Quieres dejar de ser una perra maliciosa, Hope?

—¿Quieres conseguirte un nuevo corte de pelo, Potter?

Harry sacó su varita, mientras Blaire sacaba la de ella. Los dos tenían sus varitas extendidas una frente a la otra, listas para el duelo. Hasta que Hermione y Ron hicieron retroceder a Harry, y Pansy y Draco retuvieron a Blaire.

—No vale la pena, Harry —dijo Hermione, mientras los tres se alejaban.

—¿A qué ha venido eso? —preguntó Draco, de repente.

—Nada —Blaire sacudió a Draco y a Pansy, y se alejó de ellos.

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