Capítulo 7

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—Tengo que estar imaginándome cosas ¿Verdad? -Harry pregunta, mirando al techo de su habitación con una pequeña mueca en su rostro.-

Taylor, Liam y Niall se encuentran sentados sobre la alfombra en el suelo de la habitación, intentando calmar la extraña crisis del rizado.

—¿Por qué piensas eso, Hazz? -Taylor pregunta, y Harry no puede evitar soltar un suspiro mientras se sienta en la cama para poder mirarla.-

—Por qué es imposible ¿No? No puede ser que Louis sea...

El hecho de que Louis sea un misterio para todo el mundo hacía difícil saber si Harry tendría alguna oportunidad con él. El rizado no sabía sus gustos respecto a relaciones sentimentales, y ahora sobre pensarlo todo le estaba dando dolor de cabeza.

Porque si iba a comenzar a sentir todas esas cosas por el castaño, necesitaba saber si tenía alguna oportunidad de que fuera correspondido.

—¿Gay? -Niall termina la frase por él, y Harry vuelve a tumbarse sobre la cama con dramatismo.-

—O lo que sea. -Murmura.-

Taylor no puede evitar rodar los ojos mientras Liam y Niall sonríen.

—No entiendo porque le estas dando tantas vueltas. -La rubia dice, encogiéndose de hombros.-

—¡Porque es imposible! -Responde, levantándose de nuevo para mirarla.-¿Lo habéis visto? Es extremadamente bonito y siempre viste esa ropa cara que le queda tan bien, su sonrisa es tan bonita que no entiendo como no sonríe todo el tiempo, es extremadamente dulce conmigo y me habla en ese bonito acento francés a pesar de que se le da mal.

Sus tres amigos sonríen mirándose entre sí, como si no hubiera ningún problema. Como si Harry estuviera siendo demasiado dramático.

Y quizás así era, quizás Harry se estaba convirtiendo en un pequeño desastre de pensamientos y sensaciones nuevas. Pero nadie podía culparlo.

Porque era la primera vez que un chico lo trataba así, la primera vez que un chico le hacía sentir todas esas cosas confusas. A sus casi dieciocho años nunca nadie le había hecho sentir tantas cosas, hasta que llegó el castaño con aquella sonrisa y su personalidad encantadora para hacerle sentir todo aquello que tanto había leído en libros.

—Entonces no entiendo cual es el problema. -Liam dice.-

—El problema es que estoy viendo cosas donde no las hay, no puedo gustarle.

—Yo creo que estas loco por él y estas en negación. -Niall dice con tono divertido.-

Harry nota enseguida como el calor sube hasta sus mejillas, y tiene que tomar uno de los cojines sobre su cama para ponerlo sobre su rostro.

—No es eso... -Murmura, aunque todo en él lo delata.-

Y es que no era tan imposible volverse completamente loco por Louis Tomlinson al fin y al cabo. Había algo en él que te cautivaba, algo en la forma en la que te mira, en la forma en la que sonríe, la forma en la que te trata...

¿Como no iba a sentir todas estas cosas por él?

—Deberías hablar con él de esto Harry, es la única manera de aclarar vuestros sentimientos. -Taylor dice, porque obviamente era la opción más sencilla.-

Pero quizás también la más difícil para el rizado.

—Pero no voy a ser capaz, me va a mirar a los ojos y será imposible que pueda decirle nada. -La rubia rueda los ojos.-

—Que exagerado.

El rizado suspira.

—Hombre, si ya da miedo de lejos imagínate de cerca. -Niall dice divertido, sacando una pequeña risa de parte de Liam.-

Pero es el turno ahora de Harry de rodar los ojos y negar, porque ellos no conocían para nada a Louis. Si lo hicieran, quizás entenderían porque Harry se siente así.

—Louis no da miedo.

Entonces hay un silencio por varios segundos, hasta que la escandalosa voz de Niall lo rompe.

—¿Por qué no lo invitas a la fiesta de Halloween?

Y Harry lo mira, como si aquello no fuera tan mala idea.

—¿Louis Tomlinson en una fiesta? -Liam dice, levantado las cejas.-

—Es imposible que Louis acepte ir a una fiesta, Harry.

Pero Harry sonríe.

—Eso ya lo veremos.

***

Harry se encuentra una vez más delante de la enorme casa de Louis. Para ser honesto, algo en la inmensa mansión de piedra rojiza hace que Harry se sienta pequeño, y no puede evitar preguntarse cómo se sentía Louis al vivir ahí.

Al fin y al cabo, era una casa bastante grande.

Toca al timbre y la puerta se abre a los pocos segundos, dejando ver a Louis con su cabello castaño un tanto despeinado, vistiendo unos pantalones deportivos grises y una sudadera blanca. El corazón de Harry reacciona alegre al verlo, sintiendo la necesidad de decirle lo increíblemente bonito que se veía sin tan siquiera intentarlo.

—Harry, hola. -Sonríe, mirando un tanto sorprendido al rizado.-

—Hola.

—¿Que haces aquí? -Pregunta, apoyándose contra el marco de la puerta mientras se cruza de brazos.-

El rizado entonces esconde sus manos en las mangas de su suéter para seguidamente encogerse de hombros.

—¿Estas ocupado? -Pregunta un tanto tímido, de repente sintiéndose un tanto inseguro ante el pensamiento de estar molestado al castaño.-

Louis sonríe, una sonrisa sincera que elimina todas las inseguridades en la mente del rizado.

—No, para nada.

Entonces Harry asiente, bajando su mirada a sus dedos.

—Podría ayudarte a estudiar un rato, si te apetece. -Dice en voz baja antes de volver a mirarlo.-

Y Louis se encontraba mirándolo con aquella sonrisa que derretía el corazón del rizado.

—¿Y si no me apetece?

Harry entonces aprieta los labios, frunciendo levemente el ceño.

—Pues puedo irme.

—¿Y si no me apetece estudiar pero no quiero que te vayas?

Y de nuevo aquel agradable cosquilleo recorre su cuerpo, haciéndole sentir todas esas cosas que no estaba seguro de querer sentir.

—Pues te aguantas porque sé que tienes un examen de francés en unos días y tienes que estudiar. -Se limita a decir, sonriendo suavemente mientras el castaño suelta una pequeña risa.-

Y oh.

Oh.

La risa de Louis puede convertirse en aquel mismo instante en su sonido favorito.

—Entonces supongo que no tengo opción, rizado.

Harry asiente, satisfecho con la respuesta.

—No la tienes, y además, si terminamos de estudiar pronto puedo leerte más del libro.

Los ojos de Louis se iluminan ante eso, sonriendo ampliamente.

—¿Lo has traído?

—Sí.

—Bien, me has convencido, pasa.

El interior de la casa de Louis es más acogedora de lo que él rizado imaginaba. Las paredes son de un marrón oscuro, unas enormes y bonitas escaleras de madera se encuentran cerca de la entrada principal y la sala está repleta de cuadros, un enorme televisor, un sofá color crema que parece extremadamente cómodo y una chimenea se encuentra justo enfrente.

El rizado admira cada rincón impresionado, las fotos familiares sobre las paredes y las plantas que se encontraban por doquier.

Era extremadamente agradable.

—¿Tus padres no están en casa? -Pregunta, dejando su mochila sobre el sofá.-

Louis parece tensarse un poco ante la pregunta, apretando los labios en una pequeña mueca.

—No, están en un viaje de negocios. -Dice en voz baja, a lo que Harry se limita a asentir.- ¿Quieres un té?

Y con una pequeña sonrisa en sus labios, Harry vuelve a asentir.

—Me encantaría.

***

Tiempo después ambos se encuentran frente a la mesita de café en la sala de Louis, entre libros de francés, apuntes y bolígrafos. Louis se encuentra repasando sus apuntes sentado sobre el sofá mientras Harry lo mira desde el suelo, apoyando su cabeza contra la parte baja del esponjoso sofá.

Se muerde el labio mientras lo mira, y es que simplemente no puede evitarlo. Louis muerde un bolígrafo mientras observa las hojas de papel en sus manos con el ceño medio fruncido, y no tiene ningún derecho a verse tan bien haciendo algo tan simple.

Pero lo hace, y Harry está seguro de que su corazón no va a poder con tanto.

Quiere callar todos esos pensamientos que de repente aparecen en su cabeza mientras lo mira, todos esos pensamientos que le hacían sonrojarse y sentir un huracán en su pecho.

—Lou. -Lo llama en voz baja.-

El castaño enseguida aparta los apuntes de su rostro para mirarlo, dejando el bolígrafo sobre el sofá.

—¿Si?

—Va a ver una fiesta de Halloween dentro de unos días. -Dice, con la esperanza de que Louis acepte lo que va a proponerle.-

—Genial -Responde- ¿Vas a ir?

—Sí ¿Y tu?

Louis suelta una pequeña risa, dejando los apuntes a un lado para seguidamente bajarse del sofá y sentarse junto al rizado.

—No creo, las fiestas no son lo mío. -Susurra como si fuera un secreto, acercándose más a Harry.-

Y el rizado siente como su corazón da saltos de alegría ante la cercanía, al ver como Louis apoya su cabeza contra el sofá mientras lo mira.

Y están tan cerca, que en un simple movimiento podrían...

Harry se muerde el labio inferior suavemente.

—Vamos, te lo pasarás bien.

Louis lo mira con una sonrisa divertida, como si Harry estuviera diciendo la mayor tontería.

—Pero si conozco a nadie.

El rizado lo mira falsamente ofendido.

—Me conoces a mi.

—Pero tu estarás con tus amigos.

Una sonrisa se dibuja en los labios del rizado.

—Exacto, y eso te incluye a ti.

Louis lo mira, apretando los labios en una pequeña mueca mientras piensa en una respuesta.

—No lo sé...

Harry ya no sabe que más puede decir para convencerlo, así que se limita a ser completamente sincero.

—Me gustaría que vinieras.

Una sonrisa estalla en los labios de Louis y seguidamente esté suelta un dramático suspiro.

—Está bien

—¿De verdad? -El rizado pregunta emocionado, realmente sorprendido de que haya aceptado.-

—Es solo una fiesta ¿No? -Se encoge de hombros- Podré aguantarlo por unas horas.

Harry lo mira con cariño, sintiendo que acababa de ganar la lotería.

—Prometo que no te dejaré solo en ningún momento.

—¿Ni siquiera si una chica increíblemente bonita se te acerca?

Harry entonces suelta una pequeña risa, negando suavemente.

—No creo que una chica bonita vaya a captar mi atención, Louis.

Entonces el castaño sonríe, una sonrisa tan amplía y sincera que causa que unas pequeñas arruguitas se formen a los lados de sus ojos. Y Harry se siente tan débil al verlo.

—¿No?

—No -Susurra, como si fuera un secreto.-

Hay silencio por unos cortos segundos, donde ambos simplemente se limitan a mirarse en el silencio de la sala.

—¿Incluso si un chico increíblemente bonito se te acerca? -Vuelve a preguntar entonces el castaño.-

Y Harry se muerde el labio, mientras todo en él grita que no puede haber chico más bonito en aquella estúpida ciudad que el que tenia frente a él.

—Incluso si eso pasa, que no será así, no pienso dejarte solo.

Louis lo mira a los ojos, y por unos cortos segundos, Harry está seguro de que el castaño baja la mirada a sus labios.

—Es una oferta muy tentadora. -Louis susurra, y hay algo en su voz ronca que causa que la piel del rizado se erice.-

Entonces Harry no puede evitar hacer lo mismo, sus ojos verdes se clavan en los labios rojizos de Louis y jamás en la vida había sentido tal anhelo por besar a alguien.

—Por eso no puedes negarte. -Susurra, estando completamente hipnotizado por el bonito rostro del castaño.-

—Bien, pero no pienso ir disfrazado.

Y eso hace que Harry frunza el ceño y lo mire confundido.

—Por supuesto que sí.

Y con una sonrisa divertida, Louis niega.

—Ni en un millón de años.

***

—Harry, esto es completamente rodiculo. -Louis se queja por quizás decimoquinta vez desde que habían llegado a la tienda.-

Puede que hayan hecho una pequeña pausa a los estudios de francés para venir a la pequeña tienda de disfraces que Harry tanto adoraba.

Y Louis no estaba realmente emocionado por ello.

—Tu estás siendo ridiculo -Harry rueda los ojos, sin apartar su atención de todos los tipos de disfraces y accesorios.- ¿Quien va a una fiesta en Halloween sin disfraz?

—Yo, Louis William Tomlinson.

El rizado entonces lo mira sorprendido, con una enorme sonrisa dibujándose lentamente en sus labios.

—¿Tu segundo nombre es William?

Louis aprieta los labios, guardando las manos en los bolsillos de su chaqueta.

—Sí. -Murmura.-

—Que adorable. -Responde, mirándolo con ternura.-

Louis rueda los ojos.

—Harry...

—Deja de quejarte, es solo un disfraz. -Dice, volviendo a mirar a las estanterías.-

Pero Louis niega.

—Voy a verme ridiculo.

Y Harry no puede evitar soltar una pequeña risa ante eso.

—Eso es imposible.

En cuanto las palabras salen de sus labios, se arrepiente. Sus mejillas se calientan levemente e intenta ocultarlo fingiendo que no ha dicho nada y evitando la mirada de Louis.

—¿Ah sí? -Sonríe divertido.- ¿Y eso por qué?

—Cállate y ayúdame a buscar tu disfraz.

—¿Por qué crees que eso es imposible, Harry? -Vuelve a preguntar, acercándose a Harry.-

Entonces el rizado es consciente de que está en un callejón sin salida, lo mejor que puede hacer es decir lo que es estrictamente un hecho.

—Porque da igual lo que te pongas, te verás bien de cualquier forma.

Louis se acerca más al rizado con la mayor sonrisa en su rostro, haciendo que Harry deje de prestar atención a los disfraces para finalmente mirarlo.

Y le gustaba tanto la meneara en la que Louis lo miraba en aquel momento. Como si el resto del mundo no existiera, como si solo fueran ellos dos.

—¿Estamos hablando de mi o de ti, rizado? -Susurra.-

El corazón de Harry late con tanta fuerza que el rizado está seguro de que cualquiera que se encuentre en aquella estupida tienda podía oírlo.

—Louis...

—Rien n'est comparable à ta beauté, Harry.

Las mejillas del rizado enseguida se encienden en diferentes tonos rosados, y se muere de ganas por tomar el rostro del castaño y besarlo en mitad de aquel pasillo repleto de estupidos disfraces.

Pero no la hace.

—Tienes que dejar de decir ese tipo de cosas en francés. -Susurra, y su voz suena más débil de lo que le gustaría.-

Pero eso hace que una sonrisa divertida aparezca en el rostro del castaño así que no se queja.

—¿Por qué?

—Porque voy a comenzar a pensar que el francés no se te da tan mal como dices.

Louis aprieta los labios, encogiéndose de hombros.

—Tengo un muy buen tutor, aprendo rápido.

Entonces Harry sonríe, acercándose un poco más al castaño para dejar un pequeño y rápido beso en una de sus mejillas.

—Te quedarás sin como no me ayudes a elegir tu disfraz. -Dice al apartarse, volviendo a dirigir su atención a los disfraces porque de repente se siente demasiado nervioso como para mirar a Louis a los ojos.-

Si lo hiciera, vería la bonita sonrisa sincera del castaño y sus ojos azules que lo miran con adoración.

—La de cosas que hago por ti, chérie.

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