capítulo 17.

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—¿Estás seguro de que esto es lo que quieres, Jimin?

Jimin asintió rápidamente con su cabeza, mientras relamía de la forma más sensual sus pulposos labios, provocando al alfa, que no hacía más que devorarlo con la mirada.

—Sí... —murmuró Jimin.

Jungkook soltó un suave suspiro.

Siendo sincero, el sexo casual no era algo que realmente le interesara practicar. De hecho, la última vez que había follado, había sido hace bastante tiempo atrás, cuando estuvo saliendo por unos meses de manera informal con un chico que conoció en el bar privado que solía frecuentar. Obviamente, tampoco era tan exagerado como para follar una vez que tuviera el expediente de vida de la otra persona. Pero algo casual no le iba. No le gustaba.

Pero a la mierda todo eso.

Jimin no era cualquier persona. Era su omega. Tan suyo que ya no había forma de seguir negándolo.

—Jimin... —Jungkook le llamó, ganándose un gemido suave. Jimin parecía comenzar a perder el juicio de sus propias acciones, totalmente sumergido en la necesidad de placer.

Jungkook movió su mano para apartar un mechón ceniza de la frente húmeda de Jimin, para luego acariciar sutilmente una de sus mejillas. Su rostro se sentía caliente bajo las yemas de sus dedos, pero aun así sintió la suavidad de su piel.

No te detengas, maldición.

Su lobo siseó cuando percibió la duda en él. Jungkook simplemente lo ignoró, como solía hacerlo la mayor parte del tiempo.

Movió su mano hasta la nuca de Jimin, acariciando con sus dedos los cabellos cortos que nacían ahí.

—¿Sí? —Jimin balbuceó, totalmente ido por la necesidad que sentía por el alfa frente suyo.

—¿Seguro? —preguntó por enésima vez.

Jimin resopló, comenzando a sentirse molesto.

—Que sí, joder —refunfuñó, con su corazón latiendo como loco y su cuerpo al limite.

Jungkook levantó las cejas, su expresión seria siendo reemplazada por una de diversión.

—Está bien —dijo Jungkook suavemente, aflojando el nudo de su corbata con la mano que no estaba tocando la piel de su omega.

Jimin sonrió entre dientes, tratando de actuar como si no estuviera desesperado por arrodillarse frente a Jungkook y chuparle la polla. Pero vamos, no podía no desearlo. Y es que nunca antes se había sentido tan necesitado por alguien, por un alfa. Ni siquiera cuando estaba borracho y con sus amigos se sentía así. ¡Maldita sea, ni siquiera en sus celos se sentía tan caliente como ahora!

Joder, sus propios pensamientos y deseos estremecieron su cuerpo. Se sentía como si estuviera realmente borracho, incapaz de escuchar esa vocecita que le advertía alguna cosa desde el fondo de su cabeza.

—E-entonces... —Jimin jadeó, sintiendo un escalofríos cada vez que Jungkook le acariciaba la nuca.

—¿Qué quieres hacer primero? —Jungkook preguntó.

¡Pues fóllame, maldito idiota!

Reprimió las ganas de decir en voz alta sus pensamientos. En cambio, descendiendo descaradamente la mirada hasta detenerla en el glorioso bulto que resaltaba entre las piernas del alfa.

Jungkook se echó a reír, no cruelmente.

—Deberías ser menos obvio, omega.

Jimin soltó un resoplido, acompañado de una sensual sonrisa.

—Tú preguntaste.

Con una sonrisa ladina, Jungkook apartó las manos de Jimin y las movió hasta su cinturón para desabrocharlo, luego siguió con el botón y la cremallera de su pantalón.

La boca de Jimin se llenó de saliva, hasta el punto de creer que ya había comenzado a babear. Dios, ¿por qué era tan caliente todo esto? Ver a un alfa guapo y arrogante mientras se desabrochaba la cremallera de su costoso traje no debería ser tan jodidamente atractivo. Pero lo era.

—Vamos, ponte de rodillas —dijo Jungkook, liberando finalmente su gruesa erección— ¿No es esto lo que quieres?

Jimin trató de asesinarlo con la mirada, pero supo que no fue muy convincente, considerando el hecho de que sus piernas ya habían cedido y sus rodillas ya estaban contra el piso. Contempló en silencio la orgullosa erección que Jungkook se cargaba, sintiendo como su boca volvía a llenarse de saliva.

Joder, quería chuparla.

—Esto... esto está mal —murmuró Jimin, cuando un destello de lucidez le hizo decir aquello.

Jungkook rodó los ojos ante el comentario contradictorio de su omega.

Sabía perfectamente que por la actitud seductora y el poco filtro que Jimin poseía al hablar, que no era un omega virgen. Además de que ya había demostrado no serlo. Y en vez de sentirse molesto por eso, le encantaba. Jimin era único. Perfecto.

Lo vio relamer sus labios, mientras tomaba grandes bocanadas de aire y su pecho parecía agitarse con fuerza. Él hizo lo mismo, embriagándose del delicioso olor dulce que Jimin desprendía.

Maldición, era tan adictivo el olor de su omega.

—No seas escandaloso —Jungkook tomó la cara de Jimin, mientras que con la otra mano sostenía su polla— Ahora, abre esa boca y veamos qué tan bueno eres en esto.

Jimin lo fulminó con la mirada, pero abrió la boca y sacó su lengua. Jungkook sonrió con arrogancia, dejando a la vista una perfecta hilera de dientes blancos.

Jungkook golpeó suavemente su polla contra la lengua tibia y húmeda de Jimin, antes de empujarla lentamente hacia el interior de su boca.

Y Jimin no pudo negar que había algo de excitante en chupar la polla de Jungkook en la pequeña sala de estar de su casa. No le preocupaba que fueran descubiertos, considerando que su padre estaba de turno y no llegaría hasta la noche.

Pero la sola idea de ser pillados en pleno acto, le hizo gemir alrededor de la gruesa longitud en su boca, importándole muy poco el dolor en sus rodillas por lo duro que se sentía el suelo.

Cuando Jungkook agarró su cabello y comenzó a follarle la boca con movimientos cortos y rápidos, Jimin sintió el placer dispararse a través de su cuerpo.

Joder, se sentía como si hacer esto fuera realmente lo correcto. Y a él le gustó. Así como también le gustó el sabor salado y varonil del pre-semen que brotaba de la polla de Jungkook, o como sus labios se estiraban al máximo alrededor de la gruesa erección que entraba y salía, golpeando una y otra vez la parte posterior de su garganta. Por el jodido infierno, le gustó ceder el control total de la situación a Jungkook.

Los ojos de Jimin lagrimearon en las esquinas por el esfuerzo que estaba haciendo al intentar engullir por completo la polla de Jungkook. Y aunque su experiencia se basaba en un total de tres pollas, nada se comparaba con el tamaño del grosor de este alfa.

Cuando la polla de Jungkook golpeó nuevamente la parte posterior de su garganta, una arcada comenzó a formarse e intentó retirarla para tomar urgentes bocanadas de aire, pero el repentino ajuste en su cabello se lo impidió.

Alzó sus ojos brillosos y miró a alfa, quien mantenía su vista clavada en él. Lujuria y deseo, era todo lo que podía verse en esa penetrante mirada oscura.

—Mierda —Jungkook gruñó un gemido ronco, con su ceño totalmente fruncido.

Inhaló profundo, moliendo sus dientes y dejando a la vista su tensa mandíbula. Sus pupilas estaban dilatadas mientras observaba a su omega engullir su polla.

Jimin miró a Jungkook mientras este le follaba la boca a su antojo. Fue entonces que un gemido se atoró en su garganta, cuando notó como Jungkook intentaba regularizar su propia respiración, manteniendo sus finos labios apretados.

El miembro duro de Jimin palpitó nuevamente bajo su prisión de tela, así que llevó una de sus manos a su entrepierna para acariciar el bulto rígido por sobre su ropa. Deseaba tanto liberar su polla para masturbarse, pero sabía que estaba demasiado sensible y que se correría incluso antes de liberarla.

—Jimin... —Jungkook gimió su nombre, logrando que el omega se excitara aún más de lo que ya estaba.

El ritmo de las embestidas aumentó, volviéndose tan rápido y desordenado. Jungkook mantuvo sus ojos negros sobre el precioso rostro sonrojado y perlado de Jimin, notando que este comenzaba a moverse incómodo, entonces se apiadó y lo soltó. Jimin se alejó rápidamente, su respiración estaba agitada y sus labios rojos e hinchados.

Miró a Jungkook mientras tomaba rápidas bocanadas de aire y luego volvió a su polla, engullendola toda nuevamente, ganándose un gruñido ronco por parte del alfa.

Jimin cerró los ojos cuando las manos grandes de Jungkook volvieron a su cabeza y establecieron un nuevo ritmo, mientras sus manos se aferraban a los fuertes muslos del alfa, sintiendo como el orgasmo le burbujeaba en su vientre bajo. Se correría sin siquiera estimularse.

Jungkook le permitió tomar otra bocanada de aire cuando Jimin frunció el ceño y se removió incómodo. El omega lo miró nuevamente, sintiéndose satisfecho por deleitar su boca con tan exquisita polla.

Jungkook ajustó repentinamente el agarre en los cabellos cenizas de Jimin, acelerando el ritmo y meneando las caderas, embistiendo su boca, buscando su propio placer.

Jimin estaba cerca de correrse cuando Jungkook lo notó, por cómo su respiración comenzaba a acelerarse y ligeros gemidos escapaban de sus labios. Él también sentía que se correría pronto.

Sus ojos se conectaron una vez más, y Jungkook tuvo el descaro de sonreír al comprobar que Jimin era un completo desastre.

Jungkook tiró de los cabellos cenizas de su omega, obligándolo a retirarse para envolver su erección en una de sus manos, forzando a Jimin a mantenerse ahí, frente a su polla mientras se masturbaba con rapidez.

—M-mierda... me voy a correr... —Jungkook confesó entre gemidos roncos.

Y a Jimin se le apretó el estómago ante la emoción y el deseo de saber que su alfa lo premiaría con su esperma. Oh por Dios, definitivamente algo estaba mal con él. Porque no solo quería saborearla y tragarla, sino que también quería ser llenado por ella, como un maldito pavo en navidad.

El omega apreció la caliente escena que Jungkook le estaba dando, premiando a su alfa con un suave y agudo gemido. Pero el agarre en sus cabellos se ajustó, manteniéndolo en su posición, dándole a entender que Jungkook era el que mantenía el control y no le había permitido moverse.

Cuando Jungkook vio como su omega abría la boca y sacaba su rosada lengua para recibir su corrida, sin dejar de mirarle, no lo soportó un segundo más y se corrió fuertemente en su boca y rostro. Gemidos roncos salieron de sus labios mientras liberaba aquel abrasador e intenso orgasmo.

—Mmm... —Jimin tarareó con fascinación, lamiendo con la punta de su lengua sus labios y disfrutando el sabor de la corrida de su alfa.

—Oh, Joder... —susurró Jeon, acariciando suavemente la mejilla caliente de Jimin con su polla.

Bueno, Jungkook era un alfa territorial y posesivo, y ahora que ya no tenía dudas con respecto a Jimin, sentía la estúpida necesidad de marcarlo. Necesitaba dejarle en claro al mundo que Jimin era suyo, así como él era de Jimin.

Cuando el miembro de Jungkook comenzó a ablandarse poco a poco y sus respiraciones parecieron estabilizarse un poco, Jimin se levantó y acomodó su dolorosa erección entre sus piernas. Jungkook hizo lo mismo, guardando su polla y acomodando nuevamente su ropa.

—Eso estuvo... —Jimin tuvo que carraspear su garganta para que su voz dejara de escucharse tan rota— Bien.

Jungkook no pudo evitar que las esquinas de su boca se elevaran un poco, formando una suave sonrisa.

—Perfecto, diría yo —le halagó el alfa.

Había pasado demasiado tiempo sin experimentar ese delicioso contacto físico junto a otra persona, considerando que no tenía tiempo para ello. Aunque tampoco había aparecido alguien que despertara su interés, hasta ahora.

—Pero aun no terminamos —Jimin agregó rápidamente, relamiendo sus labios una vez más, aún con las pupilas dilatadas y el deseo plasmado en su cara.

—¿No? —Jungkook se atrevió a preguntar, cuando era muy consciente de que ninguno de los dos se sentía totalmente satisfecho con una simple, pero maravillosa felación.

—No, genio —Jimin gruñó, apoyando con recelo las palmas de sus manos sobre el pecho firme de Jungkook.

Y casi gimió al sentir los músculos duros del alfa, que no hacía más que exudar masculinidad cruda.

Jungkook sonrió, dejándose guiar por el suave empujón que Jimin le estaba dando, hasta que sus talones chocaron contra el sillón y se dejó caer con cuidado. Jimin no demoró mucho en treparse sobre él, quedando a horcajadas sobre su regazo.

—Beso —exigió el omega, enredando sus brazos alrededor del cuello del alfa. Jungkook inmediatamente llevó sus manos a la cintura de Jimin, hincando sus dedos por sobre la tela.

Entonces Jungkook cayó en cuenta de que no lo había besado. No se había deleitado con el delicioso sabor dulce de los labios suaves y sensuales de su omega.

No alcanzó a decir una sola palabra ya que Jimin lo jaló desde la nuca y le atacó su boca, besándolo de la forma más necesitada posible. Se besaron con hambre, Jungkook recorriendo la cavidad bucal de su omega con su lengua, mordisqueándole los labios. Jimin gemía en el beso, agónico e implorante. Comenzó a serpentear su espalda en un duro vaivén que hizo a Jungkook soltar un ronco jadeo.

—Vamos... —Jimin murmuró sobre los labios del alfa, sin querer romper el beso, sintiendo como el miembro de este se endurecía nuevamente bajo su culo.

Jungkook movió sus manos, colandola por debajo de la delgada camisa que su omega llevaba puesta, acariciando con cuidado la piel húmeda y caliente de su cintura y espalda.

—Quítate la ropa, Jimin —le ordenó el alfa, rompiendo finalmente el beso— Y monta mi polla a tu antojo.

Jimin casi gimió. Su lubricante ya había traspasado todo, humedeciendo incluso el pantalón costoso de Jungkook.

Se levantó de inmediato, desabrochando el botón de su pantalón con manos ansiosas. Jungkook observó cada detalle del contorneado y tonificado cuerpo de Jimin, una vez que se quitó la camisa y bajó su pantalón, empujándolo lejos de su cuerpo.

De repente, Jimin se quedó quieto frente a Jungkook, observándole en silencio.

No te dejes dominar por nadie. Ningún alfa es bueno, todos son malos.

Su ceño se frunció ligeramente, cuando las palabras de su padre hicieron eco en su cabeza.

¿Qué estoy haciendo?

No. No lo escuches.

Su lobo casi rogó, demasiado ido y embobado por las feromonas amargas que el alfa exudaba.

Jungkook se tensó cuando notó el ligero cambio en el dulzor de las feromonas de Jimin, viendo la inseguridad plasmada en su sonrojado rostro.

—Jimin —habló Jungkook con voz suave, intentando no desviar sus ojos de su rostro— No tenemos que hacer esto si no quieres.

No, claro que necesito.

Apartando esa vocecita que no dejaba de repetirle una y otra vez las palabras de su padre, Jimin respiró profundo, llenando sus pulmones de oxígeno y feromonas amarga.

Dios, nunca pensó que amaría tanto la mezcla de café y chocolate en un alfa.

Dejando la vergüenza de lado, Jimin movió sus manos hasta la pretina de su boxer y comenzó a deslizarlo lentamente, hasta hacerlo caer al suelo. Su polla se sacudió, aliviada por ser liberada finalmente.

Jungkook relamió sus labio repentinamente secos, recoriendo con sus ojos negros cada centrimetro de la piel de Jimin, deteniendose finalmente en su preciosa polla ergida y brillosa. Estaba mojado, lo sabía, y le gustaba saber que estaba así por él. Tan mojado y duro para él, dispuesto a darle y recibir placer.

Jungkook no dijo nada, simplemente palmeó su muslo, invitando a su omega a subirse sobre su regazo. Y fue terriblemente vergonzoso ver la rapidez con la que Jimin trepó por sus muslos, instalándose nuevamente a horcajadas sobre su regazo.

—Buen chico —Jungkook bromeó, ganándose una mirada asesina por parte de Jimin.

—Muy chistoso —Jimin refunfuñó, arrugando su pequeña nariz mientras formaba un mohín.

Y a Jungkook pareció que se le derritió el corazón. Por el jodido infierno, Jimin era descarado y adorable al mismo tiempo.

—Oh, espera —peleó con las manos demandantes de su omega, quien desabotonaba torpemente los botones de su camisa.

Jimin sonrió, recorriendo el torso desnudo de Jungkook, rasguñando la piel con deliciosa crueldad, descendiendo lentamente hasta su ingle.

—Quiero... —Jimin mordisqueó lentamente su labio inferior— Quiero sentirme lleno. Tan lleno de ti... —balbuceó, totalmente absorto en el cuerpo del alfa.

De su alfa.

Mío.

Mío.

Bien, ahora no era momento de escandalizarse por esta repentina confesión. Quizas luego, cuando este saciado de sexo. De mucho sexo.

Y antes de que Jungkook pudiera procesar las palabras de Jimin, o incluso entender qué demonios estaba ocurriendo, el omega había dejado expuesta su polla totalmente erguida.

—Joder... —exhaló el aire de sus pulmones, cuando Jimin elevó sus caderas y sin preparación alguna, se dejó caer suavemente, penetrándose a sí mismo, ahogando un gemido de dolor y placer.

Mierda, estaba amando esto. Y creía que jamás podría superar esta experiencia, aunque tampoco quería hacerlo. No le interesaba nadie más que no fuera Jimin, su rebelde y sensual omega.

—Mocoso —gruñó Jungkook, cuando vio la lasciva sonrisa en los labios de Jimin. Su omega estaba apretado y tibio en su interior— M-mierda... Ugh... —jadeó con dificultad, presionando sus manos en las caderas de Jimin, quien echó hacia atrás la cabeza y gimoteó suave.

Jungkook se dejó caer hacia atrás, apoyando su espalda en el respaldo del incómodo sillón, entreabriendo los labios y disfrutando de la increíble vista que su omega le estaba regalando.

Jimin no demoró en mover las caderas con maestría, aplicando sus conocimientos para satisfacer a su alfa. Sus manos estaban aplastadas en un agarre firme sobre los anchos hombros de Jungkook, mientras gimoteaba de placer, con sus rodillas presionadas sobre el sofá para darse impulso.

—Aah... —Jimin jadeó.

—¿Ya te sientes lleno, omega?

—M-mierda, sí... muy, muy lleno...

Jungkook sintió como su pecho se inflaba de orgullo ante la respuesta de su omega. Y disfrutó viéndolo cabalgar encima de su polla, hecho un lío de jadeos y gemidos. Con mejillas enrojecidas y un rostro azorado.

El alfa apartó una mano de los costados de Jimin, llevándola a su erección, que no dejaba de gotear líquido pre seminal, para comenzar a masturbarlo tortuosamente lento. Presionó su pulgar sobre la cabeza de la polla de Jimin quien soltó un suave y agudo sollozo.

—Mírate, Jimin —Jungkook le habló, apartando sus ojos de la polla de su omega para mirarle directamente a los ojos— Me montas tan bien, porque lo estás disfrutando —su abdomen se tensaba cada vez que Jimin se dejaba caer en él, provocando una apretada fricción alrededor de su erección.

—Ugh... sí...

Decidió liberar de la tortura a su omega, soltando su polla para llevar sus manos hasta el redondo culo de Jimin, donde apretó y amasó la carne con fuerza, sintiendo sus dedos hundirse en la caliente piel.

—Oh, mierda. Beso... Bésame, Jungkook —rogó Jimin entre jadeos, y Jungkook se irguió para complacer a su omega.

Besó los labios de Jimin con delicadeza, contrastando las bestiales penetraciones que forzaba en Jimin con sus grandes manos al hacerlo subir y descender; rápido y profundo.

—Voy a salirme, Jimin. Te darás la vuelta y levantarás ese culo para mí —demandó Jungkook, antes de atacarlo con un nuevo beso; tan crudo y bestial. Jimin se dejó devorar, tragando gemidos de placer y sintiendo como se derretía en la boca de su alfa.

Se separaron ante la necesidad del aire en sus pulmones. Jimin respiraba agitadamente entre suaves gimoteos.

Jungkook sujetó a Jimin de la cintura y lo levantó sin mayor esfuerzo, quien con piernas temblorosas logró voltearse y acomodarse en el estrecho sillón, apoyando su frente en la suave tela del almohadón, con su trasero en alto y sus manos sobre sus mejillas, separándolas y dejando a la vista su abusada y febril entrada.

—Ju-Jungkook... vamos, fóllame —rogó con clara necesidad.

La invitación era tan dulce y tentadora. Jungkook se acomodó detrás de Jimin, aun cuando estaba siendo bastante incómodo. Pero a la mierda, no importaba. Las manos de Jungkook se movieron impacientes, yendo directamente a las redondas mejillas del culo frente a él, acariciandolas sin cuidado y ganándose deliciosos gemidos por parte del omega.

Jungkook sonrió cuando agarró su miembro duro y lo guió hasta el agujero de su omega, embistiéndolo de un solo golpe. Jimin gritó, arqueando su espalda y soltando sus mejillas para aferrarse al sillón, mientras el dolor y la quemazón menguaban.

Jungkook no esperó nada, simplemente arremetió contra él, golpeando su próstata una y otra vez.

—Oh, mierda... aaah... así, quiero. Más... —Jimin giró su rostro, pegando su mejilla al almohadón del sillón, mientras gotas de sudor se deslizaban por su rostro. Las manos de Jungkook estaban clavadas en su cintura en un ajuste firme y doloroso, siendo impulsado por embestidas erráticas.

—Joder... Te siente tan bien —Jungkook gruñó, sintiendo como el orgasmo tensaba su vientre bajo. Estaba a punto de correrse, maldita sea.

—N-no puedo más... Jungkook, voy a... voy a correrme, aaah... —Jimin era un lázaro de respiraciones erráticas, ojos sospechosamente brillosos y labios temblorosos. Se tapó la boca con el dorso de su mano, intentando no hipar demasiado fuerte.

Las pieles chocando hacían un sonido obsceno, provocando más excitación en ambos. Jungkook ajustó el agarre en la cintura, elevándolo y moliendose en su interior sin piedad.

—Hazlo, Jimin. Correte para mí, yo iré justo detrás de ti.

El alfa fue más profundo, golpeando la próstata de su omega una y otra vez. Y fueron las penetraciones certeras que provocaron que Jimin se estremeciera, gimiendo y arqueando su espalda, mientras enroscaba los dedos de sus pies y liberaba finalmente su orgasmo.

Jungkook se inclinó, pasando una mano por el pecho de Jimin para levantarlo, pegando su espalda contra su pecho, sin dejar de embestirlo.

Un gruñido ronco fue ahogado cuando Jungkook presionó sus labios contra la piel húmeda del cuello de Jimin, mientras el orgasmo lo abrazaba y él se vaciaba en su interior. Abrió su boca y deslizó su lengua caliente por la extensión del cuello, saboreando las notas saladas del sudor de su omega.

Delicioso.

Luego enterró la nariz en la unión del cuello y el hombro, aspirando el delicioso olor de las feromonas que su omega desprendía por unos cuantos segundos, intentando calmar las pulsaciones de su corazón. Salió del interior de Jimin, ganándose un quejido lastimero, pero eso no detuvo que volteara lentamente a su omega. Jimin lucía perdido y eróticamente destrozado.

—Hey —Jungkook le sonrió con tanta dulzura que el estómago de Jimin se apretó. Dios, era malditamente atractivo en todas las facetas.

—Cinco... dame cinco minutos... —balbuceó adormilado, totalmente exhausto.

Jungkook se acomodó su pantalón, guardando su polla y se sentó, tomando al omega para sentarlo sobre su regazo y acurrucarlo contra su pecho aun al descubierto. Jimin no se resistió. Quería ser mimado por su alfa luego de una gran ronda de sexo.

—Tomate el tiempo que quieras, Jimin.

Jimin sonrió, con sus ojos comenzando a cerrarse lentamente.

—Creo... que sí voy a aceptar ayudarte, después de todo... —refunfuñó, intentando sonar no muy contento. Pero fracasó de manera vergonzosa.

—Bien. Gracias, por la ayuda —Jungkook le acariciaba despreocupadamente un muslo desnudo. La piel de Jimin seguía sintiéndose caliente y húmeda, pero era demasiado agradable para su tacto.

Jimin estuvo a punto de añadir algo más, cuando la puerta de entrada se abrió de repente, haciéndolo sobresaltarse y abrir los ojos de golpe.

Mierda.

—¡¿Pero qué mierda está pasando aquí?! 








***

Pues... lamento la demora, pero estoy re pegada leyendo unas sagas en inkitt :c así que, por eso las recompense con dos caps <3 espero los hayan disfrutado muchooooooo. 

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