Vamos con las Lords.

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Casi un mes les tomó a los niños prepararse para llevar a cabo su plan, pues Ren fue extremadamente exigente en el cumplimiento de sus condiciones. Los obligó a entrenar hasta el cansancio, cada rato libre que tenían se la pasaban practicando, puliendo sus habilidades al extremo. A decir verdad, la niña al igual que Aster esperaba que se rindieran, pero una y otra vez los hermanos demostraban lo determinados que estaban a lograr su cometido, a menudo esto la impresionaba y asustaba a partes iguales.

Pero no fue solo entrenamiento aquello de lo que tuvieron que hacerse cargo los retoños, se tomaron su tiempo para espiar a los caballeros mantis de su padre y tratar de asimilar su estilo de combate para tener alguna idea de a qué se enfrentaban, lo único malo es que los perceptivos sentidos de las mantis observadas notaban que alguien los seguía y eso causó algo de paranoia en ellos, pero nada que provocara problemas excesivos.

Cada parte del procedimiento fue preparada de forma meticulosa, sobre todo el plan de escape, pues a pesar de lo determinado que estaba Edwyn a luchar contra los Lord mantis, tampoco hizo oídos sordos a las advertencias de su prima. Tras meditarlo le encontró toda la razón, había una alta probabilidad de fracaso y si eso pasaba lo mejor era tener una oportunidad de escape para intentarlo de nuevo, quizás en uno o dos años mas, cuando sus cuerpos fueran más grandes y fuertes y su estilo de combate estuviera más pulido, reconocía que ir a pelear con las tres mantis más fuertes de la tribu siendo apenas un minúsculo retoño era una locura, pero en su mente solo podía pensar en lo mucho que quería ver a su madre, si al menos podía estar junto a ella los minutos que duraría el combate le bastaba, simplemente no quería perder contacto con ella.

Al final, por consejo de Ren descartaron enfrentarse a Aster, por la simple razón de que la promesa de Aster de dejarlos ir a Páramos Fúngicos fue hecha bajo la suposición de que nunca ganarían, y según el análisis de la cochinilla, su primo era capaz de romper su promesa con tal de protegerlos, no le importaba si lo odiaban, haría cualquier cosa con tal de no perder a sus hermanos otra vez. Tomando en cuenta eso, optaron por seguir entrenando y fingir que aplazarían el enfrentamiento hasta el año siguiente cuando fueran algo mayores, con esto dejaban al niño tranquilo y lo hacían bajar la guardia.

Pero una vez resueltos todos los pormenores del enfrentamiento en sí, quedaba aún la cuestión de cómo llegar a Páramos Fúngicos y sobre todo a las Lords. Aún eran muy pequeños para que los dejaran deambular por ahí por su cuenta, peor aún con un tío como Big, además de que todo adulto vería de forma muy sospechosa que un grupo de niños solitarios se acercaran a esos territorios, y aún si  lograban por mera casualidad escabullirse, no tardarían en darles caza. En ese punto no había solución.

Por fortuna para ellos, Ren tenía ese asunto solucionado, aunque en un principio no les quiso decir cómo, solo les indicó que debían visitarla en su casa en Nido Profundo.

En general era mucho más común que Chester, Silky y Ren fueran al Palacio Blanco a que fueran ellos los visitados, en primer lugar por la excesiva paranoia de Big respecto a la peligrosidad del sitio, pero principalmente porque los niños lo preferían así, el Palacio Blanco era mucho más amplio y tenía un jardín grande con árboles, habían mucho espacio para jugar y muchos recovecos para esconderse, lo que lo hacía el lugar más divertido del reino según habían expresado ellos mismos. Pero aún así a veces se daba el caso contrario en el que los hijos de Hollow se dirigían a Nido Profundo, no había ninguna razón en particular para esto, usualmente era que simplemente querían probar algo distinto, tampoco es que Poblado Distante fuera una pocilga inmunda, era un lugar estupendo, solo que era pequeño.

Lo primero que tuvieron que hacer los niños fue convencer a Aster de que estaría bien para variar juntarse en la casa de sus primos, no costó tanto a decir verdad, hacía mucho que Aster no visitaba Nido Profundo, desde antes de caer enfermo.

Nada hacía suponer que algo sería distinto ese día, Edwyn, Jazmín, Aster y Tika fueron dejados en la estación de Poblado Distante por su padre, donde los fue a recoger Henry, el mayordomo de Hornet, nadie tuvo problemas con eso con excepción de Tika quien nada más verlo, del susto se orinó encima.

—¡Tika no! 

—Uhg...  ¿Hasta cuando no le vas a enseñar a usar su cajita de arena? —Se quejó Aster.

—Si sabe, ya hace rato que aprendió, es solo que a veces se asusta y se orina —la defendió Edwyn.

—¿Asustarse? Asustarse de qué ¿De Henry?

—Pero si Henry es adorable —agregó Jazmín.

Fue un comentario desinteresado pero a Henry le afectó, se puso colorado y les dio la espalda para que no vieran su rostro avergonzado.

—Henry ¿Pasa algo? —preguntó Aster.

—Nadah... Vamosh...

En su actitud conmocionada la pequeña Tik tik adivinaba una cierta vulnerabilidad y aunque antes se orinó del terror al ver su rostro desfigurado, ese pequeño momento de debilidad fue suficiente para envalentonarla, por lo que se puso al frente de su dueño e infló su pecho con orgullo para verse poderosa y confiada.... Lo que en términos prácticos la hacía ver más adorable.

—¡Que linda! —Exclamó Jamzín— Por estas cosas se te perdona que te hagas pis.

—Ya... Llegando a la casa de la tía Hornet la vamos a limpiar.

Una vez llegaron al nido de la reina fueron recibidos por esta misma en persona y seguido del saludo de rigor sus primos se les arrojaron encima (al menos dos de ellos) exigiéndoles jugar.

—Tendrán que esperarme un poco antes de jugar —dijo Edwyn— Tika se hizo pis y debo limpiarla.

—Aww... ¿Otra vez? —Chester se mostró decepcionado— Quería ver que tanto has mejorado en magia, la semana pasada hiciste unos trucos muy interesantes.

—¿De verdad? Ah... Gracias—Edwyn desvió la mirada avergonzado.

—Se ve que has cambiado mucho —Silky se unió a los cumplidos de su hermano— De ser un chico gordito y perezoso ahora eres muy activo y habilidoso, eres genial Edwyn.

El niño a pesar de todo no estaba acostumbrado a los cumplidos por lo que sus niveles de vergüenza e incomodidad se expandieron hasta las nubes, así que con una reverencia se escapó del lugar con la excusa de que tenía que limpiar a Tika.

—Voy contigo Edwyn —chilló Jazmín.

—Pero Jazmín, no necesitas dos personas para limpiar a una tik tik tan pequeña —se quejó Aster— mejor quédate aquí a jugar con nosotros.

—Pero es que Tika es tan adorable...

Eso no lo iba a negar, aunque se hiciera pis era una mascota muy tierna, al final se rindió y le dijo que fuera, ya después los alcanzaría para jugar. 

Al final Ren también se excusó y se fue, aunque eso a nadie le llamó particularmente la atención, siempre que los primos se juntaban, la cochinilla inmediatamente se pegaba a Edwyn hasta que terminaba la visita.

Al final los tres niños se juntaron en el baño de tía Hornet, el cual por supuesto era mucho más humilde que cualquier baño del Palacio Blanco, pero era igual de funcional. Siendo tres no tardaron ni cinco minutos en dejar a la tik tik impecable, quien luego de eso se andaba sacudiendo de un lado a otro tratando de secarse. 

—Ay, Tika es tan linda —exclamó Jazmín.

—Sí, mucho —agregó Ren—. Pero que buena excusa encontraron para separarse de los demás, que Edwyn y yo nos quedemos solos no es novedad, pero que Jazmín se nos una si sería sospechoso.

—¿Uh? No se me había ocurrido que eso podía ser útil, solo pensaba que quería ver a Tika bañándose.

—Jazmín es una persona muy simple, apuesto que ya se olvidó del plan —adivinó el gusano.

—¿Qué plan?... Oh cierto.

Esto hizo que los niños soltaran una pequeña risa ante tal despiste, considerando que el plan era la razón por la cual esta vez se habían juntado en la casa de la tía Hornet en lugar del palacio.

—Bueno, es hora de que nos vayamos —anunció Ren— Trajeron sus armas ¿Cierto?

—Por supuesto —contestaron los hermanos al unísono.

Jazmín mostró su lanza y Edwyn alzó sus garras, con eso quedó confirmado que era momento de partir.

—Muy bien, ahora síganme, les voy a mostrar un lugar secreto, bueno, Edwyn ya lo conoce, para ti Jazmín será algo nuevo, pero recuerda que no se lo puedes decir a nadie, si nos descubren tienes que decir que escapamos por la puerta principal cuando nadie miraba ¿De acuerdo?

—De acuerdo.

Ren los guió por un pasillo aparentemente vacío, pero ellos sabían que en el nido de una araña eso era sólo una ilusión, las casas de estos seres eran aglomerados de madera e hilo, enrollados y pegados hasta formar laberintos complejos donde detrás de cualquier muro aparentemente firme, había otro pasillo o habitación, de hecho en ese mismo pasillo estaban los dormitorios de Ren y sus hermanos. Mientras recorrían el camino designado, la niña fue contando sus pasos hasta llegar al número 15, una vez hecho eso, se giró a la izquierda y escarbó en la pared moviendo los hilos hasta abrir una entrada en la que se metió, sus primos y Tika no tardaron en seguirla.

Jazmín pocas veces había estado en la habitación de su prima, al punto que ya no la recordaba, según pudo apreciar el lugar era una perfecta representación del carácter de su dueña, estaba limpio y ordenado, había muchísimos libros, cada uno ubicado en su estante correspondiente, incluso sus juguetes estaban acomodados en su caja y sus materiales de dibujo organizados en su escritorio perfectamente alineados.

—Wow, se nota que esta es tu habitación —comentó Jazmín.

—Sí, eso dicen todos —la niña se encogió de hombros—. curiosamente, a pesar de que es la más pequeña de todas, es la que tiene más espacio, un poco de orden hace maravillas. Silky y Chester se apropiaron de los cuartos más grandes. La verdad no me importaba, para mí estaba bien, además, ellos nunca supieron que la habitación más pequeña era la que guardaba un secreto muy interesante.

La niña caminó hasta el fondo de su cuarto, movió un estante y tal como hizo antes se puso a escarbar en la pared hasta que encontró un pasadizo.

—Wooooaaa —Exclamó Jazmín.

—Por aquí saldremos sin ser notados, con algo de suerte volveremos antes de que se den cuenta, espero que sea así, no quiero que nos descubran y que se pongan en peligro mis paseos sin vigilancia.

—Tranquila Ren, terminaremos rápido, ya sea en victoria o en derrota —La animó Edwyn.

A la niña le tranquilizó saber que su primo consideraba la posibilidad de fallar, por supuesto apuntaba a la victoria, pero estar consciente de la derrota impediría que cometiera alguna estupidez, la gente desesperada es la más peligrosa.

—Bueno, andando.

Tika ya se disponía a meterse en el túnel para liderar la marcha, pero Ren la hizo a un lado.

—Lo siento Tika pero tú no puedes venir, es peligroso y solo estorbarías.

—¡Tik tik!

—Calmate Tika —Edwyn la acarició buscando tranquilizarla— Ren tiene razón, es peligroso que vengas con nosotros, lo mejor será que te quedes aquí vigilando a mis hermanos.

La tik tik no entendía su mensaje, por lo que se limitaba a gimotear buscando convencerlo de que la llevara, pero no hubo caso, por mucha pena que le diera a Edwyn, lo mejor era dejarla, pero no dejaba de sentirse culpable, aún así aceptó esto con bastante tranquilidad, se convenció de que era una prueba para ser un buen rey, un monarca no podía ser blando y de vez en cuando tenía que hacer cosas desagradables por un bien mayor, por lo que haciendo de tripas corazón, cerró la entrada secreta al túnel quedando la pequeña bestia afuera.

Los retoños avanzaron en silencio por el pasadizo, las paredes revestidas de seda amortiguaban todo tipo de sonido, al punto que llegaba a ser inquietante, sobre todo para Jazmín, así que buscó hacer algo de conversación.

—Entonces... Hace tiempo que usas este pasadizo para salir.

—Hace un año y medio más o menos, mis hermanos y mamá de verdad creen que paso todo el día leyendo y dibujando, pero también hago ejercicio y salgo de vez en cuando. Como ya había dicho antes, uno no necesita demostrar todos sus talentos y habilidades, a veces está bien mantenerlos en secreto.

—Ahora veo que tiene razón. Tienes este pasadizo para ti sola.

—Igual si ocurriera una emergencia lo compartiría con los demás.

—¿Emergencia? ¿Qué tipo de emergencia?

—Este lugar fue construido originalmente para que las antiguas reinas y princesas pudieran escapar en caso de que atacaran el nido, pero supongo que esta información se perdió con la muerte de la anterior reina, si mamá hubiera sabido que este cuarto tenía un pasadizo secreto nunca me lo hubiera dado. Aún así cuando seamos mayores y Silky se vuelva la dueña de la casa le voy a decir, podría salvarle la vida a ella o a sus futuras crías.

La mantis mestiza la miró con absoluta admiración, nunca se había interesado demasiado por su prima Ren, ya que al igual que Aster (y en parte por influencia de él), la consideraba aburrida, pero ahora veía que podía ser una persona fascinante.

Luego de algunos pasos más llegaron hasta el final del túnel, este conducía hasta la parte inferior de la casa, se podían ver las vigas y plataformas que ayudaban a mantener todo en su sitio, pero había algo más, una especie de ascensor manual, una enorme caja sujeta por varias poleas y una palanca en la plataforma junto a ella, no estaban muy a la vista porque estaban cubiertos por seda y polvo, pero se podía apreciar con algo de esfuerzo todo un intrincado sistema de resortes, cuerdas y espirales que ponían en marcha el mecanismo.

—Suban chicos, abajo sobre el lago hay un bote con el que llegaremos seguros a la orilla.

—¿Iremos en bote a la orilla? Pero nos van a descubrir si vamos a la vista sin disfraz —se alarmó Edwyn.

—Eso mismo pensé yo la primera vez que bajé, pero la naturaleza de las arañas justamente hace que eso no pase.

—¿A qué te refieres?

—Las arañas son grandes acróbatas, maestras del hilo que viven con la mirada clavada en las alturas, no se suelen fijar mucho en lo que pasa en el piso, mucho menos en algo que ocurre mucho más abajo del piso. Las cochinillas somos más de estar pendiente a los detalles de la tierra, por lo que nuestro mayor peligro es que nos descubra mi papá, él es el único que alguna vez se dio cuenta de que me escapé, aunque nunca se pudo explicar cómo. Pero bueno, él no está ahora así que no hace falta preocuparse.

—Si tú lo dices.

—Bueno, andando, no podemos perder el tiempo.

Los niños subieron al ascensor y tras activar la palanca inició su descenso, la máquina chirriaba bastante, al punto que temían ser descubiertos, pero ver a Ren tan tranquila retiró sus preocupaciones, una vez llegaron abajo brincaron al bote y navegaron hasta la orilla sin ningún contratiempo. Hasta ahora eso había sido fácil, lo complicado venía ahora, avanzar por los caminos de Nido Profundo sin toparse con alguna tejedora adulta que los pudiera reconocer, y sin que se los comiera alguna criatura salvaje, Nido Profundo justamente era una de las zonas más peligrosas de todo el territorio.

Pero curiosamente para ellos, su viaje a través de las cuevas y recovecos del lugar fue muy tranquilo, tanto que Edwyn y Jazmín estaban extrañados.

—¿No se supone que Nido Profundo es un lugar plagado de bestias salvajes y peligrosas? —Preguntó Edwyn— Ahora sé que uno no se debe guiar solo por lo que dicen los libros o la gente, pero aún así esto es demasiado exagerado, ni un mísero cavasuelos se ha acercado a nosotros.

—Eso es por mí —explicó Ren— Ya me conocen, saben mi olor y reconocen la energía de mi magia.

—¿Por eso llevas tu agua y tu hilo al frente?

—Sip, tanto para estar preparada en caso de ataquen de repente, como para asustar a las bestias que quieran atacarnos.

—¿Tanto miedo te tienen las criaturas de aquí? —Se extrañó Jazmín, eso no cuadraba con la imagen de cochinilla dormilona que tenía de su prima.

La niña solo contestó con una sonrisa traviesa y siguió andando.

Tras una larga caminata en la que Ren los entretuvo con algunas historias para que no estuvieran nerviosos, llegaron a una zona tan lúgubre y aterradora que hasta la cochinilla guardó silencio por la incomodidad.

—Este lugar está lleno de cadáveres —observó Jazmín.

En efecto, pilas de cascarones vacíos se exhibían en toda la zona, algunos tan antiguos que ya quedaban solo trozos agrietados en medio de su proceso de transformarse en polvo, habían restos de lanzas y armas mantis, además de otras señales que delataban la cruenta batalla ocurrida años atrás.

—Los libros de historia siempre han hablado de la mala relación entre Nido Profundo y La Aldea Mantis —Ren se detuvo y miró los alrededores— Pero una cosa es lo que lees en los libros y otra lo que ves en la realidad, cuando encontré este lugar la primera vez me sentí muy mal.

—Hay muchos cadáveres de bichos de Nido Profundo y muy pocos de mantis —observó Edwyn.

—Y eso que los cadáveres de mantis son mucho más recientes, son la guerra de un día que ocurrió hace ocho años, las mantis son enemigos fuertes y eso que hoy en día están debilitados por su bajo número, pero aún así, siguen siento poderosas, sobre todo sus Lords.

No era casualidad que Ren soltara este discurso, era su último intento desesperado por hacer que sus primos desistieran de esa locura. Pudo ver la duda y el miedo en sus ojos, la idea de dar media vuelta e irse a casa rondaba sus mentes.

—Entonces si les ganamos sería toda una hazaña ¿Verdad? —Edwyn recuperó su confianza— Y si no ganamos, siempre podemos intentarlo en el futuro.

—Claro, tenemos un plan de escape, todo está bien —Acotó Jazmín.

Con que uno se envalentonara ya bastaba para que el otro lo siguiera, no había caso, seguirían con el plan hasta el final, pero para eso estaba ella, para asegurarse de que regresaran vivos.

—Vamos, ya casi llegamos.

Continuaron su marcha hasta que se encontraron con una puerta de rejas metálicas, con barrotes gruesos y oscuros, a través de ellos se podía vislumbrar una habitación amplia y más iluminada, un terreno plano amplio y tres tronos en altura, habían algunas mantis allí que se podía adivinar estaban discutiendo, cada tanto siendo interrumpidas por las mantis que estaban sentadas en los tronos.

—¡Mira! ¡Es mamá! —Exclamó Edwyn— ¡Está ahí! ¡Justo ahí!... Detrás de esta reja...

Edwyn brincó entusiasmado, pero se detuvo y retrocedió para ocultarse en las sombras.

—¿Qué pasó? —preguntó su hermana.

—Nada, solo es Lirio, señaló a través de la reja.

Las niñas miraron con cuidado tratando de no hacerse notar y se fijaron en que una de las mantis miraba hacia la reja con expresión furibunda, ellas aún no sabían de qué era capaz esa hembra y ya se sentían asustadas, su rostro mostraba una agresividad tal que parecía que estallaría en cualquier momento, su expresión casi rayaba en la locura, incluso sus ojos se veían algo rojos.... Aunque eso último podía ser una ilusión provocada por la luz.

Por su lado Edwyn ya se había calmado y respiraba más tranquilamente, pero su prima vio la necesidad de hablarle.

—Todavía puedes arrepentirte, de hecho esta es la última oportunidad.

—No... Seguiré adelante, estoy decidido.

Ren suspiro apesadumbrada y se acercó nuevamente a la puerta, tocó su superficie, era muy resistente.

—¿Cómo vamos a pasar por aquí?

—Ah, a la izquierda debe haber una palanca —Edwyn recordó ese detalle de uno de los paseos que dio con su prima y sus amigos.

—¿Esa de ahí? —señaló la cochinilla.

—¡Esa misma!

—Pero se abre por el otro lado —se quejó Jazmín— No podemos pasar.

—Ren puede abrirla ¿Verdad?

La aludida no contestó, simplemente imbuyó su hilo de magia y este cobró vida. Arrastrándose como una serpiente sinuosa se escabulló entre la reja y se extendió hasta alcanzar la palanca, donde se enrolló con firmeza, entonces su dueña tiró de este activando el mecanismo con lo que la puerta se abrió.

El crujido del mecanismo inmediatamente captó la atención de todas las mantis de la sala ¿Acaso la puerta se había abierto sola? ¿O era otra vez uno de los niños de la villa queriendo jugar? La respuesta los dejó horrorizados.

Parados en la entrada estaban las criaturas más feas y asquerosas que hubieran visto, tres mestizos rarísimos, una cochinilla con rasgos de araña, una mantis con cuernos y un gusano con garras de mantis. La sola vista de estos seres les resultaba repulsiva, por la cochinilla araña no tanto, de esas locas salvajes se podía esperar cualquier cosa, pero los mestizos con sangre de mantis implicaban que una mantis cometió un pecado tan grande como para reproducirse con un bicho de otra especie.

—¡Pero qué son esas cosas horrendas! —Exclamó un mantis muy corpulento.

—Quítenlas de mi vista, no quiero verlas.

Los adultos más cercanos a la puerta se apartaron de ellos, como si el mismo aire que respiraban fuera pestilente. Esta conducta era algo de lo que ya le habían hablado sus padres, incluso Orquídea les advirtió de estas conductas, pero aún así vivirlo en carne propia era doloroso, las niñas bajaron la mirada apenadas, casi sintiendo vergüenza por algo que no correspondía, pero entonces el gusano blanco las tomó de las manos y les dedicó una mirada decidida que las tranquilizó. Ellos sabían que las cosas eran así, era por eso que estaban ahí.

Respecto a las Lords, Orquídea estaba loca de alegría y preocupación, estaba haciendo un esfuerzo sobremantis por no correr a abrazarlos y luego arrojarlos de vuelta a Nido Profundo para ponerlos a salvo. Imitando a Big mantuvo su expresión pétrea, pero quien mirara con detalle notaría que sus garras estaban arañando la madera de los tronos.

Lavanda por su parte estaba preocupada por Orquídea, sabía que su hermana había logrado salvar a su querida mascota, pero esta había regresado, de la forma más escandalosa e insolente, semejante atrevimiento se pagaría con la vida, pero ese bicho ya había causado muchos problemas entre ellas, no quería ver a Orquídea destrozada y furiosa otra vez, además de que secretamente tenía la idea de que si Rosa lo veía, quizás recuperaría un poco de su chispa de alegría, haría cualquier cosa por su hija, incluso aceptar a esa mascota fea.

Respecto a Lirio, ella solo quería eliminarlos de forma rápida, quizás eso calmaría la rabia y el miedo que estaba sintiendo, algo no estaba bien en su mente últimamente, pero no podía reconocerlo, una mantis siempre tenía una mente firme.

Hubo un silencio que se extendió por varios minutos, hasta que Edwyn se decidió y dio un paso al frente.

—Hemos venido a desafiar a las Lords.

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"Me tomaré un par de semanas para escribir los capítulos que siguen" perdón, quise decir un par de meses.

Me ha costado mucho sacar este y los capítulos que siguen, entre esto, falta de inspiración, falta de tiempo, que escribir peleas es difícil tuve muchas dificultades y se me pasó el tiempo. Trato de motivarme pensando que no falta mucho, pero justamente lo que sigue es lo más difícil de toda la obra, así que ya veremos que sale. Quizás no sea una obra maestra, pero creo que estará bien.

En fin, hasta pronto

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