Abre el Dulce Corazón

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Se acerca la tarde en Royal Woods, Cookie camina hacia su casa, está muy sumergida en sus pensamientos, la noticia de que Antoni tiene novia, la fiesta del sábado, aunque sobretodo es lo que pasa con sus sentimientos por Lincoln; es algo que no sabe explicar, ya se había enamorado antes, pero esto se siente diferente.

Llegó a su casa sin problemas, ella entra sabiendo que sus padres no están, así que decide empezar con la tarea de la escuela, sube a su habitación y se recuesta en su cama para comenzar; cuando abre su mochila, lo primero que ve es la consola portátil del peliblanco, lo cierto es que aún no está convencida para usar eso, solo lo deja a un lado y saca sus cuadernos para de una vez ponerse a trabajar.

Ella se concentra en terminar, sin saber que cuando finalmente completo todo lo de hoy, apenas pasó solo una hora, aún falta mucho para que sus padres regresen; no tenía nada que hacer, normalmente sería el momento para estudiar recetas o ponerlas en práctica, pero aún se siente mal cuando piensa en la cocina, las horrorosas galletas que hizo esa vez la desmotivan.

Se pone a guardar los cuadernos y útiles escolares, ahí ve de nuevo la consola portátil, recuerda las palabras de su amigo, y ya no tiene escusa para probar esta nueva experiencia.

—aquí voy— aprieta el botón de encendido, y ya se siente ansiosa, ya que los videojuegos no son lo suyo, pero la introducción del juego le llama la atención con un campo de flores y una pareja de conejos que saltan juntos —aww que lindos... ¿¡pero que!?—

De la nada aparece una llamarada que calcina a los animalitos, entonces enfocan a un monstruo de fuego que destruye todo a su paso mientras una voz narra de fondo, mostrando a más criaturas demoníacas aniquilando a la humanidad.

"La ruina a llegado a este mundo, los horrores que fueron desenterrados por mi culpa, de los cuales quisiera nunca haber encontrado, ahora ya es tarde para hacer algo, yo no puedo detenerlo, pero espero que tu, mi orgullo, puedas hacer más para detener este caos... por favor, regresa a casa, pero no me busques, yo ya no tengo salvación, solo tengo fe en que tú sabrás que hacer con la reliquia que te envié."

"The Rune Hunter"

—ay... que feo— opina de lo desalentador de la historia, entonces continua y el juego le pide que escoja para poder empezar a jugar —esta dice "Link" debe ser de Lincoln, mejor escojo la que dice "nuevo juego"—

Lo primero que aparece es una pantalla de personalización para su personaje, Cookie le pone su nombre, que sea una mujer lo más parecida a ella misma, cosa que le costó como veinte minutos, pero vale la pena imaginar que puede ser más alta.

—por fin— le dio a "empezar" y puede ver a su personaje, viajando en un lujoso carruaje por un camino escarpado, lee una carta de su padre con el discurso de la introducción, entonces sujeta un raro artefacto antiguo —lo típico, con eso salvas al mundo— pero de repente un gran estruendo hace que una avalancha de rocas golpee el carro y cae por el barranco —oh... empieza y me morí—

La Cookie de fantasía se arrastra a duras penas entre los escombros, aún aferrada al artefacto, fue entonces cuando llegan varias personas al lugar.

—¿pero que hacen?— mira como no la ayudan y se ponen a robar todo lo posible del carruaje, y uno de ellos se acerca para arrebatarle lo último que tiene —ay no...— no pudo resistirse pero vio la cara del ladrón justo antes de desmayarse —vaya... si así empieza, entonces ¿cómo termina?—

Ella despierta en una tienda de campaña, donde no ve a nadie a su alrededor, entonces se pone de pie, y se queda quieta sin moverse.

—ah que ya me puedo mover jajaja— se sintió algo tonta al ver un cartel que le dice como desplazar al personaje, pero se lo toma con gracia mientras explora el lugar, hasta que sale al exterior.

-que bueno, ya estás despierta- una anciana aparece -dime jovencita ¿cómo te sientes?-

Cookie ve que aparecen varias opciones para responder, entonces elige "Estoy bien, gracias."

-que bueno, mi esposo te encontró cuando te atacaron esos bandidos, y se llevaron casi todo. Sin embargo, logro reconocer el sello de la familia Boltbell, ¿de que estás emparentada con ellos?-

La cocinera siente el impulso de ser honesta, y elige decir de dónde pertenece.

-¿¡eres la hija de los Boltbell!? no lo entiendo, regresar a esta tierra maldita ya no tiene sentido, desde que tú padre desapareció, todo se volvió un caos, es un salvense quien pueda con esos monstruos ahí sueltos y también contra quienes intentan sobrevivir ¿por qué volviste?-

Cookie apenas entiende que está pasando, solo se le ocurre elegir la opción que cree correcta.

-¿que nos vas a salvar? jajajajajaja... oh ¿lo dices enserio?... vaya...-

+¿Escuche bien?+ un anciano llega mientras se apoya con un bastón en su mano izquierda y la derecha la tiene recargada dentro de su ropa +Dices que nos vas a salvar, niña, pero ni siquiera pudiste hacer algo contra esos bandidos. Dime niña ¿que harás al respecto?+

—es como si la mala fuera yo— opina Cookie por la actitud de ese viejo, mira sus opciones de diálogo, lo cierto es que piensa en recuperar lo robado.

+jajajaja ¿quieres ir a por esos bandidos? ¿tan importante era esa cosa que te robaron? me agrada tu valentía, pero ir a la guarida de esos criminales es una muerte segura...no te lo permitiré, a menos que me demuestres lo que vales, en guardia+

La cocinera en parte se impacienta porque comienza la acción, entonces ve que su personaje tiene un palo, y el tutorial le enseña con que puede atacar y defenderse.

—aquí voy— Cookie no sabe bien que hacer, así que se mueve un poco, aprieta el botón para lanzar unos golpes al aire, y entonces mira al viejo del bastón acercarse lentamente —creo que ya lo tengo... ¡¿pero que?!—

Se sorprende cuando el anciano con una embestida que recibió sin darle tiempo a reaccionar, no se esperaba que fuera tan rápido, entra en pánico mientras se aleja para evitar que le caigan más golpes.

—esto es más difícil de lo que pensé— retoma la concentración, trata de acercarse y lanza un ataque, pero el viejo lo bloquea —venga ya— sigue apretando el botón para atacar, el segundo golpe también lo bloquea, pero el tercero es evitado con un paso hacia atrás —oh no ¡corre!—

Como ella seguía atacando, solo le acierta al aire e inmediatamente recibe un contra golpe; entonces se pone a huir lo más posible del anciano, logro evitar un par de envestidas pero no para de correr, se dio cuenta de que su barra de vida está al mínimo.

—¿que hago? ¿que hago?...— sigue corriendo en círculos solo para evitar la pelea —¿que hace el señor?— mira como el viejo adopta una postura rara y con un movimiento de su bastón invoca un remolino de viento que se dirige justo a donde se está moviendo —¡un tornado... NO, me atrapó!— el ataque la lanzó por el aire, y cuando cae al suelo todo se pone oscuro —¿ahora sí me morí?—

Se sentía mal consigo misma, si esto es un videojuego para principiantes, entonces es una pésima jugadora, y tenía muchas ganas de entrar a este hobby para acercarse más a Lincoln; sin embargo, se sorprende al no ver una pantalla de "Game over" y su personaje despierta de nuevo en la tienda de campaña, donde la anciana toma la palabra.

-Que bueno, despiertas justo a tiempo para probar mi sopa... (suspira) perdona a mi esposo, está muy frustrado desde que perdimos nuestra casa. Nosotros no te culpamos por eso, tu padre liberó a esos monstruos, destruyeron nuestro hogar, pero también te quitaron todo a ti. Mi nombre es Sindy, y tienes que saber que mi esposo también quiere ayudarte, a su manera, ya que en tu estado actual, por culpa de ese derrumbe, estarías muy débil para ir a por esos bandidos, así que déjame ayudarte, jovencita. ¿Que dices, quieres probar mi sopa?-

—ya me antoja a mi también— Cookie ve las opciones, y una le dice para aceptar la ayuda e iniciar el tutorial del "inventario"; entonces aprende a gestionar sus objetos y consumir la sopa para recuperar energía.

-¿Que te pareció la sopa?-

—"deliciosa" jeje—

-Gracias, es muy buena para recuperar tus fuerzas, las necesitarás para recuperarte, y si quieres, puedes ver a mi esposo, está ahí afuera, quiere hablar contigo, mejor no lo hagas esperar-

La cocinera retoma el control, sale y ve al anciano junto a una hoguera, donde interactúa con el.

+Veo que ya estás de pie, espero que no tengas ganas de una revancha, no me arrepiento por darte una lección, así cómo estás, no podrás con esos rufianes. Déjame empezar de nuevo, soy Brok Yester, maestro de la espada huracán, y permíteme entrenarte, para que estés en forma para esos bandidos. ¿Aceptas mis lecciones, niña?+

Cookie no duda en aceptar, ya que así podrá ver el tutorial de "combate" y así dejar de dar pena.

+Excelente, mañana a primera hora del amanecer empezaremos, será mejor que descanses+

Así nuestra protagonista aprende sobre las mecánicas básicas del juego, también a equipar una espada de madera y unas tablas a modo de escudo improvisado; le hubiera servido saber estas cosas antes.

+ya te enseñe todo lo básico, pero no te dejaré ir a la guarida de los bandidos hasta que me derrotes, así que prepárate para una revancha, ¡en guardia!+

La cocinera esta preparada, ya empieza a captar el ritmo de los combates, recibe unos cuantos golpes por la falta de reflejos, pero también logra acertar algunos a ese anciano, y siguió así hasta que logró ganarle.

—¡si, te gane!— celebra.

+Con eso es suficiente, ya no estoy en condiciones para pelear, ahora si estás preparada para ir a por tus pertenencias, pero antes, te daré un par de regalos por haberme derrotado. Lo primero es tu primera espada de verdad+ le entrega el objeto, pero también descubre su brazo derecho +está espada es una de respaldo, pero te servirá bien, ya que perdí mi espada favorita junto a mi mano en una batalla+

—oh por dios— Cookie se siente mal por el maestro.

+pelee contra uno de esos demonios que liberó tu padre, sabía que a mi edad no podría vencerlo, pero le clave mi espada en su boca, lastima que se la trago junto a mi mano buena. Al menos deja que este viejo maestro te enseñe algo nuevo para probar tu nueva espada, está técnica se llama "Corte Remolino" te será muy útil+

—ya veo, era ese tornado— Cookie aprende como hacer el nuevo movimiento, ya se siente emocionada.

+Recuerda este consejo, el "Corte Remolino" es una técnica tanto de ataque como de defensa, pelear con una espada te condiciona a hacer combate cercano, pero con esto podrás atacar a distancia y también repeler los proyectiles de tus enemigos. Te enseñaría más, pero aún te falta habilidad y experiencia, y si bien puedo ser un viejo, aún puedo enseñar, aprendiz+

-espero regreses pronto, jovencita, aquí te prepare unas hierbas medicinales para tu asalto, suerte-

—que agradables sujetos— la protagonista está contenta.

Llegó a una nueva zona para explorar, donde los animales, ladrones y otras cosas se interponen en su camino hacia la guardia de los bandidos; en eso decide guardar la partida, se estira sobre la cama, y de repente escucha una voz a lo lejos.

—¡hola, ya llegué ¿hija, estás arriba?!— Honey termina de cerrar la puerta principal.

—¡...!— la niña mira la hora, no puede creer cuánto tiempo a pasado, esconde la consola debajo de su almohada y luego corre hasta su puerta para encontrar a su madre subiendo las escaleras, saludándola alegremente —hola mamá ¿como estas?—

—estoy bien, un día más en el horno pero muy bien aprovechado, decorar ese pastel me llevo mucho tiempo, qué suerte que mañana lo entregamos— la mujer se nota orgullosa de su día —¿y tu hija, cómo te fue en la escuela?—

—excelente, por fin fui útil para ganar un partido de quemados—

—¿enserio? que tal si me cuentas mientras me ayudas con la cena—

—emmm pues...— la niña tenía ganas de regresar al videojuegos, pero le entra el hambre —esta bien mamá, te ayudaré, solo deja que acomode unas cosas en mi cuarto y voy a la cocina—

—que bueno— la mujer está contenta al escuchar eso —te espero ahí, solo me doy una ducha y me pongo algo más cómodo ¿si?—

—si, mamá— Cookie entra y cierra la puerta de su habitación; lo primero que hace es agarrar el videojuego, como no se acuerda, guarda de nuevo la partida y apaga la consola para inmediatamente guardarla en su mochila —así está bien—

La niña sabe que sus padres nunca revisarían su mochila sin su consentimiento, aunque no le gusta ocultarles cosas, quizás su madre no haga nada, escépto hacer muchas preguntas, pero tiene la sospecha de que su papá está alterado por el tema de su ex y hará una escena si se entera.

Ya terminó de limpiar y acomodar su cuarto, decide salir y limpiarse las manos antes de ir a la cocina; se dirige a la puerta del baño en la planta de arriba, escucha el agua de la ducha, supone que aún no terminó de ducharse, y golpea antes de entrar; sin embargo, no escucha una invitación a pasar, así que prueba al golpear de nuevo pero abre un poco, aprovecha que son mujeres y no debería ser incómodo.

—¿mamá? entraré para lavarme las manos— ingresa sin más, y lo primero que ve es a su madre sentada en el suelo, completamente desnuda y mojada mientras está apoyada frente al inodoro —!mamá!— se asusta, se acerca rápidamente para apoyarla, y puede verla respirar pesado —¿tienes ganas de vomitar? mamá, ¿que te pasa, estás bien?—

—tranquila...— la mujer trata de hablar con calma —de repente me sentí mareada y con náuseas... pero nada grave, ya pasó, hija, estoy mejor ahora—

—¿enserio? mamá, por favor, prométeme que de verdad estarás bien— la niña usa una mirada que muestra su preocupación desbordante.

—lo estaré, Cookie, te prometo que estaré bien— aún ve a su hija muy procupada, así que toma otra ruta, se pone de pie para ir a cerrar la lluvia —solo para que estemos seguras, llamare a una conocida mía para conseguir una cita con un médico, y ya verás que no tendre nada malo, creo que esto paso por el estrés del trabajo, ya estoy mejor— empieza a secarse con una toalla.

—esta bien— de verdad puede verla mejor, pero aún está preocupada —pero ¿que pasará hasta estar seguras?—

—solo hay que seguir adelante, yo le diré a tu padre cuando nos vayamos a dormir, por ahora hay que ir preparando la cena— se pone una bata de baño para cubrirse —tu, hija, deberías ducharte también, se te pego la humedad a la ropa por ayudarme—

—oh... es cierto— mira que está empapada —me prepararé para una ducha rápida y luego te ayudaré en la cocina, mamá—

—gracias, hija— está de buen humor y se muestra segura —ire a hacer la llamada y me cambiare, te espero en la cocina—

—de acuerdo— la niña ve que su madre se aleja, no sabe como tomar esto, tiene el presentimiento de que algo está pasando, pero no logra determinar si es bueno o malo.

——————————

En la casa Loud las cosas son más tranquilas de lo usual, las mayores hacen sus cosas algo distraídas al pensar sobre su hermano, aunque un grupo esta reunido en una pequeña mesa donde una princesa de rosa sirve la bebida para sus invitadas.

—es jugo de manzana, pero una reunión necesita clase ¿quieres más, Lily?— le pone el líquido en el basó especial para bebés.

—GA GA— la más pequeña está contenta y empieza a beber.

—¿ustedes quieren más?— mira que el resto de sus hermanas hacen "no" con la cabeza pero tiene sus tasas vacías —eh dicho... ¿que si alguien quiere más?— usa una sonrisa que asusta a las presentes y se apresuran en acercar sus tacitas —hay más de dónde salió, hermanas—

Después de agradecer bajo amenaza, la niña genio toma la palabra con su tono habitual.

—bueno, doy por iniciada está segunda reunión; quiero informar sobre mis avances con respecto a mi máquina para cocinar, y en esencia tengo que hacer unos últimos ajustes, pero necesito de nuestro hermano mayor para calibrarla; solo es cuestión de tiempo para terminar de hacer mi parte del plan, así que ¿que avances hicieron ustedes, hermanas?—

—pues...— la niña con gorra roja habla con duda —no hicimos ningún avance que yo sepa—

—¡claro que logramos algo!— la princesa clama con orgullo —hoy logramos estar cerca de esa tal "Cookie" y creo saber cómo obtener sus galletas—

—"¿¡como!?"— preguntan con sorpresa Lana y Lisa; Lucy no se inmuta pero si está intrigada, y Lily también presta atención al escuchar la palabra galleta.

—es sencillo, estuve escuchando los chismes más jugosos, y uno de ellos dice que Cookie estaba en una relación que terminó el pasado fin de semana, eso la dejo dolida y por eso declaró que ya no harán más galletas, lo grito frente a sus compañeros—

—entonces— la pequeña de grandes gafas tiene sus dudas —¿como ese dato nos ayuda a estar más cerca de sus galletas, hermana mayor y anfitriona?—

—solo piénsenlo un momento, unas galletas como esas, echas con sus propias manos, es obvio que son para regalar a alguien especial, lo lógico sería pensar que eran para su exnovio, pero como su relación terminó, no sabría que hacer con ellas—

—espera— su gemela está confundida —entoces ¿por qué no se comió las galletas ella misma, Lola?—

—Lana, si algo escuche de papá sobre la cocina, es que cuando se prepara algo especial, es siempre para compartir; entonces, es cuestión de seguir el hilo, las galletas que probamos estaban en posesión de Lincoln, la pregunta sería ¿como las obtuvo? y la respuesta es obvia si la comparamos con lo que vimos a la hora de salida, ambos se tiene confianza, por eso supongo que ella le regaló las galletas en primer lugar—

—dejame comprender esto hasta ahora— dice la niña genio mientras acomoda sus gafas —dices que podemos obtener las galletas a través de nuestro hermano mayor ¿es correcto?—

—exacto, pero podemos ir más lejos aún, si hacemos que su relación sea más estrecha, habrá más oportunidades de conseguirlas, ya que podríamos pedírselas sin problemas si fuéramos sus cuñadas— sonríe como si fuera una villana.

El plan de la princesa suena prometedor, a Lisa no le interesan los medio, solo los resultados, por eso dejará esa parte a Lola para conseguir el objetivo; Lana también recuerda a Cookie cuando estaba aterrada por sus ratones, buscando la protección de su hermano, tal vez esto podría ser bueno para todos; Lucy, en cambio, siente dentro de si que debe decir algo, pero no sé atreve a abrir la boca, solo decide seguir la corriente y ver que no hagan algo inapropiado.

——————————

En las calles de Royal Woods se puede ver a vanzilla, la rubia que va tras el volante está muy contenta.

—es literalmente perfecto, me podrán a prueba este fin de semana, debo dar lo mejor de mi—

—te dije que te contratarían, felicidades Lori— el peliblanco está feliz por su hermana.

—estaba nerviosa, que bueno que te traje a la fuerza, y gracias por tu apoyo, Linky—

—de nada, fue un placer ayudar—

Todo parecía tranquilo, hasta que la mayor cambia el tono a una más serio.

—y ya que estamos, hermano; ¿que me dices sobre esa "amiga" tuya?—

—¿q-q-que quieres saber?— está muy nervioso —solo es mi amiga, no hay nada mas—

—claro, si ya no hay nada de que hablar, ¿entonces, por qué estás a la defensiva si no pregunté nada aún?—

—bueno... pues... es que...—

—escucha Lincoln, has estado actuando raro últimamente, algunas de nuestras hermanas me comentaron que estás muy apartado, puedo entender que quieras estar solo a veces, pero normalmente no nos ignoras así; ahora resulta que te dejan un ojo morado por una amiga, solo estoy preocupada por ti, y quizás pueda ayudarte si me cuentas qué estás planeando, por favor Lincoln, di algo—

—pues...— el peliblanco duda.

—mira, si no me dices algo que me deje satisfecha ahora, entonces tendré que llamar a las otras nueve y te sacaremos todo; porque les dije que te dejarán hacer tus cosas en privado, pero si nos ocultas cosas que te dejan un ojo morado, entonces no me dejas opción, hermanito—

—¡lo del ojo morado no era parte del plan!—

—¡AJA! ¿de que plan hablas?—

—¡ah! no no no no hay ningún plan—

—oh vamos, Lincoln, solo quiero ayudarte ¿por qué no confías en mí?—

—yo... si confío en ti—

—entonces— ella estaciona a vanzilla frente a la casa Loud, y continua hablando en un tono serio —soy tu hermana mayor, pero no soy alguien para saber tu secreto, adivinare, es porque no quieres que seamos "entrometidas" y que podríamos arruinar tu plan ¿verdad?—

—bueno... es que...—

—¡ya dilo, Lincoln!—

—¡ya basta!— el chico ya no puede contenerse y se frustra —no quiero que se enteren porque podrían arruinar algo que es muy importante para mí, si esto se arruina me sentiré mal el resto de mi vida, y últimamente nada está saliendo como está en el plan... no se qué hacer, Lori...—

—Lincoln— la rubia puede ver que su hermano está estresado, y apoya su mano sobre su hombro para hablar de forma más calmada —no te preocupes, todo saldrá bien, solo deja que te ayudemos, somos tus hermanas, tu familia te cuida, solo dime qué necesitas y te prometo que haré lo necesario para que tu plan tenga éxito—

—¿de verdad me ayudarás?— sube la mirada, la cara de su hermana es una sonrisa cálida.

—claro que si, hermanito— ella lo abraza.

—gracias, Lori— el corresponde.

—esto no será como el ojo morado que te dio Ronnie Anne, o lo que pasó en Jean Juan, te daremos una mano, pero me tienes que decir la verdad—

—si te digo la verdad ¿serás discreta con nuestras hermanas?— se separan.

—me aseguraré de mantener a las demás a raya para que no seamos entrometidas; así que, cuenta todo, te escucharé—

—esta bien (suspira) lo primero, te pondré en situación, ¿recuerdas ese vídeo dónde me humille para disculparme con ustedes?—

—si, es literalmente imposible de olvidar—

—bueno, resulto que hay alguien más que fue afectada por ese vídeo, una excompañera de mi salón, Cristina—

—¿Cristina? ¿no era esa chica que te gustaba?—

—eso no era así— se avergüenza un poco —sigo, resulta que durante un tiempo ella me odiaba por eso, pero el lunes, Cookie me dijo que Cristina estaría dispuesta a terminar con la enemistad; entonces ella me invitó a ir con sus amigas a un evento algo formal para este sábado, y si todo sale bien, dejará el odio que tiene hacia mi atrás—

—¿para el sábado? ¿cuando pensabas contarnos sobre eso?— se siente algo ofendida.

—perdon, el plan dictaba que se los diría el viernes, así no tendrían tiempo para hacer algo, ya tenía el permiso de mamá y papá, solo faltaba conseguir el resto de los objetivos—

—vaya, si que planeaste mucho, entonces ¿donde falla tu plan?—

—pues... verás...— se pone algo rojo en la cara y se rasca la nuca —el plan en realidad tiene dos objetivos por cada fase, en la primera, era pedir permiso a nuestros padres para poder ir a la fiesta, y también planificar cada paso para así hacer que mi enemistad con Cristina termine; luego en la fase dos, buscaría la ropa para el evento, pero hasta ahora no conseguí nada y se me está acabando el tiempo—

—ya veo, por eso estás tan estresado, si ya mañana es jueves, solo te quedan dos días, y me parece raro que te quedes así de atascado, hermano—

—bueno... es que estuve algo distraído últimamente, ya que también quería ayudar a Cookie a superar su rompimiento—

—¿de verdad?— pone una cara pícara y atrapa del cuello a su hermano con el brazo —mira que picaron eres, Linky, esperaste a que este soltera para actuar—

—no Lori...— intenta librarse pero no puede —Cookie no era parte del plan, no lo era—

—¿como que no lo era?— ella lo suelta.

—cof cof... cuando Cristina me dio esas galletas para romper la ley del hielo, yo ya estaba pensando en cada paso del plan, pero luego yo ...— se queda calloso y abre grande los ojos.

—¿y luego yo que, Lincoln? no me dejes con la intriga—

—yo... me comí una de las galletas de Cookie... desde entonces no podía evitar pensar en ella... la incluí porque no me gusta verla triste... cocine galletas para ella... me encanta ver su dulce sonrisa... Rusty tenía razón, creí que era la pubertad, pero ahora creo que...—

—¿que pasa? solo dilo, te sentirás mejor cuando lo hagas—

—pues... creo que sí me gusta Cookie—

El peliblanco se pone rojo, le costó pero se siente más aliviado al poder acomodar sus ideas y decírselo a alguien; la rubia está tan emocionada que lanza un grito muy agudo.

—literalmente es como una telenovela, te preocupas por ella, peleas por ella, y apuesto a que quieres conquistarla en la fiesta—

—pero Lori ¿como que conquistarla en la fiesta? no estoy preparado, estuve perdiendo el tiempo y ya solo faltan tres días, el plan se hecho a perder—

—no, hermano, no todo está perdido, lo que hiciste hasta ahora es por tu amiga, esa marca en tu cara es prueba de lo que estás dispuesto a hacer por ella—

—...— el chico se toca el ojo morado.

—no te preocupes por la fiesta, deja que nosotras te ayudemos para que estés listo y presentable; tu ocupate de ganar el corazón de tu chica y terminar con esa enemistad ¿te parece?—

—me parece perfecto— el peliblanco abraza a su hermana mayor, la cual corresponde —gracias, Lori, eres la mejor—

—de nada, Linky— se separan, ella se siente orgullosa, aún no puede creer cuánto a crecido su hermano —vamos a casa, hay que resolver esto—

Ambos bajan del vehículo, cuando entran por la puerta principal de la casa, ven en la sala a la segunda hija mirando la tele en el sofá con cara de preocupación, se pone de pie para acercarse rápidamente a los recién llegados.

—Lori, Linky, que bueno que ya están de regreso— suena aliviada la modista.

—¿pasó algo, Leni?—

—no, pero no me relaje del todo por creer que pasaría algo—

—entonces no pasó nada, me alegra que mantengas todo bajo control, Leni—

—gracias, Lori— está muy contenta —¿como te fue en Gus? ¿y que te pareció mi amiga Elvira?—

—es muy simpática tu amiga, y logré que me acepten para que este fin de semana, solo tengo que demostrar que puedo con el trabajó, gracias de nuevo por el aviso, Leni—

—de nada, me alegra ayudar, Lori— la joven de vestido verde cambia de feliz a preocupada cuando se dirige a su hermano —oh Linky, que feo golpe que te dieron, aquí tengo una crema especial para moretones, quédate quieto por favor— toma y coloca un poco de la sustancia en sus dedos para luego untarlo en la zona afectada con mucho cuidado —listo, con eso bastará—

—gracias Leni— el chico siente una sensación refrescante en su ojo.

—solo por precaución— la mayor le quita el recipiente a su hermana y lo examina —no veo una marca o que ingredientes tiene ¿de donde sacaste esto, Leni?—

—me la dio Lisa, dijo que servirá para tratar la herida de Lincoln, que se curará más rápido es lo que entendí—

La rubia mayor y el peliblanco cruzan miradas, pensando que quizás la engaño para uno de sus experimentos, solo ruegan que por esta vez sea como lo cuenta la modista.

—como sea— Lori saca un silbato y lo hace sonar en toda la casa —¡atención, reunión de hermanos!—

——————————

De regreso a la residencia Becker, Cookie ya se ducho y entra a la cocina, puede ver a su madre preparar todo para la comida de esa noche, aunque se nota distraída.

—mamá, ya estoy lista ¿en qué te ayudo?—

—oh...— la mujer se sobresalta un poco —que bueno que estás aquí, hija, ayudame a picar las verduras—

—yo me encargo— dijo la niña muy decidida, se pone un delantal de cocina que hace juego con el de su madre, y toma un cuchillo para empezar.

—espera hija, mejor usa este— le extiende otro cuchillo con una sonrisa.

—pero mamá— está sorprendida y duda —creí que yo no tenía permitido usar esos cuchillos, que si los tocaba me iban a castigar, de hecho, lo hicieron el año pasado porque tomé uno para verlo de cerca—

—si, eso fue porque estos son artesanales, son más viejos que tú, Cookie, deben ser tratados con mucho respeto, y creo que ya has adquirido suficiente experiencia para usarlos como se debe; aprovecha ahora que te doy permiso— vuelve a ofrecer el objeto —pero entenderé si crees que aún no estás lista, no hay presión—

—...— la pequeña le tiembla la mano, toma el objeto filoso con cautela.

—ten cuidado, lo acabo de afilar—

—lo tendré, gracias— está asombrada de la gran diferencia entre los dos cuchillos que tiene en cada mano.

En la izquierda está el que usa siempre, ya está algo mellado y golpeado por la baja calidad de su aleación y con un mango de plástico perfecto para un principiante de manos pequeñas pero deformado por el uso; sin embargo, el otro tiene una hoja de acero inoxidable en un mango de madera que amolda perfectamente a su agarre y sin marcas de golpes o raspones por ningún lado.

Las dos cocinan en silencio, la mujer ve a su hija muy concentrada, y no es para menos, la niña puede sentir el filo de esa artesanía como si fuera mágico, aún así tiene el máximo cuidado de no golpearlo por error o si no se arrepentirá para siempre; Honey recuerda que este juego de cuchillos fue un regalo de sus suegros para su boda, aún no puede creer que ya pasaron 14 años desde entonces.

—ya hice la llamada para ver el médico, por suerte mi amiga me consiguió una para mañana, así que no hay de que preocuparse—

—que bueno, pero ¿de verdad estás bien, mamá?—

—estoy perfectamente bien, gracias por preocuparte, hija, pero me gustaría cambiar de tema—

—esta bien, ¿de qué hablamos entonces?—

—que tal lo que me ibas a contar antes, lo que hiciste en la escuela hoy—

—oh cierto, hoy en educación física tuvimos un partido de quemados, todos hicieron un gran trabajo, se lo tomaron muy enserio, sobretodo Jordan—

—me imagino—

—es que no sé por dónde empezar, desde que comenzó que fueron por todo, nos enfrentamos a Rusty que uso su formación serpiente para confundirnos, y tenían a Ronnie Anne que lanzaba balas de cañón— le dio un escalofrío al recordar esos disparos.

—vaya, ¿y quienes jugaban contigo, hija?—

—estaba Artie, Penélope, bueno ya te dije Jordan, también estaba Lincoln y... Chandler— dijo con un desagrado tal que llamo la atención de madre.

—¿quién es ese Chandler, pasó algo con el?—

—es que...— se ruboriza un poco —no se lo digas a papá, si se entera se pondrá como loco ¿puede quedar entre nosotras, mamá?—

—no te preocupes, esto es una charla de chicas, nadie se enterará, ahora quiero saber qué pasó—

—te cuento, es que él me a estado insistiendo en querer que lo acompañe al cine, pero no importaba cuanto lo rechace, el seguía insistiendo, incluso durante el partido de quemados seguía siendo un pesado, por suerte Rusty lo elimino, aunque haya sido de mi equipo me alegre—

—que bueno, ¿y que pasó después?—

—bueno, el partido siguió normal, pero al final estaba con Lincoln, los dos contra Ronnie Anne—

—entonces tenían la ventaja—

—así sería, pero ella tenía todas los balones, con Lincoln acordamos un salvense quien pueda—

—esa Ronnie Anne, ¿no sé contiene, verdad?—

—para nada, lanzó una tan fuerte que vi mi vida pasar ante mis ojos, me lancé al piso para evitar el primer disparo, pero el segundo me era imposible de evitar—

—y dolió mucho, me imagino—

—no, no fue así— la cara de la niña se ruboriza y sus ojos se llenan de ilusión —Lincoln salió a recibir el pelotazo por mi, gracias a eso la pelota voló por el aire y pude atraparla para ganar el partido; parecía un sueño—

—felicidades por la victoria— a la mujer le hace gracia la actitud de la pequeña —parece que te divertiste mucho—

—si, Lincoln y Jordan hicieron un gran equipo, con jugadas que me dejaron impresionada— el buen humor de nuestra protagonista se apaga al recordar lo que pasó —aunque la diversión se terminó por culpa de Chandler—

—¿volvió a molestarte?—

—no solo era molestó, le grité cuanto me desagrada su presencia y aún así no lo acepto, me agarró del brazo el bruto—

—por dios, ¿y que pasó entonces?— la mujer está angustiada por saber, y mira como su pequeña se pone roja.

—Lincoln salió a defenderme, se lanzó sobre Chandler y empezaron a pelear; me asustó un poco cuando se golpearon, pero parecía tan valiente—

—vaya, así suenas como una chica enamorada, ¿acaso te gusta Lincoln, hija?— insinúa pícaramente.

—¿¡que!? bu-bu-bueno... eso creo—

—¿eso creés? Cookie, últimamente me cuentas cosas buenas sobre el, sobre cómo está preocupado por ti, esas galletas que te regalo el otro día, su intervención con Cristina para que hagan las pases, y puedo ver cómo regresas a ser esa niña tan alegre de siempre; solo piénsalo, quizás tus sentimientos estén cambiando—

—me siento diferente cuando estoy con Lincoln, pero ¿como saber si estoy enamorada, mamá?—

—pero ya estuviste enamorada antes—

—esto no es igual, estar con Lincoln no se siente como cuando estaba con... bueno, ya sabes; además, no sé si estoy lista para entrar en una relación seria de nuevo—

—te entiendo—

—¿de verdad?—

—claro, estuve con varios hombres antes de formalizar las cosas con tu padre, es difícil superar una ruptura, pero ese malestar no es para siempre y solo es cuestión de seguir adelante para algún día estar con alguien especial; alguien con quien compartir todo— dijo con mucha nostalgia, recordando su juventud con una sonrisa —¿te conté cómo conocí a tu padre, Cookie?—

—...— se queda calla un momento al ver un brillo en los ojos de madre, eso le da curiosidad y decide ver qué pasa si le cuenta la historia —si, pero cuéntame de nuevo, por favor—

—lo conocí en la Facultad de Gastronomía de Míchigan, el ya tenía un año estudiando ahí, me mostró todo el lugar y nos hicimos buenos amigos; pasados unos meses rompí con mi novio de la preparatoria, el se fue a estudiar lejos y decidimos terminar; estaba muy dolida, pero Colbi me dio su apoyo para no desistir de mi sueño de ser pastelera, y pasado un tiempo ya me sentía mejor; fue entonces que tu papá se inscribió en una competencia de chefs amateurs, clara fue mi sorpresa cuando me pidió ayuda en lugar de sus amigos para probar las recetas que usaría para participar, y nos hicimos mas cercanos; tenía que preparar entradas, plato fuerte y postre para los jueces—

—a papá le cuesta hacer postres— le hace gracias a la niña.

—jajaja si, es cierto, en ese entonces era aún peor, por eso quería mi ayuda, para mejorar y así presentar algo decente en la competencia; lo ayude como mejor pude, le di varios consejos el día antes de la competencia, y antes de despedirnos, Colbi me prometió que ganaría y que cuando lo logrará, me diría algo muy importante—

—¿te dejo muy intrigada, verdad?—

—si, no pude dormir bien esa noche por pensar en que me diría, deseaba con todo mi corazón que gane, y cuando me di cuenta, ya era de mañana, y estaba llegando tarde; por suerte llegue antes de que empezarán, todos los participantes estaban cada uno en su estación de cocina, pude ver a Colbi muy nervioso, así que hice lo necesario para llamar su atención para que supiera que estaba ahí y que se relajará—

—¿era una competencia difícil?—

—los que participaron eran casi del mismo nivel de Colbi, había que preparar los tres platos para cuatro personas en noventa minutos, pero lo más terrorífico eran los jueces, nuestros chefs maestros y maestras, y también estaba el director de aquel entonces, que mantendría su puntuación en secreto hasta el final; entonces empezó la competencia, la tención en el ambiente se podía cortar con un cuchillo, incluso cuando presentaron sus platos, tu papá hizo un gran trabajo a simple vista, las entradas fueron perfectas, el plato fuerte sublime, pero el postre hizo que el director soltara una frase que aún recuerdo hasta el día de hoy, dijo...— la mujer mira a su hija con dudas para continuar.

—tranquila mamá, se que vas a decir, y no me molesta la palabra dulce, ya lo supere— dijo con mucha serenidad.

—bueno, si tú lo dices, hija; continuo, el director dijo "es demasiado dulce para mi gusto"—

—me imagino lo duro que fue para papá— la pequeña está algo desanimada —ya me parecía que había oído esa frase antes, son casi las mismas que uso Antoni para terminar conmigo—

—lo lamento, Cookie—

—descuida, estoy bien mamá, mejor sigue con la historia—

—esta bien; llegando a la etapa final, se fueron eliminando los competidores hasta que solo quedaron dos, Colbi estaba aún en el juego, el director comento que fue muy difícil elegir un ganador a la hora de puntuar el trabajo de los finalistas, remarcó lo bueno pero hizo énfasis en los errores para tomar su decisión, dejando a Colbi en el segundo lugar por un punto de diferencia—

—pobre de papá—

—fue como si el tiempo se congelará, no recuerdo quién era el ganador, solo podía ver a Colbi, se notaba devastado y se alejó hasta estar frente a su estación; mientras todos y todas iban a felicitar al ganador, yo solo fui para detener a tu padre, que estaba por tirar las porciones de su postre a la basura, por suerte lo detuve; le pregunté por que tiraba todo su trabajo, y el me dijo que metió la pata, que las preparo pensando en mí, que no eran perfectas como yo; eso me dejó sorprendida, le volví a preguntar, le exigí que me diga eso tan importante que quería decirme; a duras penas me dijo...—

—me gustas Honey, y quiero ser tu novio— una voz masculina interrumpe, y sorprendió a las dos chicas.

—Colbi...— la mujer se queda sin aliento y se pone muy roja.

—papá— susurró la pequeña, mira la escena, el brillo en los ojos de su madre se intensifican.

—justo esa fue la reacción que tuviste ese día— el se acerca hasta estar frente a su esposa y rodearla con sus brazos —queria ganar para tener el valor y así decirte cuánto te quería en mi vida, Honey, pero hice mal la mezcla y termino con más azúcar de lo normal—

—y aún así me comí todo hasta no dejar nada— ella se estira para rodear el cuello del hombre —con solo una mordida sentí que mi mente se perdía, cuando me di cuenta estaba chupándome los dedos, y salte a abrasarte para ser tu novia, así como ahora—

—aunque en ese momento no hubiera hecho esto— se acerca para que ambos se besen apasionadamente.

Cookie está contenta, no solo por sus padres que se aman mucho, también por esa historia, que podría ser parecida a su situación, quizás las cosas terminaron con Antoni, pero ahora podrá estar abierta a una nueva experiencia en el amor que podría ser mucho mejor; otra cosa que le llamo la atención es lo que dijo su madre cuando probó el postre de su padre, es casi lo mismo que dijeron sobre sus galletas, que se perdieron por unos segundos y quedaron con ganas de más; la niña mira la comida y exclama.

—lamento interrumpir, mamá y papá, la cena está lista—

—oh...— el hombre termina con el beso y aún sostiene a su esposa ya que parece desorientada —perdon hija, entre y no te saludé, ¿como te fue en la escuela?—

—me fue bien, ¿como fue tu día, papá?—

—excelente, ya les contaré durante la cena, iré a lavarme las manos— el sale de la cocina, dejando a su mujer de pie con la mirada perdida.

—mamá... mamá, hola...— la niña le jala del delantal para que reaccione.

—¿eh? ups... perdón, hija ¿dijiste algo?—

—la cena está lista—

—¡ah! cierto, que bueno que estabas atenta, buen trabajo hija, gracias por la ayuda—

—de nada, de hecho, me sienta bien volver a la cocina— sonríe la pequeña.

—que bueno— suena aliviada al oír eso, y mira a los alrededores por si su esposo está cerca, pero no lo ve —ahora quiero decirte algo, hija, el amor puede tomar cualquier forma en cualquier momento, y si tus sentimientos son ahora hacia Lincoln, sea cual sea la decisión que tomes, tendrás todo mi apoyo, eso dalo por hecho, mi galletita—

—gracias mamá—

Ambas se dan un tierno abrazo, Cookie está contenta, si bien quería estar en la cocina para vigilar por si su mamá le pasaba lo del baño de nuevo, también se sentía bien el regresar a su pasión, quizás el videojuego ayudó al tener otro estímulo temporal; pronto llega el señor Becker y así los tres se sientan a cenar, donde la charla inicia con la niña.

—oye papá, ahora que me doy cuenta, cuando me cuentan sobre ese concurso de cocina, nunca mencionan a la persona que ganó ¿es un conocido de ustedes?—

—me cuesta recordar— el hombre se pone a pensar —es que no presté atención a la entrega del premio, cuando tu madre dijo que si quería ser mi novia, nos fuimos de ahí tomados de las manos; creo que era de tercer año de avanzados, solo recuerdo que tenía una larga nariz y hacerse el gracioso con su risa ¿tú recuerdas algo, Honey?—

—solo recuerdo una cosa— la mujer clava su mirada en su esposo —a ti, no existía nadie más en ese lugar para mí, cuando probé tu postre solo tenía ojos y oídos para ti, Colbi—

—vaya...— la pequeña no vio saciada su curiosidad, pero al ver los ojos de su madre brillar de nuevo la hace pensar, qué tal vez eso significa que esa persona este enamorada de quien posa sus ojos, pero eso se contradice con lo que pasó en la guarida de ratones, ya que pudo verlo de nuevo sin ser una situación romántica, al final solo le quedan más preguntas que respuestas.

—que dul... ¡digo! tierna eres Honey— dijo nervioso el señor.

—jajajaja...— ríe la señor por la escena.

—tranquilo papá— la niña habla con gracia —ya no tengo problemas con la palabra con "D" así ya puedes decirla—

—uff... menos mal— Colbi está más aliviado —ya no sabía cuánto tiempo podría aguantar sin decir esa palabra, teniendo a una esposa dulce como la miel y una hija hecha de galleta, era parecía una tortura para este hombre goloso—

Las damas elogian esos cumplidos, y siguen con la cena con buen humor; sobretodo la mujer, que habla en un tono pícaro.

—a ver, señor goloso, pásame los pimientos agridulces, por favor—

—oh claro, mi miel sobre hojuelas— el agarra el bol correspondiente pero antes de pasarlo se pone un poco en su propio plato.

—¿un poco para ti y el resto para mí? que considerado jeje— ella se sirve un buen puñado.

—mamá, yo también quiero, por favor— dice la pequeña.

—claro, aquí tienes, hija— cuando la mujer le pasa el bol, se le ocurre comentar al respecto —sabes Colbi, nuestra galletita preparo está ensalada usando uno de los cuchillos artesanales, con mi aprobación por supuesto, y lo trato con mucho respeto—

—¿enserio?— el mira a su hija entre cerrando los ojos, haciendo que este nerviosa —¿entiendes lo importante que son esos cuchillos, Cookie?—

—si, papá— toma valor para responder con seguridad.

—¿me prometes que los cuidaras como si fueran extensiones de tus propias manos, Cookie Lulú Becker?—

—lo prometo, que se me queme la mano en el horno si les faltó el respeto— la niña se toca el corazón y se hace escuchar.

Las risas invaden el comedor, ya que era obvio que se fueron por un lado más cómico para aliviar la tención.

—pero ya enserio, podrás usar el juego de cuchillos, siempre y cuando tengas muchísimo cuidado, Cookie—

—lo tendré, papá y mamá, voy a ser muy cuidadosa, lo prometo—

La cena sigue con buen humor, llevándose más comida a la boca, haciendo que la señora levante la ceja confundida, llamando la atención de su esposo.

—¿pasa algo, Honey?—

—¿no les saben raro los pimientos?—

—no, me parecen los de siempre— responde el.

—no entiendo— la niña prueba la comida —los probé antes de servirlo, para mi están bien ¿hice algo mal, mamá?—

—no, no hija— sonríe nerviosa la mujer —saben muy bien, solo me pareció que tenía otro sabor—

—de acuerdo— la pequeña está confundida.

—bueno— el señor no sabe qué pasa y cambia de tema —hay algo que les quería contar, las remodelaciones del restaurante ya están por terminar, y así tendré la reapertura para el servicio de cena este domingo—

—eso es genial, papá—

—enhorabuena Colbi—

—gracias familia, ya hay muchas reservaciones, obvio que dejaré una mesa para usted dos, mi madre, pero también me queda otra mesa privada, eso nos da para invitar a cinco personas contando el espacio libre de su mesa, y me gustaría que ustedes escojan a esos invitados, luego me pasan los nombres—

La conversación se torna en debate para determinar a quienes quieren invitar para la gran noche del restaurante, y así siguió de dinámica la cena hasta su final, donde podemos ver a la familia Becker en la cocina para limpiar todo lo usado.

—ahora que me doy cuenta— comenta el hombre —no hay nada dulce para usar como postre—

—que raro— dice la señora —normalmente traería algo de la pastelería, pero creo que estaba tan distraída con ese enorme pedido que me olvidé—

—descuida cariño, aquí tenemos todo lo necesario para hacer lo que sea, podríamos hacer fácil unos bizcochos de chocolate entre los tres ¿quién está conmigo?—

—yo, papá— la niña levanta la mano.

—yo también— dice la mujer —aunque yo me aseguraré de que no lo hagas muy empalagoso, Colbi—

—es que no me puedo resistir— el se muestra ansioso por comenzar —¡vamos familia!—

Cookie estaba muy contenta, regresar a la cocina era satisfactorio, mientras espera que el postre esté listo, recuerda su último fracaso con esas galletas incomibles, donde su padre se percata de la mirada decaída de su pequeña.

—¿pasa algo, Cookie?—

—la última vez que prepare algo por mi cuenta fue horrible, aún no sé si estoy lista para preparar algo— se mira las palmas de sus manos con tristeza.

—descuida, siempre habrán tropiezos cuando se trata de la cocina, es como dice nuestro lema, es nuestra alma la que ponemos en cada porción que cocinamos, no estabas muy bien en ese momento, pero ya te veo mejor ahora, pronto estarás haciendo recetas como antes, Cookie—

—lo se, pero me gustaría intentarlo, quiero saber qué puedo hacerlo de nuevo— dijo más determinada.

—esta bien, y ¿quieres nuestra ayuda?—el  esta junto a su esposa en espera de su respuesta.

—no, gracias, pero de verdad quiero hacerlo sola—

Esta muy decidida, los adultos cruzan miradas un momento para luego sonreír para su pequeña, y mientras el postre está listo, solo falta esperar a que se enfríe; Cookie piensa en que podría prepara, recuerda lo que dijo Lincoln de sus galletas, sin embargo, revisa que ya no queda más chocolate para las chispas, así que tendrá que improvisar otra cosa; el señor y la señora Becker la ven muy pensativa, pero acordaron no intervenir, a menos que pase lo de la última vez.

——————————

En la casa Loud, las diez chicas y el único varón de la familia están en la habitación de la hija mayor, que también da inicio con sus palabras serías y un golpe con un zapato de tacón.

—escuchen, las reuní aquí para discutir dos situaciones que padece nuestro hermano, la primera es la más evidente, pero antes de explicar qué pasó, me gustaría pedirles perdón por mi comportamiento en vanzilla, no tengo escusa para justificar que les grité de esa manera, perdón chicas—

La nueve se muestran comprensivas, y aceptan las disculpas para perdonar a la mayor.

—gracias a todas; ahora vamos al asunto, mamá y papá me llamaron porque nuestro hermano tuvo una pelea en su escuela...— fue interrumpida por un gran bullicio.

—¡lo sabía!— exclama una niña deportista con un bate de béisbol —¿quién te golpeó, hermano? le haré un home run a su rodilla—

—te pasaré mi arsenal de bromas, Lincoln— la comediante se ve molesta —así lo humillaras tan fuerte que nunca regresara a la escuela—

—y si eso no funciona, bro— la rockera prepara su guitarra para tocar con rudeza —llamare a mis amigos de la banda para intimidarlo ¡al estilo rock and roll BABY!— hace unos rifs muy frenéticos.

—ya suficiente, chicas— la mayor trata de recuperar el control, golpeando con el zapato y elevando la voz —¡silencio, cállense ya!—

—...le diré a mis amigos que le den a no me gusta sus publicaciones y exponer la mala persona que es osea...— se queda callada la rubia de vestido verde ya que todos la están viendo —perdon, ¿decías Lori?—

—decia... que ese asunto lo atenderán nuestros padres, hasta donde yo se, solo le dieron una llamada de atención, así que olviden ese asunto y pongan atención al siguiente punto; Lincoln, tienes algo importante que decir, así que ven aquí y dilo—

Las demás están intrigadas, la hija mayor se hace a un lado, el peliblanco se para al frente, está algo nervioso pero tiene que hacerlo.

—hermanas, hay algo que tengo que contarles, el lunes me invitaron a una fiesta— muestra la invitación —se que no debí ocultarles esto, pero eso fue porque no quería que se entrometieran en esto y lo arruinaran, es muy importante para mí, más de lo creen...— ve a sus familiares con mala cara, excepto Lori, traga saliva y continua —se que lo que acabo de decir sonó egoísta de mi parte, pero estoy desesperado, y necesito de su ayuda, por favor, perdónenme, yo se los voy a compensar, lo prometo—

El chico se ve apenado, eso hace que sus hermanas se miren entre si, buscando que decir, sin embargo, se ponen de pie y rodean al peliblanco.

"Claro que te ayudaremos" un abrazo grupal se concreta.

—gracias chicas, las quiero mucho— el peliblanco se siente aliviado, también algo tonto por no contar con sus hermanas desde un comienzo, quizás las cosas hubieran sido mejores si lo decía desde el principio.

—nosotras también te queremos, Lincoln— la mayor se acerca para tomar la invitación, las demás terminan el abrazo —y por lo que veo aquí, te llevarás una gran sorpresa; Leni, muéstrale—

—creo que se que mostrar— la modista se acerca a su mesa de noche donde extrae del cajón un sobre idéntico a la invitación del chico.

—¡Leni! ¿de donde sacaste eso?— el está estupefacto.

—pero Linky, si lo conté al comienzo de la semana, la novia del anfitrión de la fiesta es una muy buena amiga mía, así me pasó la invitación, ¿que no me escuchaste? creí que se lo dije a todos en casa—

—bueno, creo que tenía la mente en otra parte, perdón Leni— se avergüenza el chico.

—no hay problema, lo que me pregunto es ¿quién te invito a ti, Linky?— la segunda hija cuestiona una duda que se apodera de las demás, haciendo que el peliblanco se vea presionado y no sepa que responder.

—calmense— la mayor interviene —yo también quiero saber sus razones y por qué hace esto, pero eso no nos incumbe, se disculpó y pide nuestra ayuda, creo que podemos darle el beneficio de la duda hasta que termine la fiesta; ¿verdad, hermanito?—

—si, exacto— el chico se percata de la señal de la hija mayor —les prometo que les contaré cada detalle después de la fiesta, por favor, necesito ayuda—

—esta bien— la adolescente de vestido verde se acerca y apoya su mano el hombro del chico —¿que necesitas, Linky?—

—la ropa para el evento, se que queda poco tiempo, pero de verdad lo necesito— mira fijamente el rostro neutral de su hermana.

—si, es poco tiempo— la modista quita su mano, haciendo que el chico baje la mirada —así que necesitas "un cambio extremo de apariencia"— dijo con una sonrisa alegre —¡vamos chicas!— extiende el puño por encima de la cabeza y pronto el resto de sus hermanas se suman a ella.

—¡...!— el peliblanco está contento, pero también algo nervioso —¿y eso dolerá?—

—te dolerá, pero el orgullo jajajaja— dijo la comediante.

—relajate Lincoln— la mayor toma el mando —deja que nos encarguemos, Leni, has tu magia; Luna, música para trabajar—

—a la orden, sister—

Mientras la rockera hace cantar su guitarra, las chicas Loud ponen al único varón sobre una plataforma para empezar a tomarle medidas, decidir que tela usarán, qué colores resaltarán más su cabello blanco, y que accesorios serían los apropiados.

Lucy ayuda como puede, ya que nadie parece prestarle atención como siempre, pero lo que pudo ver la sorprende, los ojos de su hermano brillaron cuando confesaba sobre la fiesta, aún no sabe que significa, solo que todo eso comenzó con las galletas de esa tal Cookie, y solo queda seguir observando para encontrar un patrón en todo esto.

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Regresamos al atardecer de Royal Woods, en la escuela primaria, el empleado de mantenimiento está terminando su rutina de limpieza, hasta que algo pequeño y velos es captado por su visión periférica.

—¿que fue eso?— decide seguir lo que sea que vio, llega hasta la cafetería, saca su linterna ya que había poca luz —¡ahí estás!—

Fue por una fracción de segundo, lo vio pasar a gran velocidad, trato de seguirlo pero solo alcanzo a ver cómo escapó por una de las ventanas que estaba entre abierta.

—rayos, se fue, esto no le gustará al director Huggins—

—¿que no me va a gustar, Carlos?— aparece justo por su espalda.

—¡ah! director...—

—yo veo que ya terminó de limpiar, excelente trabajo; no veo el problema—

—no, mire por aquí— señala cerca de la ventana —estaba justo aquí, era una rata—

—¡¿ratas?!— se altera el director —¿estas seguro?—

—si, dejo estas patas sucias justo cuando termine de limpiar—

—no puede ser... ratas... justo cuando puede aparecer la superintendenta en cualquier día de estos, a esa mujer le encantan las visitas sorpresa—

—tranquilo director, solo es una rata, colocare las trampas que tengo en el armario de limpieza y con suerte mañana habrá un ratón muerto—

—me parece bien, no quiero esas cosas en mi escuela, te ayudaré a poner las trampas, pero ya sabes cómo es esto, podrían haber más de ellas en cualquier lugar sin ser vistas—

—tengo cierta experiencia con plagas, será un gusto acabar con esa rata y si hay más, mejor— sonríe siniestramente.

—por ahora solo serán trampas, mañana temprano veremos qué hacer, vamos Carlos—

Los dos hombres se disponen a hacer lo que tienen que hacer, mientras un pequeño ratón llamado Brick se regresa al refugio para pasar la noche con sus congéneres, ignorando que su aventura podría traer la perdición y la muerte.

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Si estás leyendo esto, es porque termino el capítulo, no se olviden de poner una estrella si les gusto, de comentar que te pareció y si quieres mas de esta historia; nos vemos en la próxima y recuerden, no se duerman.

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