Vigilante. [one shot]

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Vigilante AU.

Del universo de My Hero Academia, basado en el manga spin-off "Vigilantes".

¿Qué es un vigilante? Una persona que utiliza su quirk para realizar actos heroicos sin tener una licencia de súper héroe, por lo tanto estos actos se consideran bajo la ilegalidad.

El quirk de Jungkook será Poltergeist. Más adelante se explicará.

Sin más, espero que disfruten.

Jungkook había crecido en un mundo que para cualquier niño lucía como una utopía; héroes sobrevolando las calles de Corea y protegiendo a los civiles, desde cosas pequeñas como tratar con ladrones, hasta algunas más graves como lo son los villanos de renombre, que cometen actos terroristas y asesinan a las personas en masas.

Incluso con lo peligrosa que podía ser la vida ahí, a final de cuentas para él era un mundo genial donde el sueño de volverse héroes se había vuelto una realidad para todos. O para la mayoría, al menos.

Para él, el mundo era así de impresionante. Y cada día de su vida se dedicaba a manifestar los deseos enormes que tenía por hacer del mundo uno mejor. Quería ser el héroe que le diera a todos la seguridad de que estarían bien.

Al menos era así hasta que llegó a los cinco años y su quirk no se presentó. Esperaron incluso un año más, y nada. Era una persona común y corriente.

Su familia hizo el intento de hacerlo encenderse en llamas como su padre, o mover cosas con la mente, como su madre. Pero nada dio resultado, y fue catalogado como un quirkless.

Aprendió a lidiar con eso y lo dejó ir. Perdió amigos por eso, sí, pero supo cómo empezar a vivir con la realidad de que no iba a poder cumplir su sueño de ser héroe. Como el sueño de cualquier otro niño.

Y creció triste y solitario, con esa idea siempre en mente.

Era la burla de todos, Jungkook notó como pasó de ser el chico adorable que a todos les agradaba, a un idiota al que molestaban. Y comprendió que el mundo estaba más podrido de lo que aparentaba; para los demás un quirk era lo que le daba valor, especialmente si era una asombroso que le permitiría estudiar para ser héroe.

Jungkook ni siquiera tenía un quirk, así que había dejado de intentarlo hace mucho tiempo. Creció acostumbrado al constante abuso por parte de sus compañeros y el rechazo de todos al saber que no tenía un don. Y como si ser quirkless fuera una virus extremadamente contagioso, lo repelían siempre.

Llegó a los catorce años viviendo en ese mundo, un simple estudiante de secundaria que no aspiraba a más que una preparatoria normal, para chicos sin don o con dones demasiado débiles para ser héroes.

Ese mismo día, prácticamente el último de su secundaria, había escuchado a todos hablar de sus aspiraciones: como se esperaba, varios intentarían entrar a UA, la preparatoria que alguna vez fue el sueño de Jungkook.

Y ese mismo día, su vida también daría un cambio total para siempre.

Por la ciudad se había corrido la noticia de un nuevo villano haciendo destrozos por la ciudad, una especie de masa lodosa que mataba a una que otra persona. También se aseguraba a las personas que ya estaba siendo rastreado por los héroes.

Sin embargo, no parecían tener resultados. Ese día, mientras Jungkook regresaba desanimado a su casa, siguiendo el mismo camino de siempre, se lo encontró.

Cruzaba dentro de un túnel que le servía para acortar el camino y una vez estaba a nada de salir de ahí, de la alcantarilla empezó a surgir aquel asqueroso ser viscoso que murmura a cosas y reía. Una sola cosa pudo entender. Recipiente.

Era lo suficientemente inteligente para saber qué significaba. Iba a morir ahí. Su cuerpo temblaba y se había quedado ahí,  pareciendo estar clavado en el piso, se sentía como atado a aquel lugar.

El villano no tardó en rodearlo mientras reía como desquiciado. Murmurando una y otra vez la misma palabra, al mismo tiempo en que hilillos de lodo se comenzaban a filtrar por los orificios de su cuerpo, invadiéndolo poco a poco. Matándolo con una lentitud dolorosa.

Lágrimas comenzaron a brotar de sus ojos achocolatados mientras intentaba gritar sin éxito, solo consiguiendo que más de esa sustancia entrara a su boca. No tardó mucho para que el oxígeno dejara de llegar, haciendo que su cuerpo poco a poco dejase de trabajar. Hasta que los latidos de su corazón cesaron de forma abrupta.

El villano comenzó a reír con furia, jactándose de su nueva víctima mientras sostenía el cuerpo inerte como un trofeo. Por tanto, no pudo prepararse para lo que pasaría después.

Una luz totalmente brillante y cegadora lo abrumó por apenas unos segundos. Suficientes para terminar esparcido por todo el túnel, mientras el chico al que había asesinado se encontraba flotando, resplandeciendo y viéndose un poco transparente, como un fantasma.

Y pronto, sin preverlo, el chico cayó inconsciente nuevamente y sorpresivamente él le sucedió.

Lodo esparcido por todos lados y un chico fantasmal en el medio del túnel. Esa fue la escena con la que se encontró el héroe número uno, quien perseguía el rastro de aquel villano.

Al principio pensó que ver al chico ahí era una especie de castigo por haber sido tan lento, sin embargo, al analizar mejor la situación (incluso si por momentos no se le hacía del todo sencillo) se dio cuenta que probablemente ese era el quirk del chico, uno que nunca había visto antes.

Por tanto, aún si no podía hacer mucho por él, se dedicó a recolectar al villano y cargar al chico hacia un hospital cercano, esperando a que pudiesen entender lo que sucedía con él.

El niño parecía extrañamente liviano en sus brazos y, en el momento en que dejó de sentir el roce de la tela contra su piel, entendió la razón. El chico estaba flotando, como si estuviera en gravedad cero o parecido. Casi como lo haría un fantasma.

Se asustó un poco más, creyendo que sólo era producto de su imaginación que le castigaba por no haber llegado a tiempo. Pero el chico era de carne y hueso, la única diferencia era su aspecto transparentoso y el hecho de que flotaba.

Se convenció a sí mismo de que el niño estaba bien y que, muy probablemente, él haya vencido al villano.

Cuando el héroe llegó al hospital, los doctores no tardaron en correr hacia él a socorrer al chico, y luego de eso todo se volvió un desastre.

La policía llegó luego de unos minutos al hospital y, posterior a reconocer al joven, su madre fue llamada y la mujer pronto estaba también ahí, respondiendo preguntas y esperando alguna noticia de parte de alguien.

Luego de una media hora de numerosos exámenes hechos al chico, los doctores no podían creer lo que sucedía. Jungkook estaba completamente sano, sin ningún daño grave a ninguno de sus órganos, sólo unos cuantos rasguños. Además, poco a poco su color se había ido solidificando y ahora parecía un ser humano común y corriente.

Médicos especializados en el estudio de dones se lanzaron a revisarlo también, descubriendo que aquel era efectivamente su quirk. No sabían mucho más que eso, porque nunca habían visto nada similar, por tanto, sólo quedaba esperar a que Jungkook despertara y hablara acerca de si había descubierto qué le sucedía.

El villano había sido entregado a la policía y el héroe se había quedado junto a su madre a esperar una señal, algo que les indicara que el chico saldría de su estado de inconsciencia.

Fueron horas de total incertidumbre, hasta que la madrugada llegó y con ella el anuncio de que Jungkook había despertado y no dejaba de balbucear incoherencias.

Su madre, acompañada de policías, entró a verlo. La imagen de Jungkook fue impresionante, se veía saludable, pero su piel despedía un sutil resplandor que dejó a más de uno en una sorpresa momentánea.

—No recuerdo mucho —admitió Jungkook, cuando fue cuestionado sobre el accidente. —recuerdo ver al villano y unos segundo después, estaba asfixiándome.

Los uniformados se retiraron poco tiempo después, dejando a Jungkook y a su madre por fin solos, aunque el chico solo se dedicó a dormir por la pesadez en cada parte de su cuerpo. Estaba muy cansado. La mujer observaba impresionada como el cuerpo de su hijo era rodeado por una especie de espectro que cambia entre tonalidades verdes y azules.

Incluso, parecía que este emitía una especie de latido, vibración y algo parecido cada cierto tiempo. Llegó a pensar que todo aquello era un sueño, producto de la negación por perder a su hijo o algo parecido. Pero no, Jungkook estaba ahí.

Horas después, doctores especialistas en el estudio de quirks asistieron a analizar su caso, sorprendiéndose de los resultados que el cuerpo les dio. Había una gran mutación dentro de su sistema, por lo que sus órganos, antes vitales, ahora no eran más que adornos. Su corazón seguía latiendo y él aire seguía entrando a sus pulmones, pero todo eso simplemente por mera costumbre.

Cuando Jungkook despertó, fue una vez más cuestionado.

—Sonará loco —dijo entonces, pasando una mano por su cabeza —pero las horas que estuve inconsciente frente a ustedes, fueron siglos para mí. Me sentía perdido en el vacío, por siglos. Fue extraño. Sin embargo... No aprendí nada.

Luego de aquella afirmación y con autorización de la señora Jeon, los doctores realizaron estudios exhaustivos en Jungkook, logrando concluir dos cosas: era un quirk híbrido y era una mutación nueva.

Resultaba que, entre todos sus poderes, tenía el de atraer objetos como su madre y el de manipular el fuego como su padre, adicionados a muchos otros más. Sin embargo, aún no entendían la naturaleza real de su quirk; no pudieron identificar el detonante de la presentación de este y, sobre todo, no fueron capaces de explicar su nuevo estado físico, que en lugar de carne y hueso, era una especie de fluido que cambiaba de densidad dependiendo de ciertos estados anímicos.

Con los doctores siendo incapaces de conseguir más información y Jungkook asegurando que no sabía nada de su quirk, pronto fue dado de alta y se dedicó a acostumbrarse a su nueva vida tan rápido como le fuera posible.

Le costó un tiempo controlar su gravedad y en semanas pudo volver a caminar, pues se había mantenido flotando. También descubrió que al comer chocolate su cuerpo se solidifica a por completo y que no necesitaba comida o agua para sobrevivir.

Sus ojos brillaban en un color esmeralda la mayor parte del tiempo y se tornaba completamente blancos cuando estaba cansado. El fuego que era capaz de controlar era transparente y con tenues brillos verdes y cada vez era capaz de atraer cosas más grandes.

A pesar de haber obtenido finalmente su singularidad, decidió no comentarlo con nadie y se graduó de su secundaria aún siendo considerado quirkless, aún cuando cada vez controlaba mejor su poder.

Algunas veces, especialmente cuando realizaba alguna acción extraña que claramente no era de ninguno de sus dos quirks, se arrepentía de haber mentido en el hospital. Pero tenía miedo que lo tomarán como rehén para investigar con él.

Durante su inconsciencia, no todo era un vacío infinito. La fuente de su poder estaba ahí, ardiendo con fuerza y consumiendo todo a su alrededor. Durante esos siglos junto a ella, aprendió a conocerla y controlarla. Su quirk era llamado Poltergeist. Una extraña mutación que surgió de tres factores:

Los quirks de sus padres
El tipo de fuego que residía en él  y
Su muerte

Jungkook tomó mucho tiempo para comprenderlo, pero cuando logró dimensionar el poder de su singularidad, todo se volvió mucho más sencillo. Resultaba que su tipo de fuego fue creado a partir de la mezcla de los poderes de sus padres, dándole el poder de piroquinesis. Sin embargo, al estar dentro del espectro de la telequinesis, algo extraño sucedió y el quirk demandó ciertos factores para ser liberado.

En resumen, su muerte. Lo poco que Jungkook logró comprender, es que la mutación es un derivado fantasmal o algo así. Como sea, su cuerpo necesitaba dejar la composición humana normal para evitar que el fuego lo consumiera al ser utilizado. De ahí salió su Poltergeist.

Además de tener la piroquinesis, muchos otras funciones llegaron con su aspecto fantasmal. Se podría considerar un quirk mutante más que uno de emisión, pues presentaba todas las cualidades de ser un espectro.

Atravesar objetos, una especie de sensor de energía que aún necesitaba trabajar pero que funcionaba para localizar personas a su alrededor. Adicionados a esos, tenía una especie de látigos verdes que salían de sus manos y podían tomar cualquier cosa. Se había vuelto alguien completamente poderoso, pero tenía miedo de volverse un experimento o una amenaza.

Tampoco es que planeara ser un villano, pero definitivamente su sueño de estudiar para ser héroe se había acabado hace mucho tiempo.

Así que asistió a una preparatoria normal, con compañeros sin quirk, con quirks débiles o con quirks que a opinión de muchos, no servían para ser héroes.

Yoongi finalmente empezaba sus estudios en UA, luego de haber pasado un sencillo examen de ingreso, por fin estaba pisando aquella escuela de sus sueños.

A paso lento, con el rostro serio, se dirigió hacia su salón mientras a su alrededor observaba la gran diversidad de estudiantes ahí, algunos con aspectos muy interesantes debido a sus quirks. A simple vista, Yoongi siempre se vería como uno más del montón. Su cabello era negro y de rizos alborotados, sus ojos color gris estaban enmarcados en una pestañas lisas y finas que a puras penas se notaban y su piel era pálida, muy muy pálida.

Por mucho tiempo, debido a su complexión delgada y su aspecto debilucho, fue molestado por los demás. Eso fue lo que le impulsó a mejorar su singularidad y entrar a la escuela de héroes con éxito.

Al abrir la puerta 1-A, sus ojos se agrandaron por el desastre que se estaba desatando dentro. Una chica perseguía a un chico con intención de golpearlo, mientras otros discutían a gritos al fondo. Una pequeña sonrisilla se escapó de sus labios y se dirigió a paso lento a un asiento vacío, acomodándose ahí mientras observaba a la ventana.

Aunque su propia paz personal se vio atacada cuando el mismo chico que corría por todos lados, se sentó en el escritorio del frente.

—¡Hola, soy Jimin! ¿Tú eres?

—¡Jimin, ya te dije que dejes de fastidiar a las personas! —gritó la chica desde la otra punta del salón.

—¡No lo estoy fastidiando! —responde con una expresión molesta —¿verdad que no te estoy molestando? —se dirige esta vez a Yoongi, sin embargo no deja que este responda y dice —¡Dice que no lo molesto!

Entonces la chica se acerca a ambos, con una expresión molesta en su rostro. Cuando llega a su lado, le da un zape en la cabeza al otro y observa a Yoongi con una sonrisa.

—Soy Park Jihyo, ¿cuál es tu nombre?

—No le interesa quien seas, noonaaa — canturrea Jimin con diversión, quejándose cuando recibe otro golpe.

—Lamento la actitud de mi hermanito, aún no madura.

—¡Te dije que no me llames así!

—¡Dejaré de llamarte así cuando madures! —responde. Un chico con cabello rosa se acerca entonces a ellos, sonriendo burlón hacia Jihyo.

—Deja de molestar a Jimin, Jihyo. Ve a conseguirte amigas.

—Deja de meterte, Seokjin —masculla la chica y le pellizca el brazo antes de finalmente calmarse.

—Mi nombre es Kim Seokjin, ¿quién eres tú? —pregunta a Yoongi y él finalmente suspira, antes de poder decir su nombre.

—Min Yoongi, un gusto.

—¿Cuál es tu quirk, Min Yoongi? ¡El mío es este, mira! —el animado Jimin entonces libera unas cuchillas de sus manos, moviendolas emocionado.

—Contrólate, Jiminnie. Vas a cortar a alguien —menciona Seokjin y le sonríe a Yoongi. —Mi quirk es motor. Básicamente, soy muy rápido.

—Mi quirk e...

—Nadie te preguntó, Jihyo —responde Jin, ganándose un golpe de parte de Jihyo.

—Mi quirk es creación. Una versión mejorada de la de mi hermano. Cualquier cosa que yo desee, siempre y cuando conozca su estructura molecular, va a salir de mi cuerpo.

—Un quirk perfecto para nerds como tú —menciona Seokjin, riendo. Luego de eso, sólo se pueden ver a ambos correr, Jihyo con la intención de golpearlo.

—¿se conocen desde hace mucho?

—Sí, crecimos los tres juntos. Jihyo es mi melliza. Seokjin la quiere mucho aunque la moleste —se encoge de hombros Jimin, volviendo a ver a Yoongi. —¿Entonces?

—Explosiones —responde finalmente, mostrando como en la palma de su mano se genera una pequeña explosión. —es un híbrido entre los quirks de mis padres.

—Wooow, eso es muy poderoso —comenta emocionado, haciendo sonreír a Yoongi mientras asiente.

—El tuyo también es genial.

—No tanto. No puedo usarlo mucho porque puede ser peligroso —dibuja un puchero —Pero seguro contra un villano súper fuerte funciona de maravilla.

—Imagino que sí —murmura, mientras analiza al resto de su clase. Eran veinte en total, habían más chicos que chicas y todos se veían fantásticos.

Una suave sonrisa se dibujó en sus labios y acabó por despedirse con un gesto de Jimin, pues el profesor había llegado.

Luego de todos haberse presentado, rápidamente se colocaron su ropa deportiva y se dirigieron a la primera prueba, la demostración de sus quirks.

Aunque Yoongi no lo demostrará, todos le parecían impresionantes y realmente estaba emocionado de estar estudiando ahí. Y, por sobre todo, deseaba acercarse cada vez más a ser el mejor héroe de Japón. Por eso debía trabajar duro todos los días.

Soltó un suspiró mientras observaba al cielo, a punto de retirarse de la escuela. Debido a que estaban en un terreno apartado de la ciudad, la calma era increíble. Casi nunca sucedía algo malo cerca de aquel territorio.

Casi.

Un estruendo se escuchó en el interior del bosque, por lo que todos los protocolos se activaron al instante y los profesores se prepararon para atacar a cualquier intruso. Sin embargo, no fue necesario.

Desde el lugar donde Yoongi estaba, se logró apreciar un pequeño resplandor verde que luego acabó por tomar forma de fuego. Pensando que era un villano, muchos corrieron hacia el origen de este, encontrando en cambio a un criminal de los más buscado, noqueado y rodeado de aquellas llamas que, increíblemente, no quemaban el pasto.

No había ningún héroe cerca, lo que pareció extraño, pero sin importancia porque el criminal estaba ya ahí, atrapado.

Yoongi, que había seguido a los héroes profesionales por curiosidad, se encontraba viendo en todas direcciones, buscando cualquier rastro que indicara hacia donde se fue el otro individuo.

Al alzar la mirada, pudo ver en la copa de un árbol una sombra con dos puntos resplandeciendo en verde. Se sorprendió por un momento, suficiente para que aquella presencia se escabullera e hiciera que Yoongi se preguntara si realmente había visto bien.

Con aquella duda carcomiendo su cabeza, finalmente se dirigió a paso lento a su casa, mientras recordaba aquellas luces esmeraldas.

Esa misma noche, en el programa de noticias, hicieron un breve reporte del accidente cerca de UA y, quien venció al villano, se identificó como un posible vigilante.

Loa vigilantes conocidos era bastante escasos en ese momento, pues la mayoría de personas confiaban en los héroes para protegerlos. Sin embargo, aquellos que se convertían en vigilante no tardaban en ser atrapados y arrestados.

Yoongi se preguntaba si eso era justo. ¿Hacer actos heroicos está mal? Si no hay un héroe cerca, ¿qué se podría hacer? Siempre había tenido esa especie de debate mental sobre si eran correctas o no las acciones de los vigilantes.

Con lo sucedido hoy, queda claro que nada llegó a un daño mayor gracias al supuesto vigilante. Así que, ¿tan malos eran?

Jungkook observó con la ceja alzada la televisión mientras cenada, donde hablaban del supuesto nuevo vigilante. No era nada muy interesante, porque aún no tenían suficiente información suya, pero ya era algo de lo que hablar por todos lados.

Dejando su comida de lado, se levantó y se dirigió a su habitación entre quejidos, tenía cosas que hacer. Mientras se sentaba en su silla y observaba los pósteres de bandas en su habitación, su mente comenzó a divagar en busca de un traje que pudiese proteger su identidad.

Nunca había sido fanático de los vigilantes, porque su sueño había sido ser un héroe por mucho tiempo, incluso entrenando en muchas artes marciales como el karate, kendo, taekwondo y boxing a lo largo de su vida para ser alguien fuerte; sin embargo, todo se vio roto demasiado temprano.

Pero ahora que tenía un quirk muy poderoso, quizás fuese una buena idea intentar usarlo para el bien. Incluso si fuese ilegalmente.

Sin pensarlo mucho más, tomó su cuaderno de dibujos y comenzó a bocetear algunas ideas mientras tarareaba aburrido. Mientras pensaba y pensaba, las horas pasaron y cuando menos se dio cuenta, ya eran cerca de la medianoche.

Con pereza se movió hacia su cama y pronto cayó completamente rendido, aún con su mente llena de ideas sobre lo que podría ser.

Cada noche, Jungkook solía soñar con su quirk, no era extraño encontrar una forma de comunicarse con él. Sin embargo, esa noche fue distinta. Jungkook tuvo un sueño demasiado vívido con él. No recuerda demasiado, pero despertó a las cuatro de la mañana con su cabeza dando vueltas y su almohada levemente quemada por el fuego, además de su respiración agitada.

Suspiró con cansancio y alborotó su cabello mientras pensaba nuevamente, decidiendo finalmente que iba a fortalecer ese quirk mucho más para entenderlo por completo. Iba a convertirse en un vigilante.

Al día siguiente, Jungkook no se presentó a estudiar y en cambio acabó en un mall para comprar una máscara y uno que otro detalle que pudiese ser funcional para su traje. Su disposición para convertirse en vigilante era cada vez más fuerte, por lo cual trabajó varios días en un diseño que le permitiera esconder su identidad.

Y, una semana después, finalmente empezó su primer patrullaje. Vestido completamente de negro, con unos guantes que alcanzaban sus codos y dejaban sus dedos libres, unas botas, además de una serie de cinturones que rodeaban sus muslos y pecho, de los cuales se sostenían cuchillos y dos katanas en su espalda; sumado a eso, una máscara sencilla cubría su boca.

Una vez ya listo, y satisfecho con el resultado, salió por la ventana de su habitación en dirección a los techos de los edificios, por los cuales se movió con agilidad mientras observaba el panorama.

Pronto, visualizó a un villano menor intentando atacar a alguien, por lo cual con prisa bajó y, sin pensarlo mucho, golpeó con una patada, dejándolo casi noqueado.

La persona atacada, comenzó a llamar a la policía luego de eso y, cuando las sirenas se escucharon cerca, Jungkook se retiró tan rápido como llegó.

Esa noche, sucedieron otros accidentes menores con pocos testigos, pero que fueron suficiente para identificarlo y hacerlo aparecer al día siguiente en las noticias, siendo un vigilante confirmado.

—¿Escucharon sobre el nuevo vigilante? Algunos dicen que es el mismo que venció al villano aquí —preguntó Jaebeom, el chico con el quirk de duplicar personas.

—Sí, venció a muchos villanos pequeños anoche, no sería extraño que fuera el mismo. Es muy fuerte —Jimin lucía muy emocionado mientras hablaba.

—No olviden que es un vigilante —mencionó con tono aburrido Taehyung, el antipático chico medio frío - medio caliente.

Todo el salón estaba ensimismado en el tema, hablando de él como si fuera un héroe cuando en realidad, y por mala suerte, para la jurisdicción era un criminal, aunque hasta ese momento ningún testigo había confirmado el uno de ningún quirk, sino que parecía ser pura fuerza bruta.

—Deja de ser un aguafiestas, Taehyung. Ese chico es genial —Hoseok, el chico con el quirk de electricidad, le respondió; era el único que soportaba la actitud distante del bicolor, así que siempre andaban juntos. En todas partes.

—No soy aguafiestas. Soy realista. Probablemente a nuestro maestro no le agrade que admiren a un vigilante.

Todos guardaron silencio ante ese dato, pues tenía toda la razón. Eran estudiantes a héroes, se suponía que debían estar en contra de aquella realidad.

Yoongi observó con interés como todos callaron ante aquel comentario, volviendo su mirada luego hacia su cuaderno, donde tenía dibujado la descripción que se había dado del vigilante.

No podía mentirse a sí mismo, tenía mucho interés por el vigilante; así que seguramente, en poco tiempo se convertiría en un fanático de él. Así es como era.

No es como si eso lo apartaría de ser un héroe como tanto deseaba. Más bien, veía a los vigilantes como personas fuertes. Y él quería volverse fuerte.

Una semana después, los estudiantes de la clase 1-A,se dirigían a un entrenamiento especial de rescate en la USJ, un complejo especializado en desastres naturales.

Durante el camino, todos hablaban entre sí y comentaban lo mismo de siempre, el vigilante que cada día se volvía más famoso.

Ni siquiera UA pudo callar la curiosidad de sus alumnos, por lo cual los maestros escuchaban durante todo el día comentarios, ya sea positivos o negativos, sobre ese chico.

Pronto, llegaron al lugar y se apresuraron a entrar, admirando la forma en que todo estaba construido. UA era como un sueño.

Por otro lado, Jungkook se había quedado dormido esa mañana y había perdido las clases. Así que, sin mucho que hacer en casa, se colocó su ropa de vigilante y se dirigió a los callejones de la ciudad, golpeando a uno que otro criminal por el camino.

En un callejón, observó con curiosidad como un grupo de personas que parecían ser villanos, se reunía en una especie de bar abandonado.

Con sigilo, se mantuvo escuchando sus murmullos hasta lograr identificar algo que lo alarmó y lo puso en movimiento al instante.

Mientras Jungkook corría, en USJ aparecía un gran número de villanos a través de un portal negro.

Los maestros comenzaron a luchar, protegiendo a sus estudiantes, que poco después fueron separados por ese mismo portal extraño.

Muchos comenzaron a luchar con el objetivo de vencer a los villanos y poder ir a ayudar a su profesor.

Mientras quien era la mente maestra de ese grupo aparecía en compañía de un monstruo gigante, Jungkook entraba por el techo, desenvainado sus katanas y apuntando de una vez al cerebro expuesto de aquella cosa extraña, quien cayó unos segundo después de ser vencido.

El villano, que estaba cubierto de manos, los héroes que estaban presentes y los estudiantes, miraron sorprendido a Jungkook, mientras este utilizaba su telequinesis para mover lejos al profesor malherido y amenazaba al criminal con su katana.

Este, al verse acorralado, no perdió el tiempo en retirarse por el mismo lugar por donde había llegado. Segundos después, los demás profesores de UA hicieron su acto de presencia en el lugar, al mismo tiempo en que Jungkook desaparecía bajo la atónita mirada de todos.

Desde ese día, toda la clase 1-A se convirtió en fanáticos de Jungkook. Incluso Taehyung. Y desde ese día, su popularidad alcanzó la de los héroes del top 10.

Con el pasar de los días, Jungkook se fue volviendo más y más popular, a medida que vencía a villanos más y más peligrosos. Así como se volvía más popular y su imagen rondaba por todos lados, así mismo se convirtió en uno de los vigilantes más buscados por héroes y policías, los únicos que lo veían como un dolor de cabeza.

Jungkook se fortaleció cada vez más pero, contrario a lo que se pensaría, comenzó a hacer uso de sus quirks de vez en cuando, haciendo que los rumores de sus numerosas singularidades se esparcieran como pólvora.

La gente dejó de verlo como un vigilante, y comenzaron a llamarlo héroe. Incluso le dieron un nombre, que Jungkook acabó por tomar como suyo: Zero.

Sus patrullajes se volvían cada vez más beneficiosos, más eficientes a medida que las semanas y meses pasaban. Zero era el nuevo símbolo de protección para todos los surcoreanos. Y él tomaba muy enserio el cargo que le habían asignado.

Era finalmente vacaciones de verano y ese día, se conocía que los estudiantes de UA de primer año irían a un campamento de entrenamiento. Jungkook lo había escuchado de uno de los estudiantes, así que no tardó en posar sus ojos en la liga de villanos, que cada vez parecía reunir más fuerzas.

Estuvo patrullando alrededor de ellos por varios días, siguiendo a algunos de los miembros que parecían ser los más fuertes. Intentaba encontrar algún indicador de que tuvieran un plan contra los estudiantes en marcha. Pudo llegar a controlar otros de sus quirks que le fueron de ayuda para el espionaje y pronto obtuvo la información que necesitaba: planeaban atacar en el campamento.

Intentó encontrar algún medio para informar a los profesionales, pero no quería poner en riesgo su identidad, por más egoísta que sonara, por lo que ingenuamente decidió seguirlos en su camino al campamento, velando por ellos en todo momento.

Se mantuvo en constante movimiento, analizando los alrededores y riendo de vez en cuando por ejercicios de fortalecimiento de los estudiantes. Desearía poder haber estado ahí.

Durante una de las noches, mientras realizaban un juego para ver quién tenía más miedo, ocurrió el esperado ataque. Jungkook observó cómo intentaban secuestrar a una de las heroínas profesionales, por lo que bajó de un salto del árbol en el que se encontraba y atacó al villano con su katana, sin piedad alguna.

La mujer estaba viva, pero inconsciente, por lo que la dejó al cuidado de algunos estudiantes y se dedicó a seguir patrullando por la zona, buscando otros villanos.

Mientras caminaba por lo alto de los árboles, divisó a lo lejos como un villano se enfrentaba al niño que acompañaba a las heroínas. Con preocupación, avanzó hasta aquel sitio y cuando logró alcanzarlo, lo apuñaló con ambas katanas, dejándolo mal herido.

Cayó frente a él de cuclillas, protegiendo al niño a sus espaldas. Lo estuvo observando por un momento, esperando a que se levantara o algo más, aprovechando ese momento para alejar al pequeño de ahí. Cuando aquel villano finalmente se alzó contra él, fortalecido, tuvo que hacer uso de todas sus habilidades para terminar de vencerlo. Con agilidad esquivaba sus golpes y lo apuñalaba, usaba también su piroquinesis para mantenerlo contenido.

Minutos fueron suficientes para que el villano cayera vencido. Con velocidad, Jungkook corrió y cargó al niño, huyendo del lugar con prisa.

El niño lloraba aferrado a él mientras se adentraban al bosque.

—Eh, pequeño —murmuró, llamando su atención cuando reconoció a otros dos villanos hablando entre sí.

Sintió como él niño alzaba la mirada hacia él, su mano inconscientemente acarició su cabello.

—Voy a dejarte aquí, debes correr lo más rápido que puedas y aferrarte al primer estudiante que veas, ¿está bien? —sonrió detrás de su máscara cuando el niño asintió y finalmente lo dejó ir, observándolo hasta que desapareció de su vista.

De un salto, subió a las copas de los árboles y atacó a ambos villanos de una vez, noqueándolo.

Al final de la noche no se sabía la razón detrás del ataque, pero gran parte de los villanos fue vencida por el vigilante Zero según estudiantes que fueron testigos, y una heroína y un niño fueron salvados por él. Sin embargo, cualquier rastro de él se esfumó antes de que pudieran siquiera saber que estuvo ahí.

Esa noticia se esparció como fuego por la ciudad; todos veían a aquel vigilante como un verdadero héroe, más aún porque no hirió a muerte a ningún villano.

El apoyo al vigilante Zero incrementó tanto, que incluso llegaron peticiones por montones para otorgarle al chico una licencia de héroe y retirar los cargos por el uso ilegal de su quirk.

En paralelo a todo ese revuelo por el vigilante, Jungkook caminaba como casi todas las mañanas hacia su preparatoria, aguantando la risa al verse a sí mismo por todos lados.

Nunca creyó que iba a terminar por ser tan relevante para la sociedad, y ahora estaba ahí, tapizando cada pared de la ciudad. Con una sonrisa suave observó su mano mal herida, vendada y escondida bajo un guante. La noche anterior, había peleado con un tipo que sacaba cuchillas de su cuerpo y con una especie de droga se había fortalecido.

Ese mismo día, probablemente se dedicaría a investigar en el bajo mundo la distribución de aquella droga fortalecedora de quirks. Y se había prometido a sí mismo que cuando descubriera qué era eso, iba a reportarlo con los profesionales y no iba a pelear por su cuenta.

Caminaba distraído, su mente maquinando planes para esa tarde, por lo que no notó al chico que estaba frente a él hasta que terminaron por chocar.

Tenía el cabello rizado y esponjoso, ojos grises y el uniforme de la UA. Jungkook se sonrojó avergonzado y bajo la mirada, rascando su nuca.

—Discúlpame —murmuró, haciendo una pequeña reverencia. —No veía por donde iba.

—No es nada, yo también estaba distraído.

Ambos se observaron a los ojos y sonrieron avergonzados.

—Bien, debo irme o llegaré tarde —murmura Jungkook y simplemente agitó levemente la mano antes de retirarse a paso rápido.

Yoongi sólo pudo sonreír mientras lo observaba retirarse.

Esa semana, los alumnos de UA de primer año comenzaron unas pasantías en agencias de héroes, por lo cual muchos comenzaron a trabajar de patrullaje por la tarde y la noche.

Mientras los numerosos héroes, estudiantes y profesionales, realizaban patrullajes por la ciudad, Jungkook se dedicaba a seguir a aquellos que repartían la droga.

Pronto, sin mucho problema, pudo llegar al origen de todo eso; una casa grande en una zona de hogares, que se rumoreaba pertenecía a una porción de la mafia japonesa Yakuza que había sobrevivido en el bajo mundo de Corea.

Durante la noche de ese día, atacó a uno de los vendedores y robó toda la droga que transportaba.

Al mismo tiempo, Yoongi se encontraba con una niña pequeña, cruelmente lastimada, que huía de un hombre con una máscara extraña. Hizo todos sus intentos por llevársela, pero lo mejor era no atacar sin ningún plan, incluso si dejarla ir le rompía el corazón.

En los días siguientes, un gran número de héroes armaba un plan para rescatar a la niña mientras Zero se mantenía vigilando la zona alrededor de aquella mansión. Había optado por patrullar incluso en luz, ya que días anteriores se había estado encontrando con el estudiante de la UA, Yoongi, durante las noches.

Esa misma noche, se dirigiría a la empresa del héroe que, según había escuchado, estaba detrás del caso de una niña que parecía estar relacionada con las drogas, pero de la cual no tenían prueba.

Cuando el sol comenzaba a caer, afianzó la mochila con las pruebas en su espalda y comenzó a viajar a través de las azoteas hacia el edificio de Sir. Nighteye.

Al notar una ventana abierta, entró ahí antes de siquiera dudarlo un poco. Probablemente la salud y vida de una niña estaba en riesgo, así que en ese momento realmente no le importaba acabar en la cárcel de por vida.

En aquel salón, todos se colocaron alerta. Había una reunión, con profesionales y algunos estudiantes. Pudo reconocer ahí a Yoongi.

Incluso si todos le apuntaban a atacarlo, avanzó a pasó decidido hasta Nighteye y, quitándosela la mochila, la entregó.

—Robé esas drogas a uno de los traficantes —explica. Su voz. Se escucha ahogada debido a la máscara. —Espero sirva de algo. He estado vigilando la mansión en la zona urbana, estoy seguro que Chisaki vive ahí. No he visto a la niña, pero si él está ahí, probablemente la pequeña también.

Todos lo observaban sorprendidos. El dueño de aquella empresa se apresuró a sacar aquellas pruebas y las mandó con rapidez a un laboratorio que hiciera trabajos veloces.

—Sabes que eres un criminal, ¿verdad? —preguntó entonces el hombre, observando al vigilante que se mantenía a una distancia prudente de él. El contrario sólo asintió.

—Conozco mis pecados. He sido egoísta en el pasado, al querer salvarme el pellejo. Pero una niña está en peligro esta vez, pueden darme cuanta cárcel quieran.

Todos le observaron en silencio. Su voz se escuchaba demasiado decidida, por lo que otro héroe intervino.

—Ha sido de ayuda, Sir. Por ahora, déjalo ir. Tal vez ayude a vencer a Chisaki.

Los puños de Yoongi, que observaba todo en silencio, se apretaron. Incluso después de que él salvara a muchos héroes y civiles, ¿aún así lo seguirían tratando como criminal? Todo lo qu e hace, el arriesgar su vida, es digno de admiración.

—Sería un honor para mí que mi último trabajo fuera para salvar a la pequeña.

Y luego de esa charla, se decidió. Los héroes se unirían a Zero para vencer a Chisaki y salvar a la pequeña niña.

El día de la misión todos se reunieron desde muy temprano para repasar el plan, Jungkook se hallaba en el techo de una casa cercana observando todo movimiento mientras escuchaba a través del auricular que le habían dado las órdenes que se comenzaban a dar.

En pocos minutos, los miembros de la mafia comenzaron a salir y pelear, Jungkook ayudando desde lejos con sus látigos y su telequinesis, abriendo el paso para el grupo principal.

Cuando notó que la mayoría estaban contenidos, siguiendo el plan se dirigió hacia el interior, avanzando por las sombras mientras cuidaba que todo estuviera en orden.

Poco a poco, los héroes se fueron quedando atrás con el objetivo de retener a los enemigos, Jungkook, Eraserhead, Yoongi y Nighteye eran los únicos que quedaban. Jungkook utilizó su poder de localización y avanzó velozmente hacia Chisaki, quien escapaba con la niña y alguien más.

Los otros tres intentaban seguirle el paso, pero pronto lo perdieron.

Un minuto después, Jungkook noqueaba al acompañante de Chisaki y con sus látigos tomaba a la niña, afianzándola a su espalda justo después de desenvainar sus katanas, comenzando a atacar al Yakuza, que con su poder se regeneran a cada herida.

Jungkook hacía lo posible por luchar desde lejos, intentado proteger a la niña a toda costa, al menos hasta que los demás llegaran. En el momento en que sus armas fueron reducidas a trozos de hierro, llegaron los demás y con velocidad Jungkook dejó a la pequeña en brazos de Yoongi, sorprendiendo a los demás cuando comenzó a arder en fuego transparente con destellos blancos mientras levita a y, con toda la velocidad que pudo, empujó a Chisaki hacia el techo, saliendo al exterior con él mientras esté era incapaz de evitar el daño hecho por el fuego.

En poco tiempo, quedó inconsciente con quemaduras bastante graves y Jungkook cayó de rodillas, gritando de dolor mientras el fuego -que estaba siendo más poderoso de lo que alguna vez había usado- quemaba su ropa, su máscara y su piel. Cuando todos llegaron donde él estaba y Eraser pudo borrar su quirk, su cuerpo estaba solo cubierto por su pantalón y su rostro estaba al descubierto, con algunas quemaduras bastante serias.

Los ojos de Yoongi se agradaron y llenaron de lágrimas al reconocerlo. —Jungkook... —murmuró, mientras abrazaba a la niña que lloraba contra su pecho.

Minutos después, Zero era conducido hacia un hospital de emergencia mientras se confirmaba su identidad y su quirk.

La Yakuza fue completamente desmantelada y llevada a la cárcel, los héroes habían ganado; pero para todos, la victoria que se les atribuía era agridulce. El verdadero héroe era Zero, quien estaba inconsciente esperando a un milagro para sanar.

Eri, la pequeña rescatada, insistía en verlo y curarlo, pero no podía arriesgarse a que su singularidad se descontrolara, por lo que todos los día Recovery Girl asistía a tratarlo.

Yoongi también lo visitaba diariamente, tomando su mano y esperando cada día a que despertara. Tenía que volver a ver los ojos del chico que admiraba y que le gustaba.

Así que todos estuvieron así por un tiempo, esperando a que Zero regresara.

Una semana después, finalmente sucedió. Jungkook despertó y una vez se confirmó su estado, fue interrogado por héroes y policías; sus razones y el misterio detrás de su quirk fueron resueltos. Incluso se anunció que Zero estaba en custodia policial y pronto habría un juicio para dictar su sentencia.

Cada día que pasaba Jungkook esperando salir para ir a la cárcel, Yoongi iba a verlo y hablar con él. Estaba feliz de tener un amigo y siempre que se retiraba le pedía que se convirtiera en un gran héroe como si fuera la última vez que se vieran.

Muchos ciudadanos y héroes, descontentos con la decisión de la policía comenzaron una campaña para borrar todos los cargos del vigilante y darle una oportunidad como héroe.

Por mucho tiempo la policía mantuvo un silencio absoluto, al menos hasta que les llegó aquella oferta. La academia UA ofreció aceptar a Jungkook como un estudiante para educarlo como héroe y hacer que consiguiera su licencia.

Claramente, el chico tenía suficiente experiencia, pero por su edad y como una forma de pagar sus crímenes, la UA tendría custodia de él durante ese tiempo a cambio de perdonar todos sus cargos.

Jungkook aceptó y la policía también. Así que una vez salió del hospital, empezó una nueva vida como estudiante en la prestigiosa escuela, alma mater de muchos héroes grandes.

Yoongi, feliz de tener su compañía, se volvió más cercano a él y le presentó a sus caóticos compañeros.

Fue cuestión de meses para que ambos, Jungkook y Yoongi comenzaran una relación.

—Jungkookie —llamó Yoongi, que lo abrazaba por la espalda con una sonrisa.

—¿Mhm? —preguntó adormilado, feliz por los mimos que recibía.

—Te quiero mucho, mucho —responde y besa levemente su cuello, riendo cuando el contrario se estremece por el beso.

—Y yo a ti, Yoongi. Gracias por cambiar mi vida para mejor.

que final más soso😭

llevó escribiendo esto más de un mes y queriendo publicarlo por otro buen rato también 😩 son casi 7,000 palabras. Quería subirlo para el 27/3 que estrenaban la quinta temporada, pero ya que no pude lo subo ahora que acaban de subir capitulo del manga y estrenar otro episodio del anime.

Espero les guste y no les haya parecido aburrido. Es un poco diferente, no hay tanto romance 🤔 pero realmente tenía ganas de escribir algo así.

Espero lo hayan disfrutado, nos leemos prontito. 🥺💜

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