Volvió a escuchar el sonido del reloj, el mismo que le habia estado atornentando dias atras, a lo lejos podía escuchar lejanamente el sonido de las manecillas moverse lentamente, como una advertencia silenciosa de lo que podía pasar a continuación. Con los ojos completamente abiertos, miro a su alrededor, podía reconocer el sombrío lugar y parecía estar nuevamente atrapada en la otra dimensión.

"No otra vez, no por favor" pensó con terror.

Con los huesos llenos de miedo, trato de huir pero sus pies no respondían ante ella, quiso abrir su boca para soltar un grito pero esta tampoco podía responderle. Con esfuerzo trataba de moverse, de sacudir su cuerpo de esa pesadilla viviente que volvía a poseerla. Necesitaba despertar su cuerpo, necesitaba correr, necesitaba a Eddie.

Como si le hubieran dado un empujón, cayo al suelo y de pronto estuvo frente a una lápida en el cual yacía su nombre. Negó con su cabeza al cerrar sus ojos, no quería mirar a su alrededor, aún de rodillas no queriendo ver lo que le había atormentado anteriormente.

"Chrissy..." escucho como una tenebrosa y profunda voz pronunciaba su nombre, llamándola. Y la reconoció, sabia a quien pertenecía esa voz y su cuerpo se crispo de miedo como un gato asustado. No podía moverse, ahora ninguna parte de su cuerpo parecía querer moverse, aunque su cerebro le decía que huyera y corriera lejos de ahí. "Sabes que no puedes huir de mi"

Cada vez lo sentía más cerca, cada vez sentía más cerca su final. Volteo su rostro esperando encontrarse con Vecna una vez más pero ya no estaba. Volvió a mover su cabeza hacia el frente y en un momento ya lo tenía frente suyo y grito con todas sus fuerzas, escuchando su propia voz antes de set tomada por las garras del monstruo.

Y despertó, aún gritando más fuerte que nunca y con lágrimas empapando sus mejillas sin poder creerse que estaba viva todavía.

"¿¡Chrissy, estas bien?!" Escucho la voz alarmada de su novio, corriendo para acercarse a su propia habitación. Al momento de entrar se abalanzó hacia  la rubia, refugiándose entre sus brazos cálidos aún llorando y balbuceando cosas sin sentido. "Tranquila, princesa, estas bien, estas aquí, no paso nada"

Podía escuchar como repetía las mismas palabras de forma calmada mientras seguía abrazándole con fuerza. Pasaron minutos donde Chrissy comenzó a respirar más lento cada vez, podía sentir como su corazón volvía a su movimiento normal y sus lágrimas se calmaban. Aún aferrada a la camiseta de Eddie, respiro su aroma y gracias a ello pudo empezar a pensar con más claridad y dispersar de su mente la horrible pesadilla que había tenido momentos atrás.

"¿Ya estas mejor, nena?' Sin querer hablar, Chrissy asintió de forma lenta, pero aún no quería que Eddie la soltara así que cuando el mayor trato de alejarse ella negó con la cabeza de forma rápida casi asustando al de cabello largo. "Hey, hey, tranquila, aquí estoy, no me iré a ninguna parte, ¿de acuerdo?" Sintió como depositaba un beso sobre su cabello.

Se recostó lentamente sobre la mullida cama, llevándose a Chrissy junto con el, acomodando a ambos para estar juntos y envueltos en un abrazo. La rubia se acercó aún más hacia su pecho sintiendo su calidez sobre su ropa. Ya mas calmada, alzo su rostro para mirar a Eddie a la cara, este le observaba con sus grandes ojos cafes, transmitiendole paz y cariño a través de ellos.

"Perdón si te asuste" su voz sonaba débil, casi pudo escuchar como temblaba. "Pensé que... pensé que yo"

Eddie negó, sin dejarle terminar. "Estas aquí, sigues aquí Chrissy" acerco su rostro, hasta que sus narices se rozaron "sigues aquí conmigo" y deposito un suave beso sobre sus labios, uno lento y lleno de amor que le hizo suspirar a través de su boca.

"Eddie..."

"¿Si, princesa?" Chrissy sonrío un poco escuchando una vez más ese apodo, le encantaba que Eddie le dijera de esa manera. 

"¿Puedes... puedes hacerme olvidar?" El castaño le miró, un poco preocupado "solo quiero...necesito sentirte" se corrigió un poco vacilante, mirándole a los ojos con suplicio.

Eddie sonrío "yo siempre te necesito a ti, Chrissy"

La rubia sonrío antes de fundirse en un beso mucho más prolongado con su novio, dejándose llevar por las emociones fuertes de su cuerpo. Podía sentir su cuerpo lleno de calidez y sabia que era porque estaba completamente enamorada de Eddie Munson.

No sabría que habría sido de ella si Eddie no hubiese llegado a su vida nuevamente, si Vecna se la hubiera llevado le habría arrebatado todos esos momentos que llego a tener junto con su novio. Se sentía agradecida con los amigos de Eddie y con el mismo, ahora podía ser plenamente feliz. Podía superar sus miedos y traumas, sabia que podía superar esos momentos y sucesos tan horribles en su vida. Ya no estaba sola.

Y ahora más que nunca, entregada en sus brazos con besos largos y caricias firmes y suaves pudo sentirse completamente segura. Estaba bien, estaba viva y lo más importante, estaba con Eddie Munson.