XVIII

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—Tranquilo, cerdito...—Yurio volvió a poner el paño frío en la frente del acalorado japonés, recibiendo un pequeño quejido como respuesta. El celo le había llegado con fuerza, golpeando y desestabilizando todo su autocontrol.

Necesitaba de su pareja, pues su alma reconocía la cercanía de Viktor.

—Yuri...trae a Viktor. —Pidió por décima vez el joven de cabellos negros en un susurro necesitado, no sabía si era su omega o él quien hablaba, pero ambos estaban de acuerdo con el hecho de que querían al platinado a su lado. — Por favor...

—No puedo, llevan un día como pareja...te marcará. —En el rostro del rubio se reflejaba perfectamente lo angustiado que se encontraba, sabía que por un lado lo mejor era llamar a su hermano y que Yuuri pasara el celo con su destinado, pero por otro lado no quería que el cerdito fuese marcado solo por el celo.

—Yuri...Trae a Viktor a mi lado, te lo suplico. —El ruso quedó sorprendido cuando su instinto de sumisión le hizo obedecer, aunque era diferente a cuando un alfa usaba su "voz", esta era cálida y gentil. Por voluntad propia quería obedecer.

Viktor se encontraba terminando de ordenar sus papeles de la manada en su maleta pues dejaría que Yuuri ocupase su hogar mientras su celo pasaba y él se iría a algún hotel durante esos días. No quería arriesgarse a saltar encima de su novio. No cuando llevaban horas correspondiéndose.

El dulce aroma de su omega estaba causándole grandes estragos pero tampoco era como si fuese a irrumpir en la habitación y tomar el bello cuerpo de su destinado, más quería estar con él aunque fuese en el mismo cuarto.

—Viktor, Yuuri me pidió que te llevara con él. —Su hermano apareció en la puerta de su despacho con una expresión entre adormilada y relajada. El albino se quedó en silencio hasta que asintió, si su Yuuri realmente lo necesitaba simplemente no podía dejarlo sufrir solo.

O al menos eso se repetía en su mente.

—¿Tú qué harás, Yuri?

—Creo que...me iré a dormir.

De acuerdo, eso desconcertó aún más a Viktor que sin más, intuyendo que algo le dijo o hizo el japonés con su hermano y tomando todo el valor que tenía, entró a su habitación. Por alguna razón, cuando llegó con Yuuri de la ciudad, lo primero que hizo el japonés fue buscar la habitación de Viktor e instalarse allí como si de su propia casa se tratase.

El peliplata casi se le arranca el corazón por la garganta al ver el precioso nido que Yuuri formó con alguna de sus prendas que, seguramente, sacó del armario pero que conservaban su aroma.

—Es...la primera vez que hago un nido, no sé si está bien o...—Murmuró entre jadeos reprimidos el pelinegro arreglándose las gafas mal puestas ya que se sentó en medio de su nido en espera de su pareja.

—Es perfecto, precioso..., ¿Me permites entrar? —El japonés le hizo una seña para que esperara. Viktor notó extraño el no percibir las feromonas de apareamiento de su omega y en parte se preocupó, si bien sabía que su pareja era "especial", eso iba más allá. Quizá Yuuri no podría concebir. Y eso en parte le rompió el corazón de sólo pensarlo. — ¿Tú estás bien...?

—Viktor...no puedo más...quise reprimir mis feromonas porque quería estar contigo, pero...—Cuando Yuuri soltó un pequeño y adorable jadeo en conjunto con un ligero arqueamiento en su espalda fue que Viktor lo comprendió.

Yuuri reprimió sus feromonas para pasar el celo a su lado.

—Yuuri...

—Sé que lo que te pediré es casi imposible...pero por favor no me marques...sólo quiero sentir tu aroma mientras mi celo termine...—En espera de la respuesta de su compañero, Yuuri se hundió más en el mar de prendas del albino para reprimir sus más bajos deseos.

Los ojos de Viktor brillaron de emoción, su precioso y tierno omega confiaba tanto en él como para pedirle pasar su celo con él, aún sabiendo que su lobo podría traicionarlo y saltar directamente al cuello de su amado. Pero no, Viktor no lo haría.

Porque ambos querían hacer las cosas bien.

Porque ambos querían enamorarse sin depender de sus almas destinadas.

—¡Otabek, que sorpresa! —JJ se rió mientras peinaba sus cabellos hacia atrás. Ambos castaños se encontraron en una calle cercana al hogar del Alpha, JJ buscaba un regalo para su omega y Otabek, luego de encender su móvil, leyó los mensajes de Yuri así que se dirigió inmediatamente a su hogar para velar por la seguridad de su amigo.

—Suficiente tengo con verte en el trabajo. —Bromeó el kazajo mientras negaba con la cabeza.

—Me dueles. En fin, ahora que te veo, ¿Puedes entregarle algo a la gatita por mí? —Otabek alzó una ceja y es que aún no se acostumbraba a que su jefe y amigo llamase así al rubio. El kazajo asintió y en sus manos recibió un viejo libro que se veía bastante bien cuidado. — Isabella se lo pidió a Yuri hace unos días para leérselo a los niños del hospital, ¿no es linda mi prometida?

—Es un lindo gesto. —Otabek ojeó el libro escrito en ruso y aunque nada entendió, sentía que era algo importante. — ¿De qué trata?

—"La leyenda de Eros y Ágape", se dice que fueron los primeros cambiaformas de la historia. Mejor dicho Ágape a causa de una terrible maldición. Antes, los humanos dependían de los dioses para encontrar a su destinado, pero gracias a las acciones de Eros, la destinada de Ágape, ayudaron a las personas a convivir con sus almas y enseñarles a confiar en su instinto. —Dramatizó el canadiense con una enorme sonrisa. — Es una historia maravillosa con un trágico final.

—¿Eros...? —Otabek estaba más que sorprendido, aún recordaba con claridad la noche de "sonambulismo" de Yuuri, presentándose como Eros. — ¿Cómo que trágico final?

—Eros tenía tres hermanos mayores, dos de Afrodita con un dios desconocido y el primer hijo de Hera, también se dice una criatura acompañaba a Eros a modo de protección y que, cuando a esa bestia le dieron un alma para que encontrara a su pareja, se convirtió en el hermano menor de Eros, Storge, aunque se le conocía como Corban.

—¿Y eso qué tiene que ver con lo del final trágico? —El corazón de Otabek estaba al borde del colapso de lo rápido que latía. Será posible...

—La leyenda dice que uno de ellos, sin contar a Storge, traicionó a Eros y asesinó a Ágape luego de que Eros y él unieran sus almas. —JJ hizo una pausa y sonrió un poco entristecido. — Eso conllevó inmediatamente a la muerte de Eros junto con el bebé que yacía en su vientre.

No puede ser...

—Vi-Viktor...—El jadeo que soltó el japonés fue amortiguado por el hombro semi descubierto del ruso mayor.

Ambos se encontraban en medio del nido, con Yuuri sentado a horcajadas de Viktor. El mayor por ningún motivo había querido sobrepasar sus caricias a algo más, pero el celo de Yuuri no parecía querer cooperar con su cometido.

Las manos del japones, temblorosas y ansiosas bajaron un poco el pantalón de pijama que Yurio le había prestado y guio las frías manos de Viktor a su entrepierna.

Jugaba con fuego, pero ya ni siquiera podía pensar con claridad.

Por obvias razones, las manos de Viktor no podían quedarse quietas, después de todo sentía que hasta la lotería sería un pésimo premio a tener el cuerpo del japonés a centímetros del suyo. Su piel era demasiados suave y acolchada, quizá por un par de kilos de más, pero aquello más le gustó al joven ruso.

Un nuevo beso los unió y Viktor se dejó llevar por la increíble sensación caliente que le brindaban esos finos labios, siendo Yuuri que, aprovechándose de la situación, bajó la fina tela que cubría la hombría de su alfa.

Si al menos no podía dejar que Viktor le marcase, no quería decir que no le ayudaría a arreglar ese enorme problema.

Un poco más seguro de sus acciones, el japonés envolvió con firmeza la extensión semi despierta del albino, embriagándose por el fuerte aroma de dominancia que ejercía sobre su omega. Oh, se sentía demasiado bien.

Era una extraña mezcla entre seguridad y excitación que mareaba al pelinegro.

—¿Puedo? —La ronca voz del alfa salió sin pensarlo, pidiendo permiso para seguir acariciando más allá, recibiendo un sonidito de afirmación por parte del agitado Yuuri. Demonios, era adorable. Los largos dedos del ruso se pasearon como quisieron por la caliente extensión del miembro erecto del japonés, logrando sacarle a este uno que otro gemido entrecortado. — Estás tan sensible...

—Viktor...—Las caderas del japonés se mecieron contra las del ojiazul cuando este, de un segundo a otro, había metido sus manos por completo en la ropa interior del omega para acariciar esos gloriosos glúteos, gozando de su esponjosa textura.

Un nuevo beso se hizo presente entre ambos y las hábiles manos del ruso no tardaron en llegar al lugar más escondido y apetecible de Yuuri, al menos en ese momento. Su entrada estaba tan húmeda, Viktor gimió de gusto cuando sus falanges hicieron el primer contacto en esta, causando que se contrajera. Yuuri parecía estar ansioso de que algo se introdujera en su cuerpo.

El japonés no se quedó quieto mucho tiempo, luego de recuperarse de la vergüenza inicial y del constante temblor en sus piernas, bajo la atenta y hambrienta mirada de Viktor lamió sus tres primeros dedos de su diestra para luego bajarla directamente al hinchado y duro miembro del ruso, ganándose un ronco gemido.

Cuando volvieron a compartir un húmedo y ruidoso beso, el ruso introdujo su dedo medio en esa estrecha y ardiente entrada, logrando que a su destinado se le fuera hasta el aliento. Era demasiada estimulación y Yuuri realmente pensaba que se sentía muy diferente a cuando lo hacía el solo.

Era más caliente.

Era más excitante.

Era realmente increíble tener un par de toques en los lugares exactos por parte de tu compañero de vida.

Era simplemente la verdadera gloria.

—Yuuri, voy a venirme...—Susurró el ruso entre besos, sintiendo sus encías picar por sacar sus colmillos y al menos hacerle una marca provisional a su pareja. Pero no. No lo haría. Su omega se lo pidió.

—Viktor...Viktor...—A pesar de querer decir varias cosas, el nombre del Alpha era lo único que salía de los enrojecidos labios de Yuuri, terminando por empujar su cadera contra los, ahora, dos dígitos que le penetraban sin contemplaciones. Los dedos de Viktor eran más largos y algo más gruesos que los de él, logrando alcanzar su punto sensible sin mucho esfuerzo.

El primero en manchar el cuerpo de su destinado fue el japonés, que no aguantó la fuerte ola de placer que le azotó, gimiendo sin pena alguna y a viva voz el nombre del alfa.

Viktor por otro lado, el nudo se estaba comenzando a formar en la base y contra todo lo que pudo haber imaginado el joven albino que sucedería luego del orgasmo de su pareja, fue que este se alejó completamente rendido al transe post-orgásmico y se agachara hasta llegar a su ingle.

—No tienes que hacerlo, Yuuri...—Murmuró expectante el mayor. No podía mentirse a sí mismo, lo deseaba. Los bellos ojos marrones del asiático brillaron aún más apenas rozó con su lengua el nudo apenas formándose para después de dar pequeñas succiones a lo largo de la extensión.

Si bien no tenía experiencia suficiente, Yuuri sólo seguía su instinto.

Viktor se mordía con fuerza su labial inferior, creyendo que tendría un orgasmo visual por tremenda imagen frente a él. El redondo trasero de su pareja al aire con el pantalón a medio bajar y su humedad siendo visible, además de esa pequeña y dulce boca que en esos momentos se encontraba llena con su dura extensión.

Oh, él también se iba a correr y quería hacer algo más para su deleite óptico. Sin haber esperado mucho más, en una de las exquisitas succiones que el japonés realizó, se corrió en la boca de este.

Para su sorpresa, la imagen que tuvo fue muchísimo mejor de lo que creyó. Su propia evidencia del orgasmo cayó por la barbilla de su chico y este alzó su brillante mirada, haciendo contacto visual.

Oh, joder.

Katsuki Yuuri sería la perdición de Viktor Nikiforov.

Y en más de un sentido.

¡Antes de que me reclamen, quiero confesar algo!

Estuve bastante deprimida porque bueno, hice el capítulo y lo "publiqué" la semana pasada, peeeeero, no recibía ni un voto o un comentario pues hace mucho no escribo smut y me dio penita así que dejé el capítulo 19 a menos de la mitad. Con los días incluso terminé por borrar el capítulo 19 y tratar de encontrarle los errores al 18, o sea, este. Y bueno, sí, encontré cositas para cambiar y me animé a editarlo...Y AHÍ ME DI CUENTA QUE GAYPAD NO ME HABÍA PUBLICADO EL CAPÍTULO LA PRIMERA VEZ Y YO COMO TONTA ME DEPRIMÍ Y HASTA DEJÉ DE ESCRIBIR MIS DEMÁS FICS. 

En fin, ahora ya subí el capítulo y reescribiré lo poco que llevaba del siguiente laksjd, gracias por leer hasta aquí, amo cada lector de mis fics y bueno, también estoy feliz porque esta novela está en ranking y eso es gracias a ustedes <3.

Mucho lof para todos, nos leemos a la siguiente.

It's Gigi style!!

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