Yoongi escuchó que alguien casi tiraba la puerta de su casa. Se puso de pie para caminar enfadado hasta esta, encontrándose con un muy furioso y rojo Hoseok.

—¿Dónde está? —habló fuerte, mirando detrás de él.

Yoongi estaba sin camisa y con unos pantalones de chándal un poco flojos pues estaba durmiendo. Hoseok apretó sus puños ante eso, a su imaginación habían llegado mil escenarios para que estuviera casi desnudo y en esos escenarios veía a Yoongi y a Taehyung follando. Sacudió la cabeza con rabia, intentando que el pálido se intimidara con su mirada.

—¿Dónde está quién? —le preguntó de la misma forma que Hoseok.

—Taehyung hoy no fue a la escuela, tampoco Jimin y da la casualidad que el jodido novio de Tae no asistió —dijo. Yoongi se rio irónico—. No lo repetiré otra vez ¿Dónde está? Espero que no hayan hecho nada porque si me entero que lo tocaste te las verás conmigo y no quieres tener problemas conmigo —escupió molesto.

—Estás jodidamente loco —dijo para comenzar a cerrar la puerta, pero enseguida Hoseok metió su mano, empujando esta.

—¡Kim Taehyung, sal ahora mismo! —gritó. Yoongi se volvió a reír del otro.  

Hoseok le dio un puñetazo en su mandíbula, empujándolo para entrar a la casa en cuanto el pálido se aturdió por el gran golpe, pero antes de que llegara hasta la habitación del mayor, Yoongi lo tomó de su camisa empujándolo hasta chocar con la pared. La espalda de Hoseok se golpeó fuertemente ante el duro material, haciendo que un gemido de dolor escapara de sus labios. Yoongi elevó su mano regresándole el golpe, ahí fue donde Hoseok se descontroló, sacudiéndose para soltarse del agarre de Yoongi. Logró tumbarlo al piso de una patada para subirse encima de él y golpear su rostro. Yoongi pudo detener el siguiente golpe, con su mano libre lo golpeó de la misma forma. Algunos vecinos y personas que pasaban por la zona los miraron peleando y corrieron para separarlos. Los dos estaban rabiosos en ese momento, la sangre salía de sus labios y de algunas raspadas que se habían ganado. Los vecinos notaron que Hoseok no pertenecía a ese barrio, también conocían perfectamente al dueño de casa y sabían que este era tranquilo, así que sacaron a Hoseok de la zona antes de que llamaran a la policía.

Hoseok se volvió a cubrir con el gorro de su suéter, corriendo hasta su casa. Sus padres ya no estarían así que no notarían cuando regresara en tales condiciones, tampoco notarían que se había escapado de clases. Divisó su casa, apresurando sus pasos. Tampoco quería ser reconocido por algunos vecinos, pues ellos lo acusarían a sus padres. Sacó sus llaves antes de llegar a la puerta, abrió y entró azotándola fuertemente. Corrió a su habitación dejándose caer en su cama. Pasó una de sus manos por su labio notando que este aún sangraba. Esperó a que su cuerpo se acostumbrara al dolor para ponerse de pie y casi arrastrarse hasta su baño.

Se veía fatal, tenía su labio roto, un ojo hinchado y algunas zonas estaba un poco más rojas de lo normal. Maldijo al mirar su playera, esta también tenía sangre y estaba sucia. Se la sacó, saliendo del baño nuevamente para buscar una limpia. Sus oídos se llenaron de un grito agudo, al mirar al frente se encontró a Taehyung mirándolo atónito, con ambas manos cubriendo su boca. Cerró sus ojos con fuerza escuchando los pasos apresurados del menor al caminar hasta él.

—¿Qué te sucedió? —le preguntó colocando una mano en su magullado rostro.

—Estoy bien —contestó frío.

—No estás bien, parece que diez tipos te dieron una paliza —colocó un dedo en el labio roto de Hoseok haciendo que este soltara un gemido de dolor ante el ardor.

—Solo era uno y él quedó igual que yo.

Taehyung cambió la expresión de su rostro para mirarlo enfadado.

—No se trata de quien quedó peor o mejor, esto no debió pasar, se supone que deberías estar en la escuela, pero en vez de eso te fuiste a pelear con quién sabe qué tipo —le reprochó.

—Digo lo mismo de ti, deberías estar en la escuela, pero estás aquí...

Taehyung apartó sus manos del rostro de su hermano, bajando su mirada de la del mayor hasta mirar al piso. Era verdad, se había quedado en casa con Jimin, este último lo esperaba en su habitación después de que Taehyung así se lo pidiera mientras él iba a verificar que todo estuviera bien en casa ante el estruendo provocado por la puerta principal.

—Me sentía mal en la mañana así que Jimin se quedó conmigo para cuidarme —se defendió.

—Ahora entiendo porque tampoco encontré a Jimin en la escuela —suspiró con cansancio.

—Se quedó en mi habitación, iré por él y vendremos para curar tus heridas —miró una última vez a Hoseok para salir de su habitación.

Hoseok lo miró salir, luego negó frustrado, caminando hasta su armario en busca de una camisa, ya que seguía desnudo de esa zona. Había sido un idiota ¿Por qué no solo llamó por teléfono? Tonto, ahora se había metido en problemas con la persona que menos quería tenerlos, todos sabían que Min Yoongi era un dolor en el culo si se lo proponía. Soltó el aire que retenía para sacar la camisa más próxima. La puerta de su habitación volvió a ser abierta, giró para encontrarse a Taehyung y Jimin parados en el marco de esta. Se colocó rápidamente su camisa ante la atenta mirada de los dos menores. Sin decir nada caminó hasta su cama.

—¿Minnie, puedes ir por el botiquín? —le preguntó. Jimin asintió, dirigiéndose al baño de Hoseok.

Taehyung se sentó junto a Hoseok, mirando en su dirección. Este notó su mirada, pronto se giró para ambos pares de ojos encontrarse. Taehyung al ser descubierto apartó la mirada hasta sus manos donde comenzó a jugar inquieto con ellas. Hoseok llevó una mano hasta las del menor, entrelazando una de ellas con la suya.

—Por lo que pasó... Está bien, no estoy molesto ni nada de eso, solo que me sorprendió, pero está bien... Estamos bien —le sonrió como pudo pues sus comisuras, mejillas y labios le dolían.

Taehyung sonrió un poco mirando sus manos entrelazadas. Hoseok seguía sonriendo y lo miraba con ternura.

—¿Un abrazo? —Tae aceptó feliz ante la propuesta del mayor.

Se abrazaron, pero al hacerlo Hoseok soltó un gemido de dolor, al parecer todo su cuerpo estaba golpeado, sin que él notara que así era. Taehyung lo soltó mientras le pedía perdón con la mirada. Hoseok negó para después acercarse y besar su frente. Jimin regresó poco después del baño con lo anteriormente pedido, dejándolo en la cama para comenzar a sacar lo que necesitarían en ese momento. Se pusieron manos a la obra, Jimin limpiaba y desinfectaba la ceja de Hoseok, que hasta ese momento se dieron cuenta que también estaba abierta. Taehyung se encargó de su labio y de algunos raspones de su cuerpo. La espalda de Hoseok ardía y Taehyung lo obligó a sacarse la camisa. Jimin no dijo nada, siguió haciendo su trabajo. Tae se colocó detrás del mayor para mirar su espalda, afortunadamente no estaba sangrando, pero se podía notar lo rojo que esta estaba y el futuro moretón que le quedaría al día siguiente.

Cuando terminaron lanzaron los algodones usados y bajaron los tres juntos a la cocina pues tenían hambre. Ahí Jimin le sonrió a Taehyung porque ahora ambos hermanos estaban charlando como si nada hubiera pasado, pero podía notar que Hoseok se comportaba extraño con su mejor amigo, pues estaba siendo muy empalagoso y descarado con este.

—Necesito ir al baño —comentó.

—Anda, ya sabes dónde queda —le dijo. Jimin asintió para pronto salir de la cocina con destino a la habitación de Taehyung.

Hoseok llegó por la espalda, cargando a Taehyung para subirlo en el mesón de la cocina. Taehyung se rio ante la sorpresa, luego le reprochó porque no debería de estar haciendo fuerza si su cuerpo estaba golpeado. El mayor llevó una mano a la pierna de Tae y la otra a su rostro.

—Me da gusto que estemos bien de nuevo, te extrañé... Primero porque te fuiste a casa del infeliz de Min, luego pasó lo de... Bueno, ya sabes y hoy quería hablar contigo en la escuela, pero me enteré que no asististe. fue mucho sufrimiento para este hyung que solo vive por la felicidad de su hermanito menor —llevó una mano a su pecho, fingiendo que dolía.

Taehyung se rio risueño, negando ante la mirada de su mayor.

—Eres un dramático, hyung, pero yo también te extrañé —le sonrió mientras lo abrazaba de su cuello.

—Bebé... ¿Después de esto me seguirás hablando? —le preguntó.

Taehyung frunció el ceño mirándolo sin entender. No entendía a que se refería su hermano con eso.

—No entiendo a qué te refieres... —no terminó de hablar pues Hoseok ya lo había interrumpido.

—Por favor, bebé, solo prométeme que no me dejarás de hablar —pidió. Taehyung asintió.

—Está bien, no entiendo que es lo que quieres, pero si, te prometo que no te dejaré de hablar —le sonrió.

Hoseok asintió y colocó sus manos en la cadera de Taehyung para impulsarse hacia arriba y chocar sus labios en un beso.

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