Taehyung abrió grandes sus ojos al sentir los labios de Hoseok en los suyos, no sabía cómo reaccionar, pero la mano en su cintura lo obligaba a seguir el beso. Así que cerró sus ojos dejándose llevar por los belfos del otro. Se besaron durante un largo tiempo hasta que comenzaron a necesitar aire en sus pulmones. Hoseok se apartó primero de los labios del menor, mirándolo sonriente. Taehyung seguía helado ante lo recién sucedido, todavía no podía procesar que su hermano y él se habían besado. El mayor notó eso, borrando su sonrisa al instante para disculparse con este.

—Lo siento, yo... —Taehyung colocó su mano en sus labios evitando que siguiera hablando.

El mayor lo miró, seguramente esperando una bofetada o de lo contrario una mala palabra por parte del menor pero lo que sucedió después lo dejó atónito y con una sonrisa en sus labios. Taehyung volvió a unir sus labios en un beso, abriendo un poco sus piernas para que Hoseok entrara y pudiera estar más cerca de su cuerpo. El beso comenzó a ser un poco brusco y ardiente, pues entre los dos existía el deseo y la atracción. Hoseok comenzó a subir sus manos lentamente por las piernas de Taehyung mientras este se aferraba al cuello del mayor para que no se alejara o rompiera el beso.

Los pasos de Jimin los hizo separarse exaltados. Hoseok corrió hasta el otro extremo de la cocina, Taehyung se bajó del mesón mientras se apoyaba en esta. Jimin ingresó poco después, el ambiente era extraño y tenso, ambos hermanos estaban callados y eso era más extraño en ellos dos que eran dinamita pura y por nada en el mundo se quedaban sin tema de conversación.

—¿Pasó algo? —los dos lo miraron.

—No, Minnie, está todo bien, te estamos esperando —le sonrió.

Jimin sonrió no tan convencido, pero prefirió dejarlo de lado y acercarse a ellos. Hoseok estaba atendiendo el ramen instantáneo, Taehyung ayudó a colocar los platos y los palillos, Jimin lo ayudó a llegar hasta Hoseok para servir del ramen en cada uno de los tres platos. Cuando terminaron se sentaron a comer mientras hablaban de diferentes temas, pero Jimin notó algo extraño en los hermanos Kim, luego le haría un interrogatorio al menor de los hermanos.

Al terminar de comer se sentaron a mirar una película, así pasaron el rato hasta varias horas después los padres de los Kim estaban ingresando a casa. Jimin miró la hora en su celular, poniéndose de pie para tomar sus cosas.

—Tae, es tarde, debo regresar a casa, mamá se preocupará, no le avisé que estaría contigo —dijo. Taehyung asintió.

—Te acompaño por tu mochila —se puso de pie dejando a Hoseok solo mientras cubría su rostro con una gorra, un cubrebocas y unos lentes que encontró por la sala.

Cuando llegaron a la habitación de Taehyung, Jimin lo miró esperando a que su mejor amigo le dijera algo.

—¿Qué sucedió allí abajo? —preguntó mientras tomaba su mochila.

—Nada, Minnie ¿Por qué?

—Ustedes dos estaban hablando y abrazándose, luego están distantes y no hablan... Me merezco una explicación —lo miró.

—Y la tendrás, pero será mañana —rio. Jimin rodó los ojos para su amigo.

—Odio que me dejes con la intriga, pero está bien, confío en ti.

—Gracias, Minnie —sonrió.

Los dos bajaron hasta la sala nuevamente, Jimin saludó a los señores Kim, luego Taehyung se ofreció para acompañarlo hasta su casa. En eso Hoseok le puso como condición que tendría que acompañarlo para que no regresara solo después de dejar a Jimin. La madre de los dos los dejó ir, pero no sin antes entregarle a Jimin un poco de comida que habían comprado.

El transcurso a casa de Jimin fue silencioso por parte de Hoseok, ya que Jimin y Taehyung no paraban de reír y bromear entre ellos. Cuando llegaron Jimin se despidió de los dos, entrando en casa. Otra vez el silencio reinó entre los dos hermanos. Taehyung miraba sus pies mientras caminaba hasta que sintió que Hoseok tiró de su mano arrastrándolo hasta un pequeño callejón de la zona.

—¿Qué pasa? —le preguntó asustado, pensando que había algún peligro.

—Otra vez estamos distantes —dijo.

—Lo sé... Te prometí volver a hablar contigo y eso haremos.

—Con respecto al beso... Solo olvídalo —los ojos de Taehyung se aguaron ante las palabras del mayor.

—Hoseok... —susurró, este lo miró con pena.

—Siento que arruiné más nuestra hermandad —colocó una mano en el rostro triste del menor.

—Es que yo... No siento que hayas arruinado nada, solo fue un beso y... Si me lo pides lo volvería a hacer —apartó la mirada de la de su hermano, sintiendo sus mejillas calentarse.

Hoseok abrió grande sus ojos, sabía que pedirle eso estaba mal, pero joder, tenía tantas ganas de repetirlo que ya nada le importaba. Limpió las pequeñas lágrimas de Taehyung, acercándose para besar su frente. Tae lo miró mientras mordía su labio, a la espera de que Hoseok se alejara o que simplemente se riera en su cara por ser tan patético y sumiso.

—Hazlo Tae, bésame —le dijo firme.

No era lo que Taehyung se esperaba, pero acercó sus labios hasta los rotos de Hoseok. El beso era lento, ambos lo disfrutaban, pero el menor tenía miedo de herir más el labio del mayor, es por eso que trataba de no presionarlos mucho. Hoseok mandó a la mierda ese pensamiento cuando colocó sus manos en su cintura para acercarlo a su cuerpo, juntando fuertemente sus labios. Taehyung juraba que en cualquier momento despertaría de su sueño, pero nada sucedió, eso de verdad estaba pasando. Hoseok lo estaba besando.

—Hoseok... —susurró cuando se separaron.

—Está bien, bebé, ya no digas nada, vamos a casa —le sonrió, ofreciendo su mano para que este la tomara.

Taehyung la tomó, entrelazando su mano con la del mayor para pronto caminar hasta casa. En el camino su actitud hiperactiva volvió a subir, haciéndolos jugar, charlar e incluso reír en todo el camino. Cuando llegaron a casa Hoseok usó sus llaves abriendo la puerta para dejar entrar primero al menor, después de que este entró, él accedió cuidando de que sus padres no estuvieran cerca para preguntarle por sus recientes golpes.

—Vamos, hyung, no están aquí —susurró Taehyung.

Hoseok asintió, corriendo hasta Taehyung que lo esperaba. Se volvieron a tomar de la mano para correr escaleras arriba hasta la habitación del mayor. Hoseok se dejó caer en su cama mientras se reía y recuperaba el aire perdido. Taehyung estaba igual que él, solo que parado junto a la puerta. El mayor lo miró, llamándolo para que Taehyung tomara lugar junto a él. Este obedeció, apresurándose a llegar hasta la cama y recostarse junto al mayor.

—Quédate a dormir conmigo —le propuso.

—No lo sé, hyung...

—Por favor, amo cuando dormimos juntos, además, hoy te necesito más que nada en el mundo —lo miró sonriente y suplicante.

—Está bien, me quedaré, pero tengo que ir por mi pijama —dijo. Hoseok negó.

—Te puedes quedar solo en bóxer o tomar mi ropa.

—Tomaré de la tuya —dijo sonrojado.

Hoseok asintió, abrazándolo para acercarlo a su cuerpo. Taehyung besó la mejilla de su hermano, aferrándose a su pecho, pero sin herirlo más de lo que ya estaba. Siempre le gustó la sensación de protección que Hoseok le transmitía cuando estaba en sus brazos así que después de unos minutos comenzó a sentirse adormilado. Si tenía miedo de lo que pasaría al día siguiente, ahora ese miedo ya no existía, solo se quería quedar en los brazos de su hermano por mucho tiempo más.

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