—Buenos días señor Min —el guardia hizo reverencia para él.

—Buen día —murmuró sin mirarlo y siguiendo su camino.

Jimin lo seguía unos pasos más atrás mientras iba mirando al suelo. Estaba tan apenado por lo que había pasado minutos atrás.

El sonriente hombre hizo reverencia para él también. Jimin le regresó la reverencia y la sonrisa para luego seguir a su jefe.

La puerta se abrió, Min entró primero dejando abierto para que Jimin entrara.

—Cierra al entrar —ordenó.

Jimin asintió, apresurándose a entrar para cerrar.

—Comenzaré mi trabajo, tú te quedarás aquí y no harás ningún tipo de ruido.

El rubio volvió a asentir para luego contestar. Min lo miró unos segundos para después tomar lugar en su escritorio.

Jimin se quedó parado junto al escritorio, con sus manos entrelazadas al frente y la cabeza gacha. Yoongi paró de leer sus papeles para mirarlo.

Lo miró por un largo rato, quedándose perdido en cada facción y en cada parte de su precioso rostro. Jimin era tan hermoso. Sus labios estaban un poco rojos e hinchados debido a que los mordía por los nervios. Sus ojos se paseaban por todo el piso del lugar, su nariz era tan perfecta y bonita. Sus cabellos caían en su frente, tapando un poco de sus cejas, incluso sus ojos. Era muy guapo.

—Puedes tomar asiento, no te prohibí sentarte —habló.

Jimin lo miró mientras soltaba su labio para sonreírle, haciendo reverencia y después caminando a los bonitos sillones que adornaban la oficina de Min.

—Puedes hacer lo que sea, recuerda, quiero silencio. Cuando te necesite te lo haré saber —lo miró fijo con esos ojos gatunos y oscuros.

El bonito chico asintió, sus ojos se escondieron y esa hermosa sonrisa relució. Yoongi casi suspiraba al mirar la perfección en persona.

Agitó su cabeza un poco para después apartar la mirada y seguir en lo suyo. Al contrario de Jimin que se quedó mirando a su jefe. Este era tan guapo y varonil, Taehyung tenía el mismo porte, ambos se notaban que cargaban una muy buena cantidad de dinero en sus hombros, pero claro, eso no era importancia para Jimin, solo que lo pudo notar en su forma de hablar, su vestimenta, actos, incluso al sentir su perfume. Jungkook le había regalado uno parecido, no se podía olvidar de ese delicioso y caro aroma.

Los ojos de Jimin cayeron en su rostro, sus facciones tan marcadas y serias, pudo mirar lo pequeños que eran sus ojos, pero esa mirada felina lo volvía nervioso y a la vez dichoso de tenerlos sobre él. También se fijó que sus orejas, tenían hoyitos, supuso que alguna vez tuvo perforaciones, pero ahora ya no las llevaba debido al lugar donde se encontraban o simplemente había sido un momento de rebeldía en la adolescencia.

Quiso seguir mirando, pero su celular comenzó a sonar. Los oscuros ojos de Min se posaron en él, Jimin apartó la mirada rápidamente para mirar la pantalla en su celular que le indicaba un nuevo mensaje.

[Chat con: Papi♡]

Papi♡:
Te extraño, bebé... Me haces mucha falta... Mientras miraba mi celular encontré una foto tuya y no sabes lo apretado que están mis pantalones ahora. Jodidamente te necesito mi amor.

[🎦]

Se encontró con un vídeo de su papi acariciando su longitud por encima de sus pantalones, demostrándole que no mentía cuando decía que la tela lo apretaba ante su dureza.

Jimin relamió sus labios para después morderlos lentamente. Eso fue el paraíso para Min que no había apartado la mirada de él.

—¿Puedo ir al baño? —preguntó mientras bloqueaba su celular.

Yoongi lo miró por unos segundos para después asentir. Jimin se levantó y le sonrió para casi salir corriendo de su oficina.

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Espero que les guste mucho💖

Nos leemos pronto 💝

¡Adiós!