Jimin y Yoongi bajaron del avión, la sonrisa del menor no se había borrado, al contrario, ahora estaba más emocionado que nunca.

Caminaron por sus maletas encontrándose con los Ceos que habían aterrizado junto con ellos.

Una camioneta ya los esperaba afuera. Yoongi dejó subir a Jimin primero, mordiendo su labio al notar como sus pantalones se pegaban a su trasero por esa acción.

El trayecto al hotel donde se hospedarían había sido tranquilo y silencioso, Jimin miraba por la ventanilla del auto mientras Yoongi miraba sus correos de trabajo en su celular.

La puerta fue abierta por el chofer y ambos chicos bajaron. Los ojos de Jimin se abrieron grandes cuando miró el lugar. Yoongi sonrió ante su acción y después lo llamó para entrar a terminar con el registro.

La chica de recepción los recibió con un saludo, Jimin no sabía mucho japonés, pero lograba entender algunas cosas y había entendió que la chica les daba una buena bienvenida así que sonrió para ella mientras hacía una pequeña reverencia.

Min comenzó a hablar en japonés, la boca de Jimin se abrió grande, no sabía que Yoongi hablaba japonés.

Miró como la chica le entregaba dos pequeños sobres, Yoongi le agradeció y miró a Jimin para después decirle con la mirada que lo siguiera.

—No sabía que habla japonés —sonrió—. Papá sabía muchos idiomas y él me enseñaba, pero era un niño, prefería jugar con mis cochecitos que aprender un idioma nuevo —se rio.

—Tu estuviste en la gloria —paró de hablar mientras entraban al elevador—. Papá me obligaba a aprender nuevos idiomas ya que decía que cuando yo me quede con su empresa tendría que saber comunicarme con todos los accionistas del mundo para que su empresa triunfara —bufó.

—Lo siento —dijo bajito mientras agachaba la cabeza.

Min no dijo nada más. La puerta del elevador se abrió después de un sonido sordo. Ambos salieron para caminar por los pasillos. Yoongi miraba cada puerta en busca del número de su habitación.

—Aquí tienes —le entregó el sobrecito blanco.

Jimin lo tomó, notando que era la "llave" a su habitación. Le agradeció y lo miró, la habitación de Yoongi quedaba justo enfrente de la suya.

—Vístete adecuadamente, saldremos con los Ceos —dijo sin mirarlo mientras pasaba la tarjeta en la máquina.

La puerta se abrió y Min ingresó para después mirarlo. Jimin asintió y siguió su acción.

Entró y cerró su puerta para caminar y mirar la habitación por dentro. Su maleta ya se encontraba en el lugar junto con una tarjeta de bienvenida. Siguió observando, la habitación era muy espaciosa, tenía una gran cama, un mini bar, algunos muebles y una mesa junto a lo que parecía un balcón. Caminó hasta ese lugar y abrió la puerta de vidrio para salir. El viento golpeó en su rostro, haciéndolo sentirse tan vivo. Sonrió. El sol se comenzaba a esconder, el cielo se miraba de un tono naranja, pronto ese color se convertiría en un misterioso color oscuro repleto de diferentes luces brillantes que lo adornaban.

Volvió a la habitación y caminó hasta la cama. Tomó su maleta y comenzó a sacar la ropa que se colocaría ese día. Se dirigió hasta la puerta del baño, maravillándose por lo grande y bonito que era.

Ese viaje cambiaría muchas cosas, estaba seguro, casi lo sentía, había sido una buena idea llevar con él sus juguetes y sus conjuntos tan sexis y lindos.

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¡Hola!

Yo solo tengo que decir que... ¡Se viene!

¿Qué les pareció?

Ya saben lo de los emojis

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🥀

¡Adiós!