•CAPÍTULO TREINTA Y UNO•

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

"Anhelo"

Desayuné junto a mi pequeño y su padre, el ambiente en su hogar es tan cálido que un deje de nostalgia se produjo al arribar a mi gélida casa y encontrarme completamente solo y extrañando.

Cual cursi resulté ser, un poco de mimos y ya me percibo como un segundo Caracha, solo me falta arrojarme al suelo y levantar las patitas nomás.

Suspiro recordando los anteriores momentos, como éste, que antes eran mi tiempo de meditar Disfrutando de mi propia compañía, alejado de responsabilidades, degustando algún aperitivo y concentrado únicamente en los silenciosos sonidos de la nada misma.

Pero luego de conocer a cierto residente que puso mi mundo de cabeza como un huracán nivel cuatro, arrasando todo a su paso, ya no razono lo mismo. Verlo tan espontáneo con su padre y observar el fuerte lazo que conservan entre ellos, en parte me generó algo de envidia. Porque hubiera deseado conservar con mi familia este mismo trato.

Y no ser dejado de lado en cuanto se dedujo mi orientación sexual siendo un secreto a preservar para la alta alcurnia de la sociedad de mis padres. Como si por ser homosexual dejaría de ser un excelente neurocirujano el día de mañana.

Por suerte, llegué a donde estoy por mérito propio y esfuerzo personal, sin necesitar sus recomendaciones o tener que escuchar a mi madre recriminar el que dirá la sociedad si me ven con novio.

Nunca me importó el que dirán, ni cuando estuve solo en mi vida, y menos me importará ahora que estoy completamente enamorado de mi sexi y pequeño residente.

"Enamorado" ¡Dios mío! Que palabra tan fuerte...

Pero no tuve ni una pizca de duda en sentirme así. Porque al cerrar mis ojos y recordar lo que genera su sonrisa cuando me observa como si fuera el hombre más perfecto del sistema, aún con todos mis defectos, percibo exaltar en su amor a través de cada poro de mi piel.

Él, me hace parecer cabal en su justa medida, un maldito afortunado de esta vida, al tener la dicha de verme reflejado en el mar enamorado de sus ojos.

Luego de un extenso bostezo observo el reloj del comedor golpeando mentalmente mi cerebro, debo descansar porque con amor no me alcanzará si debo despertar para una cirugía urgente dentro de unas horas.

Entonces, me dispongo a darme un baño para ralentizar mi cuerpo y predisponer al sueño sin olvidar activar el despertador, quisiera leer alguno de los libros que estoy almacenando por escasez de tiempo o entrenar un rato en su defecto. Es que algo debo realizar, a parte de dormir, comer y trabajar, como una inagotable máquina.

Aunque recordar entrenar me supone sudar. Y ese solo pensamiento me deriva a la palabra transpirar, que me recuerda a su pequeño cuerpo danzando entre mis brazos mientras golpeó su punto de placer estremeciendo cada fragmento de su piel, una y otra vez.

"Maldición..." Y como un puberto deseoso de su cuerpo me apresuro a confinar en la ducha para alivianar esa presión bajo mi vientre con el único designio de poder descansar luego mis ojos y dormir mis pensamientos.

En los pasillos del nosocomio el residente lidera el equipo de internos a su cargo transitando el pabellón pediátrico mientras observa cada respuesta por parte de los mismos ante el cuestionamiento de los informes médicos de los pequeños pacientes.

—Pero si aquí está mi guerrero hermoso —comenta el residente acercándose al pequeño paciente que comparte con el oncólogo, y extrayendo una colorida paleta del bolsillo de su delantal se inclina sobre el niño susurrando —Ten, pero que sea un secreto entre nosotros, nada de decirle al doctor Min ¿Trato?

El pequeño, asienta con su lampiña cabeza junto a una gran sonrisa. Y el residente, solo puede inflar su pecho con el suficiente oxígeno para devolverle la misma expresión en su rostro.

—Y con ustedes internos, mi pequeño paciente superhéroe, actualmente en tratamiento conjunto con el doctor Min, que ha comenzado con su recambio de sangre para hacerse más potente y el más súper fuerte del planeta ¿No es así pequeño?

El niño levanta sus manitas afirmando un rotundo "sí" a los gritos, que es festejado por los internos mientras la madre del pequeño observa con sus vidriados ojos al pediatra de su hijo al verlo profesar tanto amor a su pequeño.

—Bueno debemos seguir la ronda —dice el rubio residente despidiéndose de su pequeño paciente no sin antes acercarse hasta la madre para consultarle si todo está bien, ya que la percibió con su mirada angustiada.

Pero para su sorpresa, la progenitora sólo estaba conmovida por su formas. Pero lo que más estupor le produjo, fue escuchar de sus labios "Algún día, será un gran padre doctor".

Y su corazón palpitó más rápido dejando un fragmento de anhelo retumbante en esas palabras, aunque luego se disperse en pensamientos al regresar a su realidad...

Trabaja todo el día por un lado, y por el otro, no estaría en condición de buscar una madre para un posible pequeño cuando su padre es cien por ciento gay, y sin posibilidad de refute.

Y por último, tenemos la adopción. Pero ya se ve como último en la lista dada su condición y encima, por ser un hombre soltero inserto en una sociedad demasiado homofóbica como en la que está inmerso.

Así que, aunque la idea de formar una familia suene tan tentadora como irrealizable, decide enfocarse en otras cosas.

Retumba el despertador a las pocas horas, y advierto apenas abro mis ojos como el cuerpo me pasa factura. Es que entre el exceso de fatiga, sexo, y manualidades, cada músculo de mi cuerpo me recuerda que de puberto; no me queda ni un pelo.

Entonces, extiendo mis brazos en busca de algún tipo de confort. O cerrar, mágicamente, mis ojos para transportar mis pensamientos hacia algún ensoñar bonito. Lugar en donde me franeleo con mi pequeño sin ninguna responsabilidad de horarios.

Al rato, me incorporo recordando que me propuse aprovechar mi descanso aunque mi cuerpo arañe la cama para seguir durmiendo en los brazos de morfeo hasta nunca despertar mañana.

—¿Qué haremos contigo? —me digo al reflejo del espejo en mi habitación y observando la definición de mi cuerpo, así que opto por una rutina de entrenamientos luego de unos kilómetros de trote como entrada en calor.

Me dirijo al baño para enjuagar mi boca y desenredar mis cabellos, que más que dormir parece que tuvieron una riña entre sueños.

Y ya en la cocina, me sirvo en un tazón un poco de yogurt con algunas frutas picadas de estación mientras me dirijo a encender el televisor. A veces, hasta me olvido que dispongo de canales ya que suceden varios días hasta que lo prendo. Aunque, el aparato transmisor de noticias no me agrada para nada.

Porque como no podía ser de otra manera, las noticias, de buenas no tienen nada. Así que luego de un veloz zapeo decido apagar el televisor y encender el equipo de audio para un mayor confort.

Luego me recuesto sobre el sofá, esperando unos minutos para digerir el alimento y así salir a realizar mi calentamiento, por mientras, conecto mi móvil al equipo de sonido.

De inmediato, comienza a retumbar una armoniosa música que activa mis sentidos. Y tarareando su letra, ingreso al chat de mi "pequeño y sexi rubio doctor" observando un "en línea" que quema como aceite en el sartén por comunicarme con él.

Así que sin meditarlo dos veces escribo <Pequeño, ¿me puedes decir de qué manera te puedo extrañar menos?> Y luego de presionar "enviar" siento cosquillas como un incipiente novio con su primera carta de amor. Sí, todo un tonto por no decir un pelot... total.

"¡Calma amigo!" Me regaño a mí mismo ya que hay uno que se dió por aludido al pensar en mi sexi rubio atrevido —. ¿Acaso, no piensas darme descanso? —me auto cuestiono entre risas. Porque si me viera Min, o Nam, de seguro me mandarían a interconsulta con psiquiatría.

Luego, observo nuevamente el móvil que dicta un insufrible escribiendo... que se detiene a cada segundo.

Al cabo de unos instantes, la vibración en mi torso me despeja de mi tarareo y cuando rebusco el celular, leo <Doctor Jeon, ¿usted no debería estar durmiendo? Recuerde que sus habilidosos dedos requieren de un buen descanso>

Y cuando, nuevamente, mi amigo se entusiasma al ser nombrado (según él) como "dedos", me ingresa un nuevo mensaje <Pero ni modo doctor, debo decirle que no hay manera de que me extrañe menos, es que soy demasiado adorable ¿O todavía no lo notó?>

Y como un completo atolondrado en su persona, sonrió como si pudiera verme a través del celular, o percibir la felicidad que me emana con cada latir exagerado de mi pecho cuando leo una bendita palabra suya.

<Te noté todo, pequeño diablillo😏 Así que no te pases de vivo🤣 Y sí, definitivamente, eres adorable🥺 Te amo mi sexi residente, y te dejo porque me iré a entrenar un rato>

Apagando el equipo, me incorporo elongando algunos de mis músculos para lanzarme luego a trotar unos cuantos kilómetros. Buscando, primero, mi sudadera con capucha y cierre, en donde deposito mi celular y mis llaves, pero cuando estoy por cerrar el acceso a mí hogar, una nueva notificación se ilumina <Yo te amo más❤ mi fornido doctorcito... Y todo sudado😏, estás más bonito🥵>

Comienzo a trotar sin dejar de pensar en su bella sonrisa y en cómo sus ojitos se cierran cuando rebosa de felicidad.

Y como una carrera de la vida, que a medida que sumas kilómetros obtienes calidad de vida, su estadía a mi lado es como una droga que me mantiene vivo para disfrutar de la majestuosidad de su cortejo.

Y por primera vez en la vida, desearía levantarme y acostarme con su eterna compañía...









































HAW, SIN PALABRAS CON ESTE PAR😍

GRACIAS POR LEER, COMENTAR Y VOTAR♥️









Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro