•CAPÍTULO TRES•

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

                             "El bar"

Tras mi llamado por parlantes a cirugía, me dirijo rápidamente hacia el sector de operaciones del hospital. Encontrándome con el oncólogo y mi amigo personal Min Yonn Gi.

—¿Qué tenemos Min? —consulto mientras comienzo a cambiarme para la desinfección, ya conozco el procedimiento de memoria, asistencia u operacion.

—¡Doctor Jeon, qué placer verlo! Lástima que en estos términos, —dice mi amigo —mi paciente, una señora de 55 años operada anteriormente por un cáncer colorrectal, ingresó a urgencias a consecuencia de una crisis epiléptica. Se le solicito un TAC de cráneo con contraste que mostró lesión temporal derecha y edema de metástasis único.

—¿La están preparando ya? ¿Hablaste con algún familiar del procedimiento?—pregunto mientras desinfecto mis manos.

—Sí, porque cayó inconsciente luego de la crisis, le están fijando el cráneo y colocándola de cúbito supino (boca arriba) su esposo dio el consentimiento — comenta Min.

—¡Debían esperar a que yo le comunique el procedimiento al esposo Min! Pero si dices que él ya está al tanto... —artículo mientras la enfermera finaliza con mi preparación para ingresar al quirófano a realizar la craneotomía.

—¡Por suerte ya tengo la visa conmigo mamá! —comento a través del móvil tratando de contener a mi madre que piensa que soy un eterno bebito aún a mis 25 años.

—Sí, mañana ya ingreso al hospital para dar comienzo a mi residencia —le digo rodando los ojos. Es tan obsesiva algunas veces.

—Si lo sé, no te preocupes mamá, comeré dormiré y trataré de dar lo mejor de mí —Artículo ofuscado deseando finalizar la llamada y disponer de una refrescante ducha a fin de conseguir algo de acción en algún bar esta noche.

—¡Cuéntale a tu madre la hazaña de Caracha! —grita mi padre entre risotadas desde la cocina.

—Nada mamá, un percance solamente, te llamo luego... ¡byeeee! ¡Te amooo! — concluyo la llamada otorgándole una mirada recriminatoria a mi progenitor que risueño dispone la cena.

—Voy a darme una ducha y comemos luego ¿quieres apa? —profiero acercándome a la cocina para luego palmear su hombro.

—Claro hijo... hace mucho que no escuchaba ese apodo—expone mi padre nostálgico. Así que solo me limito a abrazarlo como solía estilar de pequeño.



La intervención resultó todo un éxito tras 6 arduas horas de cirugía, pudimos extraer todo el tumor. Solo queda esperar a su posoperatorio para ver su condición.

Aún así, percibo como el trajinar de la tarde hospitalaria me consumió por completo. Sumado a las escasa horas de sueño y mi acentuado mal humor, ya que atisbe diversas miradas de reproche dirigidas hacia mi persona y algún que otro bisbiseo de parte del sector de enfermería.

"Necesito un trago" medito camino a mi oficina.

—Buenas noches doctor Jeon, que descanse... se lo merece —comenta coqueto el médico interino Kim Tae al cruzarme.

—Buenas noches y gracias —emito amablemente. Lamentablemente,las recurrentes insinuaciones concedidas por el médico interino de 24 años no pasan desapercibidas por el resto del personal  hospitalario, logrando incomodarme.

Si acatara los consejos de mi amigo Nam, lo tendría abajo de mi escritorio realizando quien sabe que perversa situación según él y su imaginación.

Me despejo de indebidos pensamientos, cogiendo el saco y mis pertenencias para escapar rumbo a la salida, no sin antes desearle una buena jornada nocturna al personal.

Debería arribar a mi hogar y prepararme una vigorosa cena, pero deseo un trago para relajar y menguar mis cavilaciones. Así que decido detenerme en algún bar de pasada.

Las tenues luces acompañan los
insinuantes sonidos del ambiente, mientras observo a lo lejos alguna que otra pareja danzando sensualmente mientras denota su emoción.

Luego de cenar algo rápido, secundado a la barra, disfruto de mi trago. "Necesitaba relajarme" medito inspeccionando a mi alrededor hasta que una mirada situada en mi dirección, llama mi atención por completo.

Un rubio, completamente sensual, menea sus caderas al ritmo de una lenta melodía mientra se encuentra de espaldas y sobre el pecho de su compañero de baile. Y apuesto mi título a que danza sensualmente para mí.

Estaba por terminar mi bebida para proceder en retirada cuando solicito un nuevo trago. Porque sus candentes movimientos me atraen como metal al imán, y presiento que tendré que volver a mirar. Si tengo suerte (y si no hay urgencias) entro de turno recién en la mañana. Así que reviso mi móvil y por suerte, todo está en orden. 

Atisbo mi visión en dirección al rubio en cuanto me dan el trago, pero no lo encuentro. "Posiblemente me equivoqué y está disfrutando con su compañero en algún reservado". Pienso algo desilucionado.

─¿Me buscabas bonito? ─una sensual voz a mis espaldas capta mi atención de inmediato. Y virando lentamente, observo al rubio (caliente como las brasas del infierno) morder su labio inferior mientras me observa ladeando su cabeza.

Estático y sin reacción... Así quedé...

Él, se aproxima lentamente mientras se acomoda entre mis piernas. Delineando con la yema de sus dedos el contorno de mis trémulos muslos.

─¿Te comió la lengua el ratón, bonito? ─cuestiona adueñándose de mi trago para darle el sorbo más sensual que pude haber observado en mi vida, mientras me guarda con sus preciosos ojos. ¿Y  yo? Solo me dejo embelezar por su accionar. Dejando que despierte ardorosas sensaciones por cada rincón de mi piel.

Entonces, dominado por mis instintos, gravito mis manos a su cadera comprimiendo firmemente mientras percibo mi creciente apetito sexual.

Y acercándose lentamente a mi oído mientras me eriza con su cálida respiración sobre mi piel, comenta: ─Me parece, que debería ocuparme de un asuntito aquí abajo. ─Estrechando mi abultada erección entre sus dedos.

Y condenado a mis menesteres, apreso sus labios con ferviente ambición. Donde nuestras lenguas batallan por dominar una guerra que no posee vencedor.

No sé como fue que sucumbimos de placer en el cubículo del baño mientras sus pequeñas manos rodean mi falo... Falo que posteriormente, se pierde en lo profundo de su garganta, mientras se masturbaba asiduamente.

Los húmedos sonidos de sus pecaminosos labios enloquecen mi precaria conciencia. Y aferrándome a sus rubios cabellos, me hundo en lo profundo de su cavidad bucal, liberándome en el condón con un gutural gruñido de satisfacción...

Y respirando entrecortado, lo elevo sujetando su caliente miembro con mi mano para masturbarlo mientras lo tomo de la nuca y nos besamos desaforado.

Un par de jaladas más y derrama su espeso simiente sobre mí.

─D-debo i-irme bonito, mañana trabajo ─me dice con su respiración entrecortada y apoyado sobre mi hombro...

─Yo también ─respondo acariciando su espalda lentamente.

Rápidamente se incorpora mientras acomoda sus prendas para proceder en retirada.

─¡Espera! ─lo detengo ─¿Cómo te llamas? ─ Pregunto sorprendido de mis actos y de mi valentía.

Él, me observa risueño y se aproxima a besarme lenta y apasionadamente...

─Acaso ¿importa? ─suelta retirándose con prontitud y dejándome obnubilado...















BUENO,BUENO CON EL DOCTORCITO😏

GRACIAS POR LEER, COMENTAR Y VOTAR🥰

LOS AMITO MUCHO❤

















Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro