•CAPÍTULO VEINTISÉIS•

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

"Entereza"

Cuando encuentro al especialista en oncología, mi corazón da un vuelco al observar su rostro iluminado mientras se acerca, como dando indicios de buenas nuevas. Ya que, últimamente, las noticias agradables están escasas a la orden del día.

—Buenas tardes doctor Min, me comentaron que me estaba buscando —cuestiono indagando mientras trato de no emocionarme demasiado.

—¡Doctor Park! ¡Pero claro que lo estaba buscando! —articula con una mueca simulando una plena sonrisa imposible de ocultar aunque su semblante denote, demasiadas veces, seriedad.

Y rezo por dentro, implorando buenas nuevas para mi pequeño paciente de 4 años que lleva varios días de estudios a causa de su condición.

—Lamento la noticia, pero debo festejar a pesar de ello. El recuento de glóbulos blancos más su edad, nos da un claro indicio de que podríamos curar su cáncer poniéndolo en un grupo de poco riesgo.

Y mi cara debe ser tal, que el doctor Min se me queda viendo, cambiando de inmediato su semblante a una seriedad total.

—Doctor Park, usted sabía bien que podría ser leucemia la condición de su pequeño paciente. Pero debe ser fuerte y confiar en los parámetros que nos indican los resultados de los exámenes, y esos parámetros, no son para nada desalentadores. — Anuncia sincero, apoyando su mano sobre mi hombro como tratando de sacarme de mi asombro.

—Es que... tenía la esperanza de que hubiera otro tipo de infección... Y no un cáncer al fin y al cabo. Le pido disculpas por mi inmadurez —comento ofuscado y en parte, enojado conmigo mismo, por ser débil y soñador.

—No se preocupe doctor Park, yo sé que no es nada fácil como doctor y está bien tener esperanzas de que no sea una enfermedad tan agresiva. Pero debe tener fe, y contentarse de saber que es una leucemia linfocítica aguda (ALL) de bajo riesgo. Y que el porcentaje de curarse del pequeño, es elevado. Así que cuanto antes iniciemos con el tratamiento, mejores resultados obtendremos.

—Gracias doctor Min, ya mismo hablaré con su madre para explicarle los pasos a seguir y tiene razón, debemos tener fe. Y contentarnos porque, al fin y al cabo, es una buena noticia dentro de lo malo que podía llegar a ser ¿no?

—¡Por supuesto que es una buena noticia! Y estoy seguro de que su madre estará mas que agradecida de que podamos comenzar cuanto antes el tratamiento. Y sobre todo, de que usted actuara tan eficaz en su diagnóstico —comenta el oncólogo e inmediatamente, me siento mas aliviado.

A veces pienso que me exijo demasiado, o que no doy lo mejor de mí, titubeando en mi accionar.

—Gracias doctor Min, a veces, la presión es demasiada y creo que no doy lo suficiente de mí —confieso exponiendo mi mochila... Mochila que, muchas veces, me supera en exceso de carga.

—No diga eso, que desde el día uno su accionar fue realmente eficaz. Así que no se conflictúe, aunque debo decirle que dudar y sentirse ofuscado es parte del proceso de sentirnos vivos y poder discernir en nuestro accionar... A todo esto ¿Cómo se encuentra usted, luego de volar por los aires?

—Veo que la información voló junto con mi hazaña —comento entre sonrisas —. Pero gracias por su preocupación, estoy bien, solo algo adolorido.

—Debería descansar doctor Park, ha sido un largo día. A parte, a su novio ya no lo aguanta nadie con los reclamos de su necedad —comenta risueño. a
A lo que, inmediatamente, refuto con todo mi valor.

—Ese novio, debe ser consciente de la pareja que tiene y dejar de lado su preocupación... ¿No le parece doctor Min? —veo que sonríe de lado observando sobre mi hombro e inmediatamente escucho.

—Imposible que deje de preocuparme por ti pequeño —comenta una reconocida voz a mi espalda e inmediatamente me sonrojo. Y para colmo, se que disfruta de mi pequeña situación embarazosa.

—La verdad Jeon, es que nunca pensé verte en esta situación. Pero debo decirte que te felicito por el excelente desempeño de tu novio... Eso sí, que nunca se te olvide de que es un doctor ante todo, pese a quien le pese —el doctor Min se aproxima hacia mi pareja y dejando unas cuantas palmadas en su hombro le comenta —. Suerte con eso mi querido amigo —para luego proceder a retirarse.

Observo el ceño fruncido de Jeon y me parece sumamente adorable. Es como un pequeño niño necesitado de amor que reclama mimos constantes a pesar de ser un gran neurocirujano y tener temple de acero ante una situación de riesgo... Ya que cuando se trata de mí, sus barreras caen. Y eso, en parte, me preocupa.

—¿Cariño? —me acerco lentamente para agarrar su mano —¿Sabes que lo que dijo el doctor Min es totalmente cierto, no? —lo observo directo a sus renegridos ojos.

—Lo sé pequeño, y aunque me cueste admitirlo, eres mi orgullo y estoy feliz de ser parte de tu vida; aunque muera de un infarto en el intento. — y
Y no puedo dejar de tomar su rostro entre mis manos y plantarle un nada sutil beso cargado de mariposas que revolotean mi vientre, recibiendo por su parte, un quejido de dolor dado a sus moretones.

—Lo siento cariño —acaricio sus heridos pómulos con cariño.

—Nada de lo siento, ven aquí y consúmeme con tus besos aunque duela. Eso me recuerda que estoy vivo y dispuesto a disfrutar cada momento contigo a mi lado —ahora él, es quién atrapa mis belfos en un más que apasionado beso apretujando mi cuerpo contra el suyo.

De repente, el ambiente se torna demasiado caliente para mi agrado. O debo ser yo que denoto mi cuerpo a punto de ebullición, y no por vergüenza, en esta ocasión.

Sus manos apretando los costados de mi cuerpo y afirmando sus dedos sobre el relieve de mis nalgas, saca un apenas audible gemido desde lo profundo de mis entrañas.

—Jungkook —jadeo entre besos.

Obteniendo como respuesta, roces aún más apasionados. Y percibiendo que, entre los mismos, él se encarga de atisbar a nuestro alrededor trasladándose conmigo hacia una cercana habitación.

—Necesito tu calor pequeño, sino, siento que me quemo en cualquier momento. Déjame disfrutar de ti, aunque sea por un instante —murmura sobre mi cuello, lamiendo cada centímetro a su alcance.

Sus caricias subidas de tono hacen eco en mi dúctil memoria sexual. Y activando los recuerdos de nuestro último momento íntimo, incentivo a su accionar; avivando mi sensorial cuerpo ante cada roce de su piel y desplegando mis manos entre sus ropas para deleitarme con su caliente y fornida musculatura. Gravando cada parte de su piel, en las yemas de mis dedos.

—Me calientas a sobremanera pequeño. Quiero tocarte hasta que no puedas más y de ser posible, hundirme en ti hasta reventar —susurra con grave voz, erizando cada partícula de mi piel y haciendo perder la parva cordura que me resta.

Y tomando dominio la excitación en mí, como un poseso, me arrastro por sus piernas, descendiendo su pantalón (que desabroche en el suceso de sus besos) para armarme de valor y tragarme su dureza y atorarme con su devoción.




















DIABLOS CON EL RESIDENTE😏😈

GRACIAS POR LEER, VALORAR Y COMENTAR😍

LOS AMITO MUCHO❤

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro