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—¿Qué no te dije que durmieras? —pregunta Alice sin dejar de maquillar el rostro de la futura novia.

—Lo siento, tuve una pesadilla —confiesa la castaña intentando despejar su mente—. Supongo que son los nervios.

Las dos mujeres se quedan calladas hasta que por el pasillo aparecen Rosalie y Esme junto con Bella.

—¿Necesitas una mano? —pregunta Rosalie con una sonrisa en su rostro—. Voy a hacerle el peinado.

La vampiresa se acerca a Mackenzie para quedar a sus espaldas y comienza a acomodarle el cabello pensando en qué peinado podría hacerle a su cuñada.

—Tengo varias ideas, pero para el vestido le queda uno suelto —explica Rosalie antes de comenzar a peinar el cabello de la futura novia.

Bella y Esme buscan el velo junto con el tocado que llevará Mackenzie en el pelo.

Charlie detiene sus pasos al momento de ver un enorme retrato que tenía la familia Cullen colgado a un costado de las escaleras.

—Oye, ¿ya la encontraste? —pregunta Renee al detenerse junto a su exesposo que tenía una caja de terciopelo negro entre las manos.

—¿Son birretes de graduación? —pregunta Charlie confundido.

Renee regresa su mirada hacia el lugar en donde él estaba mirando y no evita sonreír al reconocer todos los birretes de graduación.

—Qué creativo —responde la mujer antes de terminar de subir las escaleras para llegar al segundo piso de la casa.

—O extraño —susurra Charlie el fruncir el ceño incrédulo.

—¡Alice! ¡Mackenzie! —grita Renee mirando a los dos lados del pasillo.

—¡Aquí, mamá! —grita la futura novia sin abrir los ojos, ya que su cuñada terminaba de ponerle algunas sombras con delineador.

Renee comienza a caminar hacia donde provino la voz de su hija mejor, no evita sonreír emocionada al verla maquillada y peinada, la mujer siente como sus ojos se llenan de lágrimas al apreciar esa imagen.

—Oh, por Dios, te ves hermosa —susurra la mujer con la voz rota—. Oh, mi maquillaje.

—Mamá —responden las hermanas Swan al mismo tiempo con diversión.

Alice saca un pañuelo y se lo entrega a Renee que no dudó en tomarlo para secar sus lágrimas.

—¡Charlie! ¡Ven acá! —grita la mujer para que su exesposo asomara la cabeza un poco.

—¿Están seguras? —pregunta Charlie, algo desconfiado—. No quiero incomodarlas.

El hombre termina por entrar a la habitación, pero Mackenzie se levanta de su lugar y abre la boca ligeramente, estando sorprendida al reconocer a su padre con un traje negro hecho a la medida.

—Ya sé, me veo sexy —asegura Charlie con orgullo consiguiendo que sus dos hijas comenzaran a reír.

Mackenzie sigue riendo, pero cubre su boca sin poder evitarlo.

—Queremos que tengas algo azul en tu boda —explica Renee al poder tranquilizarse y darle una pequeña sonrisa a su hija menor.

—Y algo viejo —habla Charlie—. Aparte de tu madre.

Su exesposa regresa a verlo de mala manera y le da un duro golpe en el brazo que hizo reír a sus mellizas.

Charlie abre la caja que tenía en las manos para mostrar un pequeño broche de color plateado con algunos zafiros incrustados en el centro.

—Era de la abuela Swan —le explica Charlie con una sonrisa en sus labios.

—Pero le añadimos los zafiros —confiesa Renee al señalar dicho broche.

—Es precioso, muchas gracias —susurra Mackenzie fascinada antes de tomar el broche con cuidado.

La castaña lo admira de cerca unos cuantos segundos antes de entregárselo a Rosalie para que pudiera acomodarle en el peinado ya realizado.

—Tu primera joya de familia —susurra Renee con la voz rota—. Pasará a tu hija, y a su hija...

Mackenzie fija su mirada en sus cuñadas, regresa su mirada a su suegra y detiene sus ojos en Bella, que le dio una media sonrisa para tranquilizarla.

La futura novia se levanta de su lugar y regresa su mirada hacia su madre que había comenzado a llorar.

—Mamá —susurra Mack con claras intenciones de abrazarla, pero Alice la detiene con velocidad.

—No, estropearás mi obra de arte —segura la vampiresa de corte pixie.

Renee asiente estando de acuerdo con ella y seca sus lágrimas con una sonrisa en su rostro.

—¡Es hora del vestido! —avisa Alice emocionada antes de encaminarse hacia el gran armario de la habitación.

La vampiresa saca el atuendo cubierto por una funda de plástico que evitaba que le sucediera algo.

—¿Quiere verlo? —le pregunta Alice a Renee que no dudó en asentir emocionada.

Mackenzie regresa su mirada hacia su padre que le dio una media sonrisa, la castaña aprovecha que sus cuñadas se encontraban distraídas por lo que abrazó a Charlie con fuerza.

—Muchas gracias, papá —susurra la mujer mientras era abrazada por el hombre.

Charlie se aleja de su hija para dejar un casto beso en su frente que la hizo sonreír, este le sonríe por última vez antes de que él saliera de la habitación para darles privacidad a las mujeres.

Mackenzie se quita su bata de seda y deja al descubierto su ropa interior blanca, ella se acerca a Alice con claras intenciones de ponerse el vestido de novia, pero Rosalie no tarda en detenerla.

—Antes del vestido —habla Bella al acercarse al tocador y tomar algo con una sonrisa en su rostro—. La liga.

Bella camina de regreso hacia Mackenzie, que tragó saliva nerviosa, pero terminó por asentir. La futura novia toma la liga de encaje que le extiende su melliza y se la pone con cuidado en su pierna izquierda.

Mack se acerca a Alice para ponerse el vestido con ayuda de todas las mujeres presentes, terminan de abrocharle el vestido a la castaña y esta se da la vuelta para quedar enfrente de su madre que tenía una radiante sonrisa en su rostro.

—Te ves hermosa, princesa —asegura Renee emocionada—. El vestido te quedó precioso.

Mackenzie se mantiene quieta para que Rosalie le pusiera el velo con cuidado, Bella ayuda a su hermana para que se pusiera los zapatos y deja que la vampiresa rubia pusiera la primera capa del velo enfrente del rostro de la futura novia.

La castaña camina hacia el espejo de cuerpo completo de la habitación y sonríe al ver el reflejo.

—¿Lista? —pregunta Esme con una tierna sonrisa en sus labios.

Mackenzie regresa a verla por el reflejo del espejo y asiente con una sonrisa en sus labios, pero en sus ojos se podía mostrar lo emocionada que estaba.

Alice y Rosalie salen de la habitación para terminar de ponerse sus vestidos, Esme sale junto a ellas y Renee mientras las dos hablaban de la recepción, pero dejan a solas a las hermanas Swan.

—Todo saldrá bien —asegura Bella al ver que la respiración de su melliza se encontraba agitada—. No te pongas nerviosa.

Bella toma el ramo de flores naturales y se lo extiende a Mackenzie que lo tomó con sus manos temblorosas, la futura novia toma el brazo de su hermana y las dos se encaminan hacia las escaleras de la casa.

Al llegar a la biblioteca, Bella se despide de Mack con una media sonrisa y le desea suerte en un susurro.

Los invitados se encuentran hablando entre ellos para esperando el inicio de la ceremonia, varios se saludan y van conociéndose, Bella llega junto a Jacob y Seth que no tardaron en saludarla.

Mackenzie se muerde el labio inferior nerviosa al ver como todos los invitados comenzaban a tomar sus lugares y el lugar quedaba en silencio, ya que esperaban a que la ceremonia iniciara.

—¿Lista? —le pregunta Charlie a su hija al quedar a su costado.

La castaña regresa a verlo y tarda unos segundos en asentir, Mackenzie toma el brazo de su padre teniendo su mano temblorosa, toma fuertemente el ramo y cierra los ojos para intentar tranquilizar los acelerados latidos de su corazón.

—No dejes que me caiga, papá —suplica la novia en un susurro intentando relajarse.

—Jamás —responde Charlie sin alguna duda antes de comenzar a caminar junto a Mackenzie.

Ambos se encamina al altar entrando por un hermoso camino lleno de flores, Mack toma con fuerza el brazo de su padre y mantiene su mirada baja sin dejar de escuchar una hermosa melodía de fondo.

Padre e hija se detienen al quedar enfrente del pasillo que daba hacia el altar, Mackenzie levanta la mirada encontrándose con Edward a lo lejos, este se encontraba mirándola con adoración y una radiante sonrisa en su rostro.

Los nervios de la castaña desaparecieron al momento en que pudo admirar sus ojos dorados, pero sobre todo por la manera en que este la miraba con ilusión. Se mostraba lo profundamente enamorado que estaba por su prometida.

Mackenzie sigue su camino junto con Charlie hasta que se detuvieron al quedar enfrente de Edward, el padre de la novia deja un dulce beso en la mejilla de su hija que no pudo evitar sonreír, Charlie toma la mano de Mackenzie y se la extiende a Edward que no dudó en tomarla con delicadeza.

—Cuídala mucho, por favor —le pide Charlie en un susurro a Edward que asintió con seguridad.

El hombre retrocede y se sienta junto a su exesposa que dejó unas cuantas palmadas en su pierna para animarlo.

Mackenzie mantiene su mirada en Edward, que le dio una media sonrisa y admiró su rostro con detenimiento. Los dos se sonríen en complicidad antes de quedar enfrente del sacerdote que oficiaría la ceremonia.

—Queridos hermanos, estamos aquí reunidos para presenciar la unión de Edward Cullen y Mackenzie Swan —empieza a hablar el sacerdote hacia todos los presentes, pero sus palabras iban dirigidas hacia los novios que no dejaban de mirarse con adoración—. Repitan después de mí.

La pareja queda el uno enfrente del otro, Alice se acerca para tomar el ramo de la novia con una sonrisa, mientras que Bella igual se acercó a los novios, pero ella tenía una pequeña cajita con los anillos.

—Yo, Edward Cullen, te tomo a ti, Mackenzie Swan para amarte siempre—comienza a recitar el vampiro con una sonrisa en su rostro luego de que tomara uno delos anillos que le extendió Bella—. Prometo amarte en las buenas y en las malas, en la riqueza y la pobreza, en la salud y en el dolor. Prometo apoyarte en los momentos difíciles y ser tu apoyo incondicional, prometo hacerte sonreír en todo momento, prometo amarte y atesorarte por el resto de nuestras vidas. Prometo confiar en ti, serte fiel y cuidarte hasta el último día de mi vida. Todo lo mío, ahora es tuyo.

Edward desliza lentamente el anillo de bodas en el dedo anular izquierdo de Mackenzie en donde todavía se encontraba su anillo de compromiso, la mujer sonríe al sentir como sus ojos se llenaron de lágrimas por la emoción.

Mack toma el anillo que le extiende Bella y esta última no tarda en regresar a su lugar junto a Jacob, que le dio una ligera sonrisa.

—Yo, Mackenzie Swan, te tomo a ti, Edward Cullen para amarte siempre —comienza a hablar la castaña mientras miraba fijamente a su pareja que no dejaba de mirarla con adoración—. Prometo estar contigo en las buenas y en las malas, en la riqueza y la pobreza, en la salud y en el dolor. Prometo amarte incondicionalmente hasta el último día de nuestras vidas, prometo serte fiel y darte consuelo en los momentos de necesidad. Todo lo mío, ahora es tuyo.

Mackenzie termina de deslizar el anillo de matrimonio en el dedo anular izquierdo de Edward, este toma una de las manos de su chica para dejar un tierno beso en sus nudillos que la hizo sonreír encantada.

—Edward Cullen, ¿aceptas a Mackenzie Swan como tu legítima esposa para amarla y respetarla hasta el último día de sus vidas? —pregunta el sacerdote hacia el hombre que sonrió y asintió sin dudar.

—Acepto —responde el mencionado sin perder su sonrisa.

—Mackenzie Swan, ¿aceptas a Edward Cullen como tu legítimo esposo para amarlo y respetarlo hasta el último día de sus vidas? —pregunta el sacerdote hacia la novia que igual asintió emocionada.

—Acepto —responde ella rápidamente, consiguiendo que su prometido sonriera divertido.

—Por el poder que se me fue conferido, ahora los declaro marido y... —el sacerdote no pudo terminar de hablar.

Edward levanta el velo de Mackenzie para descubrir su rostro y toma sus mejillas con delicadeza antes de besarla con necesidad, ella no evita reírse avergonzada, pero corresponde el beso gustosa.

—Ya puede besar a la novia —termina por decir el sacerdote con diversión, consiguiendo que los invitados se rieran, pero no dejan de aplaudir.

Edward se aleja de los labios de Mackenzie, pero los dos mantiene sus frentes juntas.

—Al fin eres mi esposa, vida mía —susurra el vampiro emocionado.

—Se te cumplió, Batman —responde ella por lo bajo, consiguiendo que ambos se rieran.

Edward niega ligeramente ante esas palabras y vuelve a besar con necesidad a Mackenzie, que enredó sus brazos en su cuello, así los dos cerraron su promesa de amor eterno.

Los invitados se levantan de sus lugares para seguir aplaudiendo por los recién casados, Mackenzie y Edward se mantuvieron en sus lugares mientras otras personas ponían todo lo necesario para la boda civil.

Ambo firman los papeles correspondientes sin perder la sonrisa de sus rostros, una vez que obtuvieron la aprobación del juez, regresaron sus miradas al otro.

—Mi esposo —susurra Mackenzie al volver enredar sus brazos en el cuello de su pareja

—Mi esposa —susurra Edward en respuesta, toma la cintura de la mencionada con posesión.

Él se inclina para besar los labios de su mujer mientras todos los invitados seguían aplaudiendo y comenzaban a festejar, Edward se aleja de los labios de Mackenzie para que ambos regresaran sus miradas hacia los invitados, pero este terminó por tomarla de la cintura para pegarla a un costado de su cuerpo.

Mack mira a todos los invitados con una radiante sonrisa en su rostro, pone su mano libre en el pecho de Edward, ya que la otra la tenía en la espalda de este.

Ambos le sonríen una vez más antes de que regresaran sus miradas hacia el otro, se sonríen en complicidad y se acercan al otro para besarse una vez más.

Ay, como me encantan Mackenzie y Edward ^^

Espero que les haya gustado el capítulo hermosas personitas, en multimedia se encuentra todo sobre la boda, el vestido, el peinado, el ramo y los anillos.

Con respecto al anillo de Mackenzie quiero decirles que su anillo de casada es uno de oro rosado con diamantes que se hace uno con su anillo de compromiso. Es el que se encuentra en la siguiente imagen.

El anillo de Edward es el que se encuentra en multimedia, una vez aclaro eso, espero que de verdad les haya gustado el capítulo. 

Nos vemos dentro de un rato hermosas personitas❤️

✨Maratón 2/3✨

🌷𝐌𝐎𝐀𝐍𝐀🌷

Esta es una historia original de Wattpad, actualmente igual se encuentra disponible en Inkitt y en Booknet, si la lees en otra plataforma se debe a un virus y una copia sin mi permiso.