|Flashback|

Cuando Jin y JungKook estaban abrazados en la cocina, JungKook disfrutaba de aquel aroma a rosas y vainilla.

De repente, su alfa se removió emocionado y quiso salir, pero Kook, extrañado por su comportamiento, lo reprendió.

"Es nuestro." -Le dijo su Alfa.

Pero Kook no entendió. Si lo decía por Jin, era normal porque Kook había caído enamorado a los pies del peli rosa. Pero esa actitud tan primitiva que su alfa había adquirido, sólo se daba cuando por fin habías encontrado a tu soulmate o te encontrabas en un inminente peligro.

"Es nuestro Omega." -Le aclaró. "Es un Lobo."

El menor se separó abruptamente del mayor bajo la confundida mirada de este.

¿Lobo? ¿Pero cómo estaba seguro de eso si parecía que ni el mismo Jin lo sabía?

"Su Omega está dormido." -Volvió a decir el Alfa. "Es nuestro deber hacer que nuestro Omega reaccione."

JungKook abrió la boca sorprendido. ¿Entonces era por eso que él identificaba ese dulce aroma en el mayor? Porque ciertamente, en YoonGi no percibía ningún aroma, pues él si era un humano.

— ¿Qué pasa, Kook? ¿Te sientes mal? -Jin lo miraba preocupado.

—SeokJin... ¿Te gustaría hablarme de tu familia?

Por alguna extraña razón. Aquella pregunta parecía estarla esperando, él quería hablar con alguien acerca de su "familia".

Aunque él ignoraba que era un lobo y que sus "padres" pertenecían a un grupo que les daba caza.

—Bueno... Soy adoptado. -Confesó. —Desde que era un bebé, mis padres fueron muy... ¿Cómo decirlo? Amm digamos que me dejaban a mi suerte. Ellos tienen un hijo mayor, HyunJoon, es el único en la familia que me acepta pero al ser el mayor, él se encarga del negocio familiar junto a papá, ellos tienen una empresa que se dedica a la venta de repuestos de autos. Realmente no hay mucho que contar, pues sólo soy consciente de mi vida junto a los Lee, pero, ellos dijeron que mi familia biológica era de apellido Kim, por lo que me permitieron mantenerlo. Es por eso que muchos no sabían que yo era hijo de los Lee, siempre pensaron que yo era primo de HyunJoon, pero eso no me molesta. Ser un Lee es demasiado para mí, estoy bien siendo quien soy aunque no conozca mi procedencia.

— ¿Y no te gustaría saber de dónde vienes? -Ante aquella información, el menor se sintió inquieto, recordaba haber escuchado de TaeHyung, que sus tíos habían perdido a su hijo cuando era un bebé, luego de que unos cazadores casi los asesinaran. Tenía la sospecha que Jin fuera ese bebé perdido.

— ¿Para qué? Si se deshicieron de mí, era obvio que no me querían. -Dijo desinteresado.

—Pero... ¿Y si no fue así?... -Jin lo miró con confusión. — ¿Y si tu familia nunca quiso deshacerse de ti, si no que, por algún fuerte motivo tuvieron que dejarte? Tú... ¿No te gustaría averiguar qué pasó?

Jin se quedó pensando. ¿Y si las teorías del Lobo resultaban ser ciertas? En algún momento de su vida él quiso averiguar de su familia, pero no tenía idea de donde buscar.

—No tengo idea de quiénes son mi familia, Kook. ¿Dónde voy a buscar?

—Yo puedo ayudarte, soy un Lobo. Pero para eso, debemos ir a mi territorio. -Sonrió ante la mirada de desconfianza de su Omega.

— ¿Y por qué?

—Porque allá, te pueden dar la información que buscas. -Aseguró.

Jin se mordió el labio indeciso, ir hasta las montañas no se le hacía buena idea, menos ahora que tenía tanto trabajo... Pero entonces, una duda surgió. Una que le hizo doler el corazón.

—Si vamos a las montañas tú... ¿Tú te quedarás con tu gente? -Preguntó en tono angustiado.

— ¿Existe alguna razón para me quede aquí? -Respondió con otra pregunta sólo para ver la reacción del mayor, quería ver si lograba despertar a su Omega.

Jin se removió incómodo. Quería decirle que él, era esa razón para que se quedara, pero eso sería egoísta.

—Supongo que no. Además, sé que extrañas a tu familia.

Eso era cierto, pero Kook también sabía que ahora que había encontrado a su mate, ni loco lo dejaría ir.

—Jin. -El nombrado lo miró con semblante triste. —Hagamos un trato. Tú y yo iremos con mi clan. Y regresaré contigo a cambio de algo.

Los ojos de Jin brillaron ante eso. 

— ¿Qué cosa?

—Que al volver, aceptes ser mi pareja. -Respondió con una enorme sonrisa de conejo. —Permíteme cortejarte durante el proceso.

Jin no daba crédito, ¿ese enorme y sexy hombre quería ser su pareja? ¿Por qué?

Aunque debía admitir que Kook era un excelente prospecto para él. El chico era todo un caballero, además de dulce y atento.

—Pero...

—No acepto excusas, es eso, o nada. -Dijo tajante.

Jin no lo pensó mucho esta vez. 

—Está bien, pero aún no podemos ir, debo arreglar la salida en mi trabajo.

Kook asintió y sin mediar palabra asaltó la rosada boca del mayor en un beso dulce y explorativo. Había dado inicio con el cortejo.

Y después de ese beso vino otro, luego otro y otro. Hasta el punto en el que ambos estaban en la habitación del mayor compartiendo calor, pues Jin había estado tan perdido en los besos, que ni siquiera sintió cuando el lobo lo dejó sólo en bóxer.

—YoonGi puede venir... -Susurró en medio de un gemido al sentir como chupaba la delicada piel de su cuello.

—Estaremos listos. -Respondió besando y chupando todo a su paso.

Y así como el mayor lo predijo, Min había llegado pero gracias al oído desarrollado del Lobo, logró transformarse a tiempo.