ꜱᴇᴘᴛ

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Cuando YoonGi regresó a casa, ya eran pasadas las dos de la mañana.

Era obvio que Jin estaría dormido pues aún le tocaba trabajar dentro de unas horas.

Sin hacer ruido fue a su habitación y al sentarse en la cama, unos sonidos raros provenientes de la habitación de su mejor amigo lo dejaron pensando.

¿Qué demonios?

¿Esos eran chasquidos?

Espera... ¿Jin había traído a alguien?

Como en todo lugar, en su casa habían reglas, y una de ellas era que estaba prohibido llevar amantes, pues era su lugar sagrado y no lo arruinarían yendo a follar con gente irrelevante.

Incluso él; sólo había llevado a su novia unas dos veces, y con Jin estando ahí.

Por eso, le parecía inaudito que SeokJin haya roto esa regla.

Enfurecido, se puso de pie y sin tocar, entró abruptamente al cuarto del mayor y encendió la luz.

— ¡SeokJin! -Exclamó sorprendido.

Jin yacía en su cama, sólo con un bóxer, a su lado estaba...

— ¿Qué demonios están haciendo?

Le enseñaba a Ranger nuevos trucos. -Respondió tranquilo.

Exacto, Jin estaba en la cama y junto a él, su Lobo negro que mordisqueaba un especie de juguete chillante.

Y el sonido que emitía era obscenamente parecido al de los chasquidos de los besos.

YoonGi estaba colorado pero por haber desconfiado de su amigo.

Por Dios Jin... Yo pensé...

Pensaste que estaba con alguien. -Afirmó con una sonrisa comprensiva. —Tenemos un acuerdo, Chi. Sabes que lo respeto.

Sí yo... -Se pasó la mano por el pelo. —Lo siento. Creo que sólo estoy aturdido.

— ¿Todo bien? -Preguntó el mayor con preocupación.

Tuve una pelea con Momo... -Confesó sombrío.

El molesto sonido del juguete se detuvo.

Oh...

Jin se puso de pie y abrazó a su amigo, sabía que a este no le gustaba el afecto, pero él siempre lo abrazaba o besaba, no podía evitarlo, amaba a su mejor amigo.

Y esta vez no fue mi culpa. -Dijo el más bajo aferrado a la espalda del peli rosa.

De acuerdo. -Acarició las hebras rubias con cariño. —Ve a descansar y si gustas, podemos hablar cuando vuelva del trabajo.

YoonGi asintió pero no se movió, se sentía bien ser mimado por su amigo.

— ¿Por qué entrenabas a Ranger a esta hora? -Cuestionó mirando al perro, éste sólo movía la cola mientras los miraba.

No podía dormir. -Contestó con simpleza.

 ¿Y por qué sólo estás en bóxer? Tú no duermes así. -Volvió a cuestionar.

Esta vez, YoonGi observó a su amigo detalladamente, tenía el pelo alborotado, además tenía unas leves marcas rojas en el cuello, pecho y tenía una especie de mordida en el labio inferior.

Jin se puso nervioso. 

Y-yo... Sólo tenía calor.

Ahora mismo luces como un tipo que ha sido satisfactoriamente follado. -Especuló con una sonrisa burlona.

Jin se puso rojo como tomate, y se apartó del abrazo.

Ranger bufó.

— ¿Tuviste acción mientras no estaba? -Preguntó paciente.

Claro que no. Simplemente tengo alergia, sabes muy bien que tengo piel sensible.

Pero YoonGi no le creyó absolutamente nada.

Jin de verdad lucía como un actor porno que recién terminó de filmar una escena sexual.

Él es hetero, pero, sabía aceptar que su mejor amigo era un hombre sumamente caliente.

Con ese rostro angelical y luego ese cuerpo tan bien trabajado con curvas por todos los lados justos.

Si bateara para ese lado, SeokJin sería el hombre ideal para él, lástima que quería mucho a su novia.

Jin, somos mejores amigos desde pañales, te conozco y sé que mientes. Sabes que puedes confiar en mí, hasta hoy, te he sido leal.

Jin jugó con sus dedos y miró a Ranger.

¿Sería buen momento para decirle la verdad?

Chi... ¿Tú crees en cosas sobrenaturales?

No. -Contestó sin rodeos.

Pero... Si tuvieras las pruebas frente a ti... ¿Aún así no creerías?

Bueno... Con pruebas puede que si crea.

Ranger y Jin volvieron a mirarse.

Entonces...

Entonces me voy. -Declaró girándose a la puerta. —Estoy muerto.

— ¡Pero! -Intentó detenerlo.

Hablamos después, Jinnie. Buenas noches. -Besó su mejilla como siempre. —Noches Ranger.

El perro ladró. Y luego YoonGi había desaparecido.

Jin se quedó estupefacto mirando la puerta cerrada.

Suspiró resignado y volvió a apagar la luz.

Creo que aún no es el momento, Jinnie. -Dijo Kook que se ponía un bóxer.

Pero... No podemos alargar más la situación. -Jin regresó a la cama.

No, pero YoonGi parecía cansado, mucho más con lo de su novia. -Kook abrazó al mayor y escondió su rostro en el hueco del cuello.

Además sospechó de nosotros. -Dijo acariciando los medio rizos del alfa.

Es que eres muy ruidoso. -Susurró acercando su boca a la del peli rosa.

 ¿Entonces por qué no me callas? -Ronroneó.

Y la noche siguió llena de besos sutiles hasta que el sueño los venció.

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