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Su madre no estaba en casa desde hace cuatro días, y suponía que como siempre, regresaría cuando se cumpliera el séptimo. Se puso de pie con algo de dificultad, su brazo izquierdo dolía cuando ejercía fuerza con él y sus rodillas habían perdido la costumbre; aguantando el dolor acabó parado paralelo a la puerta de la habitación, se sintió un poco mareado y decidió solo quedarse así un momento.

Cuando las alarmas de su cuerpo que le daban aviso de que todo en él estaba "desorientado" cesaron, avanzó un par de pasos para asegurarse que podia hacerlo, y sin más se puso en campaña. Se despojó de esa ropa sucia que llevaba, y solo por que iría a verla a ella, se observó en el espejo que tanto odiaba en busca de hallar algo que tuviera que tapar con el maquillaje que escondía bajo su cama; por suerte -o desgracia-, solo tendría que tapar un moratón cerca de su mandíbula ya que los que tenía en las costillas solo sus ojos los verían.

Escogió su overol de mezclilla y una camisa celeste con las mangas largas, junto a su gorrito negro y zapatillas blancas; ni siquiera se tomó el tiempo de pensar en si combinaba o no su atuendo. Tampoco le importaba demasiado, nada nunca importaba demasiado.

Lo último que tomó fueron su libreta, donde hace dias había escrito dos largas notas, y dos celulares que algún día alguien le había regalado por si los llegaba a necesitar. El día había llegado, debía usarlos. Y entonces, habiendo convertido todo lo malo en bueno con esa pintura del mismo tono de su piel, salió de su casa siendo presuroso para llegar a esa casa en la que había estado repetidas veces y, en la cual incluso, había dormido otro par.

Jungkook ni siquiera miró el reloj pero calculaba que eran al rededor de las diez am., y simplemente se dedicó a caminar lo mas rápido que sus doloridas rodillas le permitieron. Cuando estuvo frente a la bonita casa, tocó sin pensar dos veces el timbre.

Ojalá ella...

—Hola...—oh, era el pequeño Taehyung. Su rostro se iluminó cuando reaccionó que quien estaba frente a él, era Jungkook—, ¡Kookie! ¿Qué haces aquí? ¿Como estás?

El mayor suspiró, negando leve con la cabeza, y lo abrazó sin más, sintiendo su aroma característico entrar por sus fosas nasales; Taehyung no lo comprendió ahí, ni ese día ni ese año, pero lo abrazó también con fuerza por que de verdad...

De verdad le había extrañado.


Ay, mi kookie:((

Posdata I: No queda nada para el final, me van a odiar muajajajajja
Posdata II: A la tarde subo la parte 2.

©ʏᴏᴏɴɴɪᴇxᴊɪᴍɪɴɪᴇ5

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