JungKook cubrió con su cuerpo musculoso el menudo del rubio. Su rostro terminó en la curvatura de su cuello, olfateando con fuerza, llenando sus pulmones de aquella tan deliciosa fragancia que adormecía sus sentidos.

Sus manos grandes acariciaban la pequeña cintura, abrazando con fuerza a su mejor amigo.

Su alfa quería salir, quería empotrar a ese dulce niño contra la pared y Kook estaba luchando por su autocontrol. Aunque estaba fascinado por el aroma a Omega en celo, su raciocinio le impedía atacar a su rubio, es decir, es su mejor amigo, sabía que era como su alma gemela pues Jin lo conocía a la perfección así como él mismo sabía todo de Jin.

Pero cuando el rubio dejó escapar un gemido sobre su oído, Kook gruñó, entonces empezó a frotarse contra él deliberadamente.

Su pelvis pegada duramente contra la del Omega y sus quejidos, sumado a la forma tan necesitada en la que apretaba el cuello de su camisa, estaba conduciendo al alfa al borde de la locura.

—Jinnie... -Gimió ronco contra su cuello.

Su lengua, idéntica a la de una serpiente, lamió toda la extensión del cuello del Omega. Oh sí, hasta el sabor de su piel era exquisita.

JungKook luchaba pero su alfa estaba ganando la batalla. Sintió a Jin restregarse contra él y jadear sin vergüenza, las suaves y delicadas manos del rubio alzaron su camisa y acarició la piel caliente de su espalda.

Por los dioses... JungKook nunca se había sentido tan jodidamente feliz en su vida. Los suaves labios del rubio besaban su mandíbula, haciendo el camino hacia sus labios.

Kook giró su cabeza a su encuentro y fue la primera vez, que ambos se entregaban en un beso, fue un beso torpe y desordenado al no tener ninguna experiencia en ello, donde sus lenguas se enredaban y la saliva surcaba sus barbillas.

Pero el erótico ambiente no hacía más que excitarlos, Kook metió su lengua en la boca del rubio y le robó el aliento, las manos de Jin acariciaban por doquier. Ya ninguno tenía timidez, la lujuria estaba logrando que sus cerebros se apagaran.

Entonces, Kook arrancó sus labios soltando un sucio chasquido, su respiración era entrecortada y su sabroso platillo estaba igual o peor. A sus ojos no había mayor belleza que SeokJin con sus labios hinchados, la ropa desaliñada, mejillas rojas y sus pupilas dilatadas.

Kook lo llevó hasta su cama, lo recostó con cuidado y entonces, descendió sus labios al cuello. Besaba y chupaba la zona, sus manos hábiles con las armas funcionaron para desnudar al Omega con rapidez.

El tiempo se detuvo, simplemente eran ellos dos llenos de pasión, el celo haciendo su trabajo y ellos saciando su hambre en el cuerpo del otro.

Para cuando Kook por fin penetró a Jin. Sabían que todo se había perdido.

Las embestidas eran certeras, los gemidos del Omega enloquecían al alfa que se encontraba enamorado de aquella hermosa imagen. Su mejor amigo siendo profanado por él en un acto puramente carnal.

El Dragón sintió su ego elevado al escuchar al Omega exigiendo que fuera más rápido y duro, mientras que el rubio sólo podía mover su cadera para encontrarse con aquellos deliciosos golpes a su próstata.

Ninguno reparó en que no habían usado protección al ser la primera vez de ambos. Pero tampoco era un problema. Kook no anudaría en el Omega, era sencillo, ya que según él, Jin sólo era un agujero con el que sació su celo.

Pero cuando los dos llegaron al tan ansiado orgasmo. Kook sintió su nudo formarse, entonces, como si de una mala broma se tratara, comprendió todo.

Abrió sus ojos como platos y miró a SeokJin jadeando, sudado y muy apetecible. Pero luego, con un brusco movimiento salió de él.

Kook se encerró en el baño y Jin apenas registró lo que acababa de suceder. Su mejor amigo lo había follado, calmó su celo con "ayuda" del Dragón.

Oh por Dios...

¿Qué diablos habían hecho?

Cuando la nube de excitación por fin desapareció. Jin se apresuró a vestirse, era un milagro que sus padres no hubiesen llegado.

Entonces analizó las cosas. Había caído en las redes del deseo y había perdido la virginidad con su mejor amigo alfa... Bueno, no era una tragedia, Jin en parte estaba agradecido de haberlo hecho con Kook pues el chico había sido cuidadoso y tierno hasta cierto punto, además de que confiaba ciegamente en él.

Pero tal parecía que Kook no pensaba igual. Llevaba por lo menos media hora encerrado en el baño y no se escuchaba nada. Así que Jin tomó sus ropas y se acercó a la puerta.

— ¿Kookie? -Llamó suavemente mientras daba leves golpecitos a la madera. —Tu ropa...

La puerta se abrió y sólo una mano salió arrebatándole las prendas, para después cerrar de un portazo.

Jin estaba confundido. ¿Por qué diablos Kook hacía tanto drama?

Eran mejores amigos y follaron para calmar su celo, punto.

Él no le veía el problema, pero al parecer para Kook todo eso había sido un grave error y Jin sintió una punzada en su pecho. Se imaginó que para el alfa él no había sido suficiente.

Kook salió a los pocos minutos, su semblante serio, parecía furioso pues su cuerpo estaba tenso.

— ¿Estás bien? -Se atrevió a preguntar el Omega con temor.

Kook lo miró. Sus ojos eran una turbulencia de emociones, reflejaban deseo, cariño, culpa, temor. Pero no arrepentimiento.

El alfa se acercó al rubio y lo abrazó con fuerza, hundió su rostro en el cuello e inhaló profundamente.

Jin cerró sus ojos devolviendo el abrazo con la misma intensidad. Kook soltaba el aroma a tristeza.

—Lo siento... -Susurró. —Es mi culpa.

Besó su cuello y lo chupó con dureza. Jin gimió pero cuando sus ojos se abrieron, Kook había salido de su habitación sin decir más.

Desde ese día. Las cosas ya no fueron igual.

Dedicado a ArmyGirl- te amooooooo y gracias! 😢❤