ᴘʟᴀɴ.

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Si matamos a ese Omega, mi hijo ya no tendrá razón para resistirse a nosotros. Es simple. Sólo acaben con él. -Ordenó el alfa Dragón a sus sirvientes que asistieron ante el mandato.

Jeon padre no era estúpido. Sabía que el comportamiento rebelde de su hijo se debía a cierto Omega entrometido que había logrado traspasar la coraza que con mucho esfuerzo ellos le habían impuesto a JungKook.

Él se enteró de aquel chico desde el comienzo pero al ver que, aparentemente, el Omega no intentaba engatusar a su hijo, lo dejó pasar.

Con ello, Kook creció y también su independencia, pero sabía que todo era influenciado por el maldito Omega rubio de raza diferente.

Era un bastardo. Para Jeon padre, SeokJin era un nombre que no podía ser mencionado en su clan. Y él se lo haría saber a su hijo muy pronto. 



























JungKook y SeokJin tenían una enorme sonrisa adornando sus bellos rostros, caminaban sin prisa hacia la Universidad.

Gracias por esa maravillosa noche, mi amor. -Susurró el alfa mientras lo abrazaba.

Umm gracias a ti. -El rubio besó los belfos del azabache.

Vaya, vaya, huele a sexo por aquí~ -Cantó uno de los mejores amigos de Jin.

— ¡JiMin! -Exclamó el rubio con su cara ardiendo.

Ay Jin, no seas anticuado, tener sexo con tu alfa es normal. -Dijo con obviedad.

Claro... Lo dices porque tú pasas enganchado a NamJoon, veinticuatro siete. ¿No? -Se burló.

Fue el turno del peli rosa de sonrojarse furiosamente ante la mención de su alfa.

Bueno, bueno. Creo que debemos dejarlo por la paz o empezarán a pelear por saber quién tiene al mejor alfa. -Intervino el azabache con voz cómica al ver a los dos Omegas discutir.

— ¡Mi alfa es mejor! -Exclamaron al unísono.

Se miraron desafiantes con la boca abierta, los dos Omegas se retaban, y de no ser porque los alfas de ambos se llevaron a sus respectivas parejas. Esa pelea nunca hubiese tenido fin.































Te lo digo, sólo fue por bromear. -Decía el rubio mientras comía un trozo de pastel de fresa.

Estaban cómodamente recostados en la cama del Omega.

Ustedes los Omegas son muy competitivos cuando de defender lo suyo se trata. -Argumentó el alfa sorprendido por lo anteriormente visto. —En serio parecía que se arrancarían la cabeza.

Claro que no. JiMinnie y yo hemos sido mejores amigos desde niños, junto a Hobi, nos conocemos perfectamente, y eso sólo fue un juego. -Aclaró con una adorable sonrisa.

JungKook también sonrió, amaba a su Omega.

De acuerdo. Eres sorprendente, cariño. -Acarició la suave mejilla y después lo besó.

Un beso dulce y cálido que llenaba sus corazones de emoción.

La próxima semana iré a Busan, ¿quieres acompañarme? -Preguntó el Dragón sobre la boca del otro.

— ¿A qué vas a ir? -Jin le mordió el labio inferior.

Iré a ver a mis abuelos, son los únicos que de verdad me quieren. -Declaró con un toque de melancolía. —Obviamente mis padres no lo saben ya que los expulsaron del clan cuando apoyaron a mi hermano en acoplarse a su pareja, un zorro. Como sabes, que uno de nosotros esté con un no Dragón, para ellos es un crimen.

Jin asintió triste recordando su realidad. Jodida mierda. Volvió a su mente el hecho de que estaba viviendo en el país de las maravillas temporalmente.

Hey cariño. -Kook lo tomó de la barbilla. —Está bien. Mira, podemos ir para olvidarnos de todo, mis abuelos te amarán.

Jin no lo pensó. —Iría contigo hasta el fin del mundo.

Unieron sus labios nuevamente de forma cariñosa.

No tendría nada de malo viajar y ser felices por corto tiempo si con ello podían atesorar momentos únicos antes que el desastre se desatara.

Pero ese viaje traería consigo a una persona que pondría en duda los sentimientos del Omega.

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