ᴡᴀʀ - ᴘᴛ. 2

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¡¿Cómo te atreves a traicionarnos?!

El Dragón mayor rugió lanzando a su hijo un aliento de fuego, seguido de la Dragona que atacó con un aliento de relámpagos.

JungKook esquivó ambos ataques, observó las aldeas y varias de ellas habían sido destruidas, agradecía por su rápido actuar.

Bájame. –TaeHyung pidió.

Kook hizo un vuelo rápido en picada, donde el Tigre saltó y aterrizó sin problemas.

El Dragón se precipitó contra su padre, en una pelea cuerpo a cuerpo, el hombre mayor lo atacaba como un poseído al igual que su mujer quien le incrustaba sus mortales garras en los costados.

JungKook gruñó mientras luchaba contra su progenitor, su enorme cola funcionó para lanzar lejos a quien fuera su madre solo por unos momentos

Es nuestro turno, amigo. –TaeHyung cerró sus ojos y dejó que su Tigre dominara por completo sus sentidos.

Pronto, un estruendoso rugido estremeció los cielos y la tierra, los Dragones fueron testigos de la presencia de un colosal Tigre azul, era de su mismo tamaño y desprendía una fuerte y atemorizante presencia.

Como TaeHyung esperaba, fue la Dragona quien lo atacó primero, le lanzó un aliento venenoso mientras con sus poderosas patas atacaba al ser místico.

Pero el Tigre no estaba asustado, esquivaba mientras esperaba paciente hasta que en un mismo rugido lleno de potencia, le devolvió al ataque a la Dragona que indefensa, no pudo esquivar a tiempo su propio veneno, parte de su cuerpo fue consumido, pues ante su mismo poder, no podía regenerarse.

El Tigre entonces rugió de nuevo un aliento de fuego contra ella, quien debilitada recibió de lleno el impacto.

La Dragona emitió un chillido molesto que provocó que varios árboles cayeran, y parte de la tierra se rajara.

JungKook lo sabía, estaba pidiendo refuerzos.

Ellos debían ser más rápidos.

El Dragón entonces rugió y un aliento de hielo atacó al Tigre, mientras seguía luchando con su hijo, pero JungKook no permitió que llegara más lejos, por lo que sacando parte de su arsenal, en un rápido movimiento dejó que una granada explotara de lleno sobre el corazón de su padre.

Sabía que esa pequeña cantidad no sería suficiente, pero por el momento bastaría para debilitarlo.

Ríndete. –Gruñó el menor.

¡Nunca! –Rugió en respuesta, no dejándose vencer por el veneno que corría lentamente por su pecho.

El Dragón en un arranque de ira, contraatacó y golpeó a JungKook con fuerza, logrando derribarlo, su aliento venenoso estaba a punto de ser soltado cuando el Tigre se lanzó sobre su yugular, en una mordida feroz y letal.

Tal como un Tigre ataca a su presa, TaeHyung lo había derrumbado y sus colmillos perforaban la dura piel del Dragón.

JungKook estaba impactado por el poderío del Tigre azul, pero no era momento para dejarse impresionar, pues la Dragona volvió al ataque cuando vislumbró a unos cuantos de los suyos sobrevolar los cielos.

Como había esperado, los refuerzos habían llegado.

Este será tu fin. –Gruñó la Dragona, quien confiada se lanzó contra su hijo.

JungKook luchó contra ella, su madre, la mujer que lo había traído al mundo pero de quien nunca recibió una pisca de cariño.

Estaba decepcionado de ella, el recuerdo de su hermano llegó a su mente y de nueva cuenta, supo que no valía la pena contenerse.

El cuerpo de su madre estaba poco a poco cayendo en pedazos por su propio veneno, sabía que el suyo no le haría mucho daño, pero sí el que llevaba en sus granadas.

Adiós, madre. –JungKook dijo y la granada en su enorme pata impactó con efectividad sobre el corazón de la Dragona.

Esta chilló, pero a diferencia de la primera vez, su chillido era de dolor y angustia.

Derribada una segunda vez, la Dragona ya no se levantó.

Pero JungKook recibió un golpe de fuego por la espalda, por supuesto, los aliados de sus padres los atacaban.

Esta vez, Kook no dudó en usar su aliento con veneno contra todos los Dragones que yacían ahí. Como bien sabían, no todos poseían los mismos poderes.

Sin embargo, aquellos que sí, atacaban sin piedad y a la misma vez, Kook no lo soportó, eran un puñado de Dragones rebeldes que merecían un castigo.

Observó la pelea que TaeHyung aún mantenía con su padre, pero no parecía ceder, estaba herido, aún así luchaba con fuerza.

Entonces, considerando las consecuencias, posibilidades y a sabiendas que tal acto lo dejaría totalmente fuera de batalla, confiaba en que TaeHyung podría con su padre.

Trazó un límite que encerraba a aquel centenar de Dragones que lo atacaban por todos lados, ignoró el dolor amargo de sus heridas, llevó aire a sus pulmones, concentró todo su poder y emitió el más poderoso, fuerte, e intenso chillido que alguna vez había lanzado.

Un catastrófico sismo se sintió, las aguas de los mares chocaban con violencia entre sí, los árboles y montañas alrededor cedieron ante el fuerte impacto.

Pero todos aquellos Dragones enemigos que volaban sobre ellos, como moscas fueron cayendo uno a uno.

Tal era su poder que incluso su padre y el Tigre azul se tambalearon, pero su misión había sido llegar al enemigo y lo había conseguido.

Y es que el chillido infernal era el arma más poderosa que un Dragón podía poseer, acumulaba toda su energía y quien lo emitía, podía incluso morir en el proceso si no tenía el suficiente entrenamiento y magia para soportarlo, y solamente podía ser usado en casos de extremo peligro.

Por lo que, cuando JungKook no resistió más, el enorme Dragón que había sido, cedió a su lado humano y cayó en la tierra destruida, justo al lado del cadáver de su madre.

JungKook había luchado hasta el final.

El Tigre azul agradeció la valiosa ayuda, pues ahora que ya no habían estorbos podía tomarse el tiempo de acabar con la escoria que tenía enfrente.

El Dragón mayor estaba aterrado, él chilló, pero no pudo ser escuchado pues con una de su patas, el Tigre azul atravesó el pecho de aquel enorme ser, tomando su corazón, el premio por el que había luchado a muerte.

TaeHyung apreció como ese enorme cuerpo cayó inerte, con un enorme agujero en el pecho mientras él aplastaba en su pata, el fétido corazón de la inmundicia.

El Tigre observó su alrededor, todo era destrucción y muerte.

¿Cómo sus clanes podían regresar a un lugar así?

«Si lo haces... Te perderé, ¿no es así?» TaeHyung le dijo a su Tigre.

Este se limitó a asentir.

TaeHyung sintió un pinchazo en el corazón, habían sido compañeros desde que estaban en el vientre de su madre, él lo había escogido.

Sin embargo, ahora tendría que dejarlo ir.

«Gracias... Amigo»

Entonces, TaeHyung se dejó caer en la inconsciencia.





JungKook

TaeHyung

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