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❝Porque parecía el agua en calma y brisa de primavera lo que aceleraba el palpitar de su corazón❞.

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↳Atarixia: Imperturbabilidad, serenidad.

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「책」➥「libro」

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Los grandes ojos celestes observaban como Taehyung pateaba la pelota lejos de él en dirección a Hoseok, quien luego se lo pasó a Seokjin.

—¡Jimin-ah, ¿por qué no vienes a jugar?! —preguntó Seokjin riéndose de una forma particular cuando el objeto cayó sobre la cabeza de  Taehyung.

Jimin terminó por ser contagiado por las carcajadas de aquel grupo, y se levantó del césped de aquel parque para unirse a ellos, se colocó en posición y recibió la bola con una patada que la direccionó hacia Hoseok que se encontraba enfrente de él.

El chico de sonrisa con forma de corazón trató de patear el objeto pero terminó de abrirse de piernas cuando no logró tocar la pelota, y entonces emitió sus efectos de sonidos propios de él luego de caer al piso.

Los restantes comenzaron a reír fuertemente, Jimin aplaudía mientras se retorcia en el pasto.

Hoseok sólo podía reírse de sí mismo, uniéndose a los chicos.

El juego avanzó y las risas se incrementaron, en algún punto del juego, Taehyung pateó la pelota un poco alto y en dirección a Jimin.

El rubio no vio venir la bola y terminó siendo golpeada por ésta en el rostro que lo derribó.

—¡Oh no!

—¡Animal! —escuchó a Seokjin gritarle a Taehyung.

Los tres muchachos se acercaron con rapidez hacia Jimin para comprobar su estado.

—¿Estás bien Jimin-ah? —Hoseok miraba preocupado al chico con la nariz roja y ojos cristalizados que se sobaba con sus pequeños dedos la zona afectada.

—Sí Hyung, no es nada —rió Jimin levantándose del suelo, por otro lado Seokjin y Hoseok miraron con desaprobación a Taehyung.

—¿Qué? Fue un accidente —puchereó el castaño.

Mientras que Jimin iba a buscar el objeto que cayó a unos metros de ellos, pudo notar como en la otra calle una cabellera grisácea se paseaba por ahí, ladeó su cabeza.

“Oh, el chico porcelana”.

Iba a acercarse cuando escuchó el fuerte grito de Taehyung a lo lejos.

—¡Jimin ayúdame, me quieren matar! —el de ojos celestes se giró para encontrarse con un Taehyung huyendo a las corridas de Seokjin y observados por un tranquilo Hoseok que sólo se encargaba de reírse de la situación.

—¿¡Me dijiste histérico, idiota!? ¡Ven aquí Kim estúpido Taehyung! —Jimin comenzó a reír y se acercó a los chicos, olvidándose de lo que iba a hacer anteriormente.

—¿Todavía no estás en un club? ¡únete al club de arte! ¡tenemos una gran variedad de actividades! —gritó una muchacha sonriente a pocos centímetros del rostro del chico con mofletes.

—¡No le hagas caso! ¡Únete al club de fútbol americano!

—¡No, no, no! Prueba con unirte al club de jardinería —varias manos tiraban del rubio y de repente se encontró siendo arrastrado lejos de ese tumulto de gente en la entrada de la secundaria.

Jimin al darse cuenta de la situación, reaccionó y se volteó para ver a ese chico alto de cabellos violetas.

—¡Oh! Eres Chanyeol hyung, hola —sonrió el rubio, transformando sus ojos en un par de líneas y mostrando aquella dentadura.

—Hola Jimin-ah, ¿estás bien? ¿no te hicieron nada? —preguntó el mayor preocupado por su dongsaeg, Jimin comenzó a negar con su cabeza.

—¡Claro que no Hyung! Sólo me asusté un poco pero... ¿Por qué están todos con eso? Hablo de los clubes —Jimin ladeó un poco su cabeza confundido por el disturbio que había a pocos metros de ellos.

—Ahh, eso —Chanyeol rió causando que sus hombros se eleven un poco—. Es que es época de las aperturas de los clubes, y muchos toman iniciativa para recaudar miembros en ellos ya que comienza el 17 de Junio, y muchos ya se apresuran, aunque todavía falta semanas —explicó mientras le hacia un ademán al más bajito para que caminara a su lado.

—¿Y que tipo de clubes hay? ¿tú estás en algunos, Hyung? —interrogó curioso el rubiecito, al mismo tiempo que trotaba un poco para estar a un lado del más alto, ya que sus piernas eran cortas y las del pelivioleta eran largas por lo tanto sus pasos también los eran, desventajas de tener una corta estatura.

—Verás...

El día transcurrió como siempre, nada fuera de lo normal, a excepción de ese chico que corría en ropa interior por el patio en silencio y Jimin lo observaba un poco incrédulo, pero fuera de eso, todo estaba normal.

Los pies de Jimin se movían constantemente y sus ojos verificaban el reloj para ver a que hora terminaba la hora y comenzaba la hora del almuerzo.

Entonces el bendito timbre sonó, Jimin fue el primero en salir omitiendo el hecho de que Taehyung lo ha llamado como unas ¿tres veces? pero hizo oídos sordos y fue directo a la Biblioteca.

Como todos los días, entró en silencio, saludó, tomó su libro y se encaminó hacia el pasillo donde seguramente se encontraba el peligris.

Y efectivamente, allí se encontraba, estaba tan calmado, aunque la atarixia del lugar lo hacía ver tan etéreo, con sus ojos fijos en los párrafos de aquel libro, mientras que con las llemas de sus dedos acariciaba los bordes de las hojas viejas y sus labios apenas se separaban ante la impresión de la historia, algo tan bonito y tierno.

Jimin hizo puntillas para llegar a su lugar, trataba de hacer el menor sonido.

—¿Otra vez estás aquí? —y Jimin casi jura que le dio un pequeño infarto al escuchar aquella voz tan profunda, observó al chico porcelana aún leyendo sin apartar su vista del libro pero a la vez teniendo en cuenta al chico rubio.

—S-sí, emm... ¿hola? —soltó una risita nerviosa a la vez que se tocaba la oreja por los nervios y aún con el corazón en la boca por el anterior susto.

El chico suspiró— Hola.

Jimin mostró aquella sonrisa acompañada de dos medialunas y un pequeño sonrojo en sus mejillas.

El chico de mejillas rosadas se sentó al frente del contrario, y buscó la página donde se había estancado el día anterior.

Luego de que termine la jornada escolar, Jimin era esperado en su casa con el almuerzo preparado, cortesía de su madre, ya que al rubio no le gustaba del todo ir a la cafetería, es por eso que no se preocupaba en ir a buscar comida y venir a la Biblioteca.

Algo que no podía evitar Jimin era que sus ojos se desviaran al chico frente a él, es que... ¡Es tan tierno cuando estaba concentrado! El rubio estaba teniendo pequeños ataques de ternura por aquel muchacho, pero por fuera parecía totalmente calmado, un vil engaño.

Entonces Jimin se puso a pensar...

¿Cómo ese adorable e indefenso chico podría ser un asesino?

Todo parecía apuntar a una total falacia.

Sacudió su cabeza, arrugó su nariz y volvió su vista al chico.

—¿Por qué te gusta tanto los libros? —soltó de repente Jimin, se sorprendió y llevó sus manos a su boca, había pensado en voz alta, y se sonrojó cuando el contrario lo miró confuso al mismo tiempo que ladeaba su cabeza.

«¡Queeeee tiernoooooo!»

—“No hay amigo más fiel que un libro” Ernest Miller Hemingway —recitó el muchacho desviando su mirada al principio de aquel pasillo.

Jimin se quedó pensativo, y cuando iba a preguntar nuevamente, el chico lo interrumpió.

—Un libro no es sólo un libro, es un refugio y te teletransporta a otro mundo, cada palabra, cada oración, cada párrafo, cada diálogo te hace sentir que tú estás allí, que tú eres el protagonista de esa historia. Desde la mayúscula hasta el punto final te hace sentir diferentes emociones —sus ojos brillaban, hablaba con tanta pasión de aquello que conmovió a Jimin, sus palabras habían tocado su corazón y lo hizo latir con más fuerza, nunca antes había escuchado a alguien hablar con tanto amor sobre los libros, ¿será por su corta edad? No lo sabe, pero lo que sí sabe es que el significado de “libro” es más que unas tapas con hojas y palabras impresas en ellas.

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Holaaa Nixis, quiero aclarar que Jimin es menor de edad 😅, ya que sus edades están basadas en la edad coreana, porque a los 20 años eres adulto allá, y también quiero decirles que la estructura administrativa de la educación de esta historia está completamenre basada en la de Corea del Sur, ya que me he puesto a investigar y dije ¿por qué no? xD

Nicxnita©