『Chapter 37: 포옹』

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Las preguntas abundan... El reloj de arena hace el conteo

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Nefelibata: Se aplica a la persona que es en extremo soñadora.

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Capítulo dedicado a: Min1Hope

Antes de comenzar con el capítulo [ADVERTENCIA]: Estaré haciendo una lista negra donde escribiré los users que ignoraron alguna regla que dejé al principio de esta historia, por algo las coloqué y me estresa ver que hay gente que hace spoilers en los comentarios de capítulos actuales en capítulos viejos, la trama principal es entender un enigma y PIERDE EL CHISTE si terminan por revelar sucesos importantes, así que vamos, si tal cuenta tiene 3 cruces, la silenciaré y no podrá votar/comentar/mandarme mensaje y ni seguirme. Espero que lean las advertencias para evitar conflictos ^^

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Los dos trozos de cielo observaban con impaciencia el pizarrón donde el chocar de la tiza contra ésta se hacía eterno, le daba rápidos vistazos a su alrededor, respirando hondo cada vez que recordaba ser seguido la noche anterior y la misma sensación rasguñara su espalda sin contención, dándole fuertes escalofríos llamando la atención de Taehyung quien últimamente sólo estaba silencioso y sin actividad.

—¿Sucede algo? —preguntó y Jimin casi pudo jurar sentir la burla en sus palabras, se limitó a sonreírle con su característica eyesmile.

—Para nada, ayer vi una película de terror y me dejó un pequeño trauma —Un puchero se hizo presente en sus voluptuosos labios cerezas y ya buscando distintos nombres de películas terror por si a Taehyung se le ocurría preguntar cuál.

—¿A sí? ¿Cuál película? —El castaño apoyó su mandíbula en la palma de su mano, mirando con sus ojos filosos a Jimin quien ladeó su cabeza y ocultó su farsa con una tierna imagen, haciéndose el confundido e inflando sus mejillas.

The Grunge, en sí no da miedo pero la apariencia del demonio se me hace escalofriante —Taehyung asintió con su cabeza al parecer cediendo a su rápida respuesta. Cambió de tema a los segundos—. ¿Cómo está Seokjin hyung?

El castaño lo miró de reojo y algo dentro de él se estremeció al ver más allá que una mirada amigable, ¿rencor? Sólo le mostró una sonrisa que disfrazaba su misterio, Taehyung no cambió el sentimiento que transmitía sus ojos, pero parecía satisfecho.

—Seokjin... Él está bien —Taehyung le mostró su sonrisa singular, una emoción extraña recorrió al rubio cuando se percató de lo falso que se vio eso.

—Oh, que bien —Fue lo único que dijo cuando concluyó esa conversación con altas temperaturas de frialdad.

Jimin volvió su vista al pizarrón, donde espero que la profesora termine de escribir para comenzar a copiar, en esa fracción mínima de tiempo logró pensar en Yoongi y cómo acercarse a él, quería hablar, no sabía cómo explicarlo... Se sentía tan cómodo hablar con él, compartir el tiempo en conjunto o simplemente mirarlo era relajante como mirar las ramas de los árboles moverse tan lentamente con las caricias del viento. Pero todo se destruyó al abrumarse por no encontrar una oportunidad para convivir con él, ¿y si lo invitaba a tomar un café?

Su rostro se pintó de varias tonalidades rojas y llevó sus gorditas manos a sus mejillas ante ese pensamiento, aunque parecía fácil, lo avergonzaba acercarse a Yoongi aunque parezca tan autosuficiente.

Sus ojos celestes se posaron sobre Hoseok quien estaba tomando su jugo luego de haberse encontrado con Jimin en el receso.

—¿Y...?

—¿Y? —Hoseok se volteó para mirarlo.

—¿Taehyung... Tiene algún problema conmigo? —Se mordió la lengua.

El mayor miró el cielo tocando las nubes con caricias dudosas, coexistiendo con una mirada llena de preguntas en el aire con ese brillo de añorancia, teniendo tantos sueños que su madre le decía que era una persona nefelibata... ¿Qué significaba?

—Nefelibata... —Su voz salió aterciopelada y Jimin tambaleó su cabeza de un lado a otro no entendiendo pero aún así respondiendo al saber el significado.

—Persona que es en extremo soñadora... —respondió luego de haberlo pensando, dejándose llevar por la calma interrumpible del lugar.

—Taehyung... Ya casi no me habla y es cortante... —Sus palabras espontáneas sorprendieron al rubio, no creyendo que el castaño tomaría la misma actitud con Hoseok.

—¿Es por...?

—No lo sé, todo fue tan de repente, las cosas últimamente están raras... —contestó desanimado, mirando las nubes grises que volaban con lentitud, envidiadas por los ojos de Hobi que quería ser una de ellas, sólo dejándose llevar por la corriente y sin preocuparse de nada...

—Sí, muy raras...

Jimin capta con su vista a Minseok caminando por los pequeños senderos del patio exterior de Seungli, llamándolo con la mano extendida en el aire y gritando su nombre. No obstante, no espero que el contrario no lo observara a él... Sino a Hoseok, viendo aquel característico brillo en sus dulces ojos miel que deslumbraron por el sonrojo de sus mejillas cuando el mayor de todos lo saludó al ver que se le quedó mirando.

“¿Será que...?”

Entonces Minseok huyó.

El rubiecito llevó sus pequeñas manos a las correas de su mochila, siguiendo con su mirada a Kai que se perdía en la negrura de los callejones a pocos metros del Instituto, soltando suspiros frustrados al no captar los pequeños detalles de su vida cotidiana, esperando a Jungkook que le ordenó que lo espere al terminar la jornada fuera de Seungli, en un lugar que no esté a la vista de todos. Al ver la cabellera chocolate acercarse, entrecerró sus ojos cuando el Jeon menor se posicionó delante suyo sin una pizca de diversión en su neutral expresión.

—Andando —Fue lo que dijo para tomar de su antebrazo y subirlo a un uber estacionado en la vereda y que recién notó.

—¿A dónde vamos? —Forcejeó, no iría a ningún lado sin explicaciones.

—A comprarte ropa para la cena que será mañana —No dijo nada más, el bajo sabía que no contestaría otra pregunta así que se dejó llevar, totalmente resignado por la actitud brusca que había adoptado Jungkook luego de los anteriores sucesos.

No pasó mucho cuando llegaron a calles cargadas de tiendas de ropa, accesorios y etc, todo de alta clase que dejó a Jimin babeando al ver conjuntos de ropa que amaba, a cada rato repetía que le dolía la billetera por las altas cifras de las prendas, hasta que se detuvieron en un local de ropa femenina donde entraron, dejando que algunos clientes les den una mirada rápida; extrañados de que estén allí. Hasta que una vendedora vio la “J” grabada con hilo en el traje de Jungkook, sabiendo al instante de quien se trataba y abandonando sus deberes.

—Hola jóvenes, ¿en qué puedo ayudarles? —La mujer le entregó una mirada de soslayo a Jimin, confusa de ver a ese muchacho con uno de los hijos de la gran familia de Seúl.

—Necesito que se vea como una mujer —Se refirió al rubio a su lado que apretó sus dientes molesto con aquel comentario, pero no dejando notar su desagrado.

—Claro, ven aquí —Lo tomó del brazo con delicadeza para llevarlo a percheros llenos de vestidos y faldas, Jimin tragó saliva, se le haría difícil usarlos...—. Te pondremos una faja —¿Faja? ¡Faja! No quería morir asfixiado como su madre, de solo verla sufría.

—E-esper-

—Ten, prueba con estas —La vendedora le entregó varias prendas y lo tiró a un vestidor, la última mirada que se llevó fue a Jungkook saliendo de la tienda con el celular pegado a su oído y hablando con alguien... Parecía molesto e irritado, pero sobre todo, dolido.

Frustrado trató de quitarse la ropa que cubría su piel lechosa, no tanto como la de Yoongi obviamente. Se miró al espejo y observó la falda que le llegaban hasta por debajo de los muslos, sus párpados decayeron, ¿qué es lo que estaba haciendo? Recordó la razón de por qué hacía esto y se sintió humillado al no poder retroceder, se mordió el labio inferior luego de quitarse el quinto conjunto de ropa y vestirse con otro y salir para que Jeon lo observara con sorpresa en su neutro rostro matutino, Jimin tocó su oreja propia como costumbre al estar nervioso, bajando la mirada y repartiendo su peso corporal de pie en pie, jugando levemente con su falda negra con algunas decoraciones junto a medias de encaje que se ajustaban a sus piernas delgadas y un buzo rosado pastel, quería irse a su casa y ponerse su ropa cómoda y no esos zapatitos de un color clarito, le molestaba. Su cara estaba adornada por una paleta de distintos tonos de rojos.

Pero debía hacerlo.

El pacto fue hecho.

—Con una peluca, maquillaje y una faja, estarás bien —La muchacha aplaudió por su magnífico trabajo.

—Umh —Jeon se fue a pagar la ropa dejando que Jimin se vaya a cambiar nuevamente. Estaba nervioso por la cena.

Todos estaban nerviosos.

Jimin soltó el aire retenido una vez estuvieron caminando fuera de la tienda, Jungkook con una mirada desinteresada como siempre, con su típica aura de; “no me importa una mierda” y quiso morderle la mano de lo frustrante que era ese lado de Jeon menor.

“Engreído”.

—¿Por qué no elegiste a una chica fuera del Instituto? —La pregunta fue soltada en un momento no específico o pensado, simplemente queriendo saciar sus dudas.

Jungkook no desvió su mirada del frente.

—Porque no son buenas actuando.

—¿Y cómo sabes que soy bueno actuando? —Elevó una ceja.

Y Jungkook lo miró con obviedad y con una sonrisa socorrona en sus labios.

—Sé que finges al estar con Taehyung y Seokjin... Hasta pensé que era cosa mía... Sí que lo haces espectacular como para engañar a mis ojos, rubiecito.

El rubio se detuvo, pensando en sus palabras y espantándose de que quizás el asesino ya se dio cuenta de eso. Miró la espalda de Jungkook con recelo y apretó con sus dientes la carne interna de su mejilla.

—Adiós, Jeon —Se despidió casi de inmediato cuando llegó al camino por donde tenía que ir para llegar a su hogar, no esperando una despedida por su parte.

Su pecho palpitaba con fuerza, aún faltaban muchas calles para llegar a su hogar...

Su sangre se heló al escuchar un silbido luego de haber caminado por minutos...

Trató de mantener la calma pero los pasos que resonaban detrás de él no ayudaban sino que aumentaban la intensidad de su miedo. La dulce melodía se expandía por toda la calle vacía, estaba cada vez más cerca, si caminaba más rápido quizás en un abrir y cerrar de ojos ya esté en su casa.

Su labio inferior tembló, su mente le repetía una y otra vez que se de vuelta para ver la identidad de su seguidor pero su cuerpo se negaba a hacerle caso, estaba paralizado y el único movimiento que podía hacer automáticamente era caminar. Sus ojos se aguaron cuando reconoció las calles donde estaba y la cabellera platina en la banca de aquel parque, se mordió el labio inferior para no dejar escapar su sollozo contenido y se acercó en segundos al conocido.

Se instaló frente a él, Yoongi elevó con duda su cabeza, chocando sus miradas por segundos cuando el viaje del viento se detuvo en ellos, el peligris se asustó al ver los ojos cristalinos del muchacho olvidando todo pensamiento centrado en sí mismo y construyó un camino que en su conclusión se encontraba Jimin, un vacío ocupó su pecho y hielo resbaló por la curvatura de su espalda, aquel hueco de oscuridad se llenó con la preocupación hasta encender el interruptor que le permitió moverse y tomar con delicadeza la suave mano del menor, pintando su alrededor con la gama de colores pasteles, su miedo irracional al tacto desapareció.

Jimin abrió sus ojos con sorpresa cuando su rostro chocó contra el torso de Yoongi, un alivio indescriptible de encontrar una pequeña luz dentro de tanta oscuridad, apegándose más al cuerpo ajeno en busca de más, elevando sus pequeñas manos para arrugar la tela y dejar salir su miedo en un sollozo; las caricias en su cabello le arrancaron pequeños suspiros, por primera vez no pensó en Yoongi o lo que podría causar sus acciones, sólo lo abrazó más, tan cálido y cómodo.

—¿Qué sucedió? —Yoongi susurró cerca de su oído, ronco pero suave para no ahuyentar al chico que parecía más pequeño y vulnerable que nunca, bastó una negación de cabeza para entender su mensaje, limitándose a brindarle su calor, llenando sus pechos de un sentimiento que ambos experimentaban, siendo novatos en el tema pero no hacía falta que lo entendieran, con sentirlo estaban conformes.

Alguien con sus ojos oscuros mantenía una de las comisuras de sus dulces labios elevado, divertido por la escena y queriendo reír.

—Que divertido...








































































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Perdón por la tardanza gente bella, pero quise actualizar antes de que empiecen los exámenes T^T

¿Se percataron de un detalle en el capítulo?

¿Quién cree que vigilaba a Jimin?

¿Por qué Taehyung actúa así?

¿Dónde está Seokjin? ¿Qué le sucede?

¿Les gustó el YoonMin?

¿Están emocionados de la cena de los Jeon?

¿YA QUIEREN CONOCER A LOS JEON?

Tantas preguntas y pocas respuestas Uwu

Niconitty©

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