16: Lo sé... Claro que sé eso...

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Pálidos recuerdos ocultos en una neblina.

Ahora sólo hay que buscarlos, entre

Zancadas para evitar los charcos y no caer para no rendirse.

•••

Jungkook observaba como Namjoon junto a Soonyoung, Changkyun, Jaebum y Hoseok reforzaban las rejas con cuerdas y cadenas. Se sintió triste por no ser de ayuda y al contrario, ser mandado nuevamente adentro junto a los demás que acomodaban la casa. No iba a mentir, fue molesto para él, aunque los entendía, sería un estorbo allí. Sin embargo, tampoco es como si hubiera mucho que hacer allí adentro, no podía iniciar conversación con nadie, las chicas hablaban animadamente en la cocina mientras que los demás ordenaban un par de cosas. Y Jimin, no quería acercarse a él, algo en su cabeza le murmuraba que probablemente el peli-rosa lo odiaba... Miró hacia todos lados buscándolo y no lo encontró... Sí, no lo encontró y volvió su vista a la ventana hasta que recayó en la situación: ¡No estaba!

Se alteró y caminó alrededor del primer piso, siendo el pánico protagonista en su rostro al no verlo a la vista. No, no, no, Yoongi los mataría, ¿dónde se había ido?

Subió las escaleras directo a su habitación y al verlo allí, sólo se sintió aliviado.

El pelirosa se había volteado asustado cuando escuchó los pasos detrás de él. Jungkook no sabía que hacer ante la expectante mirada del chico, es que nunca habían cruzado palabras y era incómodo que estén a solas, si sólo Yoongi estuviera ahí...

—¿Hola? Umh, no te vayas muy lejos... Y-Yoongi hyung quiere que estés cerca de n-nosotros —cuando vio el ceño del muchacho fruncirse, pensó que había dicho algo mal, por lo tanto, no espero mucho para hacer reverencias acompañados de varias disculpas.

Jimin movió sus pequeñas manos al mismo tiempo que negaba con la cabeza. Quería decirle que no hizo nada malo, que sólo estaba molesto con su hermano, pero no podía hablar, más bien, le daba miedo hacerlo.

»—Umh... Creo que no hemos hablado tanto antes y... ¿Quieres conversar? —rió un poco cohibido por la mirada pesada sobre él, en serio quería poder llevarse bien con Jimin, pero es que sentía que el contrario lo odiaba o pensaba que era molesto, pero él sólo quería amigos.

Al no escuchar una respuesta, la tristeza albergó su pecho, sintiendo que el odio que se había imaginado se confirmara. Quiso hacer un puchero de la frustración que no se ejecutó al escuchar los murmullos de Yoongi detrás y que luego hiciera acto de presencia en la habitación.

El mayor al entrar a la habitación, se sorprendió de ver a los menores del grupo allí. El ambiente era fácil de leer, así que suspiró resignado. Sabía que Jimin se tomó el trabajo de cumplir su promesa de guardar el secreto de su mudez para evitar... inconvenientes, por lo menos no decirlo hasta que tengan confianza con los demás.

Se disculpó con la mirada con Jungkook y se posó a un lado del pelirosa para sobar su cabeza.

—Jimin... Umh, sé que esto sería muy contradictorio pero... Jungkook no es mala persona, puedes confiar en él como lo haces con Kyun y Hobi, él puede saber del secreto... Sólo si quieres ¿si?

Y la mirada de Jimin era... Indescifrable, parecía incrédulo pero sereno y casi inexpresivo. Yoongi no podía leerlo bien, pero cuando vio el asentamiento de cabeza por su parte, logró suspirar y regalarle una pequeña sonrisa a Jeon.

—Jungkook, ¿puedes cerrar la puerta? —el nombrado acató las órdenes para volver con ellos, un pelirosa con la cabeza gacha sentado al borde de su cama individual, junto a Yoongi que estaba de cuclillas delante de él murmurándole un par de cosas. Escuchó un suspiro y supo que debía acercarse.

—¿Por qué tanto misterio Yoongi hyung? —preguntó el menor de todos, sintiéndose abrumado por la atmósfera que los rodeaba, notando como Jimin evitaba su mirada... Algo que logró percibir también fue el labio inferior tembloroso de éste.

—Bueno... Verás, quizás pienses que Jimin... Umh, ¿es callado? ¿tímido? O simplemente no quiere hablarte... El problema es que... Él no puede hablar...

—¿Necesitas ayuda, profesor? —preguntó Hoseok entrando a la habitación que compartía con Seokjin, quien estaba tratando de mover la cama individual hacia un lado, alejándola de la otra.

—No, estoy bien —terminó por dejar la madera como quería y tomó una bocanada de aire. Había mantas para los dos, pero no se excederían, ya que hay que dividirlo éstas entre todos, para que el calor esté repartido en equidad.

—... ¿En serio está bien? —Hoseok siempre fue una persona que tenía un sexto sentido para leer el aura de las personas, siendo alguien que se preocupaba siempre de los demás, ya sean cercanos o no, en este caso, era una cara conocida, Kim Seokjin, su profesor de Literatura quien siempre en las clases mostraba pasión por los párrafos de libros que leía. Él sólo tenía a su padre, quien justamente era profesor de la misma materia en una prestigiosa Universidad, pero para su mala suerte, casi nunca lo veía, por lo tanto, sabía que seguramente era uno de esas cosas, quería mantener la esperanza, ya que es optimista... Pero sabía que era mejor rendirse a que crearse falsas ilusiones.

Vio como Seokjin se quedó quieto en su lugar, sin voltearse... Y no importa cuántas veces el mayor le diga que está bien, se aferraba con certeza a la opción que decía que todo aquello eran palabras vacías y unas agrias mentiras.

Porque, todos perdieron algo en este desastre...

Se mordió el labio inferior cuando notó como los hombros del mayor comenzaron a temblar por un posible llanto silencioso. Tragó saliva, era un momento delicado que seguramente el mayor quería unos segundos de paz... De desahogo.

—Yo... Quizás esto no te importe, pero necesito decirlo... Al menos descargarme con alguien y oh sorpresa, justamente será con un alumno en medio del fin del mundo, oh vaya... —detrás de esas frases irónicas sabía que se encontraba palabras entre líneas y unas muy tristes— Yo, yo estaba hundido en una profunda tristeza existencial... Esas dónde no sabes quién eres, qué quieres hacer o cómo hacer las cosas, me s-sentía varado y desolado, no tenía padres, amigos y mis colegas de trabajo no eran los mejores amigos del mundo... Entonces me digo “Oh Seokjin, ¿por qué mejor no tratas de ver el mundo con otros ojos?” Comencé a ver los pequeños detalles, aquellas sonrisas en mis clases o las risas compartidas por mis tontas bromas... ¿Por qué no intentarlo? Fue lo que me dije... T-todo estaba yendo tan bien..., al fin comenzaba haber color en lo blanco y negro, pero... Simplemente todo se volvió gris y rojo —hípidos de lamentos se extendieron por la habitación, golpeando duramente el corazón de Hoseok que no podía con tanta negatividad cargada en unas palabras.

—Profesor...

—Y-y ¿esto será alguna señal de que deba rendirme de una vez? ¡Ya no es el mundo que conocemos! ¡Todos están muertos! ¡Se atacan entre sí! ¿¡En qué se convirtió todo esto! Debe ser una pesadilla de la que ya quiero despertar, so-solo... Quiero regresar al salón de clases con m-mis alumnos, perderme en la lectura y caminar por ahí sin más, poder conseguir una pareja, ir al parque, a tomar un helado a simplemente ver películas... Simplemente ser feliz —cuando el mayor se dio vuelta, con ello vinieron lágrimas muestra de una lucha contra sí mismo que estuvo a punto de ser ganada, pero por cosas del Universo, perdió en el último momento por un ataque sorpresa que tuvo resultados desastrozos.

El pelivioleta apretó sus labios entre sí, ¿por qué antes el siempre tenía palabras resguardadas en su boca para este tipo de situaciones? Y ahora simplemente la mudez le tapaba la boca.

»—No tienes que decir nada —sorbió su nariz para caminar hasta la puerta y tratar de pasar a un lado de Hoseok, pero su objetivo no se cumplió por unos brazos que se enredaron en su cuerpo transmitiéndole una calidez indescriptible.

Por otro lado Yoongi salió de la habitación para aproximarse hacia Changkyun que estaba –al parecer– en la oficina del ex-residente de aquella mansión.

—¿Qué haces? —preguntó viendo como este hurgaba en unos de los muebles del cuarto. El alto se dio la vuelta para enfrentar a su mejor amigo y mostró su dentadura.

—Encontré vinos finos... Licor —le mostró una botella y luego apuntó a uno de los muebles pegados a la pared donde en la vitrina relucia unas copas y vasos de shot— ¿Quieres? Será nuestro secreto —volvió a sonreír y esta vez, Yoongi sólo suspiró para asentir y cerrar la puerta detrás de él.

En el mismo piso estaban Jungkook y Jimin, cada uno sobre su cama a cada extremo de la habitación en silencio, la luz de a poco era opacada por la oscuridad dejando que la luna les muestre su camino.

—Así que... Eres mudo pero no eres mudo —Jeon comentó y se sorprendió cuando escuchó una pequeña risa que Jimin no pudo evitar soltar.

El pelirosa asintió.

—Umh, sé lenguaje de señas... Así que creo que podremos comunicarnos, aunque hay cosas que aún debo aprender, yo tenía una amiga que era sorda, por lo tanto aprendí el lenguaje de señas para poder entendernos, era algo cómico cuando le gritaba a todo pulmón pero luego recordaba que era sorda —rió por sus ocurrencias contagiando al mayor, Jungkook tenía en la punta de su lengua preguntar el porqué de su transtorno, y a decir verdad, hubo una época en su vida donde estuvo investigando varios Trastornos mentales, entre ellos, el Mutismo Selectivo, que se producía la mayor parte del tiempo por traumas infantiles.

Sería grosero preguntarle cuando apenas el chico se podía abrir con su hermano, pero entonces se dijo a sí mismo: ¡Kookie será un buen amigo con Jimin hyung! ¡Será su guardián emocional!

Jimin miraba la ventana donde se colaba la luminosidad natural, contrastando con su piel pálida que heredaron de su madre tanto Yoongi como él.

Yoongi...

No es que odiara a Jungkook... Sólo que... Nunca tuvo un hermano mayor, Yoongi lo alejaba y hasta a veces lo insultaba, entonces supo que el mayor no lo quería cerca, sintió que lo aborrecía, que de alguna forma él hizo algo malo, algo que molestó de manera descomunal a su hermano. Y que ahora, de repente sucediera todo esto, de pronto su hermano se comportara como hermano mayor de Jeon cuando recién lo conoció... Le dolía. Lastimaba su corazón y es por eso que extrañaba a su mamá y a su “papá”, su madre lo arropaba y se quedaba con él cuando esas feas pesadillas lo atacaban en su momento más vulnerable y su papá le dejaba una pequeña lucecita que le decía que va a ahuyentar a los monstruos.

Los extrañaba, quería tenerlos allí, porque nunca tuvo un amigo a quien contarle sus más profundo pesares, su efusión o simplemente lo que hizo en el día, compartir anécdotas... Pero nada, su hermano lo había alejado, sus amigos corrieron fuera de su alcance por su falta de habla, sus profesores sólo se mantenían detrás de la raya de lo profesional y sus padres... Ellos siempre estuvieron a su lado abrazándolo, su papá le regaló un conejo de peluche para que no se sintiera tan solo en las noches...

Miró a Jungkook de reojo, sintiéndose molesto al verlo.

—¿Sana? —llamó Nayeon cuando entró a la cocina donde estaba la nombrada.

—¿Si? —La muchacha se acomodó sobre la silla alta, con un vaso de agua en su mano.

—¿Puedo preguntarte algo? —Sana le iba hacer el típico chiste de “Ya lo hiciste” pero no tenía ganas ni para hablar, sólo quería dormir durante horas y luego despertar en su habitación y cenar junto a sus hermanas mayores.

—Claro, ¿qué es?

—Bueno... Jimin-ssi... ¿Está enojado con alguien o tuvo un percance con su pareja? —la mujer preguntó con ojos curiosos por la actitud del pequeño pelirosa en su presencia.

Sana la miró sorprendida para luego reír.

—¿Pareja? ¿Qué? —bromeó cuando escuchó la incoherencia que acababa de soltar Nayeon y es que: ¡Jimin apenas le dirigía la mirada a Jaebum y ya especulaba que tenía pareja! ¡Já!

—¿Yoongi no es su pareja?

Y esta vez Sana escupió el agua que no llegó a beber para echarse a reír a carcajadas.

—Yoongi es hermano de Jimin, ¿qué cosas dices? —Le dio un sorbo a la bebida cristalina mirando a Nayeon como si esta tuviera tres cabezas.

—Umh, es que... No nada, olvídalo —sonrió—. ¿Jimin siempre es así? Hablo de... Umh, me ignora o...

—Jimin no habla con nadie y no, no es soberbia —su voz de a poco se volvió gélida y una mirada filosa decoró su rostro—. Sólo deja que Yoongi, Changkyun y Hoseok se acerquen a él y se ve cómodo con ellos, es alguien frágil por lo que veo...

Nayeon asintió encontrándole sentido ahora a todo.

»—Por mi parte... Prefiero cuidar las cosas cuando está presente, ya vi en los ojos de Yoongi aquel deseo de... Él mismo dijo con aquella mirada cargada de sangre y tan oscura que... No dejaría que nadie interfiriera en su búsqueda por Jimin...

Nayeon sintió un escalofrío de sólo imaginar aquellos ojos filosos, tal cual como un depredador mirando a su presa a punto de acabar con su vida, sin brillo alguno y la sangre manchando gran parte de su rostro.

—Umh, yo también lo haré... —corroboró la mayor sirviéndose también un vaso de agua— ¿Cómo es eso de buscar a Jimin?

Sana suspiró— Verás...

—Changkyun... Sé que no se los agradecí del todo a Hoseok y a ti por lo que hicieron por mí... —Yoongi le dio un sorbo al líquido bordo en aquella copa delicada entre sus largos dedos pálidos mientras que sus ojos se encontraban fijos en su contenido.

—No hace falta que sigas agradeciendo... Con sólo tenerte vivo está bien —interrumpió, ambos sentados en aquel sillón que movieron frente al cristal transparente para perderse en el paisaje nocturno de la ciudad—. Maldita sea, eso fue estúpidamente cursi, iugh —contrajó su rostro en una mueca de asco fingida, sacándole una risa a Yoongi por sus comentarios.

—Eres un idiota ¿Lo sabías?

—Lo sé y estoy orgulloso —movió sus cabellos hace un lado y el peligris se encorvó hacia adelante ahogando su risa silenciosa mientras cerraba sus párpados.

—¿Y Hobi? —preguntó ya que se había dado cuenta de la ausencia de uno de ellos.

—Está en su hábitat natural —dijo totalmente serio y Yoongi lo golpeó haciendo que riera—. Está en su habitación, idiota.

El silencio reinó en aquella oficina en la gran mansión que se posicionaba en medio de los muertos. Ambos disfrutando de la paz efímera que le regaló el mundo, cerraron sus ojos dejándose llevar por la anestesia del momento.

—¿No irás por tu familia? —Min rompió el silencio y Changkyun abrió sus ojos con pesadez, no inmutándose en lo absoluto y al contrario, estando cada parte de su cuerpo totalmente relajado. Jugó con el collar alrededor de su cuello.

—Ya sabes que... Mi hermanita era discapacitada y mis padres seguramente...

No necesitó proseguir con su oración porque Min lo entendía.

—Tiffany sólo tenía 10 años... —murmuró recordando a la dulce niña sobre la silla de ruedas que se mantenía aferrada a su sueño de algún día poder correr, caminar y disfrutar de ir a viajes, correr por praderas y perseguir mariposas...

—Lo sé —la voz de Changkyun sonaba monótona y seguía sin apartar su vista del cielo estrellado—, eres afortunado... Encontraste a tu hermano con vida y al menos lograste despedirte de uno de tus padres —soltó una risa nasal sin gracia y Yoongi sólo jugó con la copa en su mano, seguía sobrio, pero por una vez en su vida tuvo miedo de emborracharse.

—Lo sé... Claro que sé eso...















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Holaa, perdón por la tardanza, los capítulos ahora serán un poco más largos para no tener que dividir muchas cosas y eso, para reducir el número de capítulos (?), también que... ¡Esto tiene más de 1k votos y yo no me di cuenta! Ay, muchas gracias ;-; pero también por comentar, siempre leo sus bellos comentarios (ಥ ͜ʖಥ)❤

Y otra cosa, espero que sepán respetar mis personajes, muchos de ellos dirán incoherencias al enojarse porque... Están enojados xD, como sus decisiones erróneas y eso, no siempre sabrán tomar un camino correcto en el momento, por eso a veces se enojarán mucho con ellos, les frustrara y etc. ¡Acuérdense que el Apocalipsis recién comienza! Por lo tanto son ignorantes a demaaasiaaadas cosas /?/ ❤🤗

Duerman, coman y estén saludables, buenos días/tardes/noches 💜

Nota actualizada:

ME ARDEN LOS OJOS AL TENER QUE LEER LA HISTORIAAAAAAAAA. En fin, nos leemos luego. 🐥

©mysverse

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