17: ¿Qué haces aquí?

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Ovillo de hilos entrecruzados.

Solenme despedida del mundo

Con lágrimas en sus ojos y

Una fiel fuerza que los compañaran a

Rastrear su nuevo camino

O sobrevivir al nuevo mundo.

•••


—¿Qué haces aquí? —preguntó el pequeño pálido cuando entró a su habitación y vio un pie diminuto sobresaliendo debajo de su cama, se agachó para encontrarse al menor de los Min escondido debajo de su cama con lágrimas inundando sus ojitos.

—P-padre... Tocar donde J-Jimin no querer... —soltó un fuerte sollozo y el mayor sintió su pecho oprimirse, estaba a punto de decirle que salga de su cuarto y que no lo moleste, pero verlo tan asustado y sabiendo lo que pasaría, simplemente dijo lo contrario a lo que su mente le gritaba.

—Esconde tus pies si no quieres que te encuentre... —susurró sin una pizca de emoción... Porque sabía que ahora le tocaría su castigo, llevándose el dolor del pequeño Min.

Escuchó pasos a las afueras de su habitación y acomodó la manta de su cama para que toquen el piso y no se vea la parte inferior. Tomó uno de sus cómics y se acostó sobre su cama, actuando indiferente cuando en su interior lloraba del terror por el suspenso caminar que se acercaba de a poco hasta revelar a un hombre que tapó toda la puerta. Yoongi se resistió a tragar saliva, a sus pequeños 10 años trataba de detener el temblor de su labio inferior ante aquellos filosos ojos que perforaba su alma y trataba de analizar los movimientos del mayor de sus hijos.

—¿Dónde está? —una voz gélida y aspera que erizó cada vello de su cuerpo que lo obligó a removerse cuando llegó a su nuca haciendo cosquillas.

—No sé de qué hablas —contestó de igual forma pero no se esperó ser tomado de su antebrazo y tirado al suelo de un solo cachetazo. El hombre exigía que hable, pero Yoongi no lo haría, no en como Jimin le suplicó sin decir una palabra... Debían solo esperar a que llegue su madre... Sí, sólo eso.

Los golpes no tardaron en llegar y Yoongi gritaba del dolor, retorciéndose mientras observaba los ojos del pequeño Min que se tapaba la boca para que no se escape ningún sollozo o hipido. Yoongi hizo una seña de silencio sin que su padre se de cuenta, entregándose a los golpes para que al menos el hombre pueda sentirse complacido por un momento, al menos ese día quería que Jimin pueda no sufrir..., al menos ese día no escuchar los alaridos de dolor de una pobre alma inocente...

Yoongi abrió sus ojos en medio de la noche, escuchando unos sollozos. Se asustó y caminó hasta la cama individual de donde provenían, viendo al peli-rosa abrazar una almohada. El mayor se sobó uno de sus ojos y se puso de cuclillas para tocar los cabellos en busca de tranquilizarlo. Los ojos llenos de lágrimas del menor le decía que probablemente tuvo pesadillas, sintió la mano de Jimin arrugando la tela que cubría su pecho.

—¿Qué sucede, bebé? —preguntó con el mayor cariño de todos, dejando su orgullo de lado, recordando que su mamá y papá llamaban a Jimin por apodos tiernos en estas ocasiones.

Trató con todo el esfuerzo del mundo entender las señas que hacía el pequeño Min, quien era un poco alumbrado por la clara de la luna.

“Pesadillas, no puedo dormir, ¿y si duermo y soy atacado? Tengo miedo, Hyung”.

Yoongi sintió su pecho oprimirse tragándose todos los nudos posibles, su pequeño estaba aterrado y lo entendía, ya nada era fácil, no están seguros pero confiaría en sus compañeros que cuidaban el lugar desde las ventanas, observando cualquier movimiento sospechoso.

—Ow, ¿quieres tomar agua? —el pelirosa asintió ocultándose entre las mantas no dejando de temblar y aplastando su rostro contra su peluche.

Yoongi se levantó de su lugar, echándole una mirada rápida a Jungkook que dormía tranquilo en su cama del otro lado de la habitación. Bajó las escaleras con cuidado y al ver la luz de la cocina encendida, se puso a la defensiva, volviéndose cauteloso como una araña al acercarse con cuidado y ver una silueta allí. Su respiración se hizo pesada pero al reconocer a la chica, rápidamente soltó todo el aire retenido, así llamando la atención de la contraria.

—¿Qué haces aquí? —preguntó resignado yendo por un vaso.

—Oh, Yoongi-ssi, bueno, vine por algo de tomar, ya sabes... No puedo dormir del todo bien —rió suavemente Nayeon tomando un poco de agua, viendo como Yoongi caminaba por el lugar—. ¿Y tú que haces aquí?

El peli-gris se detuvo mirando a la chica.

—Bueno, Jimin tiene el mismo problema, le llevaré un poco de agua para que pueda tranquilizarse.

—Si que eres un buen hermano —se apoyó contra la encimera y observó a Min a los ojos, ambos sonriéndose de una forma... Un poco coqueta.

—¿Tú no tenías hermanos? —al final de su pregunta, se pudo dar cuenta que tocó un punto débil de Nayeon al verla bajar la mirada.

—Sí, en este caso, yo era la menor y sólo tenía un hermano mayor —mostró una sonrisa de labios sellados cuando recordó a su hermano mayor, las incontables peleas que tenían aunque eso era olvidado por su amabilidad, y a veces su querido hermano actuaba de forma boba. Bueno, ahora solo sus restos quedaban en su memoria.

—Oh... —fue lo único que expresó recordando a Jimin, sintiéndose ansioso por ya irse.

—Bueno, ya me iré a dormir —caminó fuera de la cocina, siendo seguida por Min quien tomaría el mismo rumbo—. ¿Están Chaeyoung, Dahyun y... Sooyoung, como guardias? —Yoongi asintió recordando que dentro de 3 horas le tocaría a él ir de guardia, y es que los relojes seguían funcionando sorpresivamente.

—Bueno, yo debo entrar —fue lo único que dijo el peligris cuando estuvo enfrente de la puerta de su habitación. Nayeon estaba frente a él también tomando del picaporte del cuarto compartido con Sana y Chaeyoung.

—Buenas noches, Yoongi —le sonrió abriendo la puerta.

—Buenas noches, Nayeon noona —correspondió el saludo entrando a su habitación y cerrando la puerta detrás de él. Con paso veloz se aproximó a Jimin cuando escuchó nuevamente las ruinas de un potente llanto, Jungkook estaba despierto totalmente confundido.

—Duerme Jungkook, no es nada —lo calmó cuando estuvo a punto de levantarse.

—¿Por qué Jimin hyung llora?

—Solo tuvo un mal sueño —respondió sentándose en la cómoda de Jimin quien lo atrajo hacia él para abrazarlo, Jungkook se acomodó para volver a dormir cuando vio que Yoongi ya estaba apaciguando las lágrimas del menor de los Min—. ¿Por qué lloras, bebé?

“No regresabas, temí que te haya sucedido algo”.

Yoongi se sintió culpable y rodeó el cuerpo de Jimin dejando el vaso de agua a un lado— Solo no encontraba un vaso —mintió porque no quería dar tantas vueltas, estaba más preocupado por el menor quien se enrolló en él como un pequeño koala.

»—Te traje el agua, ¿aún la quieres? —cuando recibió una respuesta afirmativa, le tendió el vaso a Jimin quien lo tomó con ambas manos, aún con su nariz roja al igual que sus ojos, viéndose tierno aún con rastros de lágrimas en sus mofletes.

Dejaron a un lado el vaso y Yoongi hizo el ademán de levantarse, sin embargo Jimin enredó sus piernas en su cintura y abrazó su torso para luego esconder su cara en su pecho.

—¿Quieres que duerma contigo? —Jimin asintió y soltó una pequeña risilla para ocultarse bajo las mantas junto a su hermano, acomodándose y almondando su cuerpo con el suyo que seguía aferrado a él— Ahora descansa —besó con suma delicadeza su frente, acomodando sus mechones y perdiéndose en el perfume natural de su hermanito, olfateando un poco para apretar al menor más contra él y finalmente caer rendido, accediendo al sueño.

Despertó luego de haber hecho su turno de guardia, escuchó a Namjoon yendo cuarto por cuarto despertando a todos. Gruñó descontento abriendo los ojos para encontrarse con el rostro de Jimin hundido en su torso, sus brazos y piernas enredados en su cuerpo, y él no se quedaba atrás: mantenía ambas manos sobre la cintura del menor. Al darse cuenta de la cercanía quiso correr fuera de la cama, siendo detenido por su somnolencia, así que solo ocultó su rostro en la cabellera de Jimin.

—¡Despierten! ¡Vamos! —Unas fuertes sacudidas se le fueron dadas y quiso lloriquear. Escuchó un bostezo por —seguramente— Jungkook, a los segundos oyó más pasos y esta vez la voz suave de Seokjin diciendo que despierten de una forma más calmada y sintió como la sábana era removida de sus cuerpos, una risa ahogada llegó a sus oídos.

—Tiernos... —susurró Seokjin al ver como éstos se abrazaban, al parecer cierto pelirosa tenía cierto hábito al dormir, Yoongi abrió uno de sus ojos y soltó un quejido al tener que levantarse.

Seokjin se fue de la habitación y el peli-gris se encargó de despertar a su pequeño hermano dormilón.

—Jiminnie... Hey, despierta —susurraba acariciando los mechones del pequeño entre sus brazos, aunque tuviera 16 años, tenía un cuerpo de complexión delgada y huesos delicados, sus padres siempre tenían que ser cuidadoso con él cuando se trataba de su salud. El chico abrió sus ojos de a poco y parecía perdido al verlo a su lado, pero luego pareció recordar la situación y una mueca triste se instaló en su cara—. Tenemos que levantarnos, vamos, arriba, vamos a lavarnos la cara, arriba, arriba —tomaba de sus hombros para elevarlo un poco y así Jimin abrió sus ojos pero un pequeño puchero se instaló en sus abultados labios.

Jimin fue al primer baño que estaba desocupado para mojar su rostro, dejando que el agua hiciera su trabajo y así pasó sus manos por sus mejillas, frente, nariz y el resto de su delicada cara que —aunque hubieran pasado muchas cosas estos días— no perdía su toque.

Entonces se observó al espejo... Viendo a un chico de cabellos rosas, ojos almendrados, labios rojizos y piel pálida con ojeras, su belfo tembló cuando chocó con su propia mirada... Una pérdida. Entonces una pregunta llenó su cabeza: “¿Qué hago aquí?” Una interrogante frecuente en su mente. “¿Por qué fui salvado?” No lo merece, es débil, no tiene nada especial, ningún conocimiento importante que ayude en esta crisis, sólo era conocido como “El hermano de Yoongi”, no Min Jimin...

¿Su pérdida cambiaría algo? ¿Sería importante? ¿Alguien lloraría por él? Sus padres si lo hubieran hecho... ¿Si sólo desapar-

—Jimin, apúrate, los otros dos baños están ocupados —la voz de Yoongi resonó del otro lado de la puerta y se tensó en su lugar, rápidamente saliendo y topándose con el peligris que tenía una ceja alzada. Un pequeño rojo apareció en su rostro para pasar a su hermano y perderse entre los pasillos.

Seokjin tenía mantas en sus brazos, observando como el mayor de los Min veía como el otro se alejaba. Suspiró porque aquellos dos tenían tantas cosas que decirse pero se lo guardaban..., y luego será tarde. Se dio la vuelta para ir a la cocina donde estaba Sana haciéndose un té...

—Maldita mierda —masculló Changkyun cuando su bebida se derramó en el suelo, los demás estaban haciendo distintas cosas a sus alrededores cuando prestaron atención al chico.

—¿Podrías dejar de ser tan puerco, Changkyun? —Sana tomó su taza mirando con burla al nombrado que lo miró incrédulo.

Pero el alto sólo llevó su mano a su parte íntima para darle un apretó— Esta.

La chica rodó sus ojos volviendo a un sillón a mirar nada. Por otro lado Soonyoung miraba las rejas y la calle desde la ventana del segundo piso, viendo cualquier movimiento raro... Aunque no fuera su turno de supervisar, no tenía otra cosa que hacer. Sólo soltó aire por su nariz para alejarse de la ventana... En ese mismo instante, algo se movió en las calles, escabulléndose.

Jimin bajó al comedor donde estaban todos reunidos y se sentó a un lado de Hoseok.

—¿Dormiste bien? Yoongi me dijo que tuviste pesadillas —el de cabellos violetas denotó su preocupación cuando  el bajito hizo aparición, Jimin asintió y Hoseok infló una de sus mejillas—. Descuida, hoy tus hyungs te protegerán, este guapetón tendrá ojos de Halcón para que nada pueda llegar a ti, sobre mi cadáver —le sonrió sacudiendo la cabellera de Jimin, robándole una sonrisa encantadora al chico.

—Yoongi, hoy es nuestro turno —Changkyun informó cuando el pálido apareció por la puerta del comedor, sus cabellos y expresión eran de muerte.

—Ya lo sé —movió un poco la silla a un lado de Jimin para sentarse, pero la acción no se terminó de ejecutar cuando un ruido en las rejas atrajo sus atenciones. Yoongi fue el primero en correr hacia una de las ventanas y el segundo fue Kyun, suspiraron cuando vieron a un mordedor golpeándose contra el portón.

—Iré yo, no podemos dejar que atraiga a más por el ruido —fue lo que dijo Namjoon sacando su cuchillo y abriendo la gran puerta para salir al exterior.

—Lo acompañaré —Yoongi fue detrás del moreno mientras que el resto sólo miraba por la ventana como el más alto empuñaba su cuchilla y enterraba ésta en medio de la frente de aquel mordedor, mientras que el pálido por su lado, mantenía guardia por si se aparecían más.

Sería un día largo.

—¿Notaste que la comida y lo demás se está acabando? No es así —fue lo que susurró Namjoon mirando el patio principal a través de la ventana, totalmente tranquilo con un arma en su cinturón y una cuchilla. Yoongi asintió mirando la oscuridad de la noche, pensativo por una respuesta— ¿Entonces qué haremos?

—Umh... Ir por provisiones a algún supermercado cerca, pero para eso, aún falta... —su tono de voz decaía a medida que se daba cuenta del silencio en aquel pasillo, sólo algunos rincones iluminados por velas y el vacío en cada lugar. Hoseok y Changkyun estaban vigilando el otro lado ya que había una puerta trasera y sería imprudente dejar pasar ese dato.

—Umh, aunque... Deberíamos ir los más ¿capaces? Pero, Hoseok y yo tendríamos que comenzar a enseñarles como utilizar un arma.

—Pero tú dijiste-

—Sé lo que dije, sólo serán posturas, cómo cargar una y lo básico, pero no las dispararemos... No gastaremos balas si no es necesario, por ahora —fue lo que dijo con aquel semblante serio que cualquiera temblaría bajo su mirada—. Por cierto, he visto que Jungkook... Anda caminando un poco raro —añadió ahora sí mirando a Min, quien se sorprendió un poco ante esa información.

—No sabía eso, mierda —farfulló aquello último.

—¿Sabes si se lastimó o algo? Está pálido y parece mareado, más de una vez lo atrape perdiendo el equilibrio... —y no miente, hoy estaba yendo a buscar su cuchilla olvidada, por lo tanto tuvo que subir al segundo piso para tomarla, bueno, hasta que vio a Jeon caminar hasta su habitación con una postura un poco rara.

—Se lo preguntaré mañana —suspiró Yoongi volviendo su vista al frente, con su corazón pesado por la preocupación de que el pequeño del grupo tuviera algún problema, abriendo sus ojos nuevamente luego de soltar el aire... Sintió que este mismo se le fue arrebatado.

Sus ojos se abrieron y se paralizó en su lugar, como si su corazón hubiera estado en pausa, fue dado play con el máximo de velocidad, los latidos los sentía en sus oídos.

¿Qué. Mierda. Era. Eso?

—N-Namjoon...

El nombrado también miraba al frente con su ceño fruncido para luego chasquear la lengua.

Había cuatro sombras en el portón...

Y no eran precisamente silenciosos.























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Holaa, sé que estos capítulos son aburridos, pero quiero poder mostrar   el lado de convivencia que tendrán...

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Todos son bienvenidos 🌼

Nota actualizada:

Aún habrán errores ortográficos y gramaticales en estos capítulos ya que no los puedo corregir o se borrarán los comentarios de dichos párrafos. TT

©mysverse

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