1O: No... No lo entiendes.

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No poder cerrar los ojos.

Ya no podrán ser flojos.

Tienen que forzar los cerrojos.

Tienen que liberar sus enojos.

•••

Yoongi abrió con pesar sus ojos al sentir una fuerte punzada en su cabeza. Su vista se oscureció por un par de segundos y se sostuvo la cabeza con su pálida mano. Miró a su alrededor luego de estabilizarse y notó el cuerpo descansando a su lado: suspiró cuando vio aquella cabellera rosada y luego observó a los demás que dormían bajo las mantas que repartieron. La noche se había vuelto fría antes de que se dieran cuenta. No tuvieron tiempo de nada al llegar, porque se distribuyeron y tan pronto tuvieron un lugar donde apoyarse, cayeron completamente dormidos.

Algunas chicas parecían compartir la manta, por otro lado se encontraban Seokjin descansando en una propia pero a pocos centímetros de donde se encontraba Hoseok durmiendo. Buscó con su mirada al pequeño Jungkook y lo notó durmiendo entre los brazos de Sana quien aún entre sueños le daba leves toques al cabello de éste para calmar los temblores del chico.

Ahora desvió su vista hacia las ventanas donde se encontraban sus compañeros mirando a través de las persianas si había algún movimiento raro.

Al parecer no fue una pesadilla.

Todo estaba tan silencioso que daba miedo. Se escuchaba las leves brisas que movían las hojas de los árboles y tenía miedo de volver a dormir y que de algún lado se apareciera un mordedor. Jamás tuvo tanto miedo de cerrar los ojos.

Aquel constante miedo le quitó el sueño pero entonces un brazo rodeando su torso lo tomó de imprevisto y sonrió al ver el rostro de Jimin.

Se acostó nuevamente ahora abrazándolo y enfrentando sus rostros.

¿Por qué te abandoné?

¿Por qué en el momento donde más me necesitabas?

Sintió un nudo en su garganta al recordar a su padre y sus lágrimas de súplica, la dulce sonrisa de su madre y la bella casa donde vivían.

El cuerpo entre sus brazos se removió para darle la espalda y el agarre se afianzó, no se deshizo. Sus cuerpos quedaron cerca, tan cerca que podían sentir el calor del otro en el frío ambiente.

Dejó escapar el aire que retuvo por unos segundos y lo exhaló, causando que su respiración choque contra la nuca del pelirosa y este temblara por el tacto.

Cerró sus ojos nuevamente dejándose llevar por la calidez envolviente que sentía.

Los pequeños toques en su rostro lo despertaron y se dio cuenta que ya era de día. Solo vio como Sana se alejaba hacia una dirección desconocida para él. Supo que ella fue la encargada de despertar a todos.

Day+2-Z, 10:03 a.m.

Se volteó para ver si estaba su hermano y sus facciones se endurecieron levemente al verlo abrazarlo con delicadeza y dejando escapar pequeños suspiros al dormir. De vez en cuando fruncia su ceño y Yoongi pudo saber que estaba teniendo pesadillas. No quería suponer, no, estaba seguro de saber con qué cosas estaba soñando. No deberían ser nada bonitas.

—Hey... Hey. —Movió levemente el cuerpo. El peli-rosa se removió y abrió de a poco sus párpados. Lo miró sorprendido y luego paseó su vista a su alrededor. Fue increíble ver como en segundos abrió totalmente sus ojos con terror acordándose de la realidad y como la ansiedad llegó a él.

El peli-gris no supo qué hacer cuando vio a su hermanito entrar en pánico, se mordió el labio inferior y movió sus manos con vacilo.

—Hey, ya, estás bien —de repente apareció Sana con una amable sonrisa, dándole apretones en los hombros del chico para calmarlo.

Jimin suspiró y tomó aire para soltarlo. Cuando se logró calmar, miró a su hermano que lo miraba preocupado, le hizo un movimiento con la mano para que abandoné ese semblante de preocupación.

»—Ven, ven a asearte —Sana lo tomó de la mano y ambos caminaron hacia el baño vacío. Los que despertaron temprano aprovecharon para bañarse y hacer sus cosas.

Por otro lado, los demás tomaron el desayuno con lo que había en la heladera y sacaron los lácteos del autobús –en silencio porque había mordedores vagando por la calle– y prepararon el desayuno.

—¿Encontraste un teléfono? —preguntó Seokjin a Chaeyoung luego de que esta se decidiera a buscar aparatos para comunicarse.

—Nada. Al parecer la persona que vive aquí, no usa un teléfono fijo —añadió con decepción.

Todos se vieron ansiosos al estar incomunicados. Querían noticias sobre sus familias...

La más mínima.

Yoongi luego de salir del baño restregándose un ojo con el dorso de su mano. Caminó hasta la cocina donde estaban los demás y se sentó en donde pudo, ya que no había suficientes sillas.

Buscó con su mirada a Jimin y al verlo tomar una taza, solo suspiró y se sirvió leche en un vaso porque las tazas se acabaron.

El silencio era palpable, nadie dijo nada. Sus rostros eran oscuros y no se atrevían a comentar nada de lo sucedido el día anterior. Hoseok estaba sentado en la encimera a un lado de la canilla de la cocina y Changkyun en el suelo en posición indio.

Nadie podía disfrutar de la comida.... No cuando vieron ante sus ojos tanta sangre y muerte. Ante aquel recordatorio, Yoongi se alertó y buscó con su mirada a Jungkook.

Lo encontró sentado en el suelo con sus brazos cruzados, sus piernas pegadas a su pecho y su rostro escondido.

Con preocupación se acercó a él y se ganó miradas curiosas... pero ningúna se comparaba a la de Jimin.

—Jungkook —llamó su atención y se hincó frente a él. Sabía que estaba afectado por lo de su madre y es que... que te haya atacado la persona que tanto amabas y que se supone que te tenía que proteger... Simplemente no es un bonito recuerdo.

El nombrado elevó su rostro con sus ojos rojos por el llanto.

—¿Si? —sus párpados decaídos y el rastro de lágrimas en sus mejillas, estrujó su corazón completamente. Lo entendía, él simplemente no supera lo de sus padres al igual que Jimin, ese suceso los dejó marcados de por vida.

—Desayuna algo ¿Si? Debes estar fuerte —le tendió un vaso con yogurt que se tomó el tiempo de traerle cuando se dirigió hacia él.

El chico asintió y lo recibió, Yoongi le sonrió levemente con los labios sellados. Aún no lo conocía bien... pero el chico era tan transparente que cautivaba al peligris de alguna manera. Se puso de pie nuevamente y esta vez su próximo objetivo fue Jimin, quien se encogió en su lugar cuando vio a su hermano acercarse, fingió tomando de su yogurt y que no le había prestado tanta atención a su reciente interacción con Jungkook y es que... ¿Por qué su Hyung no era así con él? Él también estaba sufriendo mucho por lo de sus padres y aunque quiere preguntarle a Yoongi cómo murieron... le daba miedo... miedo de la respuesta, miedo a la verdad.

El mayor se instaló a su lado.

—Jimin... —su cabellera fue removida y expandió sus ojos sintiendo que estaba a punto de llorar. Aunque fuese ese toque... estaba contento, contento de que su Hyung le dio un motivo para pensar que se preocupaba por él.

Cerró sus ojos disfrutando la caricia delicada y olvidó por un momento que el mundo colapsó.

—Bueno, chicos —llamó la atención el pelivioleta y todos voltearon a verlo—, tendremos que partir-

—Espera —interrumpió Yoongi—. ¿Dirás que partiremos? —al ver el asentimiento de cabeza por el contrario suspiró— Bien, voy a sólo decir esto: imagínense que abandonamos este lugar, logramos cruzar el puente Banpo y logramos llegar a Seocho-gu... ¿Qué haremos cuando lleguemos? Simplemente no podemos merodear con ese tremendo bus por las calles sin llamar la atención, tenemos que tener un destino fijo —movía sus manos al compás de sus palabras con el vaso en mano, instalando en su rostro muecas de obviedad.

—Buen punto —comentó Seokjin suspirando—, entonces la pregunta ahora es: ¿Qué hacemos cuando lleguemos allí?

Se quedaron pensativo y de repente una suave exclamación fue dada por parte de Soonyoung.

—¡Ya! Tengo una idea  —golpeó su puño contra su palma plana—. Al distrito Seocho-gu se lo conoce como un lugar de altas riquezas, si fuera así, podemos tomar una casa, la mayoría tienen seguridad, casa sobre el nivel del suelo, rejas y cocheras como esta pero más grandes ¿qué más? —explicó y muchos asintieron con la cabeza por la propuesta que dio.

—Yo conozco una casa que nos puede servir —comentó Jaebum con su chaqueta del equipo de Básquet del Instituto... Bueno, era miembro.

—Entonces serás mi guía —le sonrió Seokjin amablemente sacándole una pequeña sonrisa a más de uno.

—Por cierto, ¿cómo fue que entraron los mordedores al colegio? Por lo que sé, empezó por el Ala B y luego la puerta principal fue atacada —pidió una explicación Chaeyoung acomodándose en la silla alta donde estaba sentada.

—Lo mismo me pregunto... —respondió Changkyun también curioso apartando la taza humeante de sus labios.

—Yo creo poder responder a sus preguntas... —todos voltearon a ver a Jun Daehyun que estaba sentado en el suelo— esa mañana, ingresé tarde a clases, cuando iba para mi salón, me crucé con la profesora Hwang que iba hacia el Ala B a dar clases, lo que ví fue que tenía unas vendas amarradas a su tobillo y cuando le pregunté qué le sucedió, me respondió: “sólo un loco me atacó cuando venía hacia aquí, pero nada que me impida realizar mi trabajo” —dictó las palabras tal cual recordaba—. Ella tenía la piel más pálida de lo usual y su mirada se notaba pérdida, no dije nada y sólo me despedí de ella...

Quedaron en silencio ahora armando la historia en su cabeza y golpeándose la cabeza, ¿cómo es posible que las autoridades de la escuela le hayan permitido a una trabajadora ir aún estando herida?

Suspiraron entendiendo las cosas y no dijeron nada, sólo siguieron alimentándose dejando de lado la charla anterior.

Yoongi fue hacia el segundo piso de la casa –que ya fue revisada– y para su sorpresa, Jungkook se encontraba sentado en el suelo de la habitación.

—Lo prometiste... —susurró Jungkook con sus ojos vacíos mirando los trazos que se formaban sobre la piel en su palma y a sabiendas de quién se trataba.

Yoongi –perdido– expuso su confusión:

—¿Qué?

—Lo habías prometido —ahora su voz se quebró y con ella lo acompañó un par de lágrimas que se deslizaron por sus mejillas hasta caer en su mano abierta, un sollozo se escapó con una acusación—... Me prometiste... no, hubo un acuerdo y-y... e... ese era —el tono disminuía al querer evitar que se destroce—, era que nos ayudaríamos mutuamente a encontrar a las personas que dijimos... p-pero no lo cumpliste y tú —esta vez las gotas cayeron con brusquedad por sus ojos chocando con brutalidad contra el suelo de madera y sus labios se apretaron tratando de apaciguar los fuertes sollozos.

—Jungkook..., sé lo que dije pero-

—Pero te olvidaste del trato cuando encontraste a tu hermano con vida y a salvo ¿no es así? —enfrentó la mirada de Yoongi con sus ojos mostrando un rencor, buscando culpables... aún no superando la imágen de la mujer que estuvo a su lado toda su vida, que lo crió y le dio calidez.

Yoongi frunció su ceño ante la insinuación.

—No, claro que no, no me olvidé de nada Jungkook, yo también perdí a mis padres y te entiendo —comentó aquello último con dolor y pero al contrario de lo que se esperaba... recibió una mirada molesta.

—No..., no lo entiendes, t-tú tienes a tu hermano, a tus mejores amigos ¿y yo? No conozco a nadie, mis padres se habían separado y soy hijo único —y ahora, ya no había ira en su rostro, sino completa tristeza y Yoongi se compadeció por él, era sólo un niño perdido en un caos.

—Jungkook —lo llamó suavemente y el nombrado se volteó sorbiendo su nariz—, ¿sabes por qué me enfoqué en la búsqueda de mi hermano?

Negó con la cabeza mientras se secaba con las mangas de su remera.

»—Porque cuando estábamos en grupo... todos descansaban y fui a revisar los pasillos... la puerta de la oficina del director se encontraba abierta y había dos de esas cosas dentro...

Jungkook apartó sus manos de su rostro para ver atónito a Yoongi, quien sólo sentía una presión en su pecho al entender lo que sentía Jeon, ese sentimiento de impotencia...

—¿Y por qué n-no me lo dijiste? —se acercó a pasos rápidos aún sumido en un mar de lágrimas para comenzar a golpear y empujar levemente a Yoongi no queriendo hacerle daño realmente.

—Porque sabía que te negarías a irte —contestó inmediatamente tomando los puños del chico de cabellos chocolates para detener sus golpes.

—N-no...

Yoongi suspiró y abrazó a Jungkook quien enterró su rostro en su pecho para llorar, dejando que el mayor lo vea tan vulnerable.

Al fin y al cabo... sólo es un niño.

Por otro lado, cierto pelirosa estaba a un lado de la puerta abierta, con su espalda apoyada en la pared detrás de él, escuchando toda la conversación de principio a fin y mordiendo su labio inferior para no llorar.

Se sentía molesto de alguna forma.




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Holaaa, nuevo capítulo (๑'ᴗ')ゞ ¿qué les parece? Bueno, este capítulo fue más como un descanso para ellos (?) quizás, sólo QUIZÁS, hoy publique el siguiente (✪ω✪)/ ❤❤

Nicxnita©

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