Después de unas cuantas calles y una parada rápida a la tienda por algunos pañales, por fin estaban en casa. Su casa. Su pequeño hogar.

Qué lindo.

TaeHyung sonrió mientras abría la puerta del lugar, haciéndose a un lado para que la pequeña niña que iba abrazando su pierna lograra ver el interior. —. Okay, pequeño koala, este es tu nuevo hogar. —exclamó, moviendo sus brazos para darle más énfasis. Algo así como un host de algún programa televisivo. Jungkook rió a sus espaldas, mientras cargaba al otro infante, el cual no dejaba de jugar con su cabello.

Mientras tanto, Aleyna lucía demasiado... emocionada. TaeHyung podía jurar que vio pequeñas estrellas en los orbes de su hija.
La niña pegó un gritillo antes de hablar. — ¡Es maravilloso! —dijo, aun manteniendo su rostro de emoción, y, si se prestaba atención, se podía observar que sostenía fuertemente la pequeña mochila entre sus manos. Hasta podría decirse que iba a llorar. Jesús, ¿era sano para un niño contener tal cantidad de emoción?

La niña iba de un lado para otro, observando todo con suma atención (y también parloteando algo sobre "ser el dragón que ahora protegería este reino."). TaeHyung sólo atinó a reír mientras tomaba asiento en el sofá. Su apartamento no era la gran cosa, la verdad. No era muy grande, no había muchos lujos, pero era "hogareño."

O al menos aquella era la palabra que siempre utilizaba Jungkook para describirlo, TaeHyung realmente nunca pudo estar de acuerdo, pues para él, cualquier lugar era hogareño siempre y cuando lo compartiera con Jeon Jungkook. Porque él es su hogar.

Así de cursi era.

Pero bueno, volviendo con Aleyna, después de (literalmente) observar cada rincón del lugar, se sentó a un lado de su, ahora, papá (o bueno, uno de ellos. ¡Tenía dos papás! ¿Qué tan genial sonaba eso?). TaeHyung la miró un momento antes de que la pequeña empezara a bombardearlo con preguntas.

— ¿¡Conociste a Peter Pan!?

Kim sonrió a la vez que escuchaba a Jeon reírse en la cocina. Al parecer la pequeña ya había visto las fotos de su ida a Disneyland. De luna de miel. Sí, a Disneyland. Creo que ya saben de quién fue la idea.

—Sí, bueno, es un viejo amigo.

— ¿¡Eres su amigo!?

—Obviamente.

— ¿Y papá Jungkook también es su amigo?

TaeHyung abrió un poco más sus
ojos al oír como su niña empezaba a utilizar la palabra "papá." Su corazón se iba a derretir de la ternura.

—Pff, no. No es tan genial como yo.

— ¡Oye! —exclamó el mismo Jungkook, entrándose a la sala, aún con JiAn en brazos, quien seguía fascinado con el cabello de Jeon. Lo seguía jalando y tal parecía que a Jungkook no le quedó de otra más que resignarse. Se acomodó al otro lado de la niña. —. No le creas nada a este mentiroso—habló, señalando con su dedo a TaeHyung—. Yo soy tan genial como él. Y Peter Pan también es mi amigo, pero esa es otra historia.

— ¿Cómo lo conocieron? —preguntó la niña, de nuevo la emoción se hacía evidente en su voz tanto como en sus ojos. Sostenía con fuerza la foto en sus manos, analizándola como si de un mapa del tesoro se tratase.

Jungkook y TaeHyung intercambiaron miradas, tratando de ponerse de acuerdo y no romper la ilusión de la niña.
—Pues... —inició TaeHyung—, digamos que tu papá y yo tuvimos un pequeño viaje al lugar más feliz del mundo hace unos cuantos años.

La respuesta pareció solamente emocionar más a Aleyna, quien no tardó en preguntar aún más. — ¿Por qué fueron? ¿Está muy lejos? ¿Creen que algún día puedan llevarme?

TaeHyung parpadeó, sin embargo, cuando estaba a punto de contestar, Jungkook habló. — ¡Por supuesto que te llevaremos!

—Cuando crezcas un poco—se apuró a decir—, y papá arregle un montón de papeleo para... poder sacarte del país y llevarte. —terminó, sonriendo. Miró el reloj momentáneamente, ya era algo tarde y esos niños no habían cenado.

Y por niños se refería a Aleyna, JiAn y Jungkook
—Bien, creo que es momento de cenar.

~•~

Terminaron cenando el único cereal que se encontraba en la casa. Y obviamente, teniendo ahora a una niña de cinco años, hubo quejas.

—Su cereal sabe feo.

Jungkook rió—. Virutas de lápiz—murmuró, mientras alimentaba a JiAn.
TaeHyung suspiró—. Mañana haremos las compras, Aleyna. Y ahí podras escoger el cereal que tú quieras—dijo—, un cereal que te guste y que sí te vayas a comer. No te dejes llevar por los bonitos dibujos de la caja. Ah, y que no tenga tanta azúcar.

Jungkook lo miró por un momento—. Ya hablas como todo un papá.

—Jungkook literalmente le repetí todo lo que te digo a ti.

— ¿Y qué más compraremos? —interrumpió la niña, con la boca llena de cereal.

—Bebé no hables con la boca llena.

—Bueno—prosiguió TaeHyung, pensando en el plan de mañana—. Además del cereal, podríamos comprarte algo de ropa, un juguete si quieres, no lo sé. Ya teníamos un cuarto adecuado para ti, sin embargo, —miró a JiAn, quien tenía leche alrededor de su boquita—, no teníamos contemplado a este pequeño señorito, así que tendremos que comprar pañales, leche, ropa, una andadera o algo así, más pañales, más leche...tendremos la experiencia completa de tener un bebé, muchas gracias.

—Pero, hey— Jungkook tomó su mano—, la tendremos juntos.

TaeHyung lo miró.

— ¡Awww qué bonito!

—Creo que voy a vomitar.

— ¡TaeHyung, no digas eso!

~•~

Terminaron acostándose alrededor de las once, le mostraron su cuarto a Aleyna, pero insistió en dormir con ellos, así que terminaron los cuatro en la cama con sus respectivos pijamas. JiAn ya dormido, TaeHyung casi acompañándolo y Jungkook escuchando atentamente a su hija.

—Cuéntame un cuento—pidió la niña en un susurro para no despertar a su hermanito.

—Uhm...bueno—respondió de la misma manera—, había una vez un perro que no tenía color—inició, mirando divertido a Aleyna. Ella no tenía por qué saber que el contar cuentos no era su fuerte. Aun no—, caminó debajo de un arcoíris y tuvo un color. Fin. —terminó, con una sonrisa en su rostro.

Aleyna parpadeó.

—Papi.

— ¿sí?

—Tu cuento fue aburrido.

Bueno. La crítica siempre está presente.

Al parecer TaeHyung no estaba del todo dormido porque se rió ante la respuesta de la niña pero Jungkook no iba a tomarle importancia.

—Mejor te cuento algo yo—empezó Aleyna—, para que duermas mejor.

—Está bien, está bien. Espero que tu imaginación sea mejor que la mía.

Aleyna sólo sonrió y prosiguió a contarle a su padre una historia sobre piratas, dragones y una princesa, la cual resultó ser la malvada (un gran giro en la trama, si le preguntaban a Jungkook, sin embargo, quien fue cayendo dormida fue Aleyna, en sus ojitos era notorio el sueño que comenzaba a sentir. Pero se negaba a dormirse, no sin antes terminar la historia para su papá. ¡Era la primera vez que le contaba un cuento a su papá, tenía que terminarlo!

—Y entonces el dragón se hizo mejor amigo del capitán—continuó, cada vez más lento—. Y el hechizo se deshizo. Fin.

—Wow—murmuró Jungkook, con asombro genuino. A este punto TaeHyung estaba dormido y JiAn chupaba su dedo—, fue un muy buen cuento, Aleyna. Me gustó mucho, pero creo que ya deberías dormir—sonrió—, mañana me podrás contar todas las historias que quieras, ¿está bien? —la niña sólo asintió, acomodándose mejor entre las sabanas.

— ¿Papi? —volvió a murmurar, queriendo decir una cosa más antes de caer rendida ante el sueño.

— ¿Si?

—Estoy muy feliz... —comenzó—, antes no tenía papá... y ahora tengo dos. Creo que eso es muy genial.

Jungkook sonrió, tanto que sus mejillas dolieron un poco. Inclusive lloró un poco pero nadie debía saber eso.

Cuando intentó responder, su niña ya se había dormido, así que sólo besó su frente y miró la imagen que tenía a su lado.

TaeHyung dormido con JiAn acomodado a su lado y Aleyna abrazando una almohada.

Wow.

Su familia.

¿Desde cuándo la vida era tan bonita?

Espero les haya gustado mucho esta adaptación ♡