beginning

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

TaeHyung abrió perezosamente sus ojos.
Sábado. Día libre.

Hubiera sonreído y vuelto a dormir, de no haber sido porque la persona al lado suyo (Jungkook) estaba con el ceño fruncido, viéndole fijamente.

— ¿Pasa algo...?

— ¿Por qué no te embarazas?

TaeHyung parpadeó. Vio por unos minutos a Jungkook, se levantó, buscó el teléfono y marcó un número que poco concurría.

— ¿Policía? Sí, verá, creo que mi esposo se ha vuelto loco—dijo, y pudo haber seguido con aquella conversación, pero el más alto le arrebató el teléfono y colgó—. ¿Quién eres y qué hiciste con Jungkook?

—Tae, yo soy Jungkook...

—Si intentas algo raro, juro que te empujo por la ventana.

—No intentaré nada raro, TaeHyung.

—No me retes.

Se miraron por unos momentos.

—Conociéndote—empezó TaeHyung—, creo que esa fue una manera...sutil de recordarme que quieres niños, ¿no es así?

Jungkook asintió y TaeHyung suspiró.

—Es decir—empezó el más alto—, creo que es momento. Digo, hasta YoonGi y JiMin ya adoptaron una niña.

TaeHyung frunció el ceño—. ¿Adoptaron una niña?

—Sí.

—Pero si se llama Se Yun.

—Se Yeon, TaeHyung. Se Yeon.

—Oh...

TaeHyung se encaminó lentamente hacia el comedor, sentándose en la mesa con sus codos apoyados en ésta. Jungkook le imitó.

—Yo también creo que "es momento" —inició, haciendo comillas con las manos—, no. No creo. Es momento—remarcó—. Ambos tenemos trabajos estables, ¿no? —Jungkook asintió—, tenemos un lindo hogar y...seríamos buenos padres, ¿no crees?

—Sí—Jungkook volvió a asentir, emocionado—, ¿entonces...?

—Sí, Jungkook—dijo TaeHyung, cerrando sus ojos—. Adoptaremos un gato.

—... ¿Qué?

— ¿No quieres un gato? —preguntó.

—No...es decir, sí, —se corrigió—. Sólo que, yo no hablaba de eso. Me gustaría un gato, pero no es a lo que me refería.

— ¿Quieres un perro?

—Tae...—suspiró, pasando una mano por su cabello—. Hablo de niños. Bebés.

TaeHyung parpadeó— ¿un cachorro, entonces?

—...

—No te entiendo.

Jungkook prefirió no seguir con la conversación.


_________♡♡_________

Ese mismo día, TaeHyung había decidido llevarlo a comprar las cosas necesarias para la semana porque, bueno, eran una pareja normal y necesitaban champú y más comida.

Pero la cosa importante allí era que Jungkook comenzó a pensar que el mundo lo odiaba, pues cada vez que volteaba a cualquier lugar, estaba un niño. O en su caso, un bebé.

Jungkook no podía contar la cantidad de veces que se encontró a una niña pidiendo un juguete nuevo o a un varoncito jugando con su padre, o inclusive a un bebé dormido.

Todos esos escenarios aumentaban sus ganas de adoptar algún pequeñín.
Y luego estaba TaeHyung, quien se debatía en llevar o no pan integral.

Terminó por llevar el normal.


_________♡♡_________

Al estar haciendo la fila para poder pagar e irse de una buena vez, TaeHyung notó como Jungkook se la pasó haciendo caras raras (según él chistosas) para que la pequeña bebita en frente suyo sonriera.

Y ese acontecimiento lo hizo pensar.

Ambos habían crecido sin un padre (al parecer los cigarros en aquella tienda eran muy buenos), y, al adoptar un niño, no solo le estaban dando la oportunidad de tener un papá.

Sino que, tendría dos.

Lo cual sonaba mucho más genial, sinceramente.

— ¿En qué piensas? —curioseó Jungkook una vez en el carro, pues su pareja tenía tiempo que parecía perdido.

—En...—inició, pero se detuvo, ¿se lo decía ya? Bueno, no le importaba mucho, Jungkook llevaba año y medio diciéndole sobre adoptar niños—. En que...yo también quiero adoptar.

Jungkook bufó—. ¿Ahora qué? ¿Un conejo? ¿Un hámster?

—Yo hablaba de niños pero el hámster suena tentador.

El pelinegro abrió sus ojos, ¿en serio fue TaeHyung quien había dicho eso?

— ¿Sabes qué? Olvida los niños, mejor sí adoptamos un hámster —comenzó—, le podríamos llamar Bartolo.

El contrario no contestó, simplemente sonrió.

—Jungkook, éste no es el camino a casa.

—Lo sé.

— ¿Me estás secuestrando?

—No.

— ¿A dónde vamos?

—Al orfanato.

— ¿Tan rápido? ¿No crees que deberíamos esperar un poco más? ¿Prepararnos psicológicamente? Ya sabes, mentalizarnos que ya no podremos salir tanto como antes.

—Tae, nunca salimos.

—...tienes razón.

—Además—agregó—, tener un niño en casa serí-...

—Hey—interrumpió—, ¿un niño?

—Sí...

—Yo quiero una niña.

—...

—...

— ¿Piedra, papel o tijeras?

—...Oh, dios.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro