Capitulo dos.

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- HeeSeung entró a la habitación de la niña y la dejo en el suelo, ésta prácticamente corrió hacia su baúl donde tenía sus juguetes, en tanto el castaño se dedicaba a observar cada detalle de la habitación, paredes de color rosa que él y Jay habían pintado juntos. Increíblemente ese día fue el único en el que no pelearon ni se insultaron en ningún momento -con la mala intención - ambos se habían puesto de acuerdo en que sería un buen regalo para SungHoon y Ni-Ki en cuanto volvieran del hospital en donde la chica que les había alquilado el vientre se encontraba, por suerte para ellos, sus amigos se encontraban en Londres, así que tuvieron todo el día para encargarse de decorar la habitación de la nueva integrante de la familia.

oh por dios, si que eres malo en esto, Park.─ se burló el pálido riendo del intento de mariposa que estaba intentando pintar sobre la pared.

─ oh discúlpame, Picasso, pero yo no tengo el mismo don que tú en esto. ─ se quejó cruzándose de brazos.

─ oh, vamos, no seas llorón, es fácil, mira ─ tomo el pincel y se puso detrás del azabache. Lo hizo agarrar el pincel y comenzaron a trazar las alas. ─ es fácil ¿Ves? ─ dijo muy cerca suyo, el azabache giro la cabeza quedando solo a centímetros del rostro contrario. Ambos se observaron hasta que él pálido se apartó, ruborizado y siguió con lo suyo.

Sonriendo paso los dedos por aquella mariposa que había dibujado el, aún recuerda los gritos de felicidad de los maridos cuando llegaron y vieron el regalo que sus mejores amigos les habían hecho, más toda la ropita y peluches que le habían traído.

Tomó el retrato de el y SungHoon, junto a la bebé, luego con Ni-Ki y ella y finalmente la de los padrinos juntos con su ahijada.

─ ¡Li! ¡Li! Fubetes, mira ─ la pequeña tenía su peluche de unicornio en su manito mientras que con la otra tiraba de su pantalón para que la cargará.

─ oh, pero que precioso, cariño ─ dijo sonriéndole.

─ api Ki complo pala mí ─ sonrió abrazandose a su peluche.

─ es hermoso, bebé, ¿Tienes hambre? ¿Quieres tomar tu yogurt?

─ no, quielo ved a api Ki y pa Hoonnie ─ hizo un puchero. El corazón de HeeSeung se apretujo y su garganta se cerró.

─ cariño, papi Ki y papá Hoonnie.. no pueden venir ahora ¿No te gusta estar conmigo, Huh? El tío hay y to te cuidaremos ahora, bebé.

─ gusta a mí contigo y JaJa ─ besó su mejilla

─ si bebé, vamos a estar los tres juntos ahora.

La hizo jugar con todos sus juguetes y luego la hizo ver la primera de Toy story. La niña se había dormido porque la habían levantado temprano para ir a la casa, así que no aguanto mucho tiempo en cerrar sus ojitos de nuevo.

HeeSeung la acomodó bien en su camita y luego bajó para ver cómo se encontraba el estadounidense.

No lo encontró en la sala, tampoco en la cocina, lo encontró en el pateo del fondo, sentado en el sofá colgante ─ que Nishimura había insistido en tener. ─ fumando un cigarrillo.

El estadounidense al verlo le ofreció uno de su cajetilla pero éste negó.

─ ¿Estás mejor? ─ preguntó en un tono bajito.

─ ¿Y YiRen? ─ respondió con otra pregunta.

─ YiRen se quedó dormida en su cama, está bien, ahora respóndeme.

─ estoy tal y como me veo, HeeSeung. ─ contestó sin mirarlo. ─ pero por lo menos ahora ya no estoy llorando.

─ supongo que debo conformarme con esa respuesta.

─ ¿Cómo le haces tú, HeeSeung? ─ preguntó observándolo esta vez.

─ ¿Cómo le hago que?

─ ¿Cómo haces para ser tan fuerte? No lo entiendo, haz perdido lo mismo que yo, pero tú al parecer puedes soportarlo mejor.

─ debo ser fuerte por ustedes, Jay. ─ dijo mirando al suelo. ─ pero eso no quiere decir que no esté sufriendo igual que tú. SungHoon era mí mejor amigo, mí hermano, mí... ─ su voz estuvo a punto de quebrarse.

─ lo siento.. ─ dijo Jay, pasando una mano por su espalda y dándole leves caricias. ─ llora, HeeSeung. Hazlo, saca todo eso, porque te... Te hará peor ─ su labio inferior tembló.

─ n-no puedo, no puedo entender porque pasó esto... ¿Por qué a ellos, Jay? ─ los ojos color miel se llenaron de lágrimas. ─ ¿Por qué la vida es tan cruel e injusta?

─ no tengo la respuesta a esa pregunta, HeeSeung.─ el estadounidense hizo una mueca ─ eso mismo me preguntó desde que ellos partieron.

─ y YiRen.. ella, es tan pequeña, cada vez que pregunta por Hoon y Ki yo.. mí corazón se rompe.

─ es muy bebé aún, no entenderá nada, solo le diremos que sus papis están en el cielo, es lo único que se me ocurre..

─ duele, duele mucho esto, si... Si pudiera dar mí vida a cambio de que ellos vuelvan, juro que lo haría...

─ oh, HeeSeung.. ─ el de orbes ámbar abrazó al castaño y éste último escondió su rostro en su cuello. ─ SungHoon y Ni-Ki cuentan con nosotros para estar con YiRen ahora, como haz dicho, debemos ser fuertes para ella, nos necesita.

─ lo sé, Jay, lo sé. ─ se apartó del americano y limpio sus lágrimas ─ ¿Quieres acomodar tus cosas en una de las habitaciones?

─ si, ocuparé la segunda a la izquierda, junto a la de YiRen ¿Tú?

─ la que sigue. ─ respondió ─ uh... Con la habitación de los chicos..

─ No. ─ interrumpió ─ no puedo, no, no quiero entrar ahí, no puedo hacerlo, aún no, HeeSeung, por favor...

─ no te preocupes, Jay. Cuando estemos listos los dos, lo haremos ¿Si? ─ el azabache asintió ─ me encargaré de la cocina, tengo hambre y YiRen no tardará en despertar dentro de poco, tendrá hambre también..

─ uh.. si, si quieres espera y te ayudo con..

─ no, no, descuida ─ hizo un gesto con la mano ─ por hoy me encargo del almuerzo yo ¿Si?

─ uh.. suena bien para mí. ─ encogió sus hombros.

─ pero, no te acostumbres a que lo haga todos los días, luego veremos cómo compartimos los deberes.. y también de ver quién se encarga de los pañales de YiRen.

El estadounidense soltó una risita y se levantó para pararse frente a él.

─ ¿Te das cuenta de lo que está pasando, Lee?

─ ¿Uh.. a qué te refieres?

─ me refiero a esto ─ extendió sus brazos ─ tú y yo, dos personas que se odian, que no pueden estar mucho tiempo juntos sin querer matarse, ahora tendremos que vivir juntos y cuidar de una bebé como una familia, ¿Cómo en una película, verdad?

─ bueno, en primer lugar, el que me odia aquí eres tú, porque yo no lo hago, y segundo si, es como una jodida película.

─ ¿No me odias? ─ levantó una ceja ─  todos estos años jodiendome la existencia, llevándome la contra en todo y además lo haz demostrado en más de una vez ¿Y dices que no me odias?

─ bueno, es lindo ver cómo te enojas con facilidad, pero no, no te odio, muñeco.. ─ sonrió y sin esperar una réplica entró a la casa, el azabache negó riendo y lo siguió por detrás.

─ tampoco te odio, Osito Teddy.. ─ dijo antes de subir las escaleras y escuchando las maldiciones del castaño por el apodo que usó con el.

Osito teddy le había puesto SungHoon una noche en la que se habían juntado los cuatro y como sabía que HeeSeung odiaba que lo llamara de esa manera - por los grandes rulos de su cabello que según el mismo lo hacían ver feo - que lo hacía parecer un adorable y gigantesco oso de peluche.

─ ¡Pudrete Park! ─ gritó el castaño al acercarse a las escaleras.

─ Pudrete tu, Lee. ─ le levantó el dedo corazón y ambos se sonrieron, sin saber porque.

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