⟩ 1O !

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

- Cuando Ni-Ki vio a SungHoon con Liz su mente viajó una semana atrás cuando este le pidió salir. Estaban simplemente parados y SungHoon se veía tranquilo, impasible; mientras ella parecía un poco nerviosa y culpable. Él le indicó algo con la cabeza y ella asintió, ambos entraron al Starbucks formándose en la línea.

—Buenas tardes ¿que les puedo preparar? — Ni-Ki levantó la vista de la caja y no pudo evitar arrugar el entrecejo cuando vio una nueva herida en el rostro de SungHoon, tenía el labio cortado y un poco hinchado de un extremo.

—Mocha frappuccino, con extra chispas, por favor— la chica contestó.

—¿Nombre?

—Liz.

—¿Y para ti?—dejó el vaso de plástico de lado para que alguno de sus compañeros lo tomara—¿SungHoon?—intentó llamarle la atención al ver que no respondía

—Oh, perdón, em..Es todo—le pasó un billete de 10 y se alejó de ahí.

SungHoon esperó pacientemente a que le sirvieran lo que sea que haya pedido Liz para sentarse en uno de los sillones de afuera y poder hablar del tema por el cual se habían reunido en primer lugar.

—Tenemos que encontrar una forma de romper el compromiso Liz. —ella asintió, con los ojos brillosos y temblando un poco cuando tomó un sorbo de su bebida.

—Mis padres no estarán contentos.

—¿Crees que los míos sí? Esto nos va a joder... pero vamos a jodernos más nosotros mismos si pretendemos como que podemos hacerlo funcionar. — SungHoon encendió un cigarro y le dio una calada, destentándose un poco.

—Sung, sabes que me importas pero-

—¿Te importo? ¿En eso pensabas cuando estabas en la cama con mi hermana? Tienes formas extrañas de demostrarlo—soltó una risita burlona.

—Lo siento. Sabes a lo que me refiero, crecimos juntos, nos conocemos de toda la vida ¿por qué no podría funcionar?

—No te voy a marcar nunca.

—No me importa. —negó con la cabeza— Con la empresa de mi padre y tú con la del tuyo, podríamos crear un imperio. No necesitamos amor.

—Liz...—suspiró cansado— Dices eso ahorita porque piensas que en algún momento puedo enamorarme de ti—ella se sonrojó levemente, confirmando las palabras de SungHoon— No va a pasar.

—¿Podrías pensarlo? Ni siquiera tenemos que ser exclusivos, podemos casarnos y seguir viendo a otras personas. No tiene por qué...

—¿Tan poco amor te tienes? ¿Estás dispuesta a casarte conmigo con esas condiciones?

—En dos años saldremos de aquí y nuestros padres van a querer una boda. En un año, tendremos que estar comprometidos. Sabes que si no me caso contigo mi padre no me pondrá a cargo de la compañía. Por favor, solo... piénsalo.

—Si antes no quería casarme contigo ¿qué te hace pensar que cambiaré de opinión? —Liz se levantó del sillón con molestia en el rostro

—Esto nos va a joder, a los dos Park, así que piénsalo bien—se fue de ahí con pasos rápidos.

Se pasó las manos por el cabello en un gesto de frustración, le gruñó a un par de Betas que lo observaban y sacó otro cigarro cuando el suyo se terminó.

¿Qué tan terrible podría ser una vida con Liz? No es como que SungHoon tuviera muchas opciones, era eso o... o era eso. Respiró hondo y maldijo por lo bajo con los dientes apretados. En su mente vago el recuerdo de una maqueta que tenía que entregar el... ¿para qué día era? Maldición.

Se levantó con rapidez tratando de ignorar al precioso omega de ojos verdes que se encontraba dentro del local; con pasos rápidos se puso un cigarro entre los labios y lo encendió parándose lo suficiente solo para que este prendiera.

♡❜

—¿Eres estúpido o qué? — Jay se cruzó de brazos. SungHoon le echó una mirada al roomie del pelinegro, pero este no pareció entender— ¿Podrías darnos un momento?—lo tomó de un brazo y lo levantó del escritorio, guiándolo a la puerta— Gracias, qué amable, nos vemos al rato.

—A ver: ¿cómo que vas a casarte con la vieja esa?

—¿Se te ocurre algo mejor?—se acostó en una de las camas— Si no lo hago, perderemos las acciones con la empresa de Kim y mi papá me asesinara—tal vez, literalmente. Trató de no pensar mucho en aquello último.— Tenemos aún dos años, simplemente nos comprometeremos un poco antes de la graduación y nos casaremos cuand-

—¿Te estás escuchando, Alfa imbécil? ¿Crees que puedas encender tu cerebro bonito de una puta vez? ¡Es Kim JiWon! ¡Me importa una mierda lo rico que te vaya a hacer! No puedes casarte con esa... esa...

—¿Zorra?—ofreció

—Sí, gracias. Zorra—se apretó el puente de la nariz unos segundos y soltó una respiración profunda.— Vas a ser infeliz toda tu vida, Hoon. —suavizó su tono— No puedes hacerte esto, ni siquiera por tu padre.

— Jay, no tengo voz en esto.

—¿Qué hay de Ni-Ki?—pregunta esperanzado, como si eso fuera hacer reaccionar a SungHoon.

—No me da ni la hora—se encogió de hombros y JongSeong le dio un pinchazo en la pierna— ¿¡Qué fue eso?!

—¿Ya te rendiste? ¿Qué mierda está pasando contigo? El SungHoon que conozco no...

—Al SungHoon que conoces lo molió su padre a golpes y le rompió las costillas—dijo seco.

Si Jay no lo conociera tan bien diría que el tono de SungHoon era frío y resentido. Pero el Alfa frente a él parecía un cachorro atropellado con la moral y el rostro magullados. Lo observó el tiempo suficiente para que la fachada de chico malo y fuerte se le cayera a su amigo y dejara ver lo que en realidad era: una víctima. De repente los golpes en su rostro perecieron más brillantes y notorios pero Jay sabía que eran cosas de su imaginación.

— SungHoon ¿qué pasó?

—Mi padre... ya sabes, lo usual—le dolió admitirlo pero sabía que en el pequeño dormitorio de su amigo no le harían daño.— Lo reté y bueno, como puedes ver—se señaló a sí mismo y soltó una risa amarga—, no terminó nada bien.

—¿Por qué n-

—No quiero hablar de eso, Jay, por favor—suplicó en un susurro vulnerable.

El pelinegro asintió. Dejó que SungHoon se recompusiera antes de volver a hablar.

—Te voy a ayudar.

—¿A qué? Sea lo que sea, no necesito tu ayuda.

—Claro que sí. Tu omega ni siquiera te voltea a ver, a mí me parece que necesitas toda la ayuda que puedas tener—le sonrió con suficiencia, aligerando automáticamente el ambiente.

—Oh, jódete Park. —le sacó el dedo de en medio mientras rodaba los ojos.

— HeeSeung ya lo hace.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro