Seis.❜

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"Me asusté tanto, pensé que
nadie podría salvarme.
Llegaste tú a recogerme
como a un bebé"
- Lucky Ones
- Lana Del Rey.

♡❜

—Pues estás jodidamente loco.—Determinó SuNoo encaramado sobre el sillón.—Eres un imbécil a mí parecer, pero pues ¿Qué se le va a hacer? Él ya está aquí.

—Eso no ayuda mucho, SuNoo.—Se quejó SungHoon con su tercer cerveza vaciándose sobre su boca.—Pero gracias, yo supongo.

—¿Qué se supone que tenga que decirte? Estás reviviendo tus traumas y los quieres resolver a través de un niño de dieciocho años que no conoces.

—No estoy reviviendo ningún trauma, estoy ayudándolo, y de paso me ayudo yo. ¿Qué hay de malo en querer un bebé? A menos que uno de ustedes se deje preñar por mí para darme uno, seguiré firme en mi decisión.

JongSeong y SuNoo le mostraron muecas asqueadas.

—Tú sueñas, primero Jake te cortaría el pene.—Dijo Jay tomando de su cerveza de igual manera.—Pero creo que tienes que tomar las cosas con cuidado. Piensa en esto, él es un omega al final del día y acarreará a su cachorro por ocho meses más, no te sorprendas si termina desarrollando un lazo con él y al final intenta huir. ¿Has pensado en eso? No tienes ninguna seguridad de que su palabra sea válida hasta el final, hay muchas cosas que pueden salir mal.

SungHoon y SuNoo se miraron alucinados por la centella de razón que iluminaba a su amigo. Hablaba demasiado serio y preocupado para ser Park Jay.

—Además—Prosiguió éste.—Piensa en qué mierda harías si aparece el padre ¿Huh? ¡No sabemos siquiera quién es el padre! Y no estoy culpándolo a Riki, para nada.—Aseguró.—Pero hombre, nunca sabes qué clase de maniático vendrá por él. ¿No nos dijo que confió ciegamente en un desconocido para comprar la cabaña?—Señaló hacia fuera de la entrada, allá donde se hallaban los tres omegas.—De algo tuvo que haber estado huyendo.

—O alguien...—Le secundó SuNoo.

—¡Exacto! ¿Qué tal si es un narco, o un sicario, o una de esas mierdas? ¡Tu vida estará arruinada por meterte con su omega embarazado!

—Pero no me estoy metiendo con él, no veo el problema en alojarlo en una cabaña.

—Y después quedarte con el bebé.

—Sí, bueno.— SungHoon rodó los ojos.—Estábamos hablando de las cosas que podrían irse al caño durante el embarazo. Eso del postparto déjenmelo a mí y a Riki, si para ese entonces, incluso antes, cambia de decisión acerca de lo nuestro entonces es libre de irse.

—Imagina que cambia de parecer justo en el parto, y se va dejándote sin nada. Tú ya habrás invertido en él para ese entonces, le servirás como un refugio temporal.—Sugestionó SuNoo.—Ojalá ni Jake ni JungWon me oigan decir esto porque entonces daré por terminada mi vida.

—Oh-Oh—Se sacudió Jay en su lugar.—Espero que esa obsesión que tienen por el chico no sea una clase de mensaje subliminal acerca de querer bebés, porque definitivamente no estoy listo.

—¡Ja! Pobre de Jake si decide querer un bebé, tendría que encargarse de dos.

—No viejo, no creo que mi puntería sea tan buena para fecundarle dos–

—¡Oh por Dios! ¿Podrían callarse un momento?—Gruñó SungHoon sobando sus sienes.—A lo que SuNoo se refiere es a que eres estúpido como un bebé, por eso Jake tendría que encargarse de dos niños. Y además estábamos hablando de mi plan con Riki, no de ustedes.

Sus amigos se reacomodaron en su lugar ahora serios, tratando de ser de ayuda con el alfa mayor.

—¿Entonces qué piensas acerca de lo que te dijo Jay? Odio admitirlo pero tiene razón.—Mencionó dando el último trago a su bebida.

—Creo que empezaré a mover las cosas desde ahora, así tendré listos los papeles en el último mes y tendrá que firmarme apenas comience.—Opinó SungHoon inclinado sobre sus rodillas y con los brazos recargados.—Siete meses son suficiente tiempo para que decida lo que quiere hacer, y si quiere irse antes es libre, ya se los dije. Ni él ni yo nos estamos comprometiendo.

—Ajá, ese es el problema.—Enfatizó SuNoo apuntándole con la botella vacía.—Si no hay algo que asegure el trato, es básicamente confíar en nada.

—¿Y qué sugieres que haga? ¿Le doy un papel a firmar? ¡Hey, Riki! Verás, no confío del todo en tu palabra porque no conozco tu muy seguramente traumático pasado, así que firma aquí y te prometo no echarte a la calle antes de quedarme con tu hijo.

—Algo más de tacto no te hará menos bestia, te lo aseguro.—Bromeó SuNoo.—¿Qué me dices de una renta?

—¡Oh sí! ¡Una renta de vientres! Jake y yo lo vimos la otra vez en un programa de Home & Health.

— Jake se atrevió a decir que mi Wonnie tenía queso derretido en el cerebro teniéndote a tí como alfa, realmente una desgracia.

—¡Lo digo en serio!

— SuNoo hablaba de una renta de propiedad, Jay.—Explicó con su paciencia casi drenada.

—¡Ahhhh! También puede funcionar entonces.—Autorizó.—Aunque espera ¿No estabas ya cobrándole?

SungHoon no contestó.

—¡El idiota soy yo, SungHoon!—Se mofó el castaño.—Dios, no puedo creer que en serio no ibas a cobrarle.

— Riki no tiene nada, no seas patético. Creo que el papel de bestia me lo quedo yo, y aún así no sería tan miserable como para obligarlo a conseguir dinero en esa condición.

—Pero sí para aprovecharte de su condición y aturdirlo para que te dé al niño.—Canturreó SuNoo.

—Bueno, si sólo van a recordarme lo mal que hago las cosas, son libres de irse por dónde vinieron. Pero no se olviden de llevarse a sus novios.—Dijo SungHoon a la defensiva, aunque sabía que sus amigos no se moverían. Decidieron castigarlo con la ley del hielo como si todavía fueran críos de secundaria, y suspiró cansado.—Ya sé que sólo quieren ayudarme.

—Ajá.

—Y que no quieren verme sufrir otra vez.

—Así es.

—Que no todos los omegas son como él...

—Eso es cierto.

—Y que debo dejar de ser un malnacido.—Terminó de recitar.

—Pues... es de sabios equivocarse.—Concedió Jay complacido.

♡❜

Ni-Ki por alguna extraña razón se sentía cómodo con los dos omegas a su lado. Eran parlanchines y alegres, le preguntaban siempre su opinión acerca de cualquier tema del qué estuvieran hablando. Seguía intentando ir con calma respecto a los amigos de SungHoon, incluso del mismo alfa. Pero no podía evitar sentirse relajado con la presencia de sus dos mayores.

Después de acabar el desayuno, JungWon había pedido ir a ver la cabaña incluso si no estaba arreglada, Jake aplaudió la idea e insistieron tanto que SungHoon tuvo que aceptar rodando los ojos, la amistad de los omegas con el alfa era realmente férrea.

—Es por eso que yo pienso que preferiría morir comido por un oso que por ratas.— JungWon había tenido la idea de jugar 'Would you rather?' y mencionar dos escenarios igual de perturbadores y trágicos, donde terminarían escogienso uno y explicando el por qué. Ni-Ki encontraba irónico que él genuinamente pensara que imaginar destinos fatales aligeraría el ambiente.

—Pero si tu argumento es no querer ser comido en partes se vuelve inválido porque los osos te comerían en partes también, tienen que alimentar a sus crías.— Jake era el mayor después de BeomGyu con un año de diferencia, pero aparentaba veintitrés años como el otro chico. Antes de que empezaran a discutir, decidió hablar a pesar de su temblorina voz.

—Pues yo preferiría ser comido por ratas, porque las ratas no te atacarían si les das comida. El oso aunque le ofrezcas comida te comerá, así que es más fácil distraerlas. Además nosotros asustamos a los roedores, dudo que quieran hacerte algo al menos hasta que estés muerto.—Se sintió orgulloso por haber hablado lo suficientemente alto como para llamar su atención.

— JungWon hay que quedárnoslo, vendemos a SuNoo y nos darán dinero para escaparnos los tres a una isla del Caribe.—Propusó sonriendo, los tres se rieron ante la idea hasta que JungWon defendió a su alfa.

—Nos darán más por Jay, es tres centímetros más alto.

—¡Imagínate el dinero por SungHoon!—Se volteó bruscamente hacia Ni-Ki.—Oye, tú lo distraes y nosotros lo atacamos por atrás.

Su humor era refrescante debido a su natural carisma y esa aura juguetona que poseían, por otro lado JungWon era más espontáneo y algo ingenuo, del tipo que se tarda en entender el sarcasmo al menos unos cinco minutos. Un silencio reinó en la sala de la cabaña después, la luz del día iluminaba la estancia perfectamente y reflejaba los vidrios de un viejo y pequeño candelabro que colgaba de las vigas de madera.

—¡Já! Claro que SungHoon tendría un candelabro en una cabaña.—Se burló Jake negando con la cabeza después de ver lo que había captado la atención del menor.

—Es lindo.—Opinó todavía con su atención fija.

—Apuesto a que será un bonito detalle después de pintar las paredes de nuevo, te ayudaremos si deseas.—Se ofreció JungWon.

—Por ahora deberíamos barrer y limpiar para deshacernos del polvo, me está picando la nariz.—Se la pellizcó para enfatizar.— Jay sabe de plomería, si quieres le digo que venga a revisar que todo esté en orden.

—¡Nosotros tenemos un colchón! Le diré a SuNoo que vaya a la casa para que lo traiga, en lo que buscamos una cama.

—Wow, muchas gracias. Les prometo que les pagaré una vez consiga trabajo.— Riki se sentía esperanzado con la ayuda que le ofrecían, pintaba un camino esplendoroso en donde tendría la oportunidad de saldar las deudas de las que se iba haciendo.

—¡Nah! Ni lo pienses.—Amenazó Jake.—Los favores no se pagan.

—Bueno, a mí sí me vendría bien un pago.—Contrarió JungWon.—Cuando el bebé empiece a dar pataditas déjame tocarlo ¿Sí? ¿Puedes, puedes, puedes?

—¡Yo también! Incluso sé hacer té para dolores de contracciones, mi mamá es enfermera y siempre solía preparar infusiones para las vecinas en cinta.—La ilusión en los ojos de los amigos era amorosa y cariñosa.

—Dejaré que lo toquen.—Permitió sonriendo divertido, se rió cuando el castaño soltó un chillido emocionado.

—Esto es muy raro y lo sé...—Advirtió.—Pero ¡Ah! El aroma de los omegas embarazados siempre me hace querer llorar. Es como hacer galletas.

—No le pidas que te deje olerle porque yo mismo te sacaré de aquí.—Condenó Jake entre risas, JungWon refunfuñó.

—¿Cómo sabes a lo que huele un omega embarazado?—Preguntó Ni-Ki.

—La cafetería a la que te llevó SungHoon ayer, ahí trabajo yo. Los omegas de la ciudad son muy ostentosos y les gusta ir a reunirse en cafeterías cuando están embarazados, aunque me gusta cuando lo hacen porque el ambiente se relaja en el local.

—¿Recuerdas cuando me pidieron que les tomara fotos?—Se acordó Jake.

—¡Unos hasta llevan fotógrafos para sesión de fotos! Es divertido verlos.— JungWon le dio un pequeño golpe al mayor.—Si no te hubieras peleado con esa clienta no te hubieran corrido y seguirías conmigo.—Puchereó. El mayor se carcajeó.

—Debiste haber visto la cara de Jay cuando regresó ese día y le conté, estaba saltando por toda la sala como conejo y sostenía su cabeza así.—Dirigió sus manos a su cabello para esneñarles.—¡No puede ser! ¡Shim Jake, no puedes aventar agua hirviente a nadie!

El menor abrió sus ojos incrédulo mientras los dos amigos se reían a carcajadas.

—¿Lo hiciste?

—Era una ex de Jay, la conozco porque esparció rumores de mí cuando empezamos a salir y él me insistió para dejarlo pasar. Pero ese día cuando me encontró trabajando pensó que podría humillarme y venía reclamando que había preparado mal su café a pesar de que cambiaba la órden a propósito, toda la gente estaba viéndonos y cuando vi cómo iba a tirarme encima su estúpido café, agarré la tetera más cercana y la empiné sobre su fea blusa de flores.—A pesar de todo, el mayor no parecía afectado. No lo había dicho sin emoción alguna como para espantarlo acerca de sus alcances, pero más bien como alguien normal con resentimientos que no supo contener.

Volvía a reformar su idea acerca de la singularidad de Jake.

—Wow.—Fue todo lo que dijo.—¿No te sentiste mal por haber perdido tu trabajo?

—¿Recuerdas lo que te dije de mi madre?—Asintió.—Bueno, a la mujer se le dio la idea de abrir una farmacia y papá es pensionado, así que aceptó y pusieron una. Necesitaban un empleado al que no tuvieran que pagarle seguro social para no gastar, y ahí entro yo.

—¿Crees que necesiten otro empleado?—Preguntó bromeando.

—¡Oh! ¿En serio buscas trabajo?— Ni-Ki asintió frenéticamente.—¿Qué sabes hacer? ¿Hasta dónde estudiaste?—Inquirió JungWon.

—Me salí de la escuela en onceavo grado. Hace más de un año. Allá donde vivía trabajaba como cocinero en una fonda local, puedo cocinar bien.—Les informó, tratando de ignorar la triste mirada que había suplantado la divertida en los ojos de los omegas.—Aunque cualquier trabajo está bien para mí.

—¡Agh! Si hubieras llegado hace un par de meses. Después de que se salió Jake ninguno de los empleados duraban. GoEun lleva ya dos meses y es tiempo récord, pero estoy segura que es porque mi mamá la quiere para mi hermano.—Despotricó.

—¿Tu mamá?

— JungWon es hijo de los dueños.—Le contestó Jake. Ni-Ki abrió la boca.

—¡Oye! No lo digas así, suena feo.—Se quejó.—Pero sí, aunque me pagan como a cualquier otro empleado. Mi sueño es quedarme con el negocio de mis padres, por eso trabajo ahí para demostrarles que soy capaz de manejar la cafetería.

—Pues yo sé que lo lograrás.—Lo motivó el menor, recibió a cambio una exclamación de ternura y un agradecimiento.—¿Entonces los padres de JungWon te corrieron?

—Los señores Lee me conocen desde pequeño, JungWon y yo eramos vecinos junto con SungHoon cuando éramos chicos.—Le explicó.—No fue una despedida brutal como lo piensas, sé que, para lo que te conté, te imaginas gritos y reclamos.

—Pero mis papás lo aman. Cuando les contamos ellos se rieron aunque intentaron ser serios.— JungWon rodó los ojos por la risa del mayor.—Sólo porque fuiste novio de BeomGyu te quieren tanto. Creo que te quieren más que a nosotros.

—Tus papás son un amor, eso es todo. Además me gusta cuando me piden ayuda para cuidar a sus gatos en sus viajes, si no tuviera tan poca paga viviría de cuidador de gatos.—Afirmó.

Ni-Ki intentaba ponerse al corriente con la plática, pero entre línea y línea se perdía. Aún así movía su cabeza constantemente para enfocarse en quien tuviera la palabra.

—¿Entonces no se enojaron?—Interrumpió con voz baja.

—Me dijeron que era mejor que me fuera porque si no los clientes que habían visto la escena se quejarían y tal, incluso subieron el vídeo a Twitter.—Encogió sus hombros.—¡Fui famoso! La última vez que chequé el vídeo tenía setecientas mil visitas.

—¿Y tú saliste con el hermano de JungWon?—Preguntó mirando a ambos. El castaño se lo confirmó asintiendo.

—Hace años, sí. ¿Por?

—Es sólo que pensé que tú y SungHoon habían sido algo.—Le confesó.—Lo tratas con tanta confianza que... ¿Sabes?

—¡Ew!

—¿Yo y SungHoon? ¡Dios me libre!—Fingió persignarse.— Jay pensaba lo mismo después de que terminé con BeomGyu, por eso el tonto me ignoraba cuando yo lo buscaba. ¡Tuve que rogarle para que me cortejara!

—Nosotros conocemos a SungHoon desde que éramos niños, vivíamos en la misma calle los tres y nuestros papás eran amigos.— Jake asintió comprobando el relato.—Sabes cómo es y... bueno, es nuestro mejor amigo. También es el de Jay y SuNoo, así que irremediablemente convivimos con él. Creo que a este punto ya tiene paciencia con nosotros, sobre todo con él.—Señaló al mayor.

—Parece cómodo a su alrededor.—Vio como los omegas se miraban incrédulos , y luego volteaban a verlo.

—¿De nosotros? Querrás decir tuyo. SungHoon es como un lobito gruñón todo el tiempo, cuando estás tú parece menos sarcástico y cascarrabias.

Aquello había confundido al omega menor, él nunca percibía una amabilidad especial hacia él de parte del alfa, pues simplemente sabía que su actitud era la de una persona necia y cretina. Si la cara que le mostraba era su más agradable lado, aquel alfa tenía severos problemas de personalidad.

—Que no te preocupe eso, SungHoon es un estúpido la mayoría del tiempo pero en el fondo sigue siendo el niño que ayudaba a su madre a hacer galletas para vender.—Le prometió JungWon.—Es sólo que las personas cambian. ¿Supongo? No lo sé, pero si él, SungHoon Soledad, te ofreció su ayuda, es porque es verdadera. De otra manera ni siquiera estarías aquí.

—Eso es cierto, SungHoon tiene un lado sensible muy, muy dentro de él. Cuando salía con BeomGyu él trabajaba en una guardería como ayudante, y a veces SungHoon lo acompañaba. Buscaban a alfas jóvenes para ayudar a cargar las cosas pesadas en los festivales escolares y él siempre ofrecía a llevarlas.

—¡Já! Casi olvido que entraste a trabajar a la guardería por mi hermano. Qué tiempos aquellos.— JungWon recordó sin dar crédito.

—¿Dónde trabaja tu hermano ahora?—Quiso saber Ni-Ki.—Entonces se conocen ¿Cierto?

—¿SungHoon y BeomGyu? Sí, los dos fueron a la universidad juntos. Antes eran un cuarteto junto con SuNoo y Jay, pero cuando empecé a salir con SuNoo, y Jake con Jay, él se sintió raro y entonces conoció unos alfas.— Jake observó a JungWon expectante, como si estuvieran pensando en cómo abordar el tema.—Bueno... eso es complicado pero sí, conoció a nueva gente.

—Pues es normal supongo, los alfas siempre se jutan entre ellos para sus grupos de amigos así que era de esperarse.

JungWon y Jake volvieron a mirarse, éste último ligeramente incómodo. El castaño se aclaró la garganta.

—De hecho, digamos que mi hermano... ¿Se enamoró de sus amigos?

—¿Se enamoró? En plan, alfa con alfa. ¿No?

—Ay no.— JungWon hizo un gesto con su mano y negó divertido.— BeomGyu es omega.

Jake se hizo más chiquito en su lugar.

—¿¡Qué!?— Ni-Ki casi se cae de su lugar aún con todo el espacio extra del sillón.—Pensé que era un alfa.—Admitió mirando inquisitivamente al mayor. Él sonrió incómodo y rascó su cabeza.

—Sí, bueno. Las relaciones Omega-Omega existen, te lo confirmo yo.—Se rió.—Muchas veces no funcionan y efectivamente, no fuimos la excepción, pero sí nos quisimos. Aún así Gyunnie y yo teníamos destinos diferentes desde un inicio, así que lo dejamos.

Ni-Ki se había quedado sin palabras, completamente sorprendido.

—Perdón por asumir tan rápido.—Se disculpó apenado, mas los omegas negaron y le aseguraron que no era su culpa.—¿Así que ahora tiene pareja?

—Eh, nop. Justo ahora están tomándose un tiempo o algo, por eso mamá quiere buscarle a alguien.— JungWon aclaró.

—¡Wow! Espera entonces ¿Sus padres apoyaron su relación contigo?—Le preguntó a Jake.

—Te dije que los papás de JungWon son un amor, son de mente abierta y realmente no les importó. Mi papás pensaron que era una locura y que no íbamos a lograrlo, pero tampoco se opusieron, aunque si estaban preocupados cuando tuvimos nuestro primer aniversario.

—Vaya, quisiera tener a tus padres.—Dijo Ni-Ki a JungWon sorprendido.

—Apuesto a que te adorarían. Déjame contarles acerca de tí, a ver si no tienen un trabajo que puedan darte en la cafetería.

—¿En serio crees que se pueda?— Ni-Ki no pudo evitar entusiasmarse.

—Tal vez. Mira, si dejo de presionar a GoEun tendrá que equivocarse tarde o temprano y entonces la corremos, te contratamos y listo, vida resuelta.

—Pensé que te caía bien.— Jake comentó.

—Era una broma, duh. Sí me cae bien, pero lamentablemente GoEun tiene el último puesto disponible. Los demás turnos están ocupados, Riki. Dices que eras cocinero ¿Verdad?—Asintió en respuesta.—Bueno, hablaré con ellos a ver que se puede hacer.

—¡Ya sé!—Exclamó el mayor.—Habla con el alfa de BeomGyu, YeonJun. ¿No sus padres también tienen una cafetería?

—Estás loco, son la competencia de la nuestra. Si mis papás se enteran que le pedí ayuda a los Choi me cuelgan. ¿Por qué crees que mamá está tan aferrada en que BeomGyu no vuelva con YeonJun?

—¡Vamos! No seas tonto JungWon, tú mismo has dicho que te gusta el pastel de zanahoria de los Choi.—El castañito cruzó sus brazos con un puchero, indignado.

—¿Y?

—Nada, sólo quería recordarte lo seco que te queda ese pastel a tí.—Se rió desviándose del tema.—Bueno pero hablando en serio, Riki necesita el trabajo, no seas egoísta. No es momento de pensar en competencias de café.

JungWon observó al omega frente a él, tan pequeño y delgado, callado y respetuoso, con ese rostro tan aniñado y esperanzado que sacudía su corazón. Queriendo construir fortalezas a su alrededor para defenderlo de las barbaries que habían tenido que sufrir injustamente a lo largo del tiempo.

Infamias como las que Ni-Ki había vivido eran la razón del por qué dudaba de la existencia de un bien común que era impartido por un ser supremo, los milagros no brillaban y solucionaban divinamente la vida de muchos desafortunados como Ni-Ki.

—Hablaré con YeonJun para que te consiga un trabajo.

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