♡❜ Capítulo veintisiete.

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- En la vida hay varios giros inesperados, nos trae y quita personas en los momentos menos o más oportunos.

Conoces a una persona por alguna razón y debes aprender a valorarla, la gente no valora lo que tiene hasta que lo pierde.

Había pasado un mes desde que Ni-Ki empezó a hacer su propio final feliz, pero había algo que lo incomodaba, SungHoon, lo extrañaba a pesar de todo.

En un mes no supo nada de él, solo sabía que mandaba dinero de sobra para él y HyunJin, el pequeño lloraba cada día por el calor de su padre alfa, pero no podía tenerlo.

Nishimura a veces tenía pesadillas en dónde SungHoon se caía de un puente y moría, eso le asustaba, pensó que iba a estar mejor sin el alfa, pero era lo contrario, lo extrañaba y mucho.

Le preocupaba el estado en que su alfa se encontrará, había veces en las que su lobo regresaba, pero era débil sintiendo un poco de la tristeza de su alfa a pesar de ya no tener la marca en su cuello.

Le había dado la oportunidad a Haruto de cortejarlo, pero... no sentía nada, sentía que su sonrisa y sus sentimientos eran falsos, pero siempre intento hacerlos más reales.

Hoy era su cumpleaños, se levantó como todos los días de costumbre, su pequeño lloraba todas las mañanas desde que ya no se supo nada de SungHoon. Riki lo trataba de calmar con un cuento sabiendo que era imposible, su hijo necesitaba de Park y él también.

Se dio una ducha y se puso la ropa más linda que tenía, Haruto pasaría por él para llevarlo a comer a un restaurante y había aceptado.

Su hermano estaba ocupado en los arreglos de su boda con Jay por lo que no se encontraban seguido en la casa.

Le puso su ropita a HyunJin y peino un poco el pelo del menor, lo cargo entre sus brazos agarrando la pañalera y espero a que el alfa pasará por ellos.

♡❜

SungHoon abrió los ojos, estiró su mano sintiendo el frío de la cama, se sentó y abrazo la almohada que pertenecía a Ni-Ki, oliendo aquel aroma a vainilla que se hacía más débil.

Realmente la estaba pasando mal sin su omega, estaba más delgado, casi no comía y si lo hacía solo comía una vez al día.

Trabajaba desde casa debido a que las personas lo seguían tratando mal, suspiro lleno de tristeza, una tristeza profunda que nadie podía superar.

El cenizo seguía porque quería pagar todo lo malo que le había hecho a Nishimura y vaya que estaba sufriendo, sus padres lo habían dejado de visitar después de lo que pasó diciéndole que para ellos él ya no existía.

Sus propios padres lo lastimaron con palabras, sus amigos lo apoyaban llevándole comida, pero de nada servía, porque la tiraba negándose a comer.

Aquellos comentarios crueles de la sociedad seguían llegando por mensaje, cada vez que le pasaba algo malo pensaba "Ni-Ki sufrió más que esto", se castigaba así mismo repitiéndose cada día lo culpable que era.

Conectó su computadora poniendo música, la canción "Photograph - Ed Sheeran" sonó por toda la habitación, se metió a bañar, aquella canción le hacía recordar varios momentos con el menor.

Sus lágrimas se mezclaron con el agua de la regadera, cuando terminó de bañarse se colocó ropa cómoda y se sentó en el borde de la cama mirando aquella fotografía de la boda, la misma que se había atrevido a romper y quemar, lo poco que había sobrevivido se encargó de pegarla y ponerla en un marco.

Su pecho dolió de nuevo empezando a llorar, la habitación se inundó de un aroma de tristeza, era muy fuerte viniendo del alfa.

Hoy tampoco comería nada, empezó su trabajo sintiendo a su lobo llorar de nuevo, suplicando que su Omega regresará.

"Quiero que vuelva... lo extraño, lo necesito"

Dijo el lobo de SungHoon llorando, el alfa susurró un "Yo también" limpiando sus lágrimas, miro la fecha y recordó lo más importante, era el cumpleaños de Ni-Ki.

Tomo su teléfono y llamo a JungWon, quien se había vuelto un buen amigo.

— ¿Sí? — respondió el castaño.

— ¿Qué le regalarías a un omega? — pregunto SungHoon con su voz entre cortada.

— Pues, lo que más le guste — JungWon se quedó pensando un momento y recordó el cumpleaños de Nishimura, Sonrió y pensó en algo rápido — A Ni-Ki siempre le gustaron las flores y los chocolates.

Park sonrió un poco al ser descubierto por el omega.

— ¿Está vez vas a hablarle?

— Si, está vez lo haré.

— Suerte.

— Gracias — el cenizo colgó y bajo corriendo a la cocina sorprendiendo a los empleados al verlo un poco más feliz que de costumbre.

El alfa empezó a preparar un pequeño panqué que le gustaba a su esposo por si, aún no se divorciaban, ninguno de los dos había decidió dar ese paso y no pensaban hacerlo.

Mandó a uno de sus empleados a comprar el ramo de flores más lindo que encontrará, específico varias cosas, sabía que a Nishimura no le gustaba cuando eran demasiadas flores amontonadas.

Pasaron unos cuantos minutos y saco aquel postre del horno metiéndolo a una caja morada, color favorito del omega, agarró aquel pequeño ramo de flores con solo tres rosas acompañadas de una pequeñas flores blancas.

Subió a su a su auto y empezó a manejar hacia la casa del menor, se sentía emocionado por volver a ver a Ni-Ki y a su pequeño.

Se detuvo en un semáforo viendo la ventana de un restaurante, entre las personas estaba Nishimura cargando a su pequeño, sonrió al verlo y se estaciono enseguida bajando del auto con las cosas que iba a regalar.

Al acercarse pudo notar que el castaño no estaba solo, estaba acompañado de Haruto.

Miro como aquel alfa le daba un ramo de mil rosas al menor, este sonrió y las tomo agradeciendo el detalle ¿Así se sentía cuando él le sonreía a otra persona? Dolía ver aquella escena y lo que siguió le rompió más el corazón.

Haruto tomo las mejillas de Nishimura y lo acerco a él dándole un tierno beso en los labios, el alfa le sonrió con calidez al igual que el omega.

El alfa lo miro y dijo aquellas palabras que terminaron con las pocas ilusiones de SungHoon.

"¿Quieres ser mi Omega?"

Park miro sus regalos y los comparo con los del otro, los de él eran más caros y los de él cenizo parecían menos, bajo la vista que se empezaba a poner borrosa debido a sus lágrimas, tiró los regalos al suelo y subió a su auto manejando lejos de ahí mientras se permitía llorar en silencio como siempre.

Nishimura sintió un dolor en su pecho y llevo sus manos al mismo, sintió su lobo llorar y se levantó de la silla, miró hacia afuera viendo aquellas flores y una caja de regalo.

Se apresuró a salir sintiendo a su lobo llorar, la conexión era débil pero ahí estaba su lobo, tomo aquellas flores entre sus manos y las olió.

Chocolate amargo... SungHoon.

Miro a su alrededor buscando al alfa, pero no encontró a nadie, su corazón latía con fuerza haciéndolo recordar los momentos felices que vivió con él.

Miro la caja morada y la levantó, la abrió encontró días con el pequeño postre, no pudo evitar sonreír, SungHoon le había comprado y hecho eso por su cumpleaños, agradeció en voz baja.

Su lobo estaba presente conectándolo con Park, sintiendo su tristeza, también lo extrañaba y mucho.

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