10.

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- JungWon sabía que su mamá –madrastra– no le quería.

¿Cómo iba a quererle, después de todo, cuando él era hijo de una amante que tuvo su esposo?

Tal vez no quererle era una frase demasiado rebuscada para entender lo que sentía la señora Yang por él. JungWon tal vez lo definiría más como... indiferencia. Sí, indiferencia, aunque eso no le hacía sentir mejor.

Nunca le había hecho sentir mejor, no cuando observaba a RyuJin siendo mimada y amada por sus padres. Porque él era una vergüenza para la familia. Porque su padre sólo se lo llevó con él por el temor de que todo el mundo supiera que el señor Yang tenía un hijo ilegítimo.

Al inicio JungWon no lo entendía, no demasiado bien, pero se sentía triste cuando solía buscar a Yang Jennie para que le abrazara como hacía con su hija pero sólo obtenía manos tensas alejándolo y una voz suave pidiéndole que no lo hiciera otra vez. Cuando se caía y mamá no iba a buscarlo para ver si estaba bien. Cuando lloraba y no le preguntaba qué le ocurría.

Sólo cuando cumplió los diez años y se lo explicaron lo entendió un poco, y de forma inevitable, se alejó de RyuJin, porque no soportaba ver cómo ella era querida y él... y él era una paria dentro de su propia familia.

Por eso, tener la repentina atención de su mamá sobre él era algo a lo que no sabía reaccionar. Menos aun cuando era para llamar su atención.

— JungWon, por favor... —decía Jennie con expresión cansada—, ¿quieres dejar de salir con chicos? ¿Quieres que te prestemos más atención con tu padre?

Apretó sus labios, sentado en el sofá y mirando el suelo, con algo de dolor de cabeza porque había llegado en la madrugada luego de la fiesta de SeonWoo y sólo había dormido unas horas pues tenía la cabeza llena de cosas.

Primero por las manos de SuNoo abrazándolo y sosteniéndolo.

Después por la imagen de HeeSeung besando la mejilla de Jay en medio de la fiesta y Jay le daba un golpe en el costado aunque sus ojos brillaban.

Y por último, cuando había salido a buscar a Ni-Ki, se lo encontró abrazando a SungHoon.

A SungHoon. El novio de RyuJin, su hermana.

Y cuando por fin logró dormir, lo habían despertado para conversar sobre ese tema.

Se removió en su lugar, incómodo.

—Lamento ser una decepción, mamá —contestó bajando la vista.

La mujer mayor volvió a suspirar, agotada por la situación.

— ¿Por qué no puedes ser más como tu hermana? —preguntó Jennie poniéndose de pie—. Sólo nos haces pasar vergüenza, JungWon —se encogió—. Ve a tu cuarto, no quiero verte por ahora.

Obedeció con rapidez, queriendo estar sólo para poder liberar todo el aire que estaba conteniendo, su garganta apretada, sus ojos ardiendo.

Se dijo que no debía llorar por eso, que ya era costumbre que mamá le hiciera sentir así, pero eso no hacía las cosas más fáciles. No hacía que las sensaciones malas no estuvieran ahí.

Echó su cuerpo sobre la cama, ocultando su rostro contra la almohada un momento, y miró segundos después la hora.

Tenía tres mensajes.

Sunnie:

Hey, ¿estás bien?

¿Podemos hablar?

Nikikiki:

Wonnie, ¿estás enojado conmigo?

Las cosas se estaban complicando y JungWon no sabía qué hacer. No sabía desde cuándo todo se estaba tornando tan difícil, tan desesperado, sintiendo que el mundo avanzaba y él se estaba quedando atrás.

JungWon no quería perder a sus amigos, a su exnovio, pero parecía que era el único que se estaba quedando estancado en el lodo.

♡❜

Jake estaba mirando con atención el dibujo que Ni-Ki terminaba de colorear, concentrado en no salirse de los márgenes que había hecho, y sonrió segundos después cuando el chico le tendió el papel antes de volver su atención al perrito acostado a su lado, el pequeño Bisco.

Observó el dibujo mientras Ni-Ki comenzaba a frotar la pancita del cachorro, y su sonrisa se tambaleó un poco, tratando de mantener su expresión tranquila para no llamar la atención del menor.

Jake le había pedido que dibujara una casa, pero Ni-Ki pareció desviarse un poco de sus órdenes y terminó dibujando un castillo.

En niños pequeños no le habría llamado sorprendido mucho, cuando dibujaban castillos solía indicar una gran imaginación, pero Ni-Ki tenía ya dieciséis años, casi diecisiete, y que se desviara tan drásticamente de sus órdenes...

Aunque quizás considerando el historial de su paciente...

La puerta del castillo estaba cerrada firmemente. Evasión, quizás.

Ventanas mal alineadas. En realidad, había pocas, y las que estaban dibujadas parecían no seguir un patrón. Agresividad. Impulsividad.

La chimenea que ubicó a un costado lanzaba mucho humo negro. Tensión. Energía negativa.

Jake hacía ese ejercicio con Ni-Ki tres veces al año para ver cómo iban evolucionando sus expresiones. La última vez que lo llevó a cabo tuvo mejores resultados, pero ahora, parecía notar cierto retroceso.

Dejó el dibujo sobre la mesita, llamando la atención del chico.

¿Cómo ha estado todo con tus amigos? —le preguntó Jake con calma.

Ni-Ki tomó a Bisco, dejándolo entre sus piernas.

Creo que JungWon está enojado conmigo porque no me ha dicho nada por teléfono —contestó Ni-Ki algo confundido, tratando de expresarse claramente.

Arrugó el ceño, pensativo.

¿Por qué estaría enojado contigo?

Ayer fuimos a una fiesta y lo dejé solo. Tal vez no le gustó eso —los labios de Ni-Ki temblaron—. No sé. ¿Es malo que no me sienta mal por eso?

Sé más claro, Riki.

Me encontré con SungHoon y estuve con él. A solas. SungHoon fue muy amable. Parecía triste y no lo quería abandonar. JungWon estaba con Jay, así que no creí que provocara demasiados problemas.

SungHoon. ¿No era acaso el chico que Ni-Ki decía detestar?

Creí que no te llevabas bien con él.

Ni-Ki se encogió de hombros.

Es... es extraño —dijo Riki con lentitud, sus movimientos cuidadosos—. SungHoon es agradable cuando no está en el colegio. Parece tan... tan frío y lejano en clases. Pero fuera es distinto. Más cálido. Mejor.

JaeYoon comenzó a sentir un retorcijón en su estómago porque Riki no parecía darse cuenta de la forma que hablaba. Como su rostro parecía iluminarse con esa pequeña conversación.

Tal vez JungWon no está enojado contigo —dijo entonces queriendo desviar un poco la atención de Ni-Ki—, sólo espera a que se vean.

Ni-Ki asintió, sus ojos posándose una vez más en Bisco, y Jake suspiró algo cansado porque no tenía un buen presentimiento. Algo no se sentía bien en toda esa situación, pero no sabía cómo explicarlo en palabras, y menos al ver a Ni-Ki tan animado con nuevas personas.

Shim observó una vez más el dibujo, sabiendo que tendría que hablar con YuNa una vez la sesión terminara. Con toda probabilidad, la madre del chico estaría completamente disgustada.

Pero, bueno, ¿qué otra cosa podía pedirle luego de que su hijo hubiera desaparecido a los tres años para ser encontrado siete años después en unas condiciones tan horribles?

♡❜

—Oppa, no puedo entenderlo bien, ¿qué estabas haciendo allí?

SungHoon miró a su hermana menor a través del espejo del auto, WonYoung observándole algo confundida, y trató de olvidar la imagen mental de la chica bailando con Ni-Ki, sonriéndole ampliamente, riéndose de forma despreocupada.

A SungHoon no podía gustarle esa imagen.

—Salí con HeeSeung ese día y me arrastró a la fiesta —dijo, mintiendo a medias—. Tú sabes... HeeSeung parece interesado en JongSeong —añadió observando la reacción de su hermana.

WonYoung permaneció con el rostro tranquilo, incluso se tornó algo pensativa.

— Jay oppa es muy... extraño —dijo con lentitud—, pero es adorable igual. ¿Realmente HeeSeung quiere salir con él?

Se encogió de hombros mientras se estacionaba fuera del colegio. Ese día RyuJin dijo que se iría con JungWon en el bus, sin entrar mucho en detalles.

—Supongo que sí —contestó para luego bajar la voz—, pero volviendo al tema, WonYoung, por favor, no le digas nada a RyuJin de la fiesta. Tú sabes que no se lleva muy bien con HeeSeung y además detesta las fiestas, entonces...

—Tranquilo oppa —se apresuró a decir WonYoung sonriendo—, no te preocupes. No les diré nada a nuestros padres ni a RyuJin —la chica bajó la voz—. A mamá no le agrada JungWon ni Ni-Ki, y bueno, ya me dijo que una vez acabado el trabajo debía alejarme de ellos. Oppa, por favor...

SungHoon apretó sus labios un momento. WonYoung, esos últimos días, estaba siendo más expresiva y alegre, más viva y parlanchina, no tanto la estudiante modelo que todos esperaban que fuera, y eso a SungHoon le gustaba mucho porque odiaba que WonYoung se comportara como una adulta siendo tan joven.

Sabía, además, que se debía a que Ni-Ki, JungWon y Jay no parecían demasiado interesados en lucir como adultos en la secundaria, prefiriendo tener actitudes acordes a sus edades, jugueteando y molestándose entre sí. Ellos estaban siendo una buena influencia para su hermana.

—Tú puedes juntarte con quien desees mientras no sean peligrosos —le dijo revolviéndole el cabello—, y yo no le diré nada a nadie, ¿está bien, WonYoung?

La chica sonrió, feliz.

— ¡Gracias, oppa! —abrió la puerta del auto, pero antes de bajar, se giró con una mirada tímida—. Oppa, a mí no me molestaba que salieras con un chico antes, ¿está bien? Y RyuJin me cae bien, pero no sé si será la indicada para ti.

SungHoon puso una expresión de sorpresa, atónito por lo que había dicho, pero antes de poder decir algo, WonYoung salió cerrando la puerta, corriendo hacia la entrada para juntarse con sus amigas.

Dejando a SungHoon con una sensación extraña en su estómago porque ese fin de semana habían pasado demasiadas cosas, y ahora, con esto, no sabía muy bien cómo reaccionar. Nunca había tenido una conversación sobre Geonu con su hermana menor, después de todo, porque cuando sus padres se enteraron de que estaba saliendo con un chico, las cosas parecieron torcerse demasiado en su familia.

Y WonYoung la había pasado demasiado mal porque ahora parecían estarle exigiendo todo a ella, dejándolo a él de lado y hablándole sólo para discutir.

Suspirando, se bajó del auto antes de que el timbre tocara, sacando su mochila. HeeSeung ya le esperaba en la entrada, jugueteando con su móvil.

—Hey —saludó HeeSeung con un movimiento de cabeza—, desapareciste de la fiesta de SeonWoo y no me hablaste más. ¿Estás enojado porque te abandoné?

Negó en silencio, abriéndose paso entre la multitud de personas.

—No me sentía demasiado bien —contestó con tranquilidad.

HeeSeung enarcó una ceja porque SungHoon, en el colegio, era siempre controlado, calmado y pacífico, queriendo demostrar pocos sentimientos, pero fuera solía dejar que las emociones le desbordaran en segundos.

Como había reaccionado cuando vio a esos dos chicos de la mano.

Bajó la voz:

—Te vi con Ni-Ki.

SungHoon se detuvo.

Alguien lo empujó y le murmuró una disculpa, pero SungHoon lo ignoró por completo.

Oh, dios...

Si HeeSeung lo había visto, abrazando a Riki como si fueran íntimos, quizás alguien más podría haberlo hecho también. Podrían comentarlo entre ellos y decirlo a más personas.

Aléjate de Nishimura, advirtió una dura voz en su interior, no te hace bien.

Pero sí lo hacía. Mirar a Ni-Ki se sentía bien, cómo si algo encajara en su interior.

SungHoon no quería seguir luchando contra el impulso de alejarse de Ni-Ki porque cuando el chico le sonreía, las cosas parecían brillar un poquito más.

—Ten cuidado —le advirtió HeeSeung con voz grave—, sabes cómo es RyuJin, SungHoon.

RyuJin podía ser dulce, amable y simpática con todo el mundo, pero SungHoon la conocía mejor que nadie porque ambos eran mejores amigos desde hace años.

Y SungHoon sabía que RyuJin era también celosa, posesiva y alguien que buscaba el éxito desesperadamente para tener una buena vida. No era una mala persona, ella jamás le haría daño a alguien más (y menos a Ni-Ki), pero podía ser rencorosa si las cosas no salían como lo deseaba.

Menos cuando ellos parecían tener una vida planeada.

HeeSeung volvió a hablar, aunque su voz parecía ahora más animada:

—Por otro lado —dijo—, ¿cómo me veo hoy? ¿Estoy guapo para Jay?

SungHoon lo observó.

Soltó un bufido.

—Pierde la esperanza, HeeSeung, eso chico te odia —dijo volviendo a caminar.

—Del odio al amor hay un paso —replicó como si nada.

SungHoon no dijo nada porque lo sabía muy bien.

♡❜

JungWon entró al salón de clases y sintió algo apretado en su estómago cuando vio a Ni-Ki y Jay sentados juntos. No era como si la imagen de ellos dos estuviera mal, porque a veces se intercambiaban de puestos, era normal, pero no se sentía bien ver a TaeHyun y JiYoon delante de ellos, hablándoles.

Por un instante creyó que estaban agrediéndolos como dos semanas atrás habían hecho, con ese trabajo que la profesora asignó, pero entonces JiYoon se rió y Jay sacudió su cabeza en una negativa, sin lucir demasiado cohibido, y supo que no era así. Que las cosas parecían bien entre ellos.

A JungWon no le gustó demasiado.

Y eso lo hacía sentir peor porque sus amigos tenían todo el derecho de juntarse con otras personas e interactuar con ellos. Pero no sabía por qué aquello le desagradaba demasiado.

Tal vez porque JungWon siempre había sido demasiado tímido con la gente. Incluso cuando no había dicho que era gay, le costaba relacionarse con otros chicos de su edad porque temía que se burlaran de él.

Quizás porque JungWon tenía miedo de que JongSeong y Riki se relacionaran con otras personas y le dejaran de lado, quedando sin amigos como estuvo durante mucho tiempo.

JungWon no quería sentirse así.

Tragó saliva y se acercó, tratando de sonreír.

—Hey —saludó con voz firme, sorprendiéndose a sí mismo—, ¿qué ocurre?

Ni-Ki ladeó la cabeza mientras Jay levantaba la vista, distraído.

— TaeHyun dice que nuestro trabajo debería reflejar la felicidad y que yo debo ser su modelo —dijo Jay moviendo su lápiz nerviosamente—, pero a mí no me gusta sonreír.

—Porque las sonrisas no reflejan felicidad —insistió TaeHyun—, tu mamá te lo dijo, Jay-ah.

—A mí me gustó verte jugar con tus dinosaurios —agregó JiYoon con voz suave.

Jay parpadeó, confundido, y JungWon recordó que su amigo se lo había mencionado, que decidieron juntarse en la casa de él luego de que los otros dos chicos no pudieran hacerlo con sus respectivos hogares, y cuando le había preguntado cómo le fue, Jay sólo contestó con un bien. No había dicho nada de que la relación parecía haber mejorado.

—Pero no me gustan las cámaras —insistió Jay antes de que Ni-Ki le diera un codazo, apuntando a su libreta donde había escrito algo.

Jay es guapo.

Las mejillas del chico se tornaron coloradas.

—Qué cosas dices, Kiki... —murmuró Jay.

JiYoon volvió a reírse.

JungWon quería vomitar porque parecían haberlo ignorado en todo momento.

Rascó su brazo, tratando de controlar la sonrisa de su rostro.

No debía asustarse, no debía reaccionar mal porque no tenía motivos para ello. Jay y Ni-Ki estaban en su total derecho de hacer otras amistades. WonYoung, HeeSeung, ahora JiYoon y TaeHyun... Después de todo, ¿no era genial que pudieran cambiar el pensamiento de sus compañeros para que comprendieran que sus características particulares no eran malas?

Pero ¿por qué JungWon estaba tan herido?

El timbre tocó y se sobresaltó, sus dedos jugueteando con su mochila porque no sabía dónde sentarse.

Observó el puesto detrás de sus amigos, sin nadie, y se recordó todos los años anteriores, cuando se sentaba solo también, todo el mundo haciéndole el quite, y quiso romper a llorar.

Se tragó las lágrimas, por supuesto, y no tardó en acomodarse en la silla.

Ni-Ki lo miró, su sonrisa tambaleándose al notar el rostro algo descompuesto de su mejor amigo.

JungWonnie, ¿ocurre algo?

El chico leyó la nota y sacudió la cabeza.

Estoy bien, me duele el estómago —contestó queriendo tranquilizarlo.

Ni-Ki no parecía demasiado convencido, sin embargo, la profesora entró en ese momento y se volvió hacia ella para prestarle atención.

JungWon se dijo que no debía darle tanta importancia. Las cosas iban a mejorar, estaba seguro de eso, no debía ser tan negativo.

Ya iba a ver, todo mejoraría pronto.

♡❜

El resto de la semana transcurrió lentamente para todo el mundo, y una vez llegado el fin de semana, JungWon y Ni-Ki fueron otra vez a la casa de WonYoung para continuar con el trabajo.

Ese día se hallaban en la pieza de la chica, conversando acerca de cómo reflejar lo precioso, sin saber demasiado que cosas o personas usar.

—Deberíamos poner guapo a Ni-Ki oppa y sacarle muchas fotografías —decía WonYoung, sentada en el suelo—. Ni-Ki oppa es el chico más guapo del instituto —agregó sonriéndole al chico, que miraba las fotografías de su cámara.

JungWon rascó su nuca, un poco incómodo porque había estado evitando un poco quedar a solas con Ni-Ki, sin saber cómo hablarle sobre lo ocurrido en la fiesta, además de que notaba cierto encariñamiento por parte de WonYoung hacia su amigo.

Se sentía extraño porque Ni-Ki era tímido y torpe, casi como él, pero le caía mejor a todo el mundo sólo con una mirada. A Riki no le costaba seguirle el ritmo a las personas, pero a él...

JungWon era un desastre cuando se relacionaba con el mundo.

Riki levantó la vista, mirándolo, y JungWon se sintió mal por estar teniendo esos horribles pensamientos. Dios, ¿qué clase de amigo era? Quizás el peor del mundo.

Debemos estar con la cámara fotográfica todo el día —dijo Ni-Ki hacia JungWon, esperando que se lo dijera a WonYoung—, y sacar fotografías que nos llamen la atención, que sean preciosas para nosotros. Como ésta.

JungWon se sintió peor cuando Ni-Ki le tendió la cámara, mostrándole una reciente fotografía que su amigo había sacado, con JungWon detrás, riéndose de forma descontrolada, y un poco más atrás estaba sentado Jay en una banca, sin reír pero sonriendo minúsculamente, distraído. El rostro de Ni-Ki, con una amplia sonrisa, llenaba gran parte de la fotografía.

Esa semana había sentido más ganas de llorar que nunca en la vida, todas esas situaciones sumándose al hecho de que SuNoo le había ignorado, diciéndole que lo ocurrido en la fiesta fue sólo un desliz al verlo tan triste y solo.

Sabía que se lo merecía, pero eso no lo hacía sentir mejor.

—Parece una buena idea —dijo WonYoung interrumpiendo sus pensamientos—. Pero debemos primero justificar nuestra exposición, ¿no? —suspiró, algo irritada—. Hagamos el informe entonces. JungWon-Ah, tú eres bueno con las palabras, ¿no?

No le pasó desapercibido que WonYoung no le trataba de oppa como hacía con Ni-Ki, siendo que los dos eran menores que ella.

—Soy un desastre —contestó rascando su nuca.

—Pero para música te he visto escribir algunas letras —replicó la chica sorprendida.

Ni-Ki se puso de pie.

Iré por un vaso de agua, ¿quieren algo? —preguntó colgando la cámara a su cuello.

Ambos negaron, volviendo a discutir sobre el informe, y Ni-Ki salió del cuarto para bajar al primer piso. Sabía que la madre de WonYoung no estaba porque tenía una comida con su esposo en la empresa donde trabajaba, así que no tenía miedo de encontrarse con ella.

Aun así, se quedó quieto cuando vio a SungHoon en el living, mirando la televisión.

SungHoon se giró al escuchar ruido, encontrándose con la mirada de Ni-Ki, y de forma inevitable le sonrió.

Ni-Ki le devolvió la sonrisa, acercándose y sacando la libreta con el lápiz de su bolsillo.

Hyung, ¿qué está haciendo?,

Escribió algo tímido.

SungHoon recordó la noche de la fiesta, a Ni-Ki a su lado, sosteniéndole sin saberlo, y respondió.

Estoy aprendiendo inglés. ¿Conoces la serie FRIENDS?

Sacudió su cabeza en una negativa, sentándose en el sofá, y observando brevemente la televisión, observando que era una serie algo antigua y no tenía subtítulos. SungHoon pausó el programa, volteándose hacia Ni-Ki, que parecía algo desconcertado.

¿Inglés, hyung? ¿Está viendo la serie en su idioma original?

Es una buena forma de aprender. Lo hago desde que tengo memoria. ¿Tú sabes inglés, Ki?

Ni-Ki observó la pregunta unos segundos.

No, hyung. No soy bueno con los idiomas, hizo una pequeña pausa antes de añadir, me cuesta mucho aprender. JungWon debe ayudarme mucho a estudiar.

SungHoon lo pensó un poco más, entonces, recordando las palabras de RyuJin meses atrás: Ni-Ki era el chico que había desaparecido con tres años para ser encontrado siete años después. La curiosidad lo carcomía y quería preguntarle dónde había estado, pero sabía que no era lo correcto, no era educado, y no tenía tanta confianza con el chico como para hacer eso.

Además, una parte de él no deseaba saberlo. La respuesta le asustaba un montón.

Yo podría enseñarte.

Hizo una pequeña pausa antes de añadir:

Me gustaría enseñarte inglés.

Los ojos de Ni-Ki brillaron con emoción mientras su sonrisa se ampliaba, y SungHoon se sintió feliz entonces. Se sintió contento de haber causado esa reacción en el menor.

¡Eso me encantaría, hyung!,

Contestó Ni-Ki apegándose a su brazo.

¿Y de qué trata esta serie? ¡Tal vez podríamos verla juntos!

El panorama no sonaba mal. A SungHoon realmente le gustaba eso, porque en realidad no tenía mucha gente con la que ver sus series. Los encuentros con Geonu siempre habían sido en D-Town o en el café donde cantaba, RyuJin se aburría con rapidez de las series, HeeSeung prefería dormir, y a WonYoung le gustaban más las películas.

Pondré la primera temporada con subtítulos y veamos si le puedes seguir el ritmo, ¿te parece?

Ni-Ki sacudió su cabeza repetidas veces, sin dejar de sonreír, y pronto los dos estuvieron viendo el primer episodio de la popular serie estadounidense.

Sin embargo, mientras SungHoon parecía pendiente de la televisión, Ni-Ki fingía ver la serie pero sus ojos se desviaban de forma inevitable hacia el mayor, viéndolo reírse gracias a la comedia.

Sin pensarlo demasiado, Ni-Ki levantó la cámara fotográfica y sacó varias fotografías, pensando que SungHoon era perfecto para su concepto de precioso. El mayor podía no verlo, pero realmente era hermoso.

A Ni-Ki realmente le gustaba mirarlo.

Volvió su atención a la televisión, su corazón dando mil volteretas en tanto se recostaba contra SungHoon, y el chico no hizo amago de alejarlo: por el contrario, pasó su brazo por sus hombros, atrayéndolo, y Riki suspiró lleno de felicidad.

♡❜

JungWon los encontró una hora después, cuando Ni-Ki no volvió.

Había pensado que quizás comió algo (la madre de WonYoung les había dejado galletas por si les daba hambre), y que luego había pasado al baño. Después se había desconcentrado totalmente, escuchando a WonYoung hablar sobre lo que pondrían en el informe y redactándolo junto a ella, y sólo cuando la chica preguntó sobre Nishimura, decidió ir a buscarlo.

No esperaba encontrárselo recostado contra SungHoon, la televisión encendida pero los dos chicos durmiendo.

Cercana, íntimamente.

La escena parecía demasiado personal como para estar él allí.

Pero algo en su interior ardió porque RyuJin era su hermana. Su hermana estaba saliendo con SungHoon. Que abrazaba a Ni-Ki como si... como si...

JungWon sentía que todo estaba mal.

3/6

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