Y las semanas transcurrieron, por fortuna las cosas para JungKook estaban bien y nada lo había inquietado, incluso su celo había pasado muy tranquilo, estaba bien consigo mismo. ¿Pero qué había pasado con HoSeok después de su cita?

Bueno, ahora se estaba preparando para ello. Esta noche lo había invitado a su departamento a cenar y que incluso él se haría cargo de preparar la cena. Observó su imagen frente al espejo, estaba nervioso.

-Solo trata de ser menos tú JungKook -decía mientras terminaba de arreglar su cabello-. Solo trata de ser menos tú.

¿Qué significaba aquello? Tendría que quedarse callado, no decir algo que moleste al Alfa y halagar por demás si era posible. ¿Sonaba desesperado? No, pero considerando el hecho de que estaría solo para la cena de Navidad en unos meses, era claro que necesitaba alguien que lo acurrucara por las noches.

Sonaba más como un soltero desesperado que alguien capaz de dar mucho por esa persona. Él sí podía dar mucho de sí, pero todo eso lo sacó tras malas experiencias que lo llevaron a pensar así.

Terminó de alistarse, sonrió mientras tomaba sus cosas para ir al departamento de HoSeok, cenar y ver lo que pasaba, las cosas eran así de sencillas. Su viaje tomó al menos cuarenta y cinco minutos, por lo que una vez estando ahí le fue difícil no abrir la boca de la sorpresa.

Entró al vestíbulo, pidió la información del departamento de HoSeok, sonrió mientras subía por el ascensor. Los nervios no desaparecían, provocando que las feromonas y su aroma empezaran a llenar el pequeño espacio, tenía que controlarse, aún no quería que HoSeok supiera quién era. Una vez que llegó al piso correspondiente, se pasó una vez más los supresores en aerosol, algo que no debía faltar para así evitarse problemas.

Caminó por el pasillo buscando el número del departamento y, cuando estuvo frente a él tocó la puerta algo inseguro. Escuchó en el interior un ruido estrepitoso de ollas y sartenes cayendo al piso, incluso que algo con más peso caía, preocupado tocó una vez más la puerta.

-JungKook -HoSeok abrió la puerta sorprendido, tenía la mezcla de salsa en la cabeza cubriendo un poco su cabello, su camisa había quedado manchada, ni su pantalón se salvó. Evitaba reírse por la manera en la que se daba todo-. No te esperaba tan temprano.

-Dijiste que te esmerarías en la cocina, pero nunca dijiste que tú estarías en el menú - JungKook se tomó el atrevimiento de pasar su dedo por la mezcla de salsa en la cabeza de HoSeok, la probó sin segundas intenciones aunque para la mente cochambrosa de cualquiera eso significara otra cosa-. Le falta un poco de sal, pero no está nada mal.

HoSeok quería que la tierra lo tragara, quería incluso cerrarle la puerta en la cara a JungKook para así poder quitarse todo el desastre que él era en ese momento. Sonrió haciendo que él pasara, JungKook se maravilló de lo grande que era el departamento para una sola persona, así ya lo haya visto en una visita rápida.

-Si quieres puedes sentarte y esperar a que yo acabe.

-De ninguna manera -JungKook sonrió-. Quiero ayudarte y no te estoy preguntando.

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JungKook había logrado arreglar el desastre causado por el Alfa, aunque algunos trastes y utensilios seguían en el lavaplatos, la cena ya estaba lista. Él terminaba de alistar la mesa en lo que esperaba a que HoSeok apareciera presentable, aunque muy en el fondo, muy, muy en el fondo le había causado mucha ternura el verlo de esa manera.

-Lamento haber hecho que cocines, se supone que eres mi invitado -dijo HoSeok apareciendo en el comedor acomodándose los botones de su camisa.

JungKook estuvo a punto de atragantarse con su propia saliva al ver al Alfa vestido de esa manera. Camisa blanca que se pegaba muy bien a su cuerpo, pantalón negro y su cabello estaba perfectamente peinado. ¿Cómo es que podía existir un hombre que destilara sensualidad y ternura de la manera que lo hacía Jung HoSeok?

-Y-yo... No te preocupes -desvió la mirada volviendo a los platos de comida, acomodó los cubiertos aún cuando estos no estuvieran desordenados-. ¿Comemos?

Ambos se sentaron en silencio, se dispusieron a comer sin mediar palabras. JungKook se sentía muy nervioso ante la mirada imponente del Alfa que empezaba a causar muchas cosas en él. Pasaron minutos antes de que HoSeok inicie una conversación.

-Y... ¿Tuviste citas o algo más después de tener a JiSeul?

JungKook rio en silencio, tendría que explicarle eso después.

-La verdad, no. Muchos piensan que yo no puedo dar más, muchos me han odiado por ser padre soltero y piensan que...

-Eres alguien superficial, que solo puedes ser alguien vacío, sin sentimientos. - concluyó HoSeok en su repentina interrupción, sin darse cuenta-. Lo siento, pero quizá sé cómo te sientes.

Ambos no dejaban de mirarse, estando frente a frente, incluso la cena pasó a segundo plano. De alguna forma ellos ya sabían lo que eso significaba, que ya se habían encontrado después de tanto tiempo, después de tantas malas experiencias, al fin habían logrado encontrarse. Alguien que sepa lo que significa amar sin temor, alguien que entregue todo de sí y que valore cada acción, alguien que ame con el corazón.

-Sí -continuó JungKook ante su relato desviando la mirada, empezó a jugar con su comida-. Además, nunca valoran aquello que doy, siempre esperan más de mí y si no consiguen lo que quieren, son capaces de humillarme.

-Supongo que eso te pasa a diario, por lo que eres un Beta.

JungKook rio con amargura asintiendo, aunque no era un Beta se hacía pasar por uno. Pasaba discriminación diaria por ello, porque algunos creían que solo era alguien inútil por lo que, sabía cómo era eso.

-HoSeok, te haré una pregunta muy sencilla -el Alfa levantó la mirada-. Si yo no fuera un Beta, pero sí un Omega, ¿intentarías algo conmigo?

-Supongo que lo que diré como respuesta sonará cursi -HoSeok sonrió haciendo que JungKook ría ligeramente-. Pero me gusta Jeon JungKook, no el rango que lleva, así fueras Omega o Alfa, si es que se da el caso, me seguirías gustando. Aunque sea poco el tiempo que nos conocemos, mis sentimientos hacia ti no cambiarían.

Y solo esas palabras bastaron para que JungKook sienta como su corazón se llenaba de una felicidad muy grande.

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Las semanas iban pasando de manera lenta pero agradable y, tal como HoSeok había ideado desde hace mucho, estaba conquistando a JungKook de la manera más romántica posible. Siempre que iba a visitarlo a la cafetería trataba de llevarle algún presente o detalle que JungKook aceptaba con mucha alegría.

Algo que le costó mucho, ya que su hermano pensaba que coqueteaba con él como muchos Alfas lo habían estado haciendo desde hace mucho tiempo. HoSeok tuvo que decirle que todos sus sentimientos, intenciones y acciones por JungKook eran buenos y reales.

-Te creeré, pero te advierto una cosa -SeokJin le observó de pies a cabeza-. Una sola lágrima que JungKook derrame y no llegarás a tener descendientes.

Aunque esa había sido una advertencia muy fuerte, él aseguraba que todo estaría bien, que jamás le haría daño al Beta.

Pero a quien no le cayó bien la noticia de que estaba cortejando a un Beta, fue a su madre. Ella casi pega un grito al cielo solo por mencionarle aquello.

-¡¿Enloqueciste acaso HoSeok?! -ella estaba nerviosa y cuando estaba así, tendía a gritar o elevar la voz-. No con un Beta, no con un Beta. Te permito incluso un Omega hombre, pero no un Beta que tiene una hija.

-¿Y eso? -preguntó confundido-. Se supone que tú me apoyas en todo, incluso eres capaz de hacer citas cada vez con la intención de que me case y... ahora que al fin encuentro a la persona que se robó mi corazón en un sentido figurado, te opones. No te entiendo mamá.

Ella se quedó callada, su respiración era agitada y podía notarse en la forma que su pecho subía y bajaba, no sabía cómo justificarse, sabía que estaba mal oponerse a la relación de su hijo, pero ella creía que estaba haciendo lo correcto.

-Hijo. Quiero que me entiendas, él es un Beta y tiene una hija. ¿Qué de bueno podrás sacarle a esto?

-Sabía que era mala idea venir a contarte algo así de importante -se levantó del sofá e hizo una leve reverencia-. Yo sabré qué hacer mamá, realmente esperaba más de ti, pero solo me terminé decepcionando. Gracias por nada.

Así las cosas se pongan difíciles con su familia, así él tenga que luchar frente al mundo por decirles a todos que amaba (así hablara muy pronto) a JungKook, lo haría, después de todo, nadie sabe lo que puede pasar en un futuro.

Salió de la casa de sus padres y caminó hacia su auto, tras entrar y cerrar la puerta algo irritado, se puso a pensar en todo lo que estaba pasando.

¿Qué de bueno sacaría en amar a un Beta que tiene una pequeña hija?

La respuesta a esa pregunta era muy sencilla. Tendría una familia grande, con una pequeña bastante tierna, una persona que lo ama por ser él y no por cuantos ceros tenía su cuenta de banco. Alguien que lo podía amar por tener pequeños detalles y valorar cada acción que él haría.

Y el cuento de su niñez se iba haciendo realidad.