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Dos meses después...

Dos meses. Dos meses en los que JungKook empezaba a sentir cosas muy lindas hacia el Alfa que en estos momentos estaba a su lado, mientras veían "Enredados" con la pequeña JiSeul en medio. Todo le parecía perfecto, todo parecía calma a su lado, todo parecía ser igual a lo que él se había imaginado.

Pero algo le inquietaba, algo molestaba aquella felicidad que sentía en su corazón.

El seguir mintiéndole a HoSeok.

Dijo que sería capaz de decirle de una vez que todo era mentira, que JiSeul era su sobrina, que él era un Omega, pero tenía miedo, miedo de que HoSeok lo odie por ello. Antes hubiera preferido decir que no le interesaba, que estaba bien estando solo, pero ahora las cosas eran diferentes. Se había enamorado por completo del Alfa.

-¡Papá, papá! -JungKook movió su cabeza dejando atrás esos pensamientos gracias a JiSeul-. ¡Nuestra canción! -y después se dirigió hacia HoSeok sonriendo-. Papá y yo solemos cantarla juntos, creo que puedes acompañarnos.

-El honor que me haces -sonrió HoSeok.

JungKook observó la pantalla de la televisión, Rapunzel había observado la primera linterna y con ella dando inicio así a la canción, escuchó la tierna voz de JiSeul siendo ligeramente acompañada por la de HoSeok, él sólo tenía que esperar el coro.

Dirigió su mirada hacia ellos dos mientras cantaban y minutos después HoSeok le miró a los ojos.

-Y la luz encuentro al fin, se aclaró aquella niebla, y la luz encuentro al fin, ahora el cielo es azul. Es real brillando así, ya cambió la vida entera. Esta vez todo es diferente, veo en ti la luz.

Sus voces empezaban a complementarse mientras la pequeña escuchaba alegre la manera en la que ellos cantaban, viéndose a los ojos, disfrutando la canción, haciéndola suya a su propia interpretación. JiSeul aplaudía tiernamente mientras disfrutaba de ese espectáculo tan tierno.

-Esta vez todo es diferente, veo en ti la luz... Veo en ti la luz.

Sonrieron tras escuchar un aplauso notando así que la pequeña sonreía feliz. HoSeok se rascó la nuca, nervioso, nunca antes había hecho algo así y, de cierta forma estaba feliz de haber cantado esa canción con JungKook. Porque de cierta forma, expresaba lo que sentía hacia el Beta.

-Oh vaya, ya no hay palomitas. -dijo en un intento vago por hacer que sus nervios lo dejen en paz, tomó el bol de palomitas y caminó hacia la cocina.

Unas cuantas horas pasaron, unas cuantas películas más y la pequeña JiSeul cayó rendida ante el sueño. Se quedó dormida en los brazos de HoSeok, por lo que ambos la arroparon enterneciendo aún más el corazón de JungKook.

-Serás un buen padre -susurró JungKook cerrando la puerta de la habitación de JiSeul-. No suele quedarse dormida en los brazos de nadie.

HoSeok sonrió nervioso debido a lo que esas palabras significaban. En su mente pensaba en responder a ello, pero no quería espantar al Beta y que este lo eche de su departamento. A pesar de que habían pasado dos meses, él seguía dejando que sus inseguridades actúen.

JungKook por su parte, solo deseaba que aquello que dijo, se haga realidad.

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La mañana llegó, HoSeok cumplía sus actividades en la empresa mientras JungKook alistaba sus cosas para salir y vender algo tras dejar a JiSeul en la escuela.

Pero seguía inquieto, esa sensación de pesar no lo dejaban en paz. No quería seguir mintiendo. No quería que todo eso que le estaba pasando cayera por una tontería suya, porque así lo veía, una tontería que hizo sin querer.

-¿No le gustaría comprar alguna rosa?

Suspiró tratando de quitar los pensamientos de su mente, necesitaba dinero, aunque vendiera una rosa este día, estaría bien con ello.

Por otra parte HoSeok hablaba con su madre, quien estaba parada frente a él con la mirada seria dirigiéndole la palabra de forma monótona. Todavía estaba molesta.

-¿Aceptas hijo?

-Si con eso logro comprobarte que es la persona que estaba esperando -HoSeok sonrió- . Iré con él esta noche.

La señora Jung nunca había estado desacuerdo con las decisiones de su hijo, pero ver esa sonrisa sincera, como si nada la agobiara, estaba haciendo que se replantee su forma de pensar y actuar.

Necesitaba saber si realmente ese Beta valía la pena y que mejor que conocerlo en una cena.

Cuando su madre se retiró de la oficina, le envió un mensaje a JungKook informándole sobre la cena con sus padres, que pasaría a recogerlo más tarde.

Ese mensaje causó en el pobre JungKook muchos estragos. Para empezar, había hecho que su celular caiga al suelo, después estuvo hablando solo mientras trataba de no mirar a nadie y, terminó gritando en silencio, pero no de la emoción precisamente.

Recogió su celular para después ir al departamento de su primo, el único lugar donde podía gritar ya que no había nadie en casa por la mañana. Pasaron minutos o quizá ya se había cumplido la hora, pero JungKook había llegado para después encontrarse con su primo sentado en la sala.

Adiós a los planes de armar escándalo y medio en casa.

-, ¿qué haces aquí? -preguntó mientras dejaba sus cosas en la mesa.

-Tae necesitaba unas cosas, pero también necesitaba hablar contigo.

JungKook asintió acercándose a él, tomó asiento a su lado esperando a que él dijera algo.

-¿Cuándo piensas contárselo? -la pregunta lo tomó por sorpresa-. Sabes que siempre puedes contar con nuestra familia, que realmente no tenemos problema alguno de que nuestra hija te llame papá, o que pases tiempo con él aquí junto a la niña, pero creo que no puedes cultivar una relación en base a una mentira.

-Lo sé JiMin, lo sé -agachó la mirada sintiéndose muy abrumado-. Pero tengo miedo, miedo de perderlo, miedo de que sea igual a los demás. Él me trata bien, es un hombre excelente, me valora y aunque siempre intenta mostrar que sus sentimientos no lo controlan, su ingenuidad hace que me enamorare cada día de él.

-¿Entonces?

-Él piensa que soy un Beta y aunque me haya dicho que no existiría problema alguno con mi rango, él me odiaría por haberle mentido tanto tiempo.

JiMin suspiró a su lado y sin pensarlo más lo abrazó siendo correspondido en el acto, minutos después JungKook empezó a sollozar, eran muchas emociones para una media mañana.

-No deberías sentir miedo, JiSeul ya nos contó todo y he sacado la siguiente conclusión - JiMin acarició la espalda de JungKook-. Si él realmente te ama, si realmente quiere algo serio contigo, el que le digas la verdad no tendría que afectar su relación. Es cuestión de que tomes las cuerdas del asunto, nada más.

-Hay un problema JiMin. - JungKook se separó de su primo para después limpiar sus lágrimas-. Esta noche, cenaré con su familia. ¿Entiendes la magnitud de todo eso?

-Entonces, aprovecha esta noche para hablar con él de esto. Yo sé que todo saldrá bien.

JungKook esperaba realmente que las cosas fueran así.

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