❪𝟮𝟯❫ ; 𝗮 𝗯𝗶𝗴 𝗽𝗿𝗼𝗯𝗹𝗲𝗺: 𝘃𝗶𝗹𝗹𝗮𝗶𝗻𝘀.

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ARC TWO; WINGS❫
*╔═══❖•ೋ°💙°ೋ•❖═══╗*

CAPÍTULO VEINTITRÉS;
UN GRAN PROBLEMA: VILLANOS
❛Lo que ninguno esperó❜

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©Shanxlabyx
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HOY, PARA EL ENTRENAMIENTO BÁSICO DE héroes será una clase con tres instructores: All Might, yo y una persona más.

Escuchó con atención cada una de las palabras de su maestro viéndolo fijamente. Sus mejillas estaban apoyadas en las palmas de sus manos, rascando ligeramente su piel cada tanto al sentir algo de picazón. Estaban en la clase de heroísmo. Antes de eso Midoriya como presidente aclaró unas cosas, dando hecho y razones para que Iida fuera el presidente y demás, algo similar a lo que hizo con Yaoyorozu. Ahora el presidente de la clase era Iida Tenya y la vicepresidenta era Yaoyorozu Momo.

Bien, era una buena combinación. Pudo ver qué ambos eran bastante responsables, capaces e inteligentes así que eran perfectos para el puesto. Todos habían votado porque Iida fuera el presidente por lo que había hecho para calmar a todos en aquella alarma, llamándolo «salida de emergencia» en el proceso. Fue algo gracioso como se desenvolvió todo pero quedando en una conclusión bastante buena, a su parecer.

—¡Disculpe! ¿qué es lo que haremos? —escuchó ahora como cuestionaba su compañero Sero haciendo la pregunta que ella igualmente se hacía y estaba segura que los demás también.

Fijó sus orbes azules inmediatamente en la tarjeta que mostró el azabache, leyendo con atención lo que decía. No evitó enderezarse por la impresión que sintió e igualmente la emoción, sus ojos se iluminaron al ver lo que decía; rescate. Harían un entrenamiento de rescate o algo por el estilo, cosa que la emocionaba de sobremanera, esa era una de las cosas que más quería aprender.

Su forma de rescatar personas era algo... extremista y dañina para su persona y estaba consciente de eso, así que quería saber todo lo suficiente para poder tener un mejor conocimiento en base a lo que aprenderían en aquella clase; rescatar. Se consideraba buena en cuanto a comunicarse y calmar a las personas, más que nada en opinión de los demás y las personas ajenas que llegó a tratar de tranquilizar en una situación extrema.

Podría aprender como se debe, y eso la colocaba emocionada y entusiasmada.

—Desastres, catástrofes y todo eso. —señaló cada punto el maestro Aizawa aún con aquel timbre aburrido y monótono, a comparación de sus compañeros que se habían comenzado a entusiasmar de igual manera—: Es entrenamiento de rescate.

Y con eso la mayoría explotó en emoción, comenzando a exclamar en que área eran mejor en rescate, lo emocionados que estaban, y demás. Ella simplemente se limitó a apretar sus manos en puños contra la mesa y sonreír con entusiasmo sin mostrar sus dientes, sus mejillas se habían ruborizado ante la emoción y sus ojos estaban brillando. Se sentía de verdad ansiosa e impaciente por esa clase.

—Oigan, aún no termino. —interrumpió Shōta al desastre que se estaba formando en el aula por tantas exclamaciones. Todos fijaron su atención en él, algunos pensando en que sería algo malo y ella, pues esperando a que dijera lo que tuviera que decir. Vio como presionaba un control y como en el día anterior con el entrenamiento de combate comenzaron a sobresalir en dónde estaban los maletines con los trajes de cada uno—. Pueden decidir si quieren usar su traje de héroes o no esta vez, por qué probablemente sus trajes limiten sus habilidades. —comentó con seriedad—. El entrenamiento está fuera del campus así que hay que irnos en autobús. Es todo, prepárense.

Exhaló con suavidad para calmar sus nervios, había movido para si misma los puños de arriba abajo de forma veloz y enérgica como un gesto mínimo de la enorme emoción que sentía. No tardó en levantarse e ir a buscar su traje en los maletines, buscó el número 13 ya que ese era el suyo hasta que dió a parar por él por lo que lo sostuvo de la manilla y lo jaló para poder comenzar a dirigirse a los vestidores como todos.

Al parecer la mayoría, en conclusión y de forma clara todos, iban a usar sus trajes pero ciertamente era mejor. Si era entrenamiento de rescate y tenían que usar sus quirks era mejor estar con una vestimenta que beneficie al uso de las peculiaridades. Era más cómodo o al menos en su opinión.

—Esto es emocionante... —susurró para si misma mientras caminaba fuera del aula con una sonrisa en sus labios.

ESPERABA ENTRE SUS COMPAÑEROS PARA poder subir al vehículo, tenía nuevamente su traje de heroína pero lo único que no tenía en su lugar era su mascarilla, la tenía nuevamente en su cuello y no lo llevaba enganchado como iba, pero bueno, no era necesario usarlo precisamente ahora. Se lo colocaría cuando llegaran en donde sería aquel entrenamiento de rescate.

—¡Hey, Tsubomi! —la llamaron por lo que no tardó en mirar hacia quien la llamó viendo, sorpresivamente, a Takeru. Se volteó a mirarlo para verlo con atención, tenía una leve sonrisa en sus labios.

—Hola, Takeru-kun. —saludó devuelta mientras unía sus manos enfrente de ella sonriéndole con más ánimo.

—¿Emocionada?

—¿Huh? ¡pues si! —respondió con seguridad la más baja asintiendo varias veces y apretando sus puños a la altura de su pecho con una gran sonrisa—. El entrenamiento de rescate es algo que quiero presenciar para tener experiencia en algún futuro. Aunque, estamos estudiando para ser héroes ¡es claro que tendremos que saberlo para algún futuro cercano y ser experimentados en rescatar! —hablaba con ánimo mientras agitaba sus puños y de igual manera los movía conforme hablaba.

Takeru movía su cabeza y su vista de un lado a otro siguiendo los movimientos de sus manos con una mirada atenta y a su vez monótona. Mantenía las manos metidas en los pantalones de su traje, aunque a ojos de Hatsulin parecía una ropa no demasiado llamativa aunque tampoco mala. Si era necesario para el uso de su quirk es mucho mejor.

El chico sonrió de lado por sus palabras mientras asentía ligeramente e inclinaba su cabeza hacia un lado con una mirada que la chica no logró descifrar pero cuando ella iba a fijarse en qué tipo de sentimiento sentía, el sonido de un silbato llamó la atención, y confusión de todos, viendo como era Iida quien había hecho aquello.

—¡Clase 1-A, reúnanse!

—¿No ves que ya estamos todos aquí, Iida? —cuestionó Takeru con obviedad e ironía siendo una verdad; todos los del salón estaban allí sin necesidad de que los llamaran.

Hatsulin simplemente pestañeó un poco desconcertada ante aquello pero sonrió dejando salir un silencioso suspiro hasta que negó con su cabeza ligeramente a la par que soltaba una ligera risita. Se estaba tomando bastante en serio el puesto, pero bueno, por lo menos no estaba con tonterías o algo por el estilo. Desde el primer día pensó que sería alguien bastante apasionado y estricto, aunque un poco exagerado.

Pero bueno, no es quien para juzgar. Los demás pueden comportarse como quieran en una situación así. No tiene ni voz ni voto para reclamarle y tampoco tenía ni quería hacerlo, estaba haciendo su trabajo, de una manera bastante en serio pero lo estaba haciendo y era admirable. Aunque un poco gracioso que se lo tomara así y actuará así.

—¡Formen dos líneas con su número de estudiante para hacer que el abordaje al autobús sea pacífico! —volvió a ordenar el chico de los motores y cuando iba a sonar el silbato, Kenji pasó por enfrente suyo, lo tomó y de un tirón se lo quitó dirigiéndose al autobús—. ¿¡Eh!? ¿¡Takeru-kun!? ¡Eso no es correcto, no deberías hacerlo!

—Ya me subí, no pidas más, ni molestes más con ese silbato. Ahora es mío. —dijo con un tono relajado terminando de subir los escalones del autobús con las manos en los bolsillos de su pantalón.

—¡Takeru-kun, eso no es apto de accionar, técnicamente me has robado el silbato! ¡tienes que devolverlo! —dijo el peliazul mientras movía sus manos de forma robótica al agitarlos de un lado a otro.

—Mi silbato.

Algunos rieron por la escena ciertamente cómica, aunque más tranquilos de que el apellidado Iida no exagerara tanto con el silbato; «se tomó muy en serio el puesto» pensó la mayoría hasta ahora, Hatsulin ya lo había pensando con anterioridad y simplemente miró sorprendida la escena para reír un poco, subiendo sus hombros.

Ya en el autobús, mantenía sus manos juntas y entrelazadas encima de sus muslos al estar sentada en el bus, el cual... no fue lo que se esperó o algo; era un autobús común y corriente, igual a los de transporte. Iida estaba avergonzado por aquel detalle ya que por su parte pensaba que era más en cuanto a referirse con la U.A.

La pelirroja miraba hacia cada centímetro del vehículo con sus grandes ojos azules, sintiendo varios cabellos de su coleta pasar por delante de sus hombros ante el movimiento; mantenía una sonrisa en cada momento de forma sutil y tranquila, bastante tranquila, aunque era bastante reconfortante.

—Dormiste poco otra vez. —su cuerpo se tensó al escuchar aquella voz baja y varonil. Miró con dificultad y de manera robótica a Shōto sin quitar su posición, teniendo una sonrisa tensa y nerviosa, incluso estaba temblando un poco—. Estás más tranquila de lo usual; siempre eres enérgica o algo así. Por eso lo noté.

❛Incluso sabe lo que iba a preguntar❜. Pensó con ciertos nervios Hatsulin mientras temblaba de manera cómica por aquel hecho. A veces le daba miedo como Shōto adivinaba o se daba de cuenta de las cosas tan rápidamente o de manera exacta. Bueno, ella hacía lo mismo según los demás; a lo mejor estaba en la sangre o algo así el hecho de ser observadores en varios sentidos.

Miró hacia los lados como si verificara que nadie haya escuchado eso, no quería terminar preocupándolos o llamando su atención de que no había dormido bien y que estaba tranquila. Quizás nadie lo notaba, pero a lo mejor porque Shōto era su familia era la razón de que lo haya notado así; suele ser alguien bastante observador que incluso no llegaba a darse de cuenta cuando estaba en esa etapa de observar. Y eso que ella era alguien que se daba de cuenta casi siempre que alguien la miraba.

Observó a Shōto todavía nerviosa y después sonrió, cerrando sus ojos con sus cejas caídas hacia atrás debido a la vergüenza que sentía que él lo haya notado. Por lo menos se sentó con él y estaban un poco aislados de los demás; no había querido que se sentara sólo y alejado así que se sentó junto a él para hacerle compañía. Sólamente no esperó su observación.

—¡No debes preocuparte, Shōto-kun! —exclamó la chica mientras inclinaba su cabeza hacia un lado y después agitaba su mano derecha de arriba hacia abajo, sin tomarle mucha importancia—. Tuve una mala noche, eso es todo.

Sus ojos bicolores siguieron mirando por la ventana con su rostro monótono de siempre para verla de reojo, o eso pudo notar. Observó como simplemente se acomodó en el asiento recostando su cabeza en él y cerraba sus ojos con una expresión un poco más tranquila sin decir palabra alguna cosa que la desconcertó un poco. Por la situación pensó que preguntaría algo más o la acusaría de algo, pero bueno; para bien o para mal sólamente se quedó en silencio.

Ahora fue ella quien lo observó varios segundos con sus grandes ojos para después sonreír y mirar hacia sus compañeros que estaban hablando vaya saber de qué cosa ya que no estaba prestando mucha atención; al igual que su primo se acomodó en su asiento removiéndose ligeramente en su lugar con una sonrisita en sus labios, entrelazando sus manos encima de sus piernas.

—Sé que esa no es la verdad completa... —escuchó su vago murmuro haciendo que lo volteara a mirar con curiosidad y cierta confusión su rostro; seguía con los ojos cerrados por lo que pensó que estaba acomodándose para dormir en el viaje—... pero no me meteré en tus asuntos... Me despiertas cuando lleguemos, por favor. —pidió y dijo por última vez en un tono más bajo para seguidamente volver a acomodarse en su lugar.

Se quedó un poco ida y estática por lo que dijo debido a la sorpresa que le causó pero ante lo último había vuelto a aquella expresión curiosa y atenta. Simplemente suspiró de forma honda al escuchar como repetía lo que decía en su cabeza, miró hacia abajo unos segundos para levantar la comisura derecha de su labio y sonreír de costado. Miró hacia su primo nuevamente y esta vez le revolvió levemente los cabellos viendo como apretaba sus ojos un poco pero relajaba su expresión seguidamente.

Suspiró de manera profunda para después poder acomodarse en su lugar y mirar hacia sus compañeros desde su asiento, podía ver cómo estaban conversando aunque como no estaba atenta a la conversación desde el principio no entendía de que sería lo que hablaban. Podía notar y sentir como Midoriya estaba nervioso, más de lo usual.

Cómo no estuvo en la conversación desde el principio prefirió no escuchar más para fijarse en la ventana del autobús sintiendo como finalmente arrancaba hacia el destino de todos. Escuchaba de fondo las voces de sus compañeros pero no les prestaba mucha atención a lo que decían. Era alguien que no se metía en una conversación si no estaba en éstas desde un principio, así que era mejor meterse en su mundo.

—Bueno, hablando de brillante y fuerte; serían Todoroki, Tsubomi y Bakugō ¿no?

Aunque esta vez prestó atención al escuchar como la nombraban. Había movido su cabeza hacia la dirección de Kirishima al nombrarla a ella, se mostró un poco sorprendida de que haya dicho aquello de esa manera, no había estado prestando atención constantemente a lo que habían estado hablando pero tal cual cualquier persona prestó su atención al ser nombrada. Siguió mostrándose sorprendida hasta que le sonrió en respuesta a su compañero pelirrojo sintiéndose un poco avergonzada pero enternecida de que pensará eso de ella.

Kirishima de igual manera el sonrió a ella devuelta mientras cerraba sus ojos, y al sonreír, mostrara lo afilados que eran sus dientes. Aquel detalle era algo que la dejaba siempre pensativa y nostálgica en varios sentidos, llegando a recordarle a Yūta ya que él poseía los dientes así de afilados; dientes de tiburón, como ella llegaba a decirle cuando le sonreía, justo así tenía los dientes su compañero pelirrojo.

—Bakugō es bastante amargado y gruñón. Es un fortachón sin cerebro. —dijo Takeru quién estaba con sus brazos apoyados en sus rodillas. Algunos rieron ligeramente por lo que dijo.

—Takeru-chan tiene razón; debido al mal humor de Bakugō-chan no es demasiado popular. —señaló Tsuyu quien en esos momentos estaba sentada justamente a su lado. Takeru asintió ligeramente como si estuviera de acuerdo con eso, aunque en si él comenzó diciéndolo.

—¡Sin cerebro te voy a dejar a ti, maldito rubio! —contestó el cenizo más que nada respondiéndole al de ojos destellantes, aunque aquello no había evitado que mirara con enojo hacia la peliverde.

—Los dos somos rubios. —señaló con cierta burla el de cabello revuelto mientras se enderezaba y pasaba sus dedos por sus cabellos y los echaba hacia atrás de manera autosuficiente—, pero yo soy más guapo.

—¡Estúpido, te voy a matar! —gruñó amenazando con levantarse del asiento. Hatsulin casi y pudo ver cómo sus manos soltaban chispas por las explosiones. Tenía aquel recuerdo debido al día anterior en dónde casi le da una explosión en la cara, pero en fin.

Sólamente se abstuvo a observar desde su lugar pero inclinándose hacia adelante con sus manos en sus rodillas para poder estar atenta a lo que estaban hablando. Quién sabría que fue el detonante de aquella conversación, ya que no comprendía cómo tal porque estaban hablando de eso pero bueno, por lo menos no era una conversación demasiado complicada como para poder estar fuera de lugar en escuchar lo que decían.

—Aún no nos conocemos tanto, así que es increíble que alguien ya sepa su personalidad de mierda. —habló entre pequeñas risas y a su vez con una sonrisa algo irónica Kaminari en cuanto vio a Bakugō lanzándole miradas asesinas hacia Takeru que le hacía el signo de amor y paz con su mano con pereza.

—¿¡Qué demonios sucede con ese vocabulario, bastardo!? ¡te mataré a ti también!

—Mira quien habla... —balbuceó Takeru con pereza en su voz y a su vez obviedad. Casi de inmediato Bakugō lo volteó a mirar de forma asesina.

Hatsulin sonrió apretando sus labios por aquella conversación de parte de ellos, también le parecía entretenido el carácter de Bakugō y como reaccionaba. En ese caso le recordaba a Gie; ella tenía un carácter similar al de él, aunque podría decirse que menos tosca y más relajada a comparación suya, pero si eran bastante similares, por lo que de por sí estaba acostumbrada a las personas de aquel carácter, incluso peores. Suspiró un poco mientras volvía a sentarse mejor y miraba por la ventana.

Así fue como pasó el tiempo hasta que el transcurso hacia donde sea que iban terminó; Aizawa les llamó la atención a los demás (principalmente a Katsuki al ser el más alterado) de que se calmaran y que ya habían llegado. Todos fueron bajando poco a poco mientras charlaban entre si, mientras eso Hatsulin volteó a mirar hacia Shōto y seguidamente extendió su dedo índice hacia su rostro para tocarlo con la punta de su dedo repetidas veces.

El rostro del bicolor se contrajo muy levemente y sus ojos se apretaron, Hatsulin siguió picando ligeramente su mejilla con su dedo para que se despertara aunque no hacía más que hacer pequeñas (y consideró hasta ese punto adorables) muecas o removerse. Dejó de tocarle el rostro para fruncir su ceño ligeramente y abultar sus labios, inflando de igual manera sus mejillas haciendo que se colocaran un poco rojizas por la presión del aire. Dejó salir un bajo «Hmmh» en queja. Después tomó su hombro y lo agitó de atrás hacia adelante.

—Shō-tooo-kun. Shōtooo. —decía mientras que alargaba la última "o" y de manera pausada agitándolo varias veces entre pequeños balbuceos de su nombre, justo como una niña pequeña tratando de despertar a su hermano mayor—. ¡Shōtooo, ya llegamos! ¡Despierta, rápido rápido!

—¿Mm?... —de manera somnolienta el heterocromatico abrió uno de sus ojos con ligereza mientras pequeñas burbujitas debido a el sueño aparecían al lado de él. Se enderezó mientras bostezaba levemente con sus ojos cerrados.

—¡Llegamos! —exclamó enérgicamente, como una niña emocionada mientras que extendía sus brazos exageradamente hacia los lados como si estuviera mostrando algo sumamente maravilloso, a pesar de que ni siquiera habían bajado del autobús. Shōto se abstuvo a mirarla con sus ojos más cerrados que abiertos debido a lo somnoliento que estaba.

—Hmm... —dijo en respuesta mientras asentía y cerraba sus ojos de nueva cuenta, dándole otra vibra a la pelirroja de orbes azulados de que se iba a volver a ir a la tierra de los sueños.

—¡Pero no te duermas otra vez!

Al final los dos bajaron, Shōto ya estaba más despierto (incluso en su totalidad) mientras que Hatsulin se encontraba bastante sonriente y a su vez emocionada de como se desarrollaría aquella clase; el entrenamiento de rescate era algo que le llamaba más la atención, porque ya en un futuro logrará usar lo que aprendió y poder rescatar a los demás tal cual ella quiere, ya que uno de sus objetivos de ingresar a la academia habían sido el rescate, el salvar a las personas de cualquier tipo de situaciones.

Estaba emocionada de poder cubrir aquel hueco de su vida para poder tener experiencia en un futuro y cumplir con lo que ella quiere para ser heroína y cumplir las promesas que ha hecho.

—Todos, he estado esperando por ustedes.

Su garganta emitió un pequeño «¿Mhm?» en confusión al momento de que se escuchó aquella voz robótica, pero pudo distinguir un timbre femenino; era la voz de una mujer. Por un momento pensó que era la misma entrada de dónde se encontraban dándoles la bienvenida y también dándoles a saber que la U.A. tenía unos recursos demasiado tecnológicos pero el hecho de percibir otra presencia la hizo dudar.

Buscó con sus ojos a la dueña de esa voz después de voltear su cabeza de un lado a otro hasta que dió a parar con una figura de alguien vestido de astronauta; es la presencia de la voz que escuchó. Se quedó observando a aquella persona fijamente hasta que algo hizo click en su cabeza.

Sus ojos comenzaron a abrirse poco a poco y a su vez una deslumbrante sonrisa comenzó a alzarse de igual manera en sus labios. Los destellos y los brillos inundaron sus orbes como una noche completamente estrellada y luminosa debido a la gran emoción, la impresión, la felicidad que estaba experimentando justo ahora al ver a aquella heroína enfrente suyo y de sus demás compañeros. Pudo percibir como todos y cada uno de ellos comenzó a jadear y exclamar en sorpresa al ver de quién se trataba.

—¡Es la heroína espacial Trece!

Sus puños se elevaron a la altura de su pecho mientras casi chispeaba destellos ante la emoción que sentía, sus extremidades se movían ligeramente de arriba hacia abajo ante la energía que la recorría. No tenía algún héroe o heroína favorito pero nunca se evitaría el hecho de que le gustara con más fuerza algunos más. Siempre habría algún héroe o heroína al que le tendría un gran gusto a comparación de los demás héroes; Trece no era la excepción. Ante todas las cosas que ha hecho en su puesto de héroe se ganó una gran admiración y respeto de parte de Hatsulin, admiraba demasiado a esa mujer. Ha salvado a tantas personas al punto de volverse una de sus heroínas preferidas.

Estaba igual que cualquier niño pequeño viendo a su héroe favorito, aunque técnicamente Hatsulin seguía siendo una niña, una niña de quince años con una mentalidad complicada de entender, pero no había que negar que ella merecía comportarse de esa manera, sobretodo cuando no pudo vivir su infancia como debía. Fuera de eso, de verdad estaba emocionada y justo ahora mucho más entusiasmada que antes.

Todos comentaban lo sorprendidos que estaban, lo emocionados que estaban (incluyéndola), también como Uraraka mencionaba que amaba a aquella heroína, también mencionaban lo que Trece ha hecho en su puesto para ser tan impresionante, etcétera. Ella seguía agitando sus puños de arriba hacia abajo con su sonrisa a todo dar y sus ojos brillando intensamente de la emoción. Shōto que estaba a su lado todavía la observaba con su cara de siempre, ya podría ver las estrellas y brillitos alrededor de ella.

—Vayamos a dentro de una vez. —habló la heroína mientras se encaminaba junto a su maestro hacia la entrada del establecimiento.

—¡Es un placer trabajar con usted! —la mayoría exclamó en agradecimiento antes de seguirla y obedecer a su petición.

Unas vez adentro, las sorpresas y las exclamaciones no hicieron espera, Hatsulin tampoco evitó incluso jadear y exclamar en asombro entras veía lo grande que era aquel lugar. Recuerda que Kazuto y Takeshi llegaron a contarle de las clases de rescate en un lugar que parecía tal cual un estudio de cine ante tantos escenarios que habían, que llegaron a sentirse como en detrás de bambalinas en alguna película de desastres. Hatsulin podía confirmar ese sentimiento, todo era tan asombroso.

❛U.A. si debe tener bastante, MUCHA capacidad para tener estos tipos de establecimientos, sobre todo de este tamaño❜. Hatsulin sonrió con un poco de nervios al considerar el costo de todo pero se ahorró asombros y se los guardó porque hasta ese punto sabía que la academia era bastante capacitada y admirable para tener todo tipo de instalaciones de tales magnitudes.

—Un barco, deslizamiento de tierra, fuego, tierra, un deslave. —enumeraba la heroína espacial mientras que los orbes de Hatsulin trataban de distinguir a lo lejos cada cosa. Quería ver todo en persona; recuerda como su abuelo quiso llevarla a una de esas clases pero nunca fue posible por el tiempo. Takeshi fue quien le mostró fotos, selfies y demás, muy pocas ya que se trataba de una clase, pero por medio de esas fotografías sólamente aumentaban su adrenalina y emoción de hacer todo eso—. Una tierra de entrenamiento hecha con diferentes tipos de accidentes y desastres. ¡El llamado «¡El lugar de simulación imprevisto!» ¡O resumido «U.S.J.»!

Hatsulin cerró sus labios pero aún manteniendo su curva sonriente, se mostraba todavía demasiado entusiasmada. Claro, no se confiaría y llegaría a pensar que sería una clase divertida porque puede que el maestro Aizawa sea malvado nuevamente con ellos y como en el primer día haga algún tipo de castigo de expulsión y todos tengan que hacer la clase con presión de ser expulsados, por mucho que al fin y al cabo no haya sido verdad y no más que una cruel broma de bienvenida. Iba a tomarse todo en serio; iba a tomarse con seriedad aquella clase para aprender y poder verse en un futuro salvando a los demás en esos tipos de rescate.

Si, tenía conocimiento en varias zonas como en la zona académica y en la zona física ante el conocimiento de artes marciales, defensa y resistencia (por obvias razones y con imprudencia de uso ya que no lo aprendió en buenos términos que digamos), pero referente al rescate no, más que nada en ese tipo de situaciones. Pero bueno, para eso estaba la U.A., para aprender.

No obstante, se percató de algo que la hizo colocar una mirada algo desconcierta y que sus labios cambiarán de curvatura por un gesto de sorpresa. Miró a ambos héroes y por un segundo miró hacia su alrededor. Antes de que tomaran las riendas en la clase, alzó rápidamente una de sus manos, teniendo la otra aún hecha puño a la altura de su pecho.

Aizawa se percató de aquello y la observó con aquel gesto monótono y serio que siempre suele tener, Trece también la observó y algunos de sus compañeros cerca y detrás de ella se percataron de su gesto.

—¿Si, jóven Tsubomi? —señaló tomando su palabra y llamado de atención al alzar la mano.

—Aizawa-sensei, Trece-san, quisiera saber una cosa. ¿All Might-sensei no iba a estar presente en esta clase? —preguntó la de orbes esmeralda con educación y a su vez inquietud—. Aizawa-sensei había mencionado que aparte de Trece-san y él mismo, All Might-sensei estaría aquí con ustedes para dar la clase. Sin embargo, no ha hecho acto de presencia.

—Oh, eso es cierto. —comenzaron a murmurar alguno de sus compañeros seguidos de uno que otro preguntando sobre la presencia del símbolo de la paz. No estaba presente, o eso parecía, aunque si era lo más probable como para que estuviera escondido en algún lugar.

—Es una buena pregunta, jóven Tsubomi... —murmuró Eraser Head de manera pensativa y luego se volteó hacia la de vestimenta de astronauta para preguntarle lo mismo y en dónde se encontraba.

Hatsulin, mientras tanto comenzó a mirar hacia su alrededor con curiosidad mientras dejaba de lado la conversación de ambos adultos sin evitarlo debido a la emoción que la recorría, se encaminó muy ligeramente para poder distinguir, aunque ciertamente estaban bastante lejos y apenas estaban en la entrada, todos aquellos escenarios. Arrugó su nariz ligeramente en concentración a su lejanía, sintió como alguien agarraba ligeramente su brazo y se alertó un poco mirando instantáneamente hacia el dueño de aquella mano.

El rubio del mechón negro levantó su mano libre de manera inofensiva como si hubiera sido atrapado por un policía y demostrara que no quería problemas, aunque más bien era que le sorprendió un poco la manera en que volteó a mirarlo y se tensó de manera algo arisca cuando la tomó del antebrazo. No se esperó que ella reaccionara así porque la tomara de aquella extremidad para llamar su atención.

—Tranquila, Tsubomi-chan, soy sólo yo; el rayo de tú vida. —bromeó y a su vez buscó apaciguar cualquier incomodidad que la chica haya sentido cuando la agarró. Hatsulin se quedó desconcertada por como la llamó pero seguidamente sonrió y rio ligeramente por lo otro. Denki no tardó en sonreír otra vez—. Ya estás mostrando aquella bonita sonrisa tuya otra vez. —dijo hasta que mostró asombro en algo—. ¡Desde esta distancia puedo notar que tienes colmillos! ¿Cómo es que antes no lo noté? Aunque no parecen muy largos. Uy no no no, que mal rayo de tu vida soy.

Volvió a sonreír ahora un poco enternecida de que pensará que su sonrisa era bonita y después no pudo evitar carcajearse suavemente cuando notó aquel detalle de sus dientes, en sus colmillos porque si, parcialmente los tenía y no se notaban exageradamente como para decir que tenía dientes de tiburón como Kirishima o como los tenía Senshi que eran sólamente los colmillos que eran más afilados y hasta le sobresalían de la boca. Los colmillos de Hatsulin eran pequeños y no se notaban si no hasta que sonreía y se viera directamente a sus dientes.

No es un dato muy relevante, a veces hasta a ella misma se le olvida que tiene colmillos. Y eso que a veces por maña se los toca con la lengua.

—Tú también sonríes bonito y tienes una linda sonrisa, Kaminari-kun. —dijo devuelta con cariño y una inmensa sinceridad que hizo casi colocarse tal cual un tomate al rubio por lo que dijo, y como lo dijo.

Hatsulin volvió a reírse por su reacción sintiendo como incluso de la vergüenza la soltó y cubría su boca con su mano y miraba hacia otro lado. Le pareció tierna su reacción que no evitó volver a reírse en silencio y luego volver a prestar atención a su maestro cuando dijo que iban a empezar sin All Might y que él llegaba después. Le dió una pequeña caricia en el cabello de Kaminari en cariño y se encaminó más hacia adelante para escuchar y prestar atención a lo que diría, mientras cruzaba sus brazos y colocaba una expresión expectante y concentrada a lo que dirían y harían en la clase.

—Veamos... Antes de empezar, déjenme decir una... esto... o dos, o tres... o cuatro... cinco... seis... siete...

Se sintió deslocada por el hecho de que Trece estuviera aumentando la cantidad de cosas y a la mejor consejos sobre lo que harían conforme iba hablando. Sintió la sorpresa de todos, incluyendo la suya. Aún de brazos cruzados pestañeó varias veces pero su expresión no tardó en mostrarse determinada y a su vez con su inquiebrantable expresión sonriente.

—¡Excelente, mientras más sepamos, más preparados podremos estar! —declaró la del quirk del fuego con brillitos de determinación y entusiasmo a su alrededor, con sus brazos cruzados con seguridad.

❛Ella le ve lo positivo a eso...❜ pensaron la mayoría con cierta gracia ante la reacción de la pelirroja y el entusiasmo que utilizó, la mayoría con un poco de nervios de que se lo tomara así y luego sean advertencias.

—Todos, estoy segura que conocen mi quirk: Black Hole. Puede absorber todo y convertirlo en polvo. —mencionó minutos después la heroína Trece mientras que recibía una afirmación de la mayoría. A ojos de Hatsulin; era un quirk tan asombroso por lo destructivo que era. Ahora le daba curiosidad porque lo decía.

—Has sido capaz de usar ese quirk para salvar a la gente de todo tipo de desastres, ¿verdad? —cuestionó uno de sus compañeros recibiendo una afirmación de la heroína espacial. Hatsulin la observaba fijamente en espera de lo que dijera y de que prosiguiera a su charla, a lo mejor, motivacional.

—Si, pero es un poder que puede matar fácilmente. Algunos de ustedes también tienen quirks como ese ¿verdad? —todo se quedó en un abrupto silencio; Hatsulin observó y notó de reojo como los rostros de todos se colocaron más serios, incluyéndola; más que nada se veía atenta a lo que decía Trece, aunque un poco apaciguada por lo dicho anteriormente por la heroína, pensando un poco en su quirk ante aquella posibilidad pero prestó atención nuevamente cuando Trece habló—. En la sociedad súper humana los quirks han sido certificados y estrictamente regulados, así que no parece ser un problema a primera vista. Pero no pueden olvidar que hay muchos quirks que pueden fácilmente matar con un mal paso. Con la prueba física de Aizawa-san, descubrieron la posibilidad de que sus propios poderes ocultos, y con el entrenamiento persona-persona de All Might, experimentaron el peligro de usar esos poderes contra otros. Esta clase es un inicio. Deben aprender a utilizar sus quirks para salvar las vidas de las personas. No deben tener poderes para lastimar a otros. Espero que entiendan que tienen poderes para ayudar a otros. —Hatsulin se quedó un tanto sorprendida por lo que dijo, le provocó un cosquilleos en su estómago ya que había bastante peso para ella en esas palabras. Sin embargo no evitó sonreír en grande con un indescifrable brillo en sus ojos—. Es todo. Gracias por escuchar.

Todos aplaudieron apenas Trece concluyó con la charla, felicitándola y elogiándola por todo lo que dijo. Hatsulin fue una de las personas que aplaudieron ya que fueron unas palabras de apoyo y a su vez las cuales cualquier adulto le diría a su hijo para que sepa como debería usar su poder. Había mucho peso en aquellas palabras, provocándole varios sentimientos pero a su vez recuerdos por escuchar el "no deben tener poderes para lastimar". No es como si ella haya usado su quirk contra alguien para lastimar, simplemente que le hizo recordar a Nakano y para lo que sea que la estaban entrenando y enseñando trucos. Más de una vez le hicieron una prueba de lastimar a alguien con su quirk, e incluso tener que matar, pero obviamente se negó y bueno, ya debe saberse que recibió ante su negación.

Pensó inevitablemente en Keizuke, pensó en como quedó completamente solo en aquel lugar. Había un peso enorme en su espalda por dejarlo allí solo. Estaba consciente de que incluso y a lo mejor todos aquellos entrenamientos y castigos se intensificaron más para él al ser el último en quedar. Cuando falleció Senshi, a ambos se les intensificó. Pensar que estando Keisuke solo sería peor le daba un revoltijo en su estómago.

Agitó un poco su cabeza mientras que descruzaba sus brazos y buscaba pensar en otra cosa. Colocó sus manos en su cintura y exhaló profundamente para despejar su mente y no agobiarse con todo eso, siempre estaban presentes aquellos recuerdos y pensamientos pero no debía dejar que inundara toda su cabeza o terminaría teniendo algún ataque. Justo ahora era donde menos quería que sucediera.

De golpe, sintió una corriente recorrer de arriba hacia abajo su espina dorsal haciéndola abrir sus ojos de golpe y tensarse levemente. Se quedó así de tiesa sin que nadie lo notara ya que estaban atentos a Trece, sus pupilas se reducieron y sus ojos se mantuvieron más abiertos de lo usual por aquel presentimiento, aquella alerta que su sensor de peligro mostró. Sintió sus dedos cosquillear y eso la hizo fruncir su ceño imperceptiblemente. ¿Qué era esa sensación de que algo malo iba a pasar?

—¡Eso fue maravilloso! —sus compañeros seguían exclamando y gritando por Trece. Hatsulin seguía confundida por aquel horrible escalofrío que la recorrió y no sabe de dónde o porque la sintió. Había tenido incluso la necesidad de mirar hacia su alrededor para saber si algo estaba fuera de lugar o inusual, aunque no es como si distinguiera algo diferente de allí ya que nunca estuvo en U.S.J.

—Bueno, entonces—había comenzado a decir Aizawa apaciguando y buscando calmar los gritos de sus estudiantes hasta que fue interrumpido.

Repentinamente, los sensores comenzaron a soltar chispas eléctricas. Hatsulin se alertó y sinceramente se asustó por eso mirando hacia aquella dirección, miró de un lado a otro alerta por lo que sucedía. Ahora aquel escalofrío en su cuerpo que apareció anteriormente no se iba para nada, permanecía en su columna vertebral dando a entender que ese mal presentimiento era lo que sucedía ahora. Ahora la fuente en medio de la plaza fue la que ganó el protagonismo en lo extraño que estaba sucediendo ahora, todos miraban fijamente como estaba teniendo fallas al dejar de sacar agua y luego volver como si nada.

Una enorme tensión apareció en su cuerpo cuando una neblina comenzó a aparecer en aquella zona específicamente; se veía como la neblina de las películas de terror. Unas pequeñas ganas de vomitar ante el miedo que la recorrió de pies a cabeza aparecieron pero con sólamente inhalar aire encontró como no reaccionar espantada o que le diera algún paro cardíaco ante la fuerza y velocidad en la que palpitaba su corazón. ¿Qué sucedía?

Comenzó a respirar con dificultad dando temblorosos y dificultuosos jadeos como si buscará regular su respiración, aunque así era, ya que sentía como si estuviera ahogándose por como sus pulmones se agitaban y buscaban aire. Sus pupilas estaban reducidas observando casi en shock como las personas comenzaron a asomarse por aquella neblina. Sus uñas comenzaron a rascar ligeramente la palma de su mano, y a su vez, la tela de sus guantes. Su rostro estaba serio y a su vez confundido pero seguía respirando con cierta agitación. Por dentro se sentía totalmente espantada.

—¡Reúnanse y no se muevan! ¡Trece, protege a los estudiantes! —exclamó su maestro a cargo mientras se colocaba en guardia y alerta ante las personas que poco a poco iban apareciendo; empezando con una, dos, y así sucesivamente.

—¿Qué sucede? —logró escuchar a Kirishima quien señalaba a las personas que iban apareciendo poco a poco en lo que, se supuso era un tipo de portal.

—Quizás es como en el examen de ingreso; apenas llegamos y ya hay que matarse la cabeza. —habló Takeru quién a pesar de su falso tono sarcástico e irónico estaba tenso, sus manos estaban hechas puños y su ceño estaba fruncido. Él al igual que los demás estaba alterado debido a su gesto—. O tal vez este es el verdadero Japón Estudios y nos equivocamos de ruta o quizás sea nuestro fin.

—O-oye, eso sólo nos altera más... —balbuceó Mineta quien temblaba tal cual una gelatina.

—¡No se muevan! —volvió a ordenar el maestro Aizawa mientras que sus manos colocaban en sus ojos los googles amarillos que eran parte de su traje—. Todos son villanos.

Su ceño se frunció ligeramente sintiendo cierto miedo en su ecosistema. El hecho de que todo aquello sea una situación real le provocaba un revoltijo en el estómago, sus manos temblaron por un microsegundo pero después se hicieron puño y se colocó en guardia. Aizawa les dijo que no habría que hacer algún movimiento en contra de los villanos pero aún así se mantendría alerta. Cualquiera de los que estaban apareciendo podría atacarlos y agarrarlos con la guardia baja.

Tragó saliva de manera seca retrocediendo un paso pero manteniéndose alerta. Sus pupilas habían vuelto al tamaño normal pero ahora recorrían con cierta inquietud (a pesar de su rostro concentrado) hacia cada villano que aparecía. Definitivamente todo era malo, los sentimientos que todos ellos poseían no eran para nada bonitos; podía sentir aquel sentimiento de sed de sangre que ella ya conocía tiempo atrás.

Respiró hondo dejando salir cierto vapor por su cavidad bucal; estaba preparándose y entrando en calor internamente para estar preparada para cualquier cosa. Trece estaba haciendo lo que Aizawa le ordenó; también se mantenía alerta y a su vez protegiéndolos a todos ellos. Mientras tanto, la Tsubomi seguía buscando una explicación, alguna brecha en la situación de que sucedía precisamente ahora, algo que le fuera de ayuda visual, pero nada; villanos y más villanos, uno más diferente al otro.

Un curioso sudor frío apareció en una fina capa en su rostro, ver aquella cantidad de villanos rodeándolos y como salían más le hizo sentir un horrible sentimiento en su pecho, haciéndola ahora temblar ligeramente a pesar de mostrar fortaleza. Sus pupilas volvieron a reducirse y su rostro se quedó tieso, como si estuviera en un trance, sin embargo sus manos habían comenzado a temblar con un poco de violencia. Pequeñas visiones, pequeños recuerdos y flashes aparecieron en su cabeza; esa cantidad de personas le hizo recordar es a lo sucedido en Nakano, justo cuando su abuelo fue asesinado. Toda aquella cantidad de personas rodeándolos, sin escapatoria y sin saber que hacer. Todo era similar (o era su impresión) a aquella vez.

Se quedó casi paralizada en su lugar que no escuchaba para nada lo que decía uno de los villanos, sus orbes habían observado fijamente a los villanos, casi como si su cabeza diera vueltas, incluso sus oídos emitían un pitido. Su ceja tembló ligeramente paralizada ante aquel trance, sintió su respiración agitarse poco a poco por aquellos recuerdos en aquel prado, en aquella oscura y sangrienta noche, juraba que estaba viendo justo delante de ella el cuerpo de su abuelo siendo atravesado por aquella guadaña, podía ver cómo casi todo se teñía de una luz roja y su abuelo estaba ahí, desangrándose. Los villanos se convertían en aquellas personas vestidas de negro y sentía el frío de la noche.

Aire... aire... Necesitaba aire, sentía que se le estaba cerrando la garganta, sus manos no dejaban de temblar como si tuviera un ataque de hipotermia, sin embargo su posición no doblegaba, seguía tiesa en su lugar; mirando hacia donde "estaba" su abuelo, aunque fuera de aquella visión sus ojos estaban en la dirección del villano de cabello azulado y manos en su cuerpo pero seguía medio absorta del mundo real. Aquella reacción que tenía no era frecuente si ella no experimentaba algo similar con aquel momento traumático, pero ahora habían detalles similares que estaban ahogándola.

Una mano envolvió su hombro haciéndola volver a la realidad, el sonido a su alrededor apareció como si hubiera salido del agua luego de mucho tiempo y lograra escuchar todo como se debe. Parpadeó varias veces mientras que seguía jadeando pero ahora a su vez buscaba relajarse, relajando levemente su cuerpo por unos segundos, bajando y aflojando sus manos.

—Respira, jóven Tsubomi, todo saldrá bien. —escuchó el murmuro de la voz de su maestro al ser quien colocó su mano en su hombro varios segundos. Seguidamente su voz volvió a ser la demandante y seria de un principio—. Trece, empieza la evacuación. —volteó a mirar todavía un poco ida hacia su maestro en cuanto dijo aquello.

Pudo recobrar sus cinco sentidos poco a poco al caer en cuenta de que estaba allí, con su maestro, sus compañeros y con Trece. No estaba en aquel bosque, estaba allí y ahora. Respiró profundo como si se aliviara aunque ahora, por haberse hundido en aquella oscuridad de sus recuerdos momentáneamente no supo que tanto hablaron.

—Intenta llamar a la escuela. Estos villanos incluso hicieron algo con los sensores. Es posible que alguien tenga quirks de tipo ondas de radio interfiriendo.

—Sensores... —murmuró reventando su burbuja. Agitó su cabeza y colocó una expresión determinada y seria (bueno, sería a su estilo)—. Kaminari-kun puede usar su quirk para contactar a la U.A., Aizawa-sensei. Si realmente es sólamente el ataque en este lugar hay que avisar lo que sucede y que manden refuerzos.

Aizawa asintió con seriedad por lo dicho de su parte. La había mirado fijamente varios segundos (al menos debajo de la googles lo hizo, ya que no se veían sus ojos con ellos y para impresión de Hatsulin sólamente volteó su cabeza hacia ella) por la apariencia que había tenido con anterioridad que le pareció demasiado extraño pero justo ahora estaban en una situación de riesgo. Luego averiguaría la razón de haberse puesto de esa manera, aunque el detonante sería la situación de los villanos, o eso suponía.

—Joven Kaminari, como dijo la joven Tsubomi; intenta contactar a la academia con tu quirk. —ordenó y autorizó el héroe hacia el eléctrico para estar alerta a los villanos, recibiendo un "entendido" de parte del chico del mechón oscuro.

Hatsulin miró hacia su alrededor y luego a su maestro de forma fija, él seguidamente retiró su mano de su hombro y siguió estando alerta enfrente de todos, estaba listo para pelear. Hatsulin seguía callada en busca de calmar todos aquellos sentimientos que recobraron la luz sin que lo quisiera. Miró ligeramente hacia sus demás compañeros queriendo saber si alguno notó como se había colocando, no percibió ninguna mirada curiosa o preocupada hasta ahora; o eso fue cuando primeramente se encontró con la ojos heterocromaticos de su primo verla fijamente y después como los ojos dorados de Denki la veían cada tanto y por varios segundos.

Tragó saliva, por sus miradas significaba que ambos habían sido las personas que la miraron ante su reacción; Shōto se veía serio observándola con un pequeño toque... completamente indescifrable mientras que Denki se sentía preocupado más que nada. Divagó un poco sus ojos algunos segundos de forma fugaz y rápida no queriendo notar más miradas fijas en ella luego de aquel suceso. Se quedó allí todavía perdida en lo que hablaban; se fijaba en una cosa o pensaba mucho en algo que no prestaba atención a lo que decían.

—¡Hay que ir a un refugio! —pudo prestar atención a lo que dijo Iida mientras sus demás compañeros iban con él dispuestos a seguirlo. Hatsulin seguía un poco desorientada pero no se sentía mareada por lo menos, así que sabía cómo estaba todo.

—Pero... Aizawa-sensei no puede pelear solo... —murmuró la pelirroja confundida y preocupada por el estado de su maestro en que tenía que pelear al ser uno contra aquella cantidad enorme de villanos. No dudaba de las habilidades de su maestro, simplemente de su estado. Era inevitable no preocuparse.

Dió unos pasos algo dudosa al principio pero después pudo reincorporarse luego del pasar de los minutos su mirada volvió a ser la determinada de siempre para apretar sus puños. Debía confiar en su maestro, por muy difícil que sea verlo protegerlos a todos completamente solo debía confiar en él; era un gran héroe y de eso estaba segura así que estaba dispuesta a obedecer.

Estaba, ya que cuando iba a ir junto con Trece de la nada aquella neblina comenzó a rodear a una gran mayoría de sus compañeros, incluyéndola, dejándolos sin escapatoria. Miró conmocionada a su alrededor y en guardia al terminar en ese estado; veía de un lado a otro mientras escuchaba las confusiones de sus compañeros. Abrió sus ojos en grande y en un shock tenso cuando sintió un choque de escalofríos recorrerla.

—No los dejaré. —miró sorprendida hacia aquella neblina morada en cuanto la escuchó hablar, incluso pudo notar dos destellos brillantes entre la neblina. Supuso que eran sus ojos, así que era un villano y aquella apariencia era su quirk, frunció el ceño alerta y en concentración buscando la raíz de ese villano, ya que sea donde sea tendrá un cuerpo—. Es un placer, somos La Liga de Villanos. Puede ser presuntuoso de nuestra parte pero nosotros nos auto-invitamos a la casa de los héroes; la preparatoria U.A., para hacer que All Might, el símbolo de la paz, tenga su último respiro.

Abrió sus ojos sorprendida por aquellas palabras hasta volver a fruncir el ceño apretando sus puños ligeramente y un poco su mandíbula. «La Liga de Villanos» habían ido a asesinar a All Might, sus puños y sus falanges se tensaron por aquella situación. Sea como sea todo se le hacía demasiado similar a cuando asesinaron a su abuelo y se la llevaron, sintió la ansiedad de que vuelva a suceder eso nuevamente.

Resopló ligeramente para evitar tener algún otro ataque de ansiedad y lo que padece desde Nakano, escuchaba los cuestionamientos de aquel villano sobre dónde estaba All Might. Incluso mencionó que si los mataban quizás aparecería más rápido, sus puños se apretaron mientras que tomaba distancia junto a Trece aguantándose todas las ganas que tenía de saltar al ataque. Aunque no fue la única, ya que repentinamente Kirishima y Bakugō se lanzaron a atacar.

Se alertó por eso y dió unos pasos hacia adelante con rapidez, con un rostro angustiado y conmocionado. —¡Idiotas, no se acerquen! —exclamó alterada de que se hayan lanzado al ataque hacia los villanos. El lugar se cubrió de humo ante las explosiones del cenizo, ella simplemente subió su mascarilla hasta su nariz para evitar que el humo la fatigara.

—¡Los dos, vuelvan! —bramó Trece quien estaba con un grupo de sus compañeros, sin embargo, no pudo detenerse nada, ya que aquella neblina los comenzó a cubrir con una sola intención.

—Mi trabajo es dispersarlos y torturarlos hasta que mueran.

Su cuerpo volvió a tensarse de golpe por esas precisas palabras. De alguna forma sintió un fuerte deja Vu por el claro significado, sobretodo las últimas palabras. Una extraña sensación la recorrió y sólo pudo cubrir sus ojos con uno de sus brazos ante la molestia que le provocó la neblina. Apenas podía ver con uno de sus ojos directamente hacia el villano ante la ventisca que los azotaba. Poco a poco aquella sustancia púrpura cubrió por completo su vista.

UN SILBIDO SE HACÍA PRESENTE JUSTO en sus tímpanos junto con el choque del viento contra su cabello, también podía sentir un vacío en su estómago cada vez que iba descendiendo. Finalmente abrió sus ojos de golpes viendo... el cielo o una simulación de él ya que a comparación del cielo como tal este se veía diferente; seguía en U.S.J aún, eso era claro. Estaba cayendo de espaldas haciendo que su cabello fuera hacia arriba por la gravedad, revoloteando a los lados de su rostro y casi cubriéndolo al pasar por los lados de su cabeza.

Un pequeño destello de razón apareció en sus pupilas cuando pudo reaccionar de la situación en la que estaba. Giró un poco su cabeza y movió su hombro para ver hacia atrás, aunque más bien hacia abajo; literalmente estaba cayendo del cielo. Sus pupilas se reducieron cuando abrió más sus cuencas, dejó salir un jadeo de impresión al verse cayendo y como el suelo se acercaba más.

Rápidamente reaccionó girando sobre su eje gracias a la gravedad del aire, activó su quirk inmediatamente en las palmas de sus manos y lanzó una ráfaga de fuego en un fuerte y preciso movimiento para mantenerse en equilibrio y evitar caer de golpe al suelo. Ante la potencia su cuerpo se desplazó hacia un lado y al hacer el mismo movimiento evitó caer inmediatamente al suelo y suspenderse un poco en el aire, para caer sobre su costado con un poco de fuerza y girando unos segundos, pero se sostuvo del suelo con sus manos e hizo fuerza con sus pies para quedar semi acuclillada.

Jadeaba agitada con una pequeña capa de sudor recorriendo su rostro por la inmensa adrenalina que la recorrió caer repentinamente del cielo, estuvo incluso a punto de darle vértigo pero se aguantó y tuvo la calma. Si no hubiera hecho alguna maniobra, podría incluso estar medio muerta al caer de esa altura al suelo. No era de hierro como los personajes de las caricaturas o de historias irreales donde caen de esa altura y se levantan vivas. Incluso habiendo caído con más calma, se golpeó el costado del torso y sentía punzadas allí, como si le hubieran dado un puntapié: otra razón de que esté casi sin aire.

—Maldición... —murmuró bajando nuevamente su máscara con sus dedos dejando ver sus labios entreabiertos para dejar salir jadeos en busca de aire. Apretó su mandíbula sin mostrar sus dientes y miró hacia su alrededor rápidamente analizando su entorno colocando una de sus manos en su torso—. Puros escombros...

Observó rápidamente a su entorno cuando comenzó a sentir varias presencias desconocidas cerca, poco a poco vio a varios villanos acercarse hacia su ubicación y aquello la hizo colocarse alerta y acomodar su mascarilla como se debe; le iba a ser de ayuda si iba a pelear. Varios tenían armas sea simples o no seguían siendo armas, aparte, eran villanos, podrían hasta haberlos trucado con veneno o algo por el estilo.

—Vaya, vaya, miren lo que nos cayó del cielo... —dijo uno de los villanos de forma maliciosa viéndola fijamente. Hatsulin apretó uno de sus puños todavía en posición—. Tiene una bonita cara... Lástima que hay que asesinarla...

—Podemos disfrutarla un poco antes de eso. —rio de forma descarada otro de ellos mientras se acercaba todavía a su dirección.

Hizo una mueca de desagrado al entender sus intenciones pero se quedó completamente quieta sin moverse o inmutarse demasiado, sólamente los observaba fijamente a cada uno de ellos. Eran varios pero en la zona en la que ella estaba habían más, percibía también a alguien más, no muy lejos, era alguno de sus compañeros ya que su aura era conocida. Miró de reojo hacia aquella dirección y luego miró cautelosamente hacia el villano que tenía en frente.

Poseía un bate, el cual apoyó en su hombro y la observó sonriente, riéndose entre dientes. Hatsulin lo siguió observando varios segundos de forma tiesa, una pequeña brisa azotó el lugar de forma leve y luego apoyó más sus manos en el suelo y velozmente se impulsó corriendo rápidamente hacia el villano quien se había preparado para atacarla, hasta que ella se impulsó de un salto y luego pateó con la planta de sus botas el rostro del chico escuchándose el crujido. Hatsulin cayó hábil al lado de la cabeza del villano en cuanto el cayó al suelo inconsciente y con la nariz sangrante.

Sus cómplices a sus lados se colocaron alerta y se abalanzaron hacia ella en cuanto cayó firmemente en el suelo. Miró lentamente hacia sus contrincantes y se enderezó para balancearse un poco y luego darle una patada giratoria a uno de ellos con gran fuerza y cuando cayó al suelo sobre su otro pie, repitió el ataque por lo menos tres veces seguidas. Volvió a caer en este caso de cuclillas con sus brazos un poco extendidos para tener equilibrio.

Los villanos golpeados cayeron casi al instante y uno por uno, se vieron ya cuatro cuerpos tendidos en el suelo inconscientes ante la única patada de la pelirroja quien poco a poco se reincorporó levantándose mientras su coleta se movió levemente hacia los lados. Los demás se quedaron en shock en sus lugares en cuanto vieron como ella de sólo una patada los noqueaba, sobretodo a varios seguidos. Algunos doblegaron pero después se mantuvieron firmes.

Hatsulin colocó un pie hacia atrás y después giró ligeramente su cuerpo hacia un lado para mirar hacia sus contrarios, al principio con una mirada algo sombría hasta embosar una sonrisa e inclinar su cabeza hacia un lado al dejar salir un silencioso suspiro.

—¿Quién quiere seguir, señores? —cuestionó con todo la naturalidad del mundo, cerrando sus ojos sonriente—. ¡Que pase el siguiente para aprender la lección!

¡Empieza el arco de Enfrentamiento en la U.S.J.!
En dónde muchas cosas sucederán, pero sólo es el comienzo.
¿Que creen ustedes?
🙈

→S H A N X L A B Y X←

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