❪𝟮𝟴❫ ; 𝗿𝘂𝗻 𝗮𝗻𝗱 𝘄𝗶𝗻!

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ARC TWO; WINGS❫
*╔═══❖•ೋ°💙°ೋ•❖═══╗*

CAPÍTULO VEINTIOCHO;
¡CORRE Y GANA!
❛Gran presión❜

┍━━━━╝✹╚━━━━┑
©Shanxlabyx
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CARRERA DE OBSTÁCULOS, ESA ERA LA PRIMERA prueba del Festival Deportivo que había anunciado Midnight anteriormente. Bien, no estaba mal; ya había visto con atención las etapas de la primera prueba al haber visto el Festival Deportivo con anterioridad ya sea por televisión o cuando sus hermanos habían llegado a participar. Se sentía sumamente ansiosa justo ahora, iba a participar finalmente en aquellas olimpiadas. Estaba emocionada de igual manera pero... sofocada, ya sea mental y físicamente. ¿Por qué? Por el hecho de que tenía que quedar como la número uno por su abuela, toda la presión de esta misma y... que estaba como una sardinita en lata.

Todos estaban reunidos organizadamente pero bastante juntos para el comienzo de la prueba; estaba todo primer año y pues es obvio que era una gran cantidad de estudiantes contra todos. La colocaba muy nerviosa y sofocada el estar con personas tan cerca físicamente, trataba de que no le diera un ataque de ansiedad por tanto contacto físico ya que en parte sentía que se le iba el aire, pero buscaba como controlarse.

Respiró profundamente rascando unos segundos su cuello sobre la tela, seguidamente comenzó a escuchar la voz de Kayama Nemuri por medio del micrófono;

—¡Ahora, empecemos de una vez! —anunció de nueva cuenta la voz de la heroína Midnight por los parlantes; las personas seguían gritando entusiasmadas y emocionadas—. ¡El primer juego es a lo que llaman clasificatoria! ¡Cada año muchos beben sus lágrimas aquí! ¡Ahora, el predestinado primer juego este año es... esto! —y a la audiencia les mostró todo el tramo de la carrera—. Las once clases participarán en este evento, el curso será la circunferencia de este estadio, unos cuatro kilómetros. ¡El punto de venta de nuestra escuela es la libertad! Mientras permanezcan en el curso, no importa lo que hagan.

Había mirado hacia la nada al pensar en aquellas indicaciones, bajó nuevamente la mirada mientras mantenía sus manos dentro de los bolsillos de su pantalón, manteniendo sus pulgares hacia afuera y aferrados a la tela. Bajó la mirada un poco manteniéndose atenta a todo, se mostraba más tranquila de lo que se sentía, estaba todo menos tranquila. Nerviosa, asustada, sofocada, pesada... con demasiado peso en sus hombros.

De por si siempre tenía peso en sus hombros, pero ahora, por esa ocasión del Festival Deportivo, sentía más peso que antes. Su abuela, sus expectativas, la declaración de guerra de su primo, la muy posible presencia de Enji ese día. Era demasiado para ella pero iba a hacer todo para esforzarse, dar todo lo que tiene. No se iba a rendir por simples nervios o por la presión, tenía que aprender a manejar aquellos sentimientos y usarlos a su favor; ser la mejor, la número uno, una Tsubomi digna. Tenía que demostrarle todo eso a su abuela, aunque no fueran sus ideales.

—Empecemos. —dijo haciéndola colocarse tensa por dos razones; los nervios y a su vez, la concentración. Se fue colocando en posición mientras quitaba la sonrisa de su rostro y endurecía sus facciones, pero manteniendo esa neutralidad al mostrarse seria—. En sus marcas, listos...

Apretó sus puños y escuchó un pequeño crujido bajo sus pies cuando los acomodó para tener una mejor posición y aguante para prepararse ante todo; planeaba estrategias, tomaba en cuenta las acciones que harían sus compañeros de clase al conocer sus quirks. Veía de reojo a todos ellos o al menos los que distinguía, distinguiendo a Shōto hasta ahora por sus cabellos bicolores. Lo miró varios segundos de manera atenta recordando la frialdad de sus palabras.

Apretó sus labios y bajó sus cejas al fruncir su ceño levemente. Se removió un poco más y miró hacia enfrente.

❛Si quisiste empezar una guerra conmigo, Shōto-kun, la tendrás❜

—¡Inicien!

Apenas anunció el inicio, todos comenzaron a correr con todas sus fuerzas, incluyéndola, para poder salir primero. Si antes estaba nerviosa por tantas personas juntas, ahora aún más. Ahora el inicio de la carrera y para mostrarse con la audiencia era en un tipo de ❛túnel❜ y como todos estaban tratando de salir primero comenzaban a amontonarse. Sentía choques contra sus hombros y como todos gritaban buscando paso.

Frunció su nariz unos momentos por tanto contacto físico. ❛Vamos Hatsulin, relájate❜ se había dicho a si misma para que no le diera un ataque de ansiedad con el contacto físico, en serio la colocaba ansiosa. Sintió un cosquilleo en su nuca y percibió como el ambiente bajaba de temperatura repentinamente. Eso la alertó inmediatamente ya que, ya sabía de quién se trataba pero de cierta manera no se sorprendía ante aquella estrategia.

Se arrimó rápidamente hacia la pared mientras se agarraba del hombro de cualquier de sus contrincantes quien se quejó y la fulminó por eso pero rápidamente fue impulsándose con la pared hasta que tuvo las dos plantas de sus zapatos en la superficie del túnel y acomodándose se impulsó hacia adelante con fuerza haciendo una fuerte (aunque no tanto como para terminar quemando a todos los demás) ráfaga de fuego y también expulsándolo por las plantas de sus botas, siendo una de las funciones especiales de él, como si fuera un propulsor y pudo salir, escuchando algunas quejas detrás de ella junto con el distintivo sonido de hielo de Shōto. Cuando vio de reojo, el suelo y los pies de los demás estaban congelados, y con eso, atrapados.

Nuevamente escuchó con más claridad el grito de todos los espectadores de Japón cuando se elevó y salió, aunque no había sido la única. Varios de sus compañeros de la A habían hecho la misma estrategia de saltar para evitar terminar como los demás. Enfrente estaba el heterocromatico quien había visto de soslayo a los que saltaron, evitando aquel ataque.

—¡Tendrás que esforzarte más, Todoroki-san! —exclamó Yaoyorozu al ser una de las que había pensado con rapidez y elevado antes de terminar con los pies en el hielo.

—¡No vamos a dejarte escapar tan fácilmente, mitad y mitad!. —bramó el apellidado Bakugō, elevándose con sus explosiones.

Hatsulin tarareó en un pequeño sonidito en su garganta apretando sus puños que estaban cubiertos de flamas hasta el costado de sus antebrazos pero disminuyendo este mismo para no terminar quemando las mangas del uniforme. De la camisa que tenía debajo no se preocupaba, era del material de su traje de heroína, por lo que era resistente al fuego. Apagó el fuego de sus brazos impulsándose momentáneamente hacia adelante para caer de cuclillas al suelo, inmediatamente un sonido seco, como el vapor, se escuchó sonoramente bajo sus pies pero no tardó en colocarse en posición de correr pero dando un salto y activando el funcionamiento de sus botas, yendo hacia adelante, dejando un agujero en el hielo dónde se paró, mostrándose derretido y hecho agua.

Daba piruetas para caer con seguridad en los bordes de los límites a los lados de la pista de carrera pero para irse impulsando cada tanto con su quirk, yendo en zig-zag con velocidad, dejando una llamarada por dónde pasaba que se desvanecía con el aire, yendo lo suficientemente cerca de Shōto como para considerar que iba de segundo lugar. Por un momento las explosiones de Bakugō la sobrepasaron haciendo que viera de reojo hacia el chico y endureciera su rostro; rápidamente actuó y activando de nueva cuenta la funcionalidad de sus botas para impulsarse rápidamente hacia adelante y sobrepasarlo, escuchando su maldición e insulto.

Cuando terminó la pista se fue enderezando como para caer de pie y apagar sus botas, cayendo sobre uno de sus pies y al instante sobre el otro quedando algo inclinada hacia abajo. Dejó salir un pesado suspiro que se notaba al ser como el mismo vapor y agitar momentáneamente sus manos, golpeando la punta de sus pies contra el suelo para volver a retomar su carrera ya a pie.

❛Gracias por la indirecta idea, Enji-jisan. Este funcionamiento como propulsor de las botas me sirvió❜. Agradeció unos segundos a su tío debido a que recuerda que el funcionamiento de su traje tenía ese detalle de las botas, dando la impresión de que "volaba" pero sólo se trataba del funcionamiento de su quirk traspasado a sus pies y ayudado a manejar como un propulsor por sus botas. Le pareció una buena idea y no evitó usarla, era bastante útil, aunque no la usaba continuamente ya que, para hacerlo, podría llegarse a agitar y calentar si lo usaba demasiado seguido, como lo llega a usar él para estar elevado bastante tiempo.

Su vista fue rápidamente hacia Mineta que había salido expulsado repentinamente hacia otro lado debido a un golpe de... ¿un robot gigante? Se detuvo con distancia para ver a esa máquina que había evitado que, al parecer ya que no prestó mucha atención, atacará a su primo pero a su vez demostraba su impotente presencia de metal y circuitos, paralizando en sus lugares a los recién llegados ante la sorpresa. Por su parte, si estaba sorprendida, pero ahora quería saber cómo acabar con ellos; claramente eran un obstáculo.

—¡Aquí vienen los obstáculos! ¡la primera barrera; el robo-inferno!

Parpadeó un par de veces cuando escuchó aquello; se quedó en silencio analizando a aquel ❛robo-inferno❜ para poder saber cuales serían sus puntos débiles o en dónde podría atacar para acabarlo con facilidad y poder avanzar, porque era muy difícil simplemente rodearlo. Tomando en cuenta como golpeó a Mineta era claro que también atacaba; cualquier movimiento adverso que tuviera reaccionaría. Tragó saliva relamiendo sus labios unos momentos. Bien, tenía que actuar rápido.

En su pequeño análisis miró al apellidado Todoroki acercarse  hacia uno de aquellos robots, obviamente teniendo su distancia y después pisar el suelo con fuerza con su pie derecho congelando el suelo a la dirección del robot gigante y al instante congelarlo de pies a cabeza. Todos quedaron estupefactos por lo impresionante de su ataque, ella se quedó observando al robot congelado con sus cejas un poco alzadas para llevarlas hacia abajo, colocándose seria.

Escuchaba como algunos decían que podían tomar la ventaja de que estaba congelado y pasar por debajo de sus piernas de metal abiertas, pero considerando la posición tan riesgosa no soportaría. Incluso Shōto lo mencionó al escuchar y notar las intenciones de los demás de tomar esa ventaja y como lo dijo, el robot se desmoronó por aquella posición para nada estable evitando cualquier ventaja y bloqueando parte del paso. Aún así, más robo-infernos o los robots de cero puntos como escuchó de los que hicieron la prueba pública de ingreso a la U.A. fueron apareciendo bloqueando el paso.

—¡Todoroki, de la clase 1-A, ataco y defendió con un movimiento, que elegante! —exclamó Present Mic con entusiasmo—. ¡Increíble! ¡Es el primero! ¡Es, sabes, prácticamente, injusto! —seguía escuchándose su voz emocionada, sin inmutarse de las palabras de Aizawa sobre las habilidades del Todoroki—. ¡Lo que se esperaba de alguien que entró por recomendación! ¡Él nunca antes había luchado con ellos, pero esos robo-infernos no pudieron con sus movimientos élites!

Se quedó firme en su lugar mirándolos a todos con atención y una expresión concentrada, movía sus pupilas cada tanto a cada máquina llena de circuitos pero con modalidades de ataque para mirar un momento al público, como si buscará a su abuela por encima pero no la ubicó, al menos inmediatamente no así que se centró en sus objetivos.

Comenzó a tomar velocidad poco a poco; trotando hasta que terminó corriendo rápidamente. No tardó en activar su quirk en la zona de sus manos llena de bruma flameante para después moverlas hacia abajo e impulsarse hacia arriba dando un salto y activando la modalidad de sus botas para impulsarse lo suficiente y sobrepasar aquel robot totalmente hecho hielo y evitar aquel obstáculo y poder avanzar. Cayó de cuclillas apagando las flamas de sus brazos y enderezándose; más y más robots aparecieron en su camino.

Apretó sus puños y se enderezó con seguridad para comenzar a avanzar a tranquilos pasos hacia uno de los robo-infernos que se colocaron en su paso, escuchaba exclamaciones de sus compañeros preguntando que qué iba a hacer pero seguía centrada; el robo-inferno pareció voltear su cabeza de metal a su dirección, agachándola para tenerla en la mira. Fue ubicándola al instante y teniendo sus cordenadas; Hatsulin inclinó su cabeza hacia un lado con la misma expresión, provocando cierta intriga en los demás, tanto en los estudiantes como en el público.

Se agachó momentáneamente mientras tomaba una pequeña roca la cual hizo rebotar en su mano hasta agarrarla con firmeza con una mirada tranquila y neutra, hasta desinteresada. Varios estaban confundidos de que no hiciera nada más que moverse tranquila;  Present Mic en su lugar se había levantado de su asiento y apoyado una de sus manos en la mesa enfrente suyo, sosteniendo el micrófono en la otra, mostrándose intrigado y confundido mientras que Eraser Head seguía sentado en su silla observando serio pero atento.

La pelirroja miró hacia el robot que estaba listo para atacar pero en una acción repentina en un movimiento de su mano cerrada se llenó de bruma de fuego que se balanceaba de un lado a otro. Se fue colocando en posición con una mirada concentrada, dió un par de pasos hacia atrás sobre su pie como dando saltos y tomando impulso lanzó el pequeño escombro cubierto de una pequeña flama y al lanzarlo lo más alto que pudo chocó contra el pecho del robot quien se quedó fue quieto y pareció verse así mismo viendo como el escombro cayó al suelo y unas pequeñas chispas se quedaron imprengadas en el metal.

—Estorbas. —dijo Hatsulin mientras levantaba una de sus manos y chasqueó sus dedos, inmediatamente una flama se encendió provocando asombro. Una sonrisa se posó en sus labios inclinando su cabeza con sus ojos opacados, sin mostrar piedad; después de todo, sólo eran circuitos—. Bye-bye.

Movió levemente sus manos y el fuego comenzó a expandirse rápidamente por toda la superficie de metal y circuitos del robot, totalmente cubierto en fuego y flamas como una antorcha que dejó en shock a los estudiantes de las demás clases, asombrados a los espectadores y a los maestros que narraban todo; el robot dió pasos hacia atrás comenzando a derretirse y seguidamente cayó al suelo, cerca de otra robo-inferno y Hatsulin movió sus manos nuevamente y se repitió la acción incendiando primero su pierna y subir poco a poco, volviendo a caer y levantando aire, moviendo su coleta por la fuerza del aire.

—Qué... —murmuró Kaminari en shock y una postura caída, mientras que Mina estaba en la misma postura a su lado.

—Rayos... —culminó la de hebras y piel rosa casi llorando en su lugar.

Hatsulin resopló aire notorio mostrándose caliente debido al uso levemente excesivo de su quirk por aquellos ataques a los robo-infernos, inclinó su cabeza unos momentos con una mirada seria y neutra; al momento de jadear y dejar salir aquel aire caliente que se había acumulado en su interior rápidamente se fue reincorporando para comenzar a correr al tener el camino despejado pero por cada robot que se le acercaba o quería atravesarse en su camino usaba las mismas llamaradas de los anteriores robots y las incimeraba.

❛Bien, retomé camino❜. Colocó una mirada concentrada comenzando a correr mientras usaba llamaradas para apartar de su camino a los obstáculos y tratar de alcanzar a Shōto y superarlo; tenía que terminar de primera. Sabía bastante bien que su abuela estaba observándola y quería que fuera la mejor, la número uno; aunque no quería ganar con aquellos ideales pero debía hacerlo. Quedar como la número uno.

—¡Wow, Tsubomi Hatsulin de la clase 1-A está arrasando con estos robots! ¡ha hecho caer a dos robo-infernos con sus incesantes flamas! ¡Esta chica está en llamas! —escuchó la voz de Present Mic en los parlantes y por todo el estadio, junto con gritos emocionados del público—. ¡Al igual que Todoroki, es ingresada por recomendación! ¡Una cara bonita, pero con unas habilidades feroces dignas de una recomendada!

Mientras corría volvió a resoplar por el calor en su sistema. No era alarmante como para decir que quedaría fuera del juego y se volvería más lenta, simplemente era el restante calor en ella y que debía ir expulsándolo antes de agitarse más rápido de lo usual. Tenía que terminar aquella carrera lo más rápido que pudiera; no tardó en tener en la vista a su primo por lo que aceleró el paso para sobrepasarlo y tomar la delantera.

Entrecerró sus ojos ligeramente al ver a la lejanía y después fue frenando poco a poco. Sus ojos se extendieron un poco mientras levantaba su ceja; literalmente era un acantilado con cuerdas para pasar. Suspiró largamente ante aquel hecho, ya había visto varias veces el Festival Deportivo pero el hecho de participar en él era mucho más difícil; sentía demasiada presión y de igual manera la adrenalina de todo. Vio como Shōto pasaba gracias al uso de su quirk o al menos su lado derecho haciéndola fruncir su nariz un poco y comenzar a colocarse en posición. Ya los demás comenzaron a llegar detrás de ella, no debía atrasarse.

Sus pupilas miraron rápidamente su entorno viendo la delgada cuerda que era la única opción de salida para aquellos que no tuvieran un quirk aerodinámico como para pasar con más facilidad. Lamió levemente su labio sintiendo la saliva en su boca caliente. Bien, tenía una idea pero debía tomar más impulso así que, observando como algunos ya iban pasando comenzó a caminar de espaldas para tomar distancia y después comenzar a correr con toda la fuerza que tenía y enseriar su rostro.

Cuando estuvo lo suficientemente cerca de la orilla saltó con todas sus fuerzas y cuando descendió, activó nuevamente el funcionamiento de las botas junto con su quirk en sus pies y manos para poder nivelar y no perder el equilibrio; no tenía control en ese funcionamiento como su tío quien podía usarlo con más facilidad. Debía practicar esa modalidad, la tenía como para ocasiones como esas. Cuando se había elevado devuelta con su quirk cayó al otro lado sobre una de sus rodillas y colocando su mano en el suelo lleno de tierra, apagando las flamas al instante.

Suspiró largamente por el vacío que la había recorrido al prácticamente lanzarse a un acantilado, de verdad era una gran adrenalina hacer aquello. Agradecía que no le tenía fobias a las alturas o algo por el estilo, si no se le hubiera hecho mucho más difícil aquel hecho de saltar a un acantilado y no poder concentrarse para activar su quirk a tiempo. Lo había hecho como lo planeó aunque casi se cae al momento de llegar a tierra, pero nada malo pasó.

Un sonido extraño captó su atención, vio como casi a su lado algo blanquecino, fino pero firme cayó en el suelo. Lo vio fijamente notando que parecían ser... ¿telarañas? ¿un quirk de telarañas? Aquello captó su atención, viendo como al segundo una chica de cabello blanquecino caía firmemente mientras en sus dedos sobresalían las mismas telarañas; su cabello blanco y enmarañado se movió al caer casi a su lado. Sintió aquella sensación de deja vu que sintió el día de la prueba de admisión para recomendación en el momento que unos ojos rojizos y fríos la miraron detrás de sus cabellos. Ella frunció el ceño cuando se levantó casi ignorándola y siguió su camino. No debía distraerse.

❛Odio llegar a tener mala memoria a veces. ¿De dónde la conozco? Aparte del examen de admisión para recomendados...❜. Se quejó mientras avanzaba para poder alcanzar y superar a su primo. Esa mirada le era sumamente conocida, su rostro, todo de ella; la mirada llena de odio y resentimiento era lo que más recuerdos le traían, pero de una niña pequeña con diferentes gamas de colores ya que aquella chica de cabello blanco hasta la piel de otro color tenía. Agitó su cabeza, debe centrarse, después divagará en su a veces mala memoria.

Cuando llegó al otro obstáculo vio el letrero de advertencia; campo minado. Sopló un mechón que se atravesó en su visión, bien, tenía que ser más precavida. Era capaz de percibir el calor corporal de las personas, no de bombas ocultas como para ser arriesgada y sólo correr a la meta. Bueno... tampoco estaba mal esa idea, pero en un mal movimiento ahí si queda lisiada y no quiere eso. Se quedó en el inicio mirando con atención el suelo mientras que varios avanzaban y la pasaban; Shōto seguía a la cabeza y ella se quedaba atrás pero tampoco debía ser arriesgada. Vamos, debe pensar con la cabeza fría.

Notaba los bultos en el suelos viéndolos con atención así que suspiró. Bien, por lo menos casi dos metros de distancia en cada uno de ellos pero colocados al azar, aún así notaba un patrón debido a la separación entre si. Comenzó a adentrarse con cuidado pero a su vez velocidad, con su mirada fija en el suelo procurando no pisar alguna explosión, daba saltos de vez en cuando cuando veía desde lejos las minas y poder avanzar.

Otro sonido captó su atención, un crujido. Miró sobre su hombro levemente y de manera lenta cuando notó aquello, viendo prácticamente en el principio del campo minado; una cabellera revoltosa fue lo que captó su atención. Sus párpados se levantaron cuando confundieron el color, viendo como aquel adverso había medio pisado sin querer una de las bombas. Su cuello cosquilleó al momento de ver a otra persona en aquel lugar y simplemente actuó por impulso; se lanzó sobre esa persona cayendo sobre la tierra y evitando aquella explosión y arriesgando su puesto.

Escuchó el quejido del contrario cuando chocaron pero notando cómo ahora su mano cubierta mayormente por la tela de la camisa que tenía abajo presionó otra mina haciéndola apretar y mostrar sus dientes, se movió rápido y colocó en su espalda a su contrario para saltar a otro lado tocando descuidadamente otra explosión y provocándolas pero tratando de moverse rápido para poner a salvo a su contrario.

Poner... a salvo. ¿Eh?

—¿¡T-tsubomi-san!?

Se percató cuando pudo estar en un lugar más seguro y estable, todavía habían varios delante suyo debido a que había saltado más que nada de manera lateral y no hacia adelante. Sostenía las piernas a su contrario con una mirada un poco sorprendida mientras estaba rígida, todavía cargándolo en su espalda. Reconoció su voz hasta penas a pesar de que cuando se había movido entre las minas este medio exclamaba por sus movimientos bruscos. No se mostró sorprendida sinceramente, aunque así se sentía.

—¿¡Qué ha sido eso!? ¡la chica en llamas ha salvado el pellejo a uno de sus compañeros! —la voz de Present Mic le confirmó los hechos; actuó impulsivamente y evitó explosiones a su compañero—. ¡Esa no me la espere! ¿¡verdad, Aizawa!?

Ha tomado en cuenta la actitud de un héroe en importarle el bienestar de su compañero antes de avanzar. Pero es repentino, ya que es una prueba de todos contra todos. —ahora dijo la voz de su maestro Aizawa.

—¡Así es! ¡pero aún así, la multitud aclama enloquecida por la acción heróica de Tsubomi! ¡woah!

Se agachó poco a poco para poder colocar los pies de su contrario en la tierra, a pesar de sentirse incluso sorprendida de su impulso de salvar y ayudar se mostraba... normal, se enderezó dándole la espalda unos momentos a su ajeno para voltearse con una expresión neutra. Seguidamente inclinó su cabeza y sonrió.

—Debes ser más precavido, Midoriya-kun. —dijo levantando su mano y agitando los cabellos verdes y revoltosos de su compañero que estaba hecho tomate y con una expresión en shock. Se volteó para mirar unos segundos el suelo y tomar impulso para comenzar a saltar sucesivamente y poder avanzar al puesto que tenía con anterioridad e incluso superarlo.

❛E-ella... m-me cargó... ¿p-para salvarme?❜ Fueron los pensamientos del peliverde viendo a la pelirroja moviéndose rápida y hábilmente para estar otra vez de las primeras. Echó humo por sus orejas y volcanes imaginarios explotaron a su alrededor. ❛¿¡N-no era un enfrentamiento de todos contra t-todos!? ¿¡q-que pasó!?❜

Volviendo con Hatsulin, pudo avanzar rápidamente hacia adelante, al comenzar a tener ritmo comenzó a usar su quirk y el uso de sus botas para usar la gravedad y avanzar mientras estaba elevada y llegar a la posición de Shōto y superarlo. No faltaba mucho para que llegara a la meta final y no podía quedar tan atrás. Al menos tomó la posición de estar entre las primeras de la delantera. Aún así, estaba pensativa; no se arrepintió de ayudar a Midoriya pero... la razón de que se moviera tan impulsivamente no fue por impulso de heroísmo, al menos no todo; el desencadenante de aquello es ver a Midoriya. Entrecerró sus ojos unos segundos mientras avanzaba dando saltos luego de caminar con cuidado y elevarse cada tanto con su quirk, cuidando no rozar alguna explosión.

«—Debes ser más precavido, Yūta-kun.

Una apenada pero afable risita se escuchó por parte del chico a quien estaba curando los golpes que se había dado en la caída; por poco y no se tumba uno de los dientes también, ya que la encías le habían sangrado.

—Perdón. —se disculpó el peliazul, con una mano en su nuca—. Fue un impulso.

—Te caiste en un bache en el suelo por andar caminando distraído y al tropezarte te golpeaste la cara.

—U-un impulso repentino. —dijo ruborizado con sus ojos en blanco para después cerrarlos nervioso pero determinado—. Estaba concentrado.

—Claro...»

—Yūta-kun...

Con una mirada un poco ida susurró su nombre, de alguna manera aquel momento había llegado tan inconsciente a su cuerpo como para creer verlo y rememorar el recuerdo de Yūta tropezándose con un bache en Izuku cuando éste se tropezó con una mina de explosión. Si, es bastante diferente la razón de que uno saliera lastimado y uno casi, pero la situación le fue familiar sin que lo notara, Yūta y Midoriya le fueron tan familiares en el momento que, lo más seguro, fue por eso que actuó por impulso.

❛Igual de distraídos❜ Pensó inevitablemente en el hecho de que, tomándolos en cuenta a cada uno, los dos eran distraídos. A su manera, puede que haya sido de momento Midoriya al no haber tomado su ritmo para avanzar entre las bombas, pero le recordaba a Yūta en le hecho de tropezarse con cualquier cosa al estar tan concentrado en sus cosas. Una muda risita salió de entre sus labios por esos recuerdos para enseriar su rostro.

Entrecerró una vez más los ojos y se impulsó con brasas encendidas hacia abajo para saltar e impulsarse, quedando a unos metros de Todoroki quien estaba con su ritmo y manteniendo la delantera. Lo había logrado alcanzar, ahora tenía que superarlo. Notó como él volteó sobre su hombro unos momentos viéndola por el rabillo del ojo, simplemente le sonrió con convicción mientras corría y se mantenía alerta.

Vio una mirada fulminante de parte del bicolor pero a su vez fría, a pesar de que la veía por su ojo izquierdo, cubierto por las cicatriz. Hatsulin desactivó su quirk para poder comenzar a avanzar más rápido y poco a poco quedar a su par corriendo y buscando sobrepasarlo, ya sin usar ninguno su quirk pero teniendo en la mira ganar. Miró hacia el frente centrada en ser la primera en la meta aunque la presencia y sonidos de explosiones de alguien llamó su atención hasta que se metió a su lado, reacciono medio agachándose cuando trataron de atacarla con una explosión, viendo el humo restante sobresalir de la mano del recién llegado y quién estaba en medio de ella y Shōto.

—¡Quiténse de mi camino, malditos extras! ¡yo seré el número uno! —exclamó Bakugō de manera cruda y molesta lanzándole golpes a Shōto quien los bloqueaba y a su vez devolvía; prácticamente estaban peleando entre ellos.

Colocó una mirada sorprendida e impresionada por el hecho de que, a pesar de estar corriendo estaban peleando. Su ceja derecha tembló un poco por verlos pelearse y perder el tiempo, podrían simplemente avanzar y buscar llegar a la meta como el primero. Frunció el ceño unos momentos observándolos todavía hasta encontrarse con los feroces ojos de Bakugō quien la veían con rabia e impotencia, volvió a agacharse por el golpe que quiso darle manteniendo sus brazos levantados para evitar cualquier cosa.

❛¿Qué hace? ¿por qué no sólo avanza, tonto?❜ Se preguntó en su mente confundida mientras se movía para evitar golpes de su parte, sus pupilas se reducieron cuando en un momento le agarró de la manga de su camisa y la jaloneó hacia él, tensó su cuerpo y zarandeó su brazo medio tropezándose pero dándole un golpe a su mano por aquello, lo escuchó gruñir viéndolo enloquecido y bastante molesto. Vaya cordinación como para buscar pelear con ella y con Shōto quien cuando iba a aprovechar y tomar la delantera era detenido por los ataques de Bakugō.

Apretó levemente su mandíbula. No podía perder el tiempo con esto, a propósito fue perdiendo velocidad frenando con sus botas unos momentos provocando que la tierra se levantara pero teniendo precaución ante cualquier explosión que hubiera en el suelo. El cenizo miró hacia el lado en dónde estaba ella y pareció ver alterado a su alrededor hasta dar con su persona detrás de ambos masculinos retomando su corrida, teniendo unos dos metros de distancia de ellos. Bien, tenía que hacer algo más, no podía simplemente perder el tiempo con esas peleas, debía quedar de primera. Debía hacerlo, era su deber...

Una enorme explosión detrás de ella la sacó de su trance al momento que iba acumulando fuego en su cuerpo para poder trasladarlos a sus pies como había tenía planeado. Su corazón dió un vuelco por el inmenso sonido, no era como las explosiones de Bakugō, esta era demasiado potente. Mientras corría miró hacia atrás algo exaltada y sorprendida por aquello; algo había salido disparado del humo de la explosión provocada por las minas y bombas pero... según había notado, no eran TAN potentes para hacer tal sonido. El humo se disipó y al achicar sus ojos para distinguir que era, distinguió un pedazo de metal y a...

—¿Midoriya-kun?... —murmuró en un susurro sorprendido al distinguirlo, volando en el aire. El chico pasó por su cabeza mientras lo seguía impresionada y casi en shock, perdiendo unos segundos la velocidad, pero ver cómo sobrepasaba a Shōto y Katsuki y estos dejaban de pelear para alcanzarlo la hicieron colocarse alerta.

Se alertó más para poder colocar firmeza en sus piernas y avanzar con toda la velocidad que tuviera, llegando nuevamente detrás de ellos para alcanzarlos y superarlos. Midoriya ahora era la cabecilla de la carrera, Todoroki y Bakugō peleaban por el segundo y primer puesto, y por último, ella iba detrás de ellos. Tenía que buscar como maniobrar para pasarlos. Agradecía ser buena corriendo porque poco a poco se iba colocando a la par de su primo y el chico de las explosiones pero retirada de su lado; aunque ahora perseguían a Midoriya no quería que la metieran en una pelea y la retrasaran.

Por el rabillo del ojo, un poco enfrente suyo mientras se iba colocando a la par, vio a Midoriya Izuku hacer una maniobra y girar en el aire con aquel pedazo de chatarra que lo más seguro fue que eran de los robots, sus pies se apoyaron firmemente en el hombro de Shōto y Katsuki y con fuerza golpeó aquel pedazo de chatarra contra el suelo. Se confundió con eso pero la explosión que se alzó junto con el humo y la tierra le dió a saber su estrategia; usaba las explosiones a su favor. Lo vio salir disparado hacia adelante y hacia el túnel que parecía ser la meta, su mundo se detuvo por unos segundos ante aquel resultado.

Pero, después se sintió motivada de alguna manera, su rostro se volvió expresivo y sonrió; volvió a acumular el fuego en sus manos y sus piernas para activarlo al momento de saltar e impulsarse al correr lo suficiente; simultáneamente las brasas salieron encendidas y la impulsaron rápidamente hacia adelante siguiendo los pasos de Midoriya. Por un momento no escuchó nada más que el aire, sentía sus manos, su cuerpo quemar por unos segundos, hasta que como si saliera del agua sus oídos fueron llenados de los gritos del estadío.

—¡Midoriya Izuku, del curso de héroes 1-A, ha sido el ganador de esta carrera de obstáculos! ¡un nombre para recordar! Y seguido de él... ¡Tsubomi Hatsulin, también del curso de héroes, llega en segundo pisándole los talones! ¡Vaya chica más escurridiza!

Se tambaleó al momento de que aterrizó, yéndose varios pasos hacia adelante pero pudo tomar equilibrio con sus brazos extendidos. Tuvo su cuerpo inclinado momentáneamente hacia abajo hasta que se enderezó, resopló unos momentos algunos cabellos atravesados en su visión y después agitó varias veces sus manos cuando las observó y las vio todavía cubiertas en flamas, vio el vapor disiparse entre sus dedos cuando las apagó como apagar alguna hoja de papel incendiándose.

Se quedó parada ahí mismo jadeando unos momentos por el calor que volvió a recorrerla por aquel movimiento recargado de flamas. Sus mejillas habían tomado un suave tono rojizo, sentía su corazón palpitar ante el entusiasmo y la adrenalina que la recorrió. Vio como poco a poco llegaban los otros participantes, poco después de que ella pasará llegó su primo y después Bakugō, quedando el bicolor en tercer lugar y el cenizo en cuarto. Se veía... bastante molesto. Miró a su alrededor y miró hacia Midoriya viéndolo recuperarse en el suelo, no muy lejos de ella. Con pasos lentos se acercó hacia él y se colocó enfrente suyo.

El peliverde parecía muerto del susto que tenía sus ojos en blanco cuando la miró al momento de estar cerca suyo. Se mostró sorprendido y aún más cuando se inclinó y le extendió la mano; le sonrió mostrando sus dientes con un brillo de determinación en sus ojos. El contrario tembló hecho tomate en su lugar, como ha notado que reacciona mayormente con mujeres. Era tan tierno.

—Eres distraído, arriesgado pero lleno de sorpresas, Midoriya-kun. —dijo afable y entusiasta, esperando que tomara su mano cosa que confundido y tembloroso hizo, levantándose con su ayuda—. ¡Me gusta! ¡seamos amigos!

—¿¡E-eh!? —soltó casi apunto de echar vapor por su rostro, el cual gracias a que estaba todo rojo sobresalían más aquellas pecas en sus mejillas.

Hatsulin le dió varias palmaditas amigables en su cabeza para revolverle el cabello, al hacerlo lo dejó físicamente tranquilo y le mostró el pulgar con un guiño y una sonrisa. —¡Gran carrera! ¡suerte en las demás, no dejaré que me ganes tan fácilmente la próxima!

Se volteó luego de revolverle una vez más sus cabellos verdosos y revoltosos. Dejó a un confundido y nervioso chico detrás de ella cuando se alejó, sentía una gran emoción en su pecho justo ahora por lo que había sucedido. La determinación y la manera en la que él se recuperaba la motivaron enormemente, se sentía feliz de que haya llegado como primer lugar en la carrera, pero... quitó su sonrisa ante aquel pensamiento respecto a quedar en segundo lugar. Personalmente estaba bien con ese resultado, aunque no dió TODO de si para guardar energía para la próxima etapa, estaba bien, se esforzó.

—¡Oi, oi, maldita pirómana! —sus pensamientos fueron interrumpidos por la voz de Bakugō, sin cambiar su expresión lo volteó a mirar soltando un pequeño «¿Mm?» en curiosidad; él venía a zancadas a su dirección, con sus brazos tensos aunque... demasiado tensos, vio como por un segundo se sostuvo el antebrazo con una mueca y después la miró con enojo—. ¡No permitiré que me sigas sobrepasando o ignorando, maldita enana! ¡ni tú ni el maldito Deku van a superarme otra vez! ¡los voy a acabar!

—¿Otra vez mencionando eso y a Midoriya-kun?... —susurró para si misma mirándola mientras inclinaba su cabeza un poco por su repentino enojo, a lo mejor porque no quedó entre los tres primeros o por su usual enojo—. No te estaba ignorando, sólamente estaba centrada en llegar a la meta, Bakugō-kun.

—¡Cállate, no te pregunté, pirómana! —bramó el chico dispuesto a soltar pequeñas explosiones en sus manos pero al momento se contrajo y sostuvo sus antebrazos. Su expresión se suavizó y se mostró preocupada.

—Oye, ¿estás bien? —cuestionó al notar cierto dolor en él, supuso que era por el uso excesivo de su quirk de explosiones. Ya que ahora que lo pensaba en toda la carrera lo vio usando su quirk, sin parar.

—¡Alejate! —rápidamente reaccionó alejándose de ella y haciéndola detenerse, confundida y viéndolo preocupada. El chico tenía hasta los ojos rojos del enojo—. ¡Deja de preocuparte por mi! ¡te lo dije y te lo seguiré diciendo; no necesito que nadie se preocupe por mi! —señaló haciendo un movimiento brusco con su brazo—. ¡Tu eres mi rival, una piedra en mi camino, sólamente eso! ¡Así que como el maldito mitad y mitad, no le declares la guerra a la persona equivocada! ¡Mírame a mí como un rival porque soy bastante capaz de acabar contigo, soy más fuerte que Deku, que el mitad-mitad!

Se quedó observándolo fijamente por sus quejas, nuevamente percibió un pequeño sentimiento de frustración e impotencia en él haciéndola curvear sus cejas un poco al darse de cuenta que muy seguramente se sintió de lado. Si consideraba su carácter había sido un golpe a su orgullo que no lo tomarán en cuenta como un rival como para que le hicieran una declaración de guerra. Ladeó su cabeza un poco mientras entrecerraba sus ojos, podía verlo temblar, le recordaba a un Chihuahua furioso o a un Pomerania enojado.

Miró de soslayo al público y después lo volvió a observar a él, siguió manteniendo una expresión seria en su rostro sin mostrarse expresiva. Seguidamente levantó su brazo y le extendió la mano, el contrario se exaltó mínimamente por aquello y la vio con confusión pero todavía con aquel toque de enojo y furia en sus ojos. Estuvo apunto de abrir la boca y gritarle en explicación de que le extendiera la mano así, pero la chica lo interrumpió al hablar primero.

—Sinceramente no creo que seas menos que los demás. Admito con seguridad que eres uno de los integrantes de la A más fuertes que conozco, aunque eres gruñón y orgulloso, me doy de cuenta que de verdad estás dispuesto a dar todo. Admiro tu gran disposición a ganar y ser fuerte, eso es admirable, al menos para mí. —dijo de manera segura y seria, recibiendo una mirada todavía confundida y desconcertada del furioso chico por sus palabras. Veía su rostro de manera penetrante en busca de signos de burla pero seguía igual; neutra—. Te considero alguien fuerte y un gran rival, uno problemático porque sé que sería difícil derrotarte, lo digo en serio. Así que, Bakugō Katsuki-kun, acepta esta declaración de guerra.

Bakugō se quedó en total silencio mientras se colocaba imperceptiblemente rígido al comenzar a enderezarse y ver levemente hacia abajo por la diferencia de altura. Sus pupilas se movieron un poco viendo su rostro y luego su mano, se quedó observando esta misma hasta que endureció sus facciones con una mirada fría e intensa en ella. Levantó su mano con lentitud al principio pero después estrechó su mano con fuerza para nada compasiva, cerrando de esa manera aquella declaración de guerra. Hatsulin apretó su mano devuelta y Katsuki creyó sentir como su mano se calentó de repente, escuchando el característico sonido del vapor pero antes de decir algo ella soltó su mano y se volteó, sin mostrarse sonriente como suele hacerlo.

Hatsulin dejó atrás a su ahora rival y contrincante en aquella declaración de guerra. Había sido un poco inconsciente al hacerle esa declaración de guerra ya que no estaba en sus planes hacerlo, pero tampoco estaba mal; en todo caso de enfrentarse en algún momento contra él o Shōto tendrían los resultados decisivos de la guerra. Su abuela estaría bien con eso, declarar la guerra a aquellos que podrían ser grandes rivales y obstáculos en ganar. Los consideraba bastante fuertes, admirables por sus quirk, en parte había sido aquella parte suya emocionada con enfrentarse a personas fuertes, para mostrar su fuerza y divertirse en aquel evento.

Pero... sabía que eso no era lo que quería la abuela, Atsuko quería que quedará de primera, se luciera por la familia. Sabía y de alguna manera sentía, mientras miraba a la nada con una expresión neutral en espera que todos llegarán, que la estaba viendo con aquellos ojos azulados y fríos desde el público, juzgándola y pensando en lo mediocre que fue por terminar en ese puesto.

Efectivamente era así; Tsubomi Atsuko desde lo más alto del público veía todo; bien vestida, elegante e intimidante, tenía unas gafas caras y bellas de sol cubriendo sus ojos azulados que estaban fijos en su nieta, a pesar de la distancia la tenía fija en su mira. Llevó su cuidada mano con sus uñas perfectamente arregladas a los lentes y los bajó, descubriendo sus vacíos y no compasivos ojos al bajarlos con levedad, sus labios juntos en una expresión neutra. Juzgaron sin piedad a su nieta mientras que otra cabellera rojiza a su lado veían hacia allá, con una expresión cansada físicamente pero con una sonrisa en sus labios.

—No sonrías. —la tersa y cruel voz de Atsuko resonaron en sus oídos haciéndola colocarse rígida. La mayor acomodó sus lentes dónde iban levantando su mentón, impotente y fría—. No sientas orgullo por ella, no ha logrado más que ser la primera perdedora.

Su contraria la miró estupefacta hasta que entristeció su rostro y lo agachó, mirando hacia su hija que como si sintiera la presencia de su abuela estaba firme y neutra, con aquella bella pero triste mirada azulada opaca. Apretó sus puños escuchando el chasquido de Atsuko, quien cruzó, elegante y femenina, su pierna sobre la otra.

—Hasta ahora ha sido insatisfactoria. —dijo en un murmuro, haciendo sonar su labios. Su mirada se oscureció aún con aquella mirada fría y sin sentimiento, endureciendo su rostro—. Debes ganar, ser la mejor, Hatsulin...

Eiko miraba preocupada a su hija desde la lejanía. Aquellas crueles palabras de a quien ni sabía si llamar suegra le daban escalofríos por qué sabía la magnitud de lo que decía, lo sabía muy bien pero... no podía objetar o hacer nada, sólo desear que su hija diera todo de si para no terminar con lo que más temía de Atsuko.

O tendrás consecuencias...

→S H A N X L A B Y X←

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