❪𝟯𝟯❫ ; 𝗻𝗼 𝗺𝗲𝗿𝗰𝘆.

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ARC TWO; WINGS❫
*╔═══❖•ೋ°💙°ೋ•❖═══╗*

CAPÍTULO TREINTA Y TRES
SIN PIEDAD
❛Bakugō versus Tsubomi❜

┍━━━━╝✹╚━━━━┑
©Shanxlabyx
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—¡POR FIN, LA ÚLTIMA BATALLA DEL Festival de la U.A.! —fue la exclamación de Present Mic, volviendo loco al público, emocionándolos muchísimo más por aquel próximo desenlace—. ¡El mejor de primero se decidirá en este combate!

Nadie dejaba de gritar. Conforme el hombre de voz bastante sonora iba hablando, todos se emocionaban aún más. Algunos se colocaban conmocionados, otros nerviosos, otros asustados, otros expectantes, otros preocupados. Se esperaba bastante de los siguientes peleadores, hasta ahora los dos más fuerte del primer año que se enfrentarían entre si para poder decidir quién era el mejor y número uno del primer año, justo como aquel rubio escandaloso estaba diciendo.

Este mismo había girado con euforia en su silla con uno de sus brazos extendidos hacia arriba mientras que su mano contraria estaba sosteniendo el micrófono para tenerlo a la par de su boca y poder decir y narrar todo a los demás. Detuvo sus giros al sostenerse del escritorio mostrándose más que emocionado y extasiado. Aizawa en el fondo de aquel lugar estaba con una mirada bastante aburrida al igual que sus facciones completamente vendadas. Estaba más que nada expectante a lo que sucedería entre sus estudiantes.

¡Es decir, estamos en la final!

Todos veían impacientes como cada uno de los siguientes y finales peleadores subían al cuadrilátero, aumentando más las aclamaciones por la pelea; se pudo notar como gritaban con más fuerza el apellido «Tsubomi» cuando esta misma comenzó a hacerse ver y de igual manera subir por las escaleras. Apoyándola y animándola a qué diera todo de si para poder ganar.

Lo tenía bien en claro. Aunque no en la manera que ellos pensaban o creían. La manera en la que le habían impuesto sobre ganar a toda costa era de una forma que realmente no quería. Pensaba seriamente en levantar la mano y voltearse hacia Midnight para decirle «No quiero pelear. Abandono» para evitar hacer una locura como estaba insinuando hacer su abuela pero... no tenía el suficiente coraje para hacerlo así que, sólo mostró un rostro serio, perdido y concentrado en cuanto estuvo encima del cuadrilátero separada por varios metros de su rival.

Este mismo la veía fijamente, sin quitarle los ojos de encima ni un segundo. Estaba preparado a cualquier movimiento que hiciera, pero sólo se abstenía a mirarlo algunos segundos y perder su mirada en algún punto ciego, mientras sus ojos estaban totalmente opacos y oscurecidos. Parecía bastante metida en sus pensamientos, pero a su vez estaba atenta.

—¡Del curso de héroes, Tsubomi Hatsulin! —inmediatamente una gran mayoría gritó en apoyo a la aludida ante la presentación de Present Mic. Ella sólo los escuchó junto con la explosión en la entrada, observando finalmente de forma fija a su contrincante al levantar el rostro—. Versus... —Hizashi hizo una pequeña pausa en suspenso—. ¡También del curso de héroes, Bakugō Katsuki!

Una vez más sus ojos se encontraron, en una intensa y a su vez inexplicable pelea de miradas antes de tan siquiera haber algún movimiento o que hayan dado el inicio de la pelea. Bakugō asentuó su ceño mientras se iba colocando en posición y abría sus manos moviendo sus dedos, sacando pequeñas chispas al prepararse para atacar o arrasar con ella si es que prefería atacar primero. Era un poco impredecible el saber si atacará primero o no, siempre depende (según vio) de contra quien pelea, así que prefería estar más que alerta.

Los ojos ahora oscuros de la pelirroja estaban fijos en él, sin demostrar nada. Tenía una expresión un poco vacía, casi sin vida. Parecía incluso hasta ida por la manera en que no hacía gesto alguno o movía algún músculo, sus hombros estaban caídos de la misma manera que la hacía parecer cargar algún inmenso peso encima, como siempre, pero ahora era más grande que antes. Su rostro se agachó un poco pero sin dejar de observar al cenizo, quien entrecerró sus ojos un poco por ver finalmente un gesto en ella así que se preparó.

Ahora... ¡START!

El primero en comenzar a atacar fue Bakugō quien hizo múltiples y por ahora pequeñas explosiones en su mano derecha para después impulsarla hacia atrás y después hacia adelante, sosteniéndose su muñeca para poder tener bien proyectada la dirección e intensidad de su ataque. Continuamente una gran exposición fue dirigida hacia la dirección de la chica, sin tener tacto como ha demostrado en sus peleas que es.

El cabello de Hatsulin ondeó por el aire caliente que se acercó por el impulso de la explosión dirigiéndose hacia ella; levantó sus pupilas para ver aquel ataque como percatándose de que había sido lanzado. Aún así, su cuerpo reaccionó colocándose en una posición de defensa y levantando su brazo izquierdo, lanzó un ataque de flamas que se entremezclaron con el mismo fuego de aquella explosión de nitroglicerina, repeliendo aquel ataque que se esparció entre pequeñas y restantes flamas por el cuadrilátero, ganándose gritos conmocionados del público.

Las cejas del cenizo se levantaron ligeramente por ver su accionar referente a su ataque. Su mandíbula se apretó levemente al pensar que había podido repeler una explosión suya. Comenzó a pensar profunda y rápidamente respecto a cómo era su quirk en magnitud, haciendo uso de su pensante cabeza y tratando de atar cabos para poder tener una respuesta. Chasqueó su lengua con cierta rabia. Sin darle vueltas al asunto se volvió a colocar alerta y a la defensiva.

—¿¡Qué pasa, pirómana!? ¿¡Por qué no te acercas!? —bramó con enojo y a su vez buscando provocarla lo suficiente para que atacará. Se medio inclinó con sus manos preparadas y soltando más explosiones—. ¡Vamos, pelea de una vez!

La chica pareció levantar el rostro a su dirección, aunque sin cambiar de expresión. Sus labios se separaron un poco mostrando de manera tenue sus dientes hasta ocultarlos. Su mirada no cambiaba en ningún momento, sus dedos titubearon un poco pero con una profunda y rápida respiración, claramente caliente por el hecho de que se vio como vapor, se lanzó a correr velozmente hacia él. El chico pareció sonreír con satisfacción por un pequeño segundo para endurecer su rostro y colocarse en posición.

Cuando vio como se acercó, volvió a lanzar una explosión. Observó esta vez con atención como volvía a hacer el mismo ataque de repeler sus explosiones haciéndolo analizar ese hecho y pensar en su quirk con exactitud; dudaba bastante que fuera simple fuego o algo así como parecía ser, un quirk común de fuego no podría ser capaz de repeler explosiones o hacer un impacto con las brasas para desviarlas con facilidad. Observó fijamente como se impulsó con sus flamas al instante que volvió a repeler una de sus explosiones y dió un giro hacia un lado.

Frunció su ceño una vez más, concentrado, pensando en su quirk en el proceso mientras lanzaba explosiones. Al igual que en la pelea contra Shōto Hatsulin buscaba acercarse a su oponente, ella era consciente de que si quería ganar debía tener una pelea cuerpo a cuerpo contra él, dejarlo sin... capacidad de seguir peleando. Bufó con levedad y a su vez inercia cuando volvió a repeler hacia un lado una explosión gracias al uso de piroquinesis de su quirk que podría repeler y en parte tener un poco el control de sus explosiones para poder hacer aquello, sobrepasó una cortina de humo que dejó restante la anterior explosión mientras se impulsaba. Dió un giro en el aire de manera karateca para poder atacar de una fuerte patada a su contrario, este mismo reaccionó lo suficiente como para cubrirse con sus brazos bloqueando su patada y siendo algo arrastrado hacia atrás por la magnitud del golpe.

Una mueca surcó sus labios por el dolor que sintió en sus antebrazos por aquella patada. Joder, de verdad tenía fuerza en las piernas. Ya veía porque es que peleaba con ellas. Gruñó mientras separaba sus brazos para volver a tener su posición de pelea y alerta, vio como ella sin perder tiempo volvió a correr hacia él. Observó aquellas brasas características de su quirk aparecer en sus manos y parte de sus brazos, viendo como quemaban un poco las mangas de la prenda que tenía debajo del uniforme.

La chica levantó su mano para hacer aparecer y a su vez de igual manera levantar una pared sucesiva de fuego, en simulación a cuando su primo lanzaba sus picos de hielo y estos iban apareciendo de manera simultánea hacia su objetivo. El cenizo reaccionó y bloqueó dicho ataque con su explosión levantando inmediatamente una cortina de humo haciéndolo maldecir cuando quedó cegado y perdiéndola de vista.

—Maldición. ¿Acaso quería esto? —cuestionó con voz enojada y en un murmuro para si mismo mientras tenía uno de sus brazos un poco levantado alerta a qué ella apareciera en cualquier momento—. ¡De nada te sirve esconderte!

Esperó escucharla correr a su dirección. Volteaba cada tanto, atento a cualquier sonido o movimiento presente que le diera indicio de su presencia. Mientras tanto, detrás de él emergió una cabellera rojiza que se elevó, al anteriormente haberse impulsado; su rostro perdido fue presente mientras que en la suela de una de sus botas sobresalía flamas que la ayudarían a impulsar más.

Bakugō sintió un pequeño cosquilleo en su nuca y cuando volteó hacia atrás, Tsubomi no tuvo piedad ni le dió tiempo de reaccionar cuando activó su quirk en su calzado para impulsar tanto por si misma como por aquel accionar su pierna hacia adelante y hacia arriba. Golpeó el rostro, específicamente la nariz, del chico quien quedó desorbitado por lo repentino que fue. Su nariz no tardó en colocarse roja y a comenzar a chorrear sangre. Se sostuvo esta misma haciendo una mueca y gruñendo.

Miró con sus ojos enloquecidos a la pelirroja que cayó enfrente agachada, notando como no había cambiado la expresión desde que había subido con él a la arena. Cuando notó como lanzaba otra patada, bloqueó y sostuvo su pierna alzada evitando que golpeara su rostro.

—¿¡Acaso sólo sabes dar patadas!? ¡Deja de jugar conmigo, y usa tu quirk!

La chica levantó su ojos opacos conectándolos con los del masculino. Flexionó la pierna que él sostenía, apoyándola un poco en su hombro para poder impulsarse hacia él, el chico se mostró desconcertado y sorprendido cuando ella se movió girando terminando prácticamente sobre sus hombros, aunque no se quedó allí, ya que aún haciendo impulso y aferrando ambas piernas a su cuello (ya que logró zafarse) usó su peso en su contra y terminó cayendo hacia el suelo de espaldas, sacándole un gruñido en seco por el golpe.

—¡Wow, Tsubomi se ha movido tan ágilmente al punto de hacer caer a su oponente! ¡De verdad es muy escurridiza! —gritó impresionado e intrigado Present Mic al ver aquella maniobra.

Bakugō abrió sus ojos rojizos inmediatamente viendo hacia la chica, su mano chispeó y lanzó una explosión hacia ella. Vio como el humo cubría su rostro y ella aflojaba su agarre así que aprovechó y tomó su brazo para levantarse mientras se impulsaba y después, la lanzaba hacia otro lado. La chica con un pequeño rasguño en su mejilla se sostuvo del suelo al usar su peso en el aire y descender, cayendo de cuclillas para levantarse. Levantó su mano y limpió con el dorso su mejilla sintiendo ardor en ella, sus ojos seguían fijos en el chico.

Se veía bastante molesto, más de lo usual, parecía inconforme con algo aunque no le interesaba... Bueno, aquella parte curiosa de ella tenía interés sobre porque él se veía casi desesperado, aunque más desespero de estar impaciente que de preocupado, pero tenía que estar centrada en ganar a como de lugar. Vio como limpiaba con brusquedad la sangre que cayó de su nariz y mostró sus dientes.

—¿¡Que mierda pasa, huh!? ¿¡Por qué sólo me atacas de forma cotidiana!? ¡Tienes que usar tu maldito quirk! —gritó enojado y en rabia, haciendo un movimiento brusco con su mano, que no dejaban de chispear—. ¿¡No que me habías hecho una declaración de guerra!? ¡Pues da una guerra cómo es, pirómana!

La chica levantó un poco sus párpados y sus cejas por sus palabras, reaccionando a lo que había dicho. Aunque sin poder reaccionar a como Katsuki se había impulsado hacia ella con una explosión y lo siguiente que sintió fue como una mano se aferraba a su cabeza y recogía con fiereza los cabellos de su flequillo hacia atrás. Abrió mas sus ojos por inercia mientras mostraba ligeramente sus dientes al sentir como la jalaban hacia atrás y terminaba cayendo, chocando con más fuerza su cabeza en el pavimento de la arena.

Abrió sus ojos un poco consternada, mostrando finalmente un sentimiento distinto en su rostro, vio como el chico le sostenía la cabeza contra el suelo con fuerza y estaba haciendo explosiones con su otra mano. Conectó miradas con él haciéndola curvear un poco sus cejas cuando comenzó a percibir un sentimiento de frustración venir de él, pero salió de sus pensamientos para bloquear su ataque y después golpeando con su brazo su pecho para alejarlo y volviendo a patearlo para poder alejarlo y poder levantarse, retrocediendo por inercia.

El chico a unos pocos metros de ella gruñó con rabia para después sin soportarlo lanzarse hacia ella, lanzando un puño que ella esquivó al moverse e inclinarse hacia un lado. Luego bloqueó con su brazo otro golpe que vino de él. Se sentía altamente desconcertada y a su vez... ¿nerviosa? Por la reacción que estaba teniendo el chico, sobretodo sus sentimientos. Otra vez esos sentimientos de rabia y frustración.

—¡Joder, pelea como se debe! —reaccionó sintiendo un jaloneo en su brazo, lo sostuvo tratando de hacer distancia. Vio los ojos de Bakugō inyectados de sangre y de desesperación, agregando una gran ira. Sus ojos estaban todavía opacos y perdidos pero ahora fijándose en lo que decía—. ¡Pelea, mierda! ¿¡Ahora que te pasa!? ¡Si no peleas como se debe, te obligaré a hacerlo!

Mientras se zarandeaba para tratar de apartarse de él, sintió como fue apresada, de tal manera que sentía como el chico trataba de hacerle una llave a su cabeza. Un pequeño tic apareció en su ojo mientras sentía una horrible sensación por la forma en que la estaba agarrando, sus ojos se opacaron por completo cuando había puesto una expresión un poco alterada, hasta esfumarse volviéndose opaca y perdida. Cualquier brillo existente desapareció por completo cuando se sintió en un escenario diferente, sintiendo su mente apagarse en ese momento.

Colocando su puño en su palma y alzando el brazo de dicho puño de forma flexionada, tomó impulsó y fuerza aprovechando el estar contra el costado de su cuerpo, para después, con gran fuerza impactar su codo y brazo contra sus costillas una vez. Un ahogado quejido salió de entre los labios del chico por el golpe, sosteniéndola aún. Abrió sus ojos alterado y ahogando otra vez un quejido cuando repitió el mismo golpe por lo menos tres veces más, al punto que sintió un inmenso dolor y como se le iba el aire. La soltó y a su vez empujó lejos de él para recuperar el aliento, sosteniéndose el costado de sus costillas con sus ojos abiertos de par en par mientras tosía y jadeaba algo alterado.

❛¿¡Qué golpes fueron esos!?❜ Katsuki miró hacia la pelirroja que se reincorporaba nuevamente con aquella mirada totalmente muerta y opaca. Limpió con su otra mano sus labios al escaparsele un poco de saliva, joder, sentía un inmenso dolor en el costado de su torso, en sus cosquillas. ¿Qué rayos? ¡Dolía demasiado! Hatsulin levantó el rostro hacia él un tanto inclinado, nuevamente se impulsó hacia el chico quien al sentirse un poco ahogado todavía levantó una explosión para bloquear su camino y poder recuperarse unos segundos.

Hatsulin efectivamente se detuvo viendo aquella explosión atravesada en su camino. Simplemente con brusquedad zarandeó su mano para repeler una vez más su explosión, aunque casi al instante el chico se abrió paso y aprovechando su repentina llegada la sostuvo y le golpeó el abdomen. Le sacó el aire haciéndola toser secamente una vez por inercia. Escuchó el característico sonido de chispas así que sin importarle el dolor e impacto de su estómago, sostuvo su brazo y pasó por debajo de este para quedar detrás de él, viendo como entre su palma emergían pequeñas explosiones. Dobló su brazo hacia atrás golpeando sus piernas para que pierda el equilibrio y caiga boca abajo, aprovechó eso y se colocó encima suyo mientras doblaba su brazo en su espalda, inmovilizando aquella extremidad y sacándole ahogados y enojados quejidos por el hecho que no dejaba de doblarlo.

Seguía absorta de sus quejidos retenidos y ahogados, no paraba de doblar su brazo sintiendo como se colocaba más tenso cada vez. Él se zarandeó con fuerza buscando zafarse cuando el dolor en su extremidad se hizo insoportable. ¿Que intentaba? ¿Quería romperle el brazo o algo? Cómo pudo volteó su rostro para ver de perfil a la chica, vio una inexpresiva cara en ella, sin mostrar concentración o algo, sólo fija en como contraía su brazo. Chasqueó su lengua con dificultad y volteando su rostro, apretó la mano de su brazo inmóvil y siendo torcido todavía para después reunir fuerza y hacer emerger una vez mas una gran explosión que pudo hacerla quitársela de encima al levantarse y empujarla cuando sintió como aflojó su agarre muy seguramente para cubrirse el rostro ya sea para bloquear su explosión o porque le dió en el rostro.

Se levantó moviendo su brazo y sosteniéndoselo mientras gruñía, sintiendo como estaba entumecido. Percibió como comenzó a colocarse caliente cuando la sangre en sus arterias comenzó a ir a su lugar cuando le había cortado la circulación por la presión y posición del brazo. Un poco más y se lo hubiera quebrado. Miró como ella se levantó del suelo sosteniendo la mitad de su cara, pero sin cambiar su expresión. Simplemente se frotó medio rostro retirando su mano, teniendo algunos rasguños más que nada.

—¿Acaso crees que con tratar de romperme el brazo me voy a acobardar, ojos saltones? —dijo con aquel tono áspero y grave. Soltó un «Tks» mientras giraba su hombro y soltaba su brazo haciendo crujir su cuello. Sonrió de manera altanera y a su vez macabra viéndola—. ¡Vas a necesitar más que eso para ganarme!

—De verdad... su pelea es bastante intensa... —balbuceó Kaminari con sus ojos extendidos, mostrándose consternado al igual que los demás en las de la 1-A.

—Si... —asintió la mayoría viendo la pelea entre el cenizo y la pelirroja.

La chica exhaló de manera profunda con su aliento caliente mientras estaba inclinada un poco hacia adelante, sus párpados caídos y sus cejas rectas junto con su mirada opaca y perdida demostraba a Hatsulin en algún punto perdido en su mente, como en un trance, aunque verdaderamente estaba consciente de lo que estaba haciendo.

Movió levemente sus pies en la arena algo agrietada por los impactos de las explosiones, seguidamente volvió a impulsarse hacia el chico quien se colocó alerta y bloqueó un golpe que vino de ella, siendo un ataque con una de sus piernas, siendo que al instante ella tocó el suelo con dicha pierna y se impulsó una vez más golpeando el costado de su rostro haciéndolo inclinarse hacia un lado. Gruñó de manera furiosa mirándola para también impulsarse a atacarla físicamente, siendo bloqueados o esquivados sus golpes.

En una de esas el chico finalmente pudo tocarla, tomando su brazo izquierdo con fuerza y firmeza haciendo que ella soltará un pequeño sonido al percatarse de eso pero antes de zafarse el cenizo levantó su mano contraria e hizo aparecer una explosión justo a un lado de su cara lo suficiente como para aturdirla. Entre el humo el chico tuvo que retroceder de un salto cuando ella levantó una pared de fuego, cuando aquella cortina se dispersó vio como una de sus manos cubría uno de sus oídos y agitaba su cabeza cada tanto. Sonrió mostrando ligeramente sus dientes al haber hecho lo que quería.

Mientras tanto la femenina sentía un dolor punzante en todo su oído izquierdo, sólo podía escuchar un constante pitido, incluso le dolía la cabeza mucho, por eso la agitaba, como un intento de desaparecer ese fastidio. Por poco y no le explota el tímpano. Escuchaba muy vagamente los gritos y voces de los demás, se escuchaba como un eco. Estaba aturdida, desorientada. Agitó su cabeza como un animal espantado por el ruido fuerte, sus ojos estaban extendidos junto con sus pupilas reducidas. El sonido no se iba, ni el dolor. Le fastidiaba.

—Ugh... —retiró la mano de su oreja para mirarla, viendo algunas gotas rojizas en las yemas de sus dedos. Se quedó viendo fijamente aquel líquido carmesí, percibiendo como un hilo de sangre brotaba de su oído.

«—¿Acaso te duele, Meinu

«—Sabes lo que pasará si eres desobediente.»

Se espantó un poco por escuchar la voz de Iyassu y de su abuela, instintivamente miró hacia su alrededor pensando que los había tenido a cada uno un lado suyo. Todavía seguía desorientada como para darse de cuenta que casi no escuchaba por uno de sus oídos, sólo fue proyecto de su imaginación y por el hecho de estar aturdida. Sus ojos veían alterados a su alrededor, mientras que su contrincante vio con cierta extrañeza esa reacción pero sólo chasqueó su lengua. Aunque le pareció curioso por como se quedó viendo las gradas con una mirada aún ida pero a su vez alterada.

Alzó una de sus cejas por aquello y miró hacia la dirección que ella estaba observando, trató de ubicar algo distintivo de que la haya hecho mirar hacia allá. Percibió a lo lejos un color de ojos bastante similar a los de ella, aunque pertenecía a una mujer, vio un cabello rojizo al lado de ella que también observaba la pelea. Vio un breve asentimiento en la mujer de cabello azul como haciéndole un gesto a Hatsulin, aunque no podría ser precisamente a ella ¿o si?

Miró de nuevo hacia su contrincante con lentitud, sus hombros tuvieron un pequeño calambre cuando sus ojos azulados estaban fijos de una manera extraña en él. Sus pupilas estaban reducidas aunque poco a poco comenzaron a tener un tamaño normal, a la par que su expresión volvía a ser la vacía con la que había subido al cuadrilátero. Juró ver una mirada angustiada y triste haciéndolo confundirse más pero sólo mostró sus dientes, viendo como su mirada volvía a ser oscura. Extraña, de verdad era extraña y eso ya lo inquietaba.

—¡Oye, pirómana! —exclamó por sobre toda la multitud—. ¿¡Qué mierda pasó con todo ese entusiasmo tuyo!? ¿¡Ya te acobardaste!? —bramó con enojo, dirigido hacia ella por ver qué estaba peleando de una manera distinta a como observó que ella peleaba. Aunque sus ataques eran particularmente fuertes y parecía buscar inhabilitarlo de alguna manera, le era extraño, demasiado. No era estúpido, sabía que algo tenía y le molestaba porque no estaba peleando con todo—. ¡Tú y yo tenemos una maldita guerra! ¡No voy a permitir que no pelees como se debe contra mi! ¡Tienes que hacerlo! ¡De alguna u otra manera! ¡Te voy a obligar si es necesario!

La pelirroja simplemente lo observó, un poco absorta respecto a lo que había dicho ya que escuchó con dificultad. Sus cejas se levantaron de manera ligera por al menos entender que era lo que decía, sintió una tensión en sus hombros con una expresión indescriptible aunque su miraba no cambiaba. Poco a poco sus párpados se levantaron observándolo, podía verlo bastante furioso.

El chico mientras tanto esperó que ella atacará en algún momento, pero no lo hizo, no hizo más que dejar de estar alerta, como percatándose de algo pero no mostraba alguna otra reacción, no una que quería y eso ya lo enfadaba. Apretó sus puños hasta el punto que las venas en sus brazos comenzaron a hacerse notar, junto con los rasguños que tenía en anterioridad de ataques que recibió y roces de sus flamas, pero no se iba a detener. Claro que no.

Sus ojos se agrandaron mientras y ceño y sus cejas estaban fruncidas a más no poder, con una expresión de rabia pura. Apretó sus dientes mirándola furioso mientras daba una pequeña respiración, como dando una bocanada de aire. Hatsulin sólo observó como él volvió a tomar fuerza para exclamar;

—¡PELEA, MALDITA SEA!

Se enderezó de golpe mientras sus cejas se levantaban, incluso a pesar de tener uno de sus tímpanos todavía aturdido alcanzó a escuchar perfectamente sus palabras. Se quedó observándolo con sorpresa mientras que su pecho se apretujaba de manera extraña. Su respiración se detuvo sintiendo sus dedos cosquillear y temblar, siguió observando al furioso rubio. Escuchó de fondo los gritos y exclamaciones interrogativas del público sobre porque no peleaban, pero ella se quedó allí.

Sus dedos titubearon y temblaron, hasta que unas pequeñas caladas de humo comenzaron a salir por sobre sus poros hasta que se convirtieron en brasas sobresalientes. Su boca se entreabrió y una profunda exhalación bastante notoria de hizo presente. El chico apretó sus labios temblando un poco hasta que sus manos comenzaron a emerger de sus palmas de manera simultánea mirando cauteloso pero a su vez bastante atento.

Observó como ella fue levantando una de sus manos cubiertas de flamas llegando a su brazo, comenzando a quemar las mangas negras del crop top negro que tenía debajo. Ella levantó su mirada ahora firme aunque todavía opaca, frunció sus cejas un poco mientras sus ojos azules estaban conectados con los rojos del contrario. Acomodó sus dedos de tal manera que pareció llamarlo.

—Ataca... —murmuró con voz algo grave la pelirroja, mostrándose seria. El cuerpo del chico tuvo una tensión y un calambre por su acción y ciertamente atrevimiento.

Apretó su mandíbula hasta mostrar sus dientes y después, ya por enojo, sus explosiones se volvieron más sonoras y una de ellas se volvió lo suficientemente fuerte y potente como para impulsarlo y lanzarlo hacia la chica quien colocó una postura más alerta y bloqueó con una llamarada la explosión que él le lanzó, pero apenas se esparció el humo él lanzó una patada que esta vez bloqueó con su brazo y la hizo arrastrarse un poco hacia atrás por el impacto pero agachándose un poco tomó impulso y fue hacia él con sus antebrazos y manos cubiertas de flamas evitando que la tocará y teniendo su quirk concentrado para lanzar ataques o levantar flamas a distancia, siendo bloqueadas por las explosiones del chico. Ahora se convirtió en una pelea más feroz que antes, ganándose gritos enloquecidos y emocionados del público.

—¡Esta pelea se volvió mucho más intensa! ¡Tanto Bakugō como Tsubomi atacan al otro sin parar! —narraba Present Mic una vez más eufórico por ver los ataques de ambos jóvenes—. ¡¡Sin duda ambos son los estudiantes más feroces del primer año!! YEAHH!!

Deja de gritar tanto. —se exasperó Eraser Head.

La pelirroja cubrió su pecho con sus brazos cuando el chico le lanzó un golpe cargado de explosión pero apenas aparecieron levantó una pared de fuego para repeler y minimizar su ataque, siendo un tanto arrastrada hacia atrás pero apenas colocaba los pies en el suelo se impulsaba dando algún salto o pirueta para atacarlo. Alzó una de sus piernas para darle una patada en la mandíbula junto con una ráfaga de fuego que apenas y pudo esquivar pero haciendo una mueca por el ardor que sintió.

Bakugō palmeó su camisa al casi quemarse cuando unas pequeñas flamas se aferraron a su tela, apagándolas para lanzar varias explosiones consecutivas que ella repelía o esquivaba saltando gracias al impulso de su quirk y a veces se beneficiaba para casi devolverle las mismas explosiones, siendo más concentradas las llamas de estas. El cenizo percibió como muy cerca de él quiso e hizo levantar una gran pared de fuego así que moviendo sus manos hacia el suelo soltó una explosión que lo elevó y en el aire soltó otra mas haciéndolo girar por la gravedad y siendo una última para lanzarse hacía ella.

Hatsulin levantó el rostro al percatarse de dónde venía, teniendo prácticamente las mangas de la tela negra chamuscada y quemada, yendo hacia las mangas arremangadas de su uniforme. Vio como él iba formando una, posiblemente, gran explosión así que comenzó a formar y concentrar más flamas en sus manos y colocarse en posición en espera de su ataque, lista para recibirlo y a su vez lanzarle alguno.

—¡MUÉRETE, MALDITA PIRÓMANA!

Seguidamente ambos lanzaron sus ataques más fuertes provocando una fuerte y estruendosa explosión en el cuadrilátero por el choque de ambos ataques, incluso el lugar tembló conmocionando a todo el público y a los estudiantes, siendo que algunos se sostuvieron para evitar caer. Varios sonidos de escombros caer se escuchó mientras una gran onda de humo cubría toda la arena, en un resultado bastante similar al desenlace de la pelea que hubo entre Todoroki y Midoriya, dejando incógnitos a todos por no visualizar quien quedaba de pie.

—¡Q-que gigantesco y sorprendente ataque! —soltó Hizashi conmocionado mientras veía y trataba de distinguir a alguno de sus estudiantes en medio del humo. Aizawa a su lado veía con atención la arena cubierta de humo, visualizando poco a poco el suelo agrietado y lleno de escombros—. ¿¡Quién habrá quedado de pie y es el ganador y el más fuerte del primer año!?

Todos seguían igual de nerviosos e impacientes en saber quién era el ganador. La mayoría pensaba que al igual que en la batalla de entre Shōto y Izuku alguno de los dos estaba de pie y alguno inconsciente, la cosa era saber quién sería. Todos observaron con el corazón en la boca como los cabellos de ambos peleadores comenzaron a hacerse ver, aunque curiosamente ambos... seguían de pie.

La apariencia de cada uno fue revelándose poco a poco, al igual que el estado de ambos. Observaron confundidos como Katsuki estaba con una de las mangas de su uniforme destrozado hasta mostrar su hombro mientras jadeaba agitado, lleno de rasguños y a su vez algunas quemaduras. Hatsulin estaba en un estado bastante similar, si de por sí se había quemado la manga por usar su quirk, ahora tenía parte del uniforme quemado, sobretodo en los brazos, mostrando estos mismos llenos de marcas no visibles a la lejanía.

Todos quedaron estupefactos al ver que ambos estaban conscientes todavía, en un estado algo lastimado por causa de aquella explosión causada por ambos. Vieron como Tsubomi estaba sosteniéndole el brazo de Bakugō con una fuerza temblorosa ante el esfuerzo, tratando de alejar su mano lista para explotarle el rostro mientras que él hacía el mismo accionar con la mano contraria de ella que estaba buscando acercarse a su rostro y soltaba pequeñas flamas, uno encima del otro siendo la chica quien estaba haciendo fuerza en el suelo con quitárselo de encima, batallando para evitar que la terminara noqueando con alguna otra explosión y buscando atacarlo ella.

Mantenía una mueca concentrada y forzada en sus labios viendo el rostro rasguñado de él desde abajo, teniendo el suyo con varios rasguños mientras su cabello estaba esparcido por parte de su rostro. Su ojo izquierdo tuvo un tic mientras comenzaba a gruñir a la par que él tratando de hacer fuerza, logrando zafarse momentáneamente de su agarre para estirar su mano y alcanzar su cuello, rodeándolo entre su palma y sacándole un quejido que ahogó al instante por el ardor incesante que le provocó, agregando que estaba apretando también.

Él simplemente gruñó para repetir un poco su acción, pero tomó su cabeza en un puñado de cabello y después la levantó para golpearla contra el suelo. Ella se quejó ahogadamente por su acción y lo miró con sus ojos curiosamente molestos, gruñendo todavía en sintonía, ambos tratando de buscar derribar y apartar al otro.

—¿¡Qué es esto!? ¡Ambos todavía siguen peleando contra el otro! ¡ASOMBROSO!

Hatsulin lo observó fijamente mientras tomó con dificultad aire al sentirse un poco mareada por el golpe, pero observó como Katsuki tenía la misma reacción de ahogarse al apretar su cuello. Su ceja volvió a temblar perdiendo el aire nuevamente cuando él elevó su agarre y chocó su cabeza con el suelo. Se quedó con una expresión en shock y algo ida, sus pupilas se reducieron perdidas y después mostró sus dientes, comenzó a gruñir de manera furiosa provocando cierta sorpresa en él al ver por primera vez como ella deformaba su expresión aunque no pudo decir nada cuando sintió un inmenso dolor en la costilla nuevamente, sintiendo una patada de ella, seguida de otra.

Ahogó un gruñido de dolor por aquello viendo como ella comenzaba a zarandearse alterada y gruñía casi como un animal, ahora soltando su cuello y golpeando con fuerza su rostro en un puñetazo que le volteó la cara y cuando la miró con enojo por eso volvió a repetir la misma acción de manera brusca sacándole otra vez sangre en la nariz. Aflojó su agarre en su cabeza y después importándole poco sus golpes le tomó el rostro, usando sus dedos y su mano abultando un poco sus mejillas mientras que ella seguía zarandeándose y agitando su rostro, gruñendo.

—¿¡Hah!? ¿¡Qué pasa!? ¿¡Ya te estás desesperando!? —se burló mientras giraba su rostro una vez más por el golpe de la chica. Tenía mano pesada, así que le sostuvo la mano para evitar más golpes, aunque siguió usando la otra para golpear otra vez su rostro—. ¿¡Crees que con esos golpes me vas a ganar!? ¡Pues estás muy equivocada!

La chica agitó su cabeza desenfrenadamente tratando de que soltará su rostro, no dejaba de gruñir y zarandearse para tratar de quitárselo de encima, sus ojos estaban idos pero mostrándose alterados todavía. El chico volvió a levantar su cabeza y la impactó con el suelo sacándole un gruñido, terminando ella con rasguñar por inercia su mejilla viendo como quedaba la marca por sus uñas ligeramente largas.

—¡Esta es una guerra, pirómana! ¡Así que sigue peleando hasta que caigas, que yo no me voy a cansar! —y volvió a golpear su cabeza, la chica en reacción golpeó su rostro provocando que escupiera sangre pero él aún así se mostró endemoniado—. ¿¡Por qué sigues agitándote así!? ¿¡Por qué no usas tu quirk!? ¡Deja de golpearme y usa tu quirk, maldita! —y le agitó el rostro aún sostenido por su mano recibiendo gruñidos y bramidos de ella. Una sobresaliente vena se hizo presente en su frente y esta vez tomó con su mano restante su camisa y comenzó a zarandearla—. ¡DEJA DE JUGAR Y ATACAME CON TU QUIRK, PIRÓMANA! ¡NO TE VOY A SOLTAR HASTA QUE LO HAGAS! —decía agitándola con fiereza—. ¡HAZLO, ATACAME YA!

Todos veían conmocionados la reacción alterada y brusca del chico, ahora quedando casi en shock por ver cómo él sostenía su rostro con fuerza y su camisa y la agitaba de adelante hacia atrás de manera brusca, y ella ahora parecía tratar de apartarlo pero lo que él hacía era gritarle fuera de si y sostenerla con más fuerza. Hatsulin cerró sus ojos con fuerza quejándose ahora entre gruñidos, colocando una de sus manos en el rostro del cenizo buscando quitarlo pero él seguía y seguía, ya alterando a los demás.

Ella abrió sus ojos finalmente, ahora sus orbes volvieron a su tamaño normal, aquel color turquesa esmeralda fueron encontrándose con el rojo escarlata del cenizo quien la observaba con enfado y ciertamente enloquecido. La pelirroja estaba bastante consciente de lo que pasaba, se alteró un poco por la reacción que estaba teniendo él. Lo miró nerviosa y alterada buscando apartarlo una vez más mientras que comenzaba a respirar de forma agitada y entrecortada.

—B-bakugō-kun... a-apartate... —balbuceó en medio de su ataque de ansiedad, pero sólo consiguió que él gruñera y volviera a zarandearla con brusquedad.

—¡PELEA CONMIGO, SIGUE PELEANDO! —gritaba ignorando sus palabras, todavía enloquecido, hasta desesperado viéndola de manera desquiciada, ella preocupada y alterada siguió tratando de apartarlo porque sabía que ella misma tenía un límite y no quería que por la reacción y acciones de él pasarán ese límite, no quería.

»—¡NO ME APARTES, QUE NO LO HARÉ! ¡TE APLASTARÉ LA CABEZA SI NO PELEAS! ¡TE VOY A MATAR, TSUBOMI, SI NO PELEAS CON TODO! ¡TE VOY A... a... —comenzó a relajar su expresión y a bajar su tono de voz, los zarandeos se detuvieron al igual que la agitación física de Hatsulin quien dejó de apartarlo mientras que su rostro se relajaba a la par que un peculiar humo rosa aparecía a su alrededor, sintiéndose con sueño—. Yo te... voy...

Y ante sus vagos balbuceos, dejó de hacer fuerza y su cuerpo se desplomó a la par que el de la de orbes azules quien simplemente se dejó caer al suelo sin importarle el peso de Bakugō que cayó sobre ella, sus ojos como los de él se volvieron pesados y se cerraron, quedando ambos inertes encima del otro, finalmente calmando la enorme conmoción del lugar.

Todos se mostraron confundidos y conmocionados de ver cómo ambos jóvenes se desplomaban uno sobre el otro, se enfocaron en el rostro de ambos viendo una expresión calmada en la Tsubomi como si se hubiera quedado dormida, teniendo su cabeza inclinada hacia un lado y una expresión de igual manera algo relajada en la del Bakugō, teniendo sus expresiones menos duras. Algunos se fijaron en el humo rosa y después notaron de quién venía; Midnight quien había descubierto una de las mangas de sus brazos con una leve sonrisa.

Al notar como ambos menores estaban inconscientes retrajo la tela de su brazo y se acercó a paso elegante y a su vez tranquilo a los jóvenes. Los miró desde arriba, parecían que estaban durmiendo uno sobre el otro como bebés, sonrió para si misma por aquella imagen mental. Después levantó su látigo haciendo un movimiento de negación.

—¡Bakugō gana! —exclamó la heroína provocando que todo se quedará en silencio y a su vez comenzarán a exclamar y pedir explicaciones de porque él era el ganador.

—¿C-co... cómo que Bakugō ganó? ¿No quedaron inconscientes al mismo tiempo?... —en las gradas de la 1-A; Sero balbuceó igual de confundido y a su vez impresionado por la anterior pelea que pensaba que había sido una de las más fuertes que vio.

—T-tsubomi-san... —titubeó Midoriya quien tenía entre su mano buena un bolígrafo, el cual temblaba ante la inexplicable sensación de asombro, shock y fascinación que sentía por a ver visto esa pelea y poder tener información sobre la pelirroja, anotándola en una libreta. Varios lo observaron atentos por sus palabras—. Kacchan ganó porque...

—¡Tsubomi está fuera de los límites! —aclaró Nemuri levantando su mano y señalando con su látigo hacia la chica debajo de Bakugō. Aunque a la lejanía no se podía ver con mucha exactitud, se veía la curiosa distancia de la cabeza de ella, sobresaliendo de los límites de la arena—. Según las reglas, ella queda descalificada automáticamente ¡Por eso Bakugō es el ganador!

Varias exclamaciones de lo injusto que era comenzaron a oírse, a la par de las fascinadas por aquel gran y última batalla que había terminado con el Festival Deportivo. Muchos se fijaban en lo dicho por la heroína para mayores de dieciocho y era cierto; media cabeza y parte del cabello de la pelirroja sobresalía de los límites. Varios comenzaron a conectar cabos pensando desde cuándo estaba ella fuera de los límites.

—¡Ni siquiera yo me dí de cuenta de eso! ¡Estaba muy concentrado en como se atacaban! —exclamó Present Mic alterado y nervioso por aquello. Era cierto que estaba fijo en quien caía primero como para haberse dado de cuenta que Hatsulin perdió por quedar fuera de los límites—. ¿Será cuando Midnight uso su quirk en ellos que casualmente su cabeza cayó así? ¡No comprendo!

Desde que se dispersó el humo luego del ataque del quirk de ambos ella ya había perdido. —habló Aizawa llevándose la atención de su compañero y de los espectadores que escucharon lo que dijo, sobretodo los estudiantes—. Ya tenía su cabeza en los límites. Ambos estudiantes estuvieron ocupados con el otro que no se fijaron que la pelea ya había terminado. Midnight uso su quirk al ver que las cosas se salían de control y ninguno de los dos se detenía. Es cosa de observar con detenimiento. —y cerró su ojo visible, en un gesto pensativo.

Oh...

Muchos comenzaron a discutir al respecto de lo dicho de Eraser Head, siendo algo de lo que no muchos se dieron de cuenta. Sólo unos pocos se percataron de que ella había estado en los límites desde que todos habían quedado en incógnito de quién ganó o quién cayó de pie. Fue algo... desprevenido, no muchos creyeron que la pelea iba a terminar de esa manera. Varios creyeron que serían de ese tipo de peleas de quien queda de pie al último. Algunos quedaron inconformes por el final, algunos seguían fascinados por la gran y última pelea mientras que una sola de esas estaba... callada.

Ahora ver le desenlace de ese día.

→S H A N X L A B Y X←

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