La trayectoria hacia la Hacienda fue algo tensa, Jungkook no había hablado en todo el camino, pues todo lo veía con desagrado, pensaba que el campo sería algo hermoso, aire puro y el pasto verde, pero a su parecer era todo lo contrario.

Yoongi aparcó la camioneta en la cochera donde estaban los demás coches y el tractor que ocupaban sus trabajadores para cultivar las uvas y el maguey para el tequila.

El pelinegro no se inmutaba en su lugar lo que desconcertó a Maise, que bajaba de la camioneta mientras veía a sus empleados llegar por las maletas de Jungkook.

—¡Oiga! —el pelinegro volteó a verla con su semblante serio, no entendía del todo el español pero sabía que aquel grito no era para nada cordial. —¿No piensa bajar? Necesitamos darle instrucciones de su puesto de trabajo.

Yoongi solo los miraba sin expresión, estaba acostumbrado a que su hermana fuera un poco temperamental y directa, aunque ella lo negara.

Justo en el momento en que iba a hablarle a la fémina, la voz del surcoreano lo interrumpió aún cuando no había dicho alguna palabra.

—¿Tiene que ser así de irrespetuoso? —preguntó con cierta molestia.

—Y usted no le enseñaron modales como por ejemplo, el presentarse y agradecer. —ella no se inmutó a la mirada fría e intimidante de Jungkook.

La castaña era así, en aquel lugar la conocían por ser una joven amable, segura y muy trabajadora, pero las pocas personas que se encontraban en la Hacienda donde vivían, la miraban sorprendidos, jamás la habían visto actuar tan indiferente con alguna persona de allí, pero ahora era diferente.

—¡Ja! Que sabrá una jovencita de campo sobre modales.—no esperó a que ella respondiera a su ofensa, bajó del auto tomando sus pocas pertenencias y pasaba de largo ante la presencia de Maise.

—Es cierto lo que dicen, "entre más educación tengan, no les quitará lo imbéciles que pueden llegar a ser".

Jungkook paró en seco al escuchar eso, nadie lo había tratado de es manera, estaba  acostumbrado a que las personas bajaran la cabeza cuando hacia acto de presencia en la empresa de su padre, incluso que las empleadas como aquella mujer coquetearan con él, pero le molestaba que ella parecía tratarlo a su mismo nivel.

Jungkook podría ser un poco frívolo con eso de las clases sociales, lo que eran las diferencias y el porque una persona pobre o de clase media no tenía el derecho a relacionarse con personas de alto estatus económico.

—Jodida vida de mierda. —murmuró para él mismo, siguiendo su camino a lo que era la entrada de su nuevo hogar.

Maise solo miró atentamente la actitud del pelinegro y se acercó a su hermano que no había interferido en la pelea que se había formado.

—¿Quién se cree que es ese fresa de cuarta?

—Su nombre es Jeon Jungkook, es el hijo del señor Jeon.

—No entiendo porque su padre soporta tener un hijo tan malagrecido.

El pálido rió levemente y revolvió el cabello de su hermana, ganándose un golpe de su parte.

🤠🐎

Jungkook veía con detenimiento cada parte del lugar donde viviría, por otro lado, una mujer lo veía divertida pues aseguraba que él era el pequeño Jeon que a veces los visitaba cuando salía de vacaciones y su padre decidía traerlo junto a su familia.

Jungkook era ajeno a ese recuerdo, ahora todo lo veía con horror y asco, estar rodeado de animales, tierra, mosquitos; para él lo hacía como una estadía horrenda.

—¿Joven Jeon? —la voz dulce de una mujer lo sacó de sus pensamientos clasistas, causándole un poco de intriga.

—¿Me conoce? —preguntó con obviedad.

—¡Claro! Siempre venía de vacaciones junto a su padre y madre, de todas las personas jamás se me vino a la mente que usted sería el nuevo trabajador de aquí.

Margarita sonrió dulcemente, acercándose más a él con sigilo, su hija entraba hecha furia por la actitud del pelinegro, causándole molestia por tener que soportarlo durante el tiempo que viviría con ellos.

—¡Mamá, no te acerques a ese cretino! ¿Puedes creer que me dejó hablando sola y para colmo, tenga una actitud de mierda?

—¡Maise!—gritó avergonzada al tener a Jungkook frente a ella y siendo testigo de la falta de respeto de su hija. —Más respeto jovencita.

Maise se acercó a ellos y se colocó frente a Jungkook, mirándolo de arriba a abajo, lo que para el pelinegro le causó gracia e interés. Ninguna mujer actuaba con indiferencia como lo hacía ella.

—Espero que cuando estés listo y acomodes tus cosas, nos puedas brindar tu valioso tiempo a mi hermano y yo para poder explicarte tus roles aquí en la Hacienda. —exclamó sería, obteniendo una mirada acusatoria por Jungkook. —El señor Jeon me dió autorización de tratarte como a los demás, no pienses que tendrás un trato especial solo por ser su hijo.

La fémina suspiro frustrada y pasó de largo, golpeando su hombro yendo hacia su habitación. Jungkook solo negó divertido y se despidió de la madre de Maise, disculpándose por su actitud indiferente.

—En verdad disculpe la actitud de mi hija, es algo...

—¿Desconfiada? —la mujer asintió. —No se preocupe, la entiendo perfectamente, yo también tengo culpa por tener una actitud inadecuada, pero ya no soy el mismo niño que venía aquí como usted recuerda.

La mujer asintió poco convencida, era cierto que habían pasado años desde la última vez que lo vió, así que podía comprenderlo un poco.

—Si no le molesto, ¿me podría decir donde está mi habitación?

—Claro, sigame, le mostraré la casa y los empleados que nos ayudan a mantenerla estable.

El pelinegro asintió y siguió los pasos de la mujer mientras algunos empleados lo ayudaban con su equipaje, aún sentía incomodidad por estar en un lugar donde no estaba acostumbrado a vivir, por lo que esperaba adaptarse y encontrar algo bueno que lo ayudara a sobrevivir de alguna manera.

OTRO CAPÍTULO MÁS DE ESTA HISTORIA 😘.

¿QUÉ LES PARECE LA ACTITUD DE JUNGKOOK Y MAISE?

¿CREEN QUE SE LLEVEN BIEN RÁPIDAMENTE?

DÍGANME EN LOS COMENTARIOS QUE LES PARECE, ESPERO LES GUSTE, NOS LEEMOS PRONTO  🫂❤.