𝐂𝐀𝐏𝐈́𝐓𝐔𝐋𝐎 𝟎𝟑

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Jungkook veía con molestia al gallo que lo había despertado de su vulnerable sueño, los cantos mañaneros del animal lo molestaron demasiado desde muy temprano al punto de causarle dolor en la cabeza.

Pensaba que su día no podía ir peor, así que decidió tomarse una ducha con agua caliente para que pudiera relajar sus músculos, aunque lo meditó un poco y decidió ir a correr en el campo, a pesar de todo, quería darle una oportunidad más el poder apreciar la naturaleza del campo.

Se levantó con el poco entusiasmo que le quedaba y rápidamente se vistió con la ropa deportiva que traía, agradecía el apoyo que le había dado aquella señora y las empleadas del lugar. Una vez listo, tomó su teléfono junto con sus auriculares puestos y salió, algunos de los empleados que estaban despiertos para trabajar lo saludaban cortésmente, a lo que el simplemente asentía.

Al estar afuera, pudo percatarse que no era el único despierto además de las personas que había visto anteriormente, sino que también Maise madrugada un poco, pues montaba a su caballo en aquel corral, no era algo estúpido para no saber que estaba entrenando al caballo.

La miró un rato, pudiendo observar cada detalle de su rostro incluso como sus gestos la hacían ver atractiva, él reconocía que era bella, incluso estando enojada.

—¡Deje de mirarme maldito pervertido! —gritó la mujer, lo que esté hizo que frunciera el ceño. —¿Por qué me mira tanto, eh? ¿O es que está perdido el príncipe del rancho? —preguntó burlona.

—¡Ja!, ¿así eres siempre de gruñona?—cuestionó divertido acercándose cuando la vió bajar del caballo negro, dejándolo dentro para que trotara un poco mientras ella salía.

Jungkook pudo observarla mejor, como iba vestida, aquellos pantalones vaqueros que se ceñian a su cintura y caderas conforme caminaba y esa blusa pegada a su cuerpo dejando al descubierto parte de su pecho, reluciendo el pequeño top blanco que apretaba sus pechos, ni hablar del sombrero café que traía consigo.

—No tengo porque darle explicaciones a gente tan nefasta y narcisista como usted. —la fémina no dudaba en acercarse aún más, intentando intimidarlo, lo cual era imposible por la diferencia de estatura. —Espero que no se meta conmigo, ni con nadie de mi familia, usted vino a trabajar, no a barrer a la gente con su mirada de insuficiencia, así que le quede claro... —tomó la valentía de señalarlo. — váyase adaptando al lugar, incluso a los mismos tratos una vez termine de correr o hacer lo que tenga pensado, porque su padre dejó muy en claro las cosas.

—No me intimidas niñita, y no te preocupes, no pienso meterme con mujercitas de campo como tú, no eres mi tipo.

Sin más, la dejó una vez más con la palabra en la boca, ya era costumbre hacerlo, pero le daba exactamente igual.





🤠🐎




El porte de aquel hombre la hacia intimidar, su aroma varonil entraba en sus fosas nasales haciéndola delirar, no sabía porque le provocaba ese nerviosismo pero estaba segura que no era nada bueno.

—Iremos a ver cada parte del terreno, quiero que me acompañes. —aclaró el pelinegro, captando la atención de la castaña.

—¿Es necesario ir juntos? Digo, porque soportarte me irrita demasiado. —comenta ganándose un suspiro de frustración por parte de Jungkook.

—Mira bonita, no vine aquí a perder el tiempo, ¿crees que me gusta estar compartiendo el mismo aire que tú?—aclaró mientras tomaba su pañuelo negro y secaba el sudor de su frente.

—En primer lugar, mi nombre es Maise no bonita, y en segundo, el sentimiento es mutuo, riquillo de cuarta.

Jungkook rió al escucharla y se acercó a ella, bajando su mirada para ver sus ojos mieles que lo miraban sin ninguna pizca de intimidación.

—Ahora soy riquillo de cuarta, creo que te falta una buena clase de modales, no entiendo como mi padre puede adorarte tanto si eres muy refunfuñona.

—¿Será porque tiene un hijo tarado que no sabe levantar ni siquiera una carretilla para trabajar en el campo? Solo deja de hacerte el idiota y apúrate.—respondió pasando por su lado y golpeando levemente su brazo.

—¡No he terminado contigo niña! —gritó sin lograr captar su atención.

Desde el preciso momento que piso aquel rancho y vió a aquellos hermanos, en especial a la castaña, supo que su vida sería un infierno. Era bonita, claro que si, pero su actitud lo hacía irritar y no podía actuar impulsivamente solo porque aquella mujer no ponía de su parte.

Desde hace días no podía estar tranquilo al estar cerca de ella, mucho menos que lo corrigiera todo el tiempo en lo que hacía, aunque aceptaba que él tenía un poco de culpa por su forma de tratarlo, su orgullo no quería hacerlo reconocer sus errores.

—¡Deje de decirme así, cretino! —Maise seguía ignorándolo, mientras caminaba hacia los terrenos donde estaba la cosecha.

—¡Solo hazme caso, no me gusta que me dejes hablando solo!—exclama el pelinegro acercándose a ella y tomando su brazo.

Su aspecto era intimidante, todo su conjunto era de color negro, incluyendo el sombrero, algo que para las mujeres que trabajaban ahí les fascinaba. Maise aún estaba en conflicto sobre lo que sentía con su cercanía, esos ojos tan grandes y oscuros no dejaban de mirarla, queriendo incrustrarse en su interior intentando saber que escondía o pensaba.

Las respiraciones de ambos se escuchaba debido a su cercanía, los músculos de Jungkook se sentían tensos y el verla actuar nerviosa lo hacía querer besarla.

—¡Suéltame! —grita la castaña, intentando zafarse de su agarre lo cual era imposible.

—¿Por qué eres así conmigo? , he tratado de llevarme bien contigo, incluso limpio los excrementos de los caballos y las vacas, ¿tanto me desprecias?—dice con un su voz grave, mostrando incertidumbre en su rostro.

—No me agradas, asi que haz el favor de soltarme o grito.

Jungkook sonrió divertido y de pronto, vino una idea a su mente, lo que haría molestar a la mujer que tenía enfrente.

—¿Y si no me importa, qué?

Este se acercó aún más a ella, mirándola con diversión, pero se le hacía excitante la situación, algo que para ella no lo era. Tomó ambas manos de la castaña y la pegó a su cuerpo, abrazando su cintura sintiendo la negatividad de ella ante tal acto.

—¡Estás loco Jeon Jungkook, suéltame imbécil!

—Soy un imbécil eh...

—Si, lo eres y pun...

No dejó que terminara al interrumpirla con un beso forzado, haciendo que su sombrero cayera por haberla besado, pero a ella le irritaba, por lo que intentaba desahacerse de su agarre, pero por la fuerza de Jungkook no podía hacerlo.

—¿Maise?

JAJAJAJA PINCHE JUNGKOOK, APARTE QUE LE MOLESTA SU PRESENCIA LA BESA A LA FUERZA.

¿QUIÉN CREEN QUE SEA LA PERSONA QUE MENCIONÓ EL NOMBRE DE NUESTRA VAQUERITA? 👀

LAS LEO, POR CIERTO, ESPERO HAYAN DISFRUTADO DEL DOCUMENTAL DE JUNGKOOK, YO IRÉ EL VIERNES PORQUE LLOVIÓ DONDE VIVO 💔.

EN FIN, NOS LEEMOS PRONTO. 💗

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