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En el apartamento de NamJoon se encontraba en una silla pensamiento el chico de cabello blanco, mientras que NamJoon recibía un pedido en la puerta. Este la cerró con el pie y enseñó en sus manos la bolsa blanca y una botella de coca cola.

—¿Los gatos comen hamburguesa? —preguntó NamJoon.

YoonGi, entrecerró los ojos mirándolo. NamJoon, sonrió y pestañeó.

—Mejor no me respondas. —se acercó a él. —Debes tener hambre. Empieza a comer prime... —YoonGi, le arrancó la bolsa blanca de las manos y sacó la primera hamburguesa envuelta en papel aluminio que encontró. Le quitó todo el papel y le dio un gran mordico. —Que hambre voraz, hombre. Iré por los vasos.

El peli-blanco devoraba esa hamburguesa como si no hubiera un mañana, mientras que NamJoon iba a la cocina por vasos y regresaba con ellos para servir un poco de coca cola en cada vaso. Ya lleno, le entregó un vaso a YoonGi y este lo bebió de inmediato dejando perplejo a NamJoon.

—¿Hace cuánto no comes una hamburguesa? —preguntó.

—Desde que me convertí en gato, y no preguntes hace cuanto porque ni yo recuerdo. —comentó. —Solo sé que llevo viviendo mucho tiempo con JiMin y no quiero dejarlo.

—Suenas enamorado. —se burló NamJoon, tomando la otra hamburguesa de la bolsa. Quitó el aluminio y se encontró con el rostro serio del peli-blanco.

—Tu apartamento es muy pequeño a comparación del de JiMin. —dijo YoonGi y le dio otro mordisco grande a su hamburguesa. —Dame más coca cola.

—Ya vas acabando tu comida y yo ni he empezado. —se quejó NamJoon y le sirvió más coca cola, dejando su hamburguesa de lado.

—Supongo que compartiremos cama. —dijo YoonGi, recibiendo de nuevo el vaso lleno de coca cola y vio a NamJoon por fin darle un mordisco a su hamburguesa.

—Soy apático a dormir con personas. —contestó mientras masticaba.

—¿Cómo coges?

—¿Qué tiene que ver eso con dormir?

—Que cuando coges, duermes.

—Eh, no precisamente. Muy bien puede irse o puedo irme. —tomó un poco de coca cola y tragó. —¿Así haces tú?

YoonGi levantó una ceja pensando. Tenía bastante tiempo que no tenía intimidad con alguien y mucho menos ahora que se transformaba en gato.

—¿Ya has experimentado hacer gatitos? —preguntó NamJoon en tono de burla.

—Que gracioso eres. Casi lloro de la risa. —hizo una mueca.

Luego de unos minutos de conversación cómoda, los dos terminaron de comer y ahora NamJoon dirigía a YoonGi a su habitación. Se acercó a su armario para sacar algunas sabanas y de su cama le entregó una almohada.

—Dormirás en el suelo. —sonrió NamJoon, entregándole las cosas a YoonGi.

—¿Así atiendes a tus invitados?

—No, pero tú eres un intruso. —pestañeó. —Ahora, acomódate. Además, el piso es alfombrado, no sentirás tanto frío. Buenas ventajas. —le guiñó el ojo.

NamJoon, acomodó su cama y se rascó la nuca.

—Acomódate, iré a darme una ducha. —dijo. —En la mesita de noche encontrarás el control de la televisión si gustas ver algo. —se quitó la camisa haciendo que YoonGi lo mirara de pies a cabeza con las cejas levantadas.

—No tienes tan mal cuerpo.... —dijo YoonGi en voz alta haciendo que NamJoon se quedara perplejo.

—Ahora me sentiré incomodo por ese comentario.

—Lo siento. —rio. —Cuando estoy de gato suelo hablar y nadie me escucha. Solo maullidos. —sonrió inocente. —Ve a darte tu ducha, me acomodaré. —pasó por su lado dirigiéndose el suelo para acomodar las sabanas y la almohada.

NamJoon, caminó al baño mirando a YoonGi con curiosidad e incomodidad.

—Deja de mirarme así, no diré más nada.

—No es por tu comentario, es porque si tienes cara de violador. —entró al baño caminando hacia atrás mientras tapaba su pecho desnudo. —Aseguraré la puerta.

YoonGi, rodó los ojos y se quitó los zapatos. Espelucó su cabello y desabrochó su pantalón. Se estiró un poco antes de acostarse en el suelo y soltó un largo suspiro cuando aterrizó su cabeza en la almohada. Quedó mirando al techo unos minutos y cayó dormido.

Minutos más tarde, NamJoon salió de la ducha observando a YoonGi y lo vio dormir. Corrió en toalla a buscar ropa del armario y se metió con ella para cambiarse. Se quitó las gafas, ya listo y se limpió su rostro. Secó su cabello húmedo y salió del baño. Cerró la puerta y caminó hacia la cama con su pijama ya puesta. Apagó la luz y se acostó en su cama. Soltó un bostezo y volvió a mirar hacia el suelo en donde descansaba YoonGi.

Se acomodó en su tibia cama bajo las sabanas y abrazó a su peluche de perro. Cerró los ojos y escuchó los terribles ronquidos de YoonGi. NamJoon, se sentó en la cama mirando a este e hizo una mueca. ¿Esto podía ser peor? Sería una noche larga si él iba a roncar toda la noche.

Al día siguiente, NamJoon se encontraba sentado en su sofá con unas grandes bolsas debajo de sus ojos. Tenía dolor de cabeza ya que no había dormido cómodamente ya que YoonGi no lo había dejado, no solo por los ronquidos, también por sus extrañas carcajadas nocturnas y sus instintos de gatos. ¿Qué ser humano completamente cuerdo camina en cuatro y se sube a la cama del otro solo para tocarle el cabello? Ahora más, NamJoon le creía por sus instintos gatunos.

Se levantó del sofá y vio la hora en su reloj de pared. Apenas marcaban las 7AM. Se acomodó en su sofá de nuevo y cerró los ojos unos minutos sintiendo el silencio de su cómoda casa, pero como todo no puede ser tan bonito, llamaron a su puerta.

—¿NamJoon? —la voz de JiMin se escuchó detrás de la puerta. —¿Estás despierto? Claro que debes estarlo, eres muy madrugador. —volvió a tocar. —¡Necesito un compañero! Quiero ir a dar una caminata por el parque y luego desayunar. ¿Quieres? ¡Claro que quieres! Pagaré yo. —JiMin y NamJoon eran uno mismo, se respondían sus propias preguntas. —¡NAMJOON! —gritó desde afuera. —No me hagas usar la llave de repuesto que me diste.

—¿Le di yo una llave de repuesto? —se preguntó este adormitado.

Soltó un suspiro cansado y se levantó del sofá para caminar hacia la puerta para abrirle a JiMin. El castaño al verlo levantó las cejas asombrado.

—¿Qué te pasó? —preguntó. —¿No has dormido?

NamJoon no contestó, pero sí negó con la cabeza.

—Luces gracioso. —trató de reprimir una sonrisa.

—Iré a bañarme. Te buscaré en tu apartamento en 20 minutos. —JiMin, negó y lo empujó.

—Te espero aquí, ni que fuera un extraño. —NamJoon, recordó a YoonGi y corrió hacia JiMin. Lo cogió de los hombros y lo empujó hacia la salida.

—Iré por ti. —sonrió. —Estoy algo ocupado.

JiMin levantó una ceja.

—¿Estás con alguien? —miró dentro del apartamento buscando.

—Sí. —y no era mentira.

—¡Vaya! ¿Ya estás de vuelta a tu vida sexual? ¿Quién es? ¿Lo conozco? ¿Es más alto que tú? —dijo curioso. —Nunca te pregunte. ¿Qué eres? ¿Unicornio? ¿Pasivo o activo? —NamJoon rodó los ojos.

—¿Tengo cara de qué? —preguntó este.

—De asexual. —se burló JiMin haciendo que este hiciera una mueca de disgusto. —Bien, bien. Dejo que termines de hacer lo tuyo. Debes estar cansado por eso.

—¡NAMJOON! ¡AGUA! —el grito de YoonGi se escuchó por el lugar haciendo que JiMin riera.

—Tienes a un mandón de chico. —dijo. —Ya me queda claro tu pasividad.

—Para tu información soy muy activo.

—¡NAMJOON!

—¡YA VOY! —gritó de vuelta.

—Uy, sí que lo eres. —contestó JiMin riendo. —JungKook, llegó anoche. Espantó a TaeHyung quien se quedaría conmigo, pero al final terminé durmiendo con mi hermano en la misma cama.

—¿Planeabas algo más que dormir con TaeHyung? —le regaló una sonrisa picara.

—No pienses así. —bajó la mirada. —Digo, ¿Qué pueden hacer dos hombres solteros y con ganas durmiendo en una misma cama?

—Pues no sé, ¿Leer?

JiMin, arrugó el ceño.

—¿Eres o te haces? —NamJoon rio y negó.

—NamJoon. ¿Qué mierda haces que no me escuchas? —YoonGi apareció detrás de él encontrándose con los ojos de JiMin.

El peli-blanco al verlo, abrió los ojos por completo y corrió de regreso al pasillo. NamJoon soltó una fuerte carcajada sarcástica y empujó a JiMin fuera del apartamento y cerró un poco la puerta dejando a afuera su cabeza.

—Oye, ¿Ese no es el tipo que estaba aquel día en mi apartamento? —preguntó este, tratando de mirar de regreso adentro.

—¿Qué? ¿Quién? No, para nada.

—Tiene el cabello blanco.

—¿Sabes cuántas personas se tiñen el cabello de blanco hoy en día, JiMin? —dijo NamJoon.

—Bueno, sí. Tienes razón. —pero, arrugó el ceño. —¿Seguro que no es él? Recuerdo su rostro, él es muy parecido a... ¿Cómo era que se llamaba? ¡MinGi! Sí, míralo bien. ¿Te estás acostando con un violador? —NamJoon hizo una mueca de disgusto.

—¡No! No es él, JiMin. Deja de ser paranoico. —lo calmó este. —Ahora, me despido de este tipo y nos vemos en 20 minutos. ¿De acuerdo? Sí, adiós.... —dijo y le cerró la puerta en la cara a este.

NamJoon, caminó hacia el pasillo encontrándose con YoonGi y una expresión de asombro.

—¿Por qué no me dijiste que estabas hablando con él? —preguntó YoonGi. —Me vio y me reconoció.

—¿Y qué querías que gritara? "ESTOY HABLANDO CON JIMIN NO SALGAS PORQUE NO SÉ DECIRLE QUE SU GATO ES UN HUMANO" ¿Eso quería que le dijera? —YoonGi, rodó los ojos al escucharlo. —Vamos, él está muy convencido de que eres un violador.

—¿Puedes dejar el tema?

—Yo no fui el hombre gato que se convirtió en humano a media noche y amaneció desnudo en la cama de un chico. —se cruzó de brazos. —Ahora, tengo 20 minutos para reunirme con JiMin. Lo acompañaré a desayunar y tú, toma algo de mi ropa, báñate y no salgas de aquí. —le puso una mano en el hombro y caminó por su lado de regreso a la habitación.



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