𝟐𝟔

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

────────────────────────
ᴀʀᴄᴏ ᴅᴏs ——— ❛La familia Todoroki.❜
────────────────────────
Omnisciente.
────────────────────────

Habían pasado unos días—, Kai descansaba de sus entrenamientos y yacía sentada en el borde de su cama—. Las sábanas estaban limpias. Tenían un olor a lavanda que le favorecía para sentirse relajada y desviar sus pensamientos abrumadores. Tenía un atuendo muy casual, que era acompañado de su cabello suelto y una diadema rosada que iba en juego con su camiseta blanca y un icono de lazo. Aunque era algo corta, su pantalón de talle alto le cubría bastante. Estaba en calcetines, los cuales eran de diferentes colores ya que no había podido encontrar el par. De fondo se oía una música suave, mientras leía la oía. En su tiempo libre buscaba siempre que leer, ya sea algo romántico como dramático, Kai se entretenía de esa forma. Sus días en la alianza ya no pesaban como antes, aunque siempre venía a su mente el recuerdo de la soledad que la abrazaría al salir de la alianza en algún momento. Intentaba no pensar en nada de lo que había ocurrido, pero mientras más lo evitaba, más su mente se llenaba de ello.

Suspiró, cerrando el libro que dejó en su mesa de noche. Se sintió frustrada, levantándose del borde de la cama para cerrar su computadora abierta y evitar buscar algo relacionado a su hermana. La Liga se seguía moviendo en silencio y dejando una que otra pista, pero no había nada de su paradero e incluso el mismo Hawks desconocía sobre eso. Se asomó por la ventana y sonrió de lado—, veía en el patio a Izuku estar sentado en el césped con Ochaco—. Ambos se veían y compartían una que otra nota de sus asignaturas. Una parte de Kai se aliviaba al ver que sus compañeros continuaban con su rutina diaria, deseaba en lo más profundo poder avanzar de esa manera, pero tenía claro que todo avance era diferente y que en algún momento Kai podría ser capaz de avanzar sin ser retenida al pasado. Sin embargo, algo que continuaba en la búsqueda de su computadora era el nombre de aquella mujer; Nana Shimura. Había leído artículos sobre ella, pero estaba desconcertada por no saber de su origen.

—¿Por qué nunca me contó la verdad?—se cuestionó Kai en voz alta.—¿Por qué nunca me dijo quién era su verdadera madre?—añadió.

—Nakamura.—se sobresaltó, oyendo la voz de su profesor, Aizawa la llamaba afuera de la habitación con toques ligeros en la puerta.

—¿Si, profesor?—le preguntó Kai, abriendo la puerta y mirando a su profesor; confiaba plenamente en él y se sentía segura que estuviera alrededor.

—El joven Todoroki trajo como petición el que pudieras salir y acompañarlo a cenar con su familia.—comentó Aizawa.—Su hermana solicitó el permiso y accedió en autorizar el tuyo. Puedo autorizarlo, solo si deseas salir o prefieres quedarte a terminar tus tareas.—indicó, mirando a Kai.

—Me gustaría salir, profesor.—admitió Kai, algo nerviosa por el hecho de estar con Shoto fuera de la academia y compartir con su familia; sabiendo el conflicto interno que había.

—Bien, Todoroki te espera en la primera planta.—indicó Aizawa.—Tienen hora de llegada, por el toque de queda. Igual yo los llevaré.—añadió, Kai asintió de forma respetuosa para él girarse.

—Profesor.—llamó Kai, haciendo que él se girara de inmediato para atenderla.—¿Ustedes no confían en mí?—él se sorprendió, mirándola.

—No lo entiendo, Nakamura. Se más clara con lo que quieres expresar.—pidió, con las manos en sus bolsillos y viéndose despreocupado.

—Siento que ustedes no confían en mí, por lo que sucedió en Kamino.—esclareció ella, Aizawa la miró de forma detenida y se acercó.

—Nos preocupa que suceda otro altercado en donde tu energía te lleve al límite, lo que ocasione que se deba forzar un coma inducido.—explicó.—Pero confiamos plenamente en tu desarrollo y tenemos claro que eres una alumna ejemplar.—añadió, halagándola para así ella bajar la cabeza.

—Seguiré esforzándome.—afirmó Kai, levantando la mirada para inducir una confianza a su profesor, quien llevó su mano hasta la cabeza de Kai.

—Te pareces mucho a tu madre.—musito, con un hilo de voz que disimuló con mucha frialdad.—Ya vete. O perderán el tiempo.—añadió, girándose para caminar por el pasillo de aquel piso.

De momento todo se tornó amargo. La mente de Kai se llenó de imágenes donde recobraba el recuerdo de su profesor conjunto a su madre—, si bien en algún punto Kai se sintió indignada por los sentimientos que ocultaban estos adultos, una parte suya se confortó al saber que su madre fue feliz por lo que sintió alguna vez hacia aquel héroe—. Respiro hondo e intento de no vagar en ese presagio que la perseguía, porque supo que alguna vez también su madre quiso a su padre, pero jamás como al héroe Eraser. Su madre fue una heroína hermosa que fue reflejada en los focos de la fama, pero engañada y debilitada bajo la amenaza de seguir los pasos de una ideología en la que dejó de creer cuando encontró la luz. Hikari estaría viva si tan solo... No. Kai sacudió su cabeza y decidió no pensar en eso, su madre había cometido errores y si estaría viva, la comisión de héroes la hubiera condenado. Igual, era mejor ese destino que el que... No. Volvió a sacudir su cabeza y a quitar eso de su mente. Kai no quería culparse, no debía hacerlo.

—Yo no lo hice. Fue él.—afirmó a sí misma cuando su corazón empezó a latir muy rápido, era como si un ataque de ansiedad la quisiera ahogar.

—Kai.—un alivio, era una de esas voces que la llenaba de alivio; la albina miró con desconsuelo a Tenya, su amigo desde el jardín de niños se acercó de forma preocupado.

—Todoroki te esta esperando abajo, ¿esta todo en orden?—le cuestiono, ella no tardo en asentir mientras buscaba un poco de aire para calmarse.

—Son esos pensamientos de nuevo, no quiero culparme por lo que pasó con mamá.—admitió ella, Tenya sintió un balde de agua fría al verla así, pero sonrió y la conforto.

—Debes estar nerviosa porque saldrás, pero todo estará bien. Todoroki no te dejará sola ni un minuto y si sientes que no podrás lidiar con eso, puedes enviarme un mensaje.—indicó Tenya, ella lo miró y se sintió más segura.

—¿Si? Eso estaría bien, digo... somos amigos.—expresó ella, sonriéndole para así él palmarla en la espalda y alentarla algo orgulloso.

—Y como tu amigo, te digo que estoy orgulloso de que vayas a salir, ¡porque significa que estás avanzando Kai!—exclamó con emoción, por lo que Kai olvidó esa ansiedad en su pecho.

—Iida.—Kai se giró conjunto a Tenya cuando oyó esa otra vez que le causaba más que alivio, Kai sonrió al ver a Shoto en el ascensor mirándoles.

—¡Alguien estaba nerviosa!—bromeo Tenya, por lo que Kai frunció su ceño y se enojó en medio de su sonrojo, denegando rápidamente.

—Esta bien, yo igual estoy nervioso.—admitió Shoto, Tenya sonrió y sintió otro orgullo diferente; era el poder ver a sus mejores amigos estar enamorado el uno con el otro de forma inocente.—Es como una cita.—artículo, moviendo su cabello.

Era claro que estaría nervioso, Shoto no quería que algo ocurriera en su casa—, sin embargo, su padre yacía en el hospital por el incidente que ocurrió con el Nomu—. Aunque no era grave, mejoraba de a poco para volver a sus labores como el héroe número uno. En el auto, Shoto y Kai iban atrás, el profesor se mantenía en silencio y oía la radio de fondo, por lo que Kai y él miraban por la ventana. La cercanía de Kai para el bicolor era cálida, era irónico porque Kai siempre estaba fría, pero ella le brindaba armonía y el olor floral era algo que hacía a Shoto no poder despegarse de ella ni por un momento. Añoro volver a sentirse así, querido y con la atención de la albina en él. Si él pudiera describir como se sintió en su ausencia, no acabaría y lo único que concluiría es que se sentía incompleto sin ella. Kai era la chica de la que estaba enamorado y no podía mirar a alguien de la forma en la que la veía a ella, no solo con inocencia y pureza, si no con un amor genuino. En ello, se reflejaba lo que nunca aprendió.

También lo que siempre anheló ver de sus padres—, un amor que no pudiera separarse—. No pensaría en eso, Shoto quería ver a sus hermanos y conversar con ellos, también que Kai fuera parte de eso, porque en algún punto de su vida, Shoto sabía que Kai sería también su familia y por quien viviría en unos años. Sonrió de lado, sintiéndose victorioso cuando Kai recostó su cabeza en su hombro, buscando la calidez que él sentía cuando ella estaba cerca. En su hogar, Fuyumi Todoroki preparaba la mesa que compartiría con sus invitados. Ella sonreía y tenía un delantal que describía el rato que había pasado en la cocina. La casa tenía la temperatura perfecta y la mesa una decoración neutral que favorecía el lugar hogareño. Oyó el ruido de un auto, así que al asomarse observó a las afueras de su casa la llegada de su hermano con su hermosa cita. En este punto, Fuyumi recordaba lo que un día sintió por Naoto y sabía que la albina estaba al tanto, no quería arruinarlo, pero igual estaba nerviosa por tocar ese tema.

—Hermana, gracias por solicitar el permiso para que Kai pudiera acompañarnos.—fue lo primero que agradeció Shoto al ver a su hermana mayor, quien sonreía nerviosa.

—Shoto, hermano... me alegra mucho que estés aquí y que Kailani también nos acompañe.—expresó Fuyumi, mirando a Kai.—Tu cabello luce muy hermoso con esa diadema, ¡cambiaste un poco!—halago, creando que Kai se pusiera algo nerviosa y sonriera por eso.

—Tienen toque de queda. Estaré aquí afuera para vigilar que todo esté en orden, igual si deberé salir lo avisaré.—comentó Aizawa, mirando a la adulta asentir de inmediato.

—No se preocupe señor, mi hermano y su compañera estarán bien aquí.—la presencia del hermano mayor de Shoto hizo que el bicolor sintiera un sentimiento de felicidad en su interior.

—Natsuo, estás aquí.—indicó Shoto, su hermano mayor se acercó y le estrechó la mano, la cual el bicolor aceptó delicadamente.

—Es difícil conseguir un permiso para venir acá con mis exámenes, pero lo ameritaba.—respondió Natsuo, para así mirar a Kai.—¿Sabes? Ahora no es el momento, pero ahora que te veo me siento melancólico. Digo, ¿te vi crecer?—bromeo, Kai sonrió y asintió.

—Yo la verdad no los recuerdo mucho.—admitió ella, mirando a los hermanos mayores de Shoto quienes les invitaron a entrar; al hacerlo, se quitaron los zapatos y olieron la comida.

—¡Disculpen si algo quedó muy salado! Estaba haciendo diferentes comidas porque quería hacerle Soba fría a Shoto, y a ti salmón con arroz para compartir conmigo y Natsuo.—comentó Fuyumi cuando se adentraron a la cocina.

—¿Te gusta el Soba fría?—le preguntó Natsuo, mirando como Shoto se sentaba en el cojín conjunto a Kai y su hermana para verlo fijamente.

—Es mi comida favorita.—respondió Shoto, ocasionando que Natsuo abriera sus ojos con conmoción y tristeza, una que Kai noto de inmediato por las expresiones del mayor.—Hermano, ¿cuál es tu comida favorita?—le preguntó Shoto, por lo que el mayor suspiró aún más conmovido.

—Fuyumi, ¿quieres que te ayude?—le preguntó Kai a la mayor, quien se dirigía a la cocina para buscar los enseres; Fuyumi sonrió y asintió, para que Kai pudiera acompañarla.

—Natsuo no compartió mucho con Shoto cuando era pequeño, no si se lo recuerdas, pero papá lo obligaba a entrenar y a no distraerse con nosotros. Incluso cuando ustedes venían de visita, era así.—contó Fuyumi en un tono bajo, apagando la estufa.

—¿Cómo están los señores Todoroki?—le preguntó Kai, mirando a Fuyumi servir todo con suma delicadeza y amor; esperaba esta cena más que nada.

—Mamá esta mejorando, ¡incluso papá! Desearía que pudieran estar aquí, todos completos... —musitó Fuyumi, recibiendo la ayuda de Kai, quien le pasaba unos platos.

—Yo también desearía que mi familia estuviera completa.—articuló Kai con tristeza.—Pero hay que seguir, ¿no crees? Las piezas se pueden recoger en el camino.—añadió, por lo que Fuyumi la miró detenidamente.

—¿Y ya se han besado?—oyó a Natsuo de fondo, Kai se sonrojó e intentó de disimular mientras ayudaba a Fuyumi a servir la comida en los platos.

—Si, mucho.—admitió Shoto con serenidad, Kai oyó la risa de Natsuo; era como si para él, Shoto aún seguía siendo un niño pequeño.

—Nuestras familias han pasado por mucho, como si estuvieran condenados por habernos conocidos. Digo... ¡disculpa! Yo estoy muy feliz de que mi hermano sienta amor por alguien.—admitió Fuyumi, mirando a Kai.

—Yo también pensé que quizás estábamos condenados por los pecados de nuestros padres, pero creo que merecemos una oportunidad... que debemos perdonar.—respondió Kai, quedando irónica en sí misma... porque ella no se perdonaba.

—Eres muy linda.—comentó Fuyumi, sonriendo de forma confortada.—Dime, ¿recuerdas a tu hermano cuando era pequeño?—le pregunto con ilusión, por lo que Kai miró el brazalete rojo en su muñeca.

—Si, ya tengo mucha hambre... ¿de qué están hablando ustedes dos?—Kai y Fuyumi se giraron, mirando como Natsuo y Shoto les observaron con una sonrisa curiosa.

Se sentía confortador para Shoto, el hecho de estar comiendo con sus hermanos y la chica que le gustaba. Kai soplaba su comida, comía en silencio y oía como Natsuo explicaba sus arduos exámenes universitarios. Sin embargo, Shoto no podía dejar de pensar—, en algún punto de su infancia jamás creyó ser posible el que pudiera compartir con sus hermanos la mesa de una forma tan pasiva—. No estaban tensos o asustados, tampoco comían de prisa para no estorbar en caso de que el patriarca llegara y se lo llevara para entrenar por horas. Comía y disfrutaba la comida, con una sensación melancólica pero también llena de tristeza. Su mamá no estaba aquí. Tampoco su padre y mucho menos el hermano mayor, aquel primogénito del que nadie habla. Solo hubo un altar con velas cuando murió. En todo caso, no había forma de que Shoto recordara lo que alguna vez fue Touya Todoroki. Era tan pequeño cuando murió, que solo recordaba como su padre lo alejaba de él para no jugar a la pelota y entretenerse.

—Endeavor.—Kai identificó al patriarca que había entrado por la puerta, lo que hizo que Shoto y los demás vieran a su padre fríamente.

—¡Bienvenido papá!—expreso Fuyumi.—Le dieron permiso a Shoto para salir del campus, le pedí a su profesor que nos acompañara pero no quiso. ¡Bueno no importa! Vamos a celebrar que cumpliste bien con tu trabajo, ¿si?—se preguntó.

—Que terrible... tu cicatriz.—comentó Shoto, creando un ambiente tenso entre él, su hermano y también su querido padre quien le veía estoico.

—Lo hizo muy bien para solo tener una cicatriz.—comentó Kai, intentando de remover la tensión que había creado el chico a su lado.

—Gracias, niña.—agradeció Enji, mirándola detenidamente y notando que ella lo veía con serenidad, no con amargura como antes.

—Prometieron que celebrarían hoy, ¿lo recuerdan? Por fin papá esta considerando a su familia, aunque lo odien que no se les note.—indicó Fuyumi en voz alta, afirmando que su padre la oía.

—Perdona hermana, no creo poder hacerlo. También me disculpo contigo Kai, es agradable tener compañía en esta casa.—Natsuo se levantó de la mesa bruscamente, tensando aún más el ambiente hasta que su padre lo detuvo en la salida.

—Natsuo, si tienes algo que decirme, dilo.—pidió Enji, sosteniéndole el hombro a su hijo; Kai miró la situación detenidamente sin saber qué hacer.

—¿Quieres que lo diga? Por supuesto.—respondió entre dientes el hermano mayor.—A penas hoy me enteré que a Shoto le gusta el Soba porque no quisiste que tuviera algo que ver con nosotros los fracasados. Por alguna estupida razón, mi madre y hermana quieren perdonarte. Pero mí sigues siendo un infeliz demente, parece que cambiaste pero no es verdad, nos abandonaste. Aunque seas el número uno y hayas ganado, nada de eso hará que lo olvide. Los gritos de mamá, el llanto de Shoto, ¡lo que le hiciste a Touya!—Kai se sobresaltó cuando Natsuo golpeó la puerta bruscamente, lo que hizo a Shoto mirarlo.

—Natsuo.—lo llamo, queriendo que entrara a la realidad de que habían visitas, por lo que Shoto jaló la almohada donde Kai estaba sentada para que permaneciera a su lado.

—¡Tu decidiste cambiar y con tan solo abrazarnos... ¿fingiremos que nada pasó?—le cuestionó Natsuo, intentando de bajar su tono de voz.

—Pretendo redimirme por todo lo que hice.—respondió Enji, mirando a su hijo detenidamente quien no tardó en denegar insatisfecho para así irse.

—Todo esto es inútil. Shoto ha estado visitando más a mamá, papá trata de ser mejor padre, mamá empieza a sonreír de nuevo. Creí que por fin podríamos ser una familia normal.—expreso Fuyumi llorosa, acercándose a su hermano.—¡Estaba demasiado contenta por esto, Shoto!—indico, moviéndolo.

—Hermana, es la primera vez que veo a Natsu expresar sus sentimientos.—comentó Shoto, mirando a su hermana detenidamente mientras que Kai se giraba para oír como en la televisión hablaban sobre su padre.

—Es el chico de aquella vez.—indicó Enji, reconociendo al joven que pasaban en la noticia, un joven que lo defendía y creía en él.

—El héroe Endeavor estuvo increíble en la batalla.—repetía Shoto.—Si es increíble, pero también estoy de acuerdo por todo lo que dijo Natsuo. Todavía no puedo perdonarte por lo que le hiciste a mamá, así que como padre... quiero ver cómo haces las cosas ahora, porque sé que algo muy pequeño, puede cambiar a alguien por completo.—articuló, enorgulleciendo a su hermana e incluso a Kai, quien sonrió.—¿Qué?—le cuestionó Shoto, mirándola.

La tensión se había disminuido, pero sin duda un cambio se había denotado. El factor de que Shoto quisiera ver la evolución de su papá y cómo se quería redimir, era algo de lo que Kai se enorgullecía. Había visto el odio de Shoto por su padre y como se limitó de ser quien es por la razón de querer tener un punto de partida en donde quería destruirlo o avergonzarlo por tener parte de su don. La luna estaba llena, así que era hora de irse, pese con amargura, Shoto sostenía la mano de la albina y la acompañaba fuera de la casa. Era claro que había extrañado estar ahí, incluso con sus hermanos—, pues fueron pocas veces que pudieron compartir o convivir—. Así que esto era un paso de su evolución y como iba dejando atrás todas las cosas que le limitaron a ser feliz, a conocer el mundo como era. Él sonrió y bajo la cabeza, por lo que Kai se detuvo frente a él confusa.

—¿Acaso te dio risa la despedida de tu hermana?—le cuestionó Kai.—Digo, te ensució la camiseta pero esta bien... Bueno, ya quisiera yo poder ver a mi hermano.—expresó Kai, sonriendo de lado.

—Solo estoy feliz.—admitió Shoto, mirando a Kai detenidamente y como en el fondo se veía al profesor Aizawa molestar a un gato.

—¿Por qué?—le preguntó Kai, ella sostuvo sus brazos y se mantuvo frente a él, mirándolo detenidamente a los ojos mientras esperaba oírlo.

—Mi familia avanza, quieren dejar todo atrás y eso está bien.—respondió.—Está bien seguir hacia adelante, siguiendo cada uno el camino que quiere y aceptando sus consecuencias.—añadió, tocando el cabello de Kai.

—Estoy orgullosa de ti Shoto, digo... no te importó compartir la cena con tu padre, aunque solo fuera un momento.—artículo Kai, mirándolo.

—Tu también te quedaste ahí, quiere decir que has decidido continuar.—Kai bajo la cabeza un poco denegada.—Significa que hay más probabilidad de que estemos juntos.—añadió, acercándose a ella para besar la comisura de sus labios.

—Shoto.—Kai se sobresaltó, alejándose de Shoto sonrojada cuando sintió la intimidante presencia del héroe número uno detrás del bicolor.

—Ya me tengo que ir.—indicó Shoto, sin embargo su padre decidió acercarse, aunque mantuvo distancia mientras miró a la albina.

—Solo quería decir que tu padre era un buen hombre.—la expresión de Kai decayó cuando él extendió un sobre, que lucía impecable.

—¿Qué es eso?—se cuestionó Shoto inseguro, pero permitió que Kai se acercara y recibiera en sus manos aquel sobre.

—Y sé que fue un buen padre.—añadió Enji, Kai sonrió cuando vio la nota que decía el sobre; "para mí mejor amigo, Enji".

—Usted también puede serlo.—afirmó Kai, mirando al héroe como un nuevo símbolo de esperanza, redimiéndose del rencor que tenía hacia él.

Fue un balde de calma para el patriarca de los Todoroki, el ver a la adolescente que alguna vez vio como niña merodear por su casa fue un sentimiento lleno de nostalgia—, no pudo evitar en pensar cómo fueron sus tiempos con Kenny Nakamura—. Las imágenes de ambos caminando por los pasillos de la academia y riéndose, fue una conmoción, como también cuando venían de sus clases exhaustos, pero dispuestos a seguir avanzando juntos. La última imagen que le vino a su mente fue la de su mejor amigo yéndose por un pasillo de luz con una mujer que apagaría su brillo, pero que le traería una familia. De pronto Kenny estaba solo, mirando como Kai y Shoto se iban por ese mismo camino. Pero debía ser diferente, ambos traerían luz y esperanza a sus vidas. Veía a su hijo agarrarle la mano a la chica, mostrándole su apoyo y que también sería su héroe, más que eso, la persona que la amaría siempre. Sin importar la oscuridad que se la lleve.

150 votos + 100 comentarios =
Próximo capítulo: ¿La clase B contra la clase A?

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro