𝟑𝟕

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❛All For One contra Illusion.❜
OMNISCIENTE
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Había un bache de sangre en el suelo. Aquel hombre de unos cuarenta y algo yacía sin aire en sus pulmones. Murió. No se oían latidos, tampoco un pulso que pudieran sentir. Agonizo hasta su último aliento, delante de aquella alta y delgada niña con un cabello lacio. No era albina. Tenía pestañas oscuras y destellos azules en su cabello blancuzco, una piel un poco pálida y ojos azulados como un diamante. Ella estaba en silencio, mirando con una expresión estoica al cadáver que se encontraba tieso y frío en el suelo de aquel gran almacén, el cual parecía estar abandonado. Un alto hombre frente a la adolescente se limpiaba con un pañuelo las manos, e incluso el rostro, pues tenía gotas de la sangre espesa y roja manchándole su imagen tan limpia. Soltó una sonrisa conjunto un suspiro, notando que la joven se veía desinteresada ante su presencia tan intimidante. Se oía la brisa afuera, también las ramas de los árboles chocando con las ventanas.

—¿No me darás las gracias por haberte salvado de este hombre?—le preguntó, la adolescente miró al hombre y se encogió de hombros.

—Lo mataste. No debo dar gracias por un asesinato.—artículo ella con frialdad, en sus ojos se veía presa de una gran tristeza.

—Pareciera ser que tú eras la que ibas a terminar ahí en su lugar, si yo no hubiera llegado.—detalló al responderle, la adolescente tan solo lo miró sin poder darle una pronta respuesta.

—Claro, eres un héroe y me salvaste de mi padre adoptivo que iba a matarme, porque estaba ebrio y me odia.—musitó ella con burla, abrazando sus manos llenas de marcas y moretones.

—No soy un héroe.—infirió él, mirando a la joven asombrarse por eso.—Soy alguien más que un héroe. Por eso estoy aquí.—afirmó él.—¿Como te llamas, niña?—le preguntó.

—Hikari Tamira en mi formato adoptivo, mi nombre real es Hikari Shimura.—respondió ella con desánimo, para así ver extrañada la gratificante sonrisa del hombre enfrente.

—Que pequeño es el mundo.—comentó él, acercándose a ella para estrechar su mano limpia, pasando por encima del cadáver.—Tú madre y yo éramos muy cercanos.—contó.

—Si crees que es buena persona estás equivocado. Me abandonó a mi y a mi hermano, nos llevaron con familias diferentes.—desistió ella del estrecho, mirando a otro lado.

—Debió haber sido algo muy duro.—musitó él para poner su mano en el hombro de Hikari.—Pero, ¿sabes? Desde su muerte me he encaminado a buscar al culpable.—indicó, llamándole su atención, tanto que ella lo miró detenidamente.

—¿Al culpable?—se cuestionó, Hikari se veía sucia y desnutrida, así que él fue delicado cuando la sostuvo por el hombro con temor a dañarla.

—Hagamos algo.—pidió él.—De seguro tienes un don extraordinario que desarrollar, dame la oportunidad de cuidarte y unirte a mi causa para destruir al hombre que ocasionó que tú madre se fuera.—decía, endulzando el oído de una joven sin sueños y aliento.

—¿Podría hacer eso?—se preguntó ella.—¿Cuidarme?—esclareció con ilusión en sus ojos azulados que aquel hombre miró.

—Claro.—afirmó Shigaraki, conocido con un alias muy diferente y aterrador.—Ayúdame a destruir a All Might.—pidió, dejándole una semilla de odio a través de mentiras y manipulación.—Nadie vino a salvarte. Todos esperaban que un héroe viniera hacerlo, pero si no hay recompensa, nadie vendrá. Tú confía en mi.—insistió, endulzando su oído.

La brisa azotaba fuerte, las ramas continuaron chocando con las ventanas cuando esa adolescente salió de la mano con aquel hombre, enmarcando uno de los destinos más desastrosos de todos aquellos que habían confiado en él. All For One soltó un aire de alivio, alejándose de esas camas de hibernación donde las monstruosidades que creaba para su beneficio propio a base de otros dones esperaban a ser utilizados. Todo marchaba bien a su plan, tan perfecto que no habría manera de que no saliera ileso. Con toda su confianza puesta en quien era su prodigio, Tomura Shigaraki tenía ese respaldo y el poder en sus manos para crear caos como su maestro. En aquel bar, donde era observado por el mismo, Shigaraki estaba presente con otros villanos que ahora pertenecían a su Liga y lo seguía en su causa por destruir a los héroes. Su objetivo principal de aquel secuestro era beneficiarse del don explosivo de aquel joven rubio con actitud pesada y prepotente, Bakugo sería un pilar para su unidad.

Pero el joven desistía de unirse a su causa y solo miraba su entorno con preocupación—, desde que habían sido secuestrados la albina fue alejada de su lado y ya no sabía más de ella—. Se sentía impotente, no por estar atado a esa silla de metal, si no porque espero haber podido hacer algo para mantenerla cerca, después de todo se lució en el campamento diciendo que podía protegerla más que cualquier otra persona, pero falló. Solo le quedaba esperar y poner resistencia, la ayuda ya iba en camino y los héroes no eran los únicos en ir por ellos. En aquel probador Shoto se quitaba la camisa que había tenido cuando fue al hospital, cambiándose y poniéndose otras fachas que lo haría pasar desapercibido por las calles. Los demás estaban en lo mismo, pues no querían llamar la atención, menos aún cuando se venía una redada donde los héroes dirigirían sus fuerzas hacia la Liga. Ellos solo querían estar un paso adelante, recuperar a Kai y Katsuki era la mayor prioridad que tenían en ese momento.

—Yaoyorozu, gracias por venir—le agradeció Shoto a Momo cuando la notó algo firme en su andar, la azabache aún así se veía preocupada.

—No tienes nada que agradecerme Todoroki.—desistió ella aún lado suyo.—Es algo que hubieras hecho incluso por mi, ¿no es así?—le preguntó con cautela, para él mirarla.

—Si, por supuesto.—acepto en confirmar con algo de sutilidad, los ojos de su compañera destellaron una leve ilusión por dicha afirmación.

—Es muy valiente que hayas aceptado acompañarnos, sabiendo que podrías meterte en problemas.—indicó él, caminando con ella.

—Lo hice porque son mis amigos y si quiero ser una heroína, debo aprender también a ser una amiga. Pero si la situación se torna peligrosa, los protegeré y sacaré de ahí.—comentó ella.

—Solo quiero poder salvarla esta vez.—musitó él, con la imagen de sus manos estrechándose hacia Kailani en vano, porque nunca la alcanzó.

—No comprendo.—comentó Momo, confundida.—¿Ustedes realmente querían estar juntos? ¿Por qué si es así, todo acabó tan de pronto?—se preguntó confundida ella, mirándolo.

—Es lo que quiero arreglar.—respondió, quedando frente a ella y mirándose fijamente a los ojos, notando un desánimo en los orbes oscuros de Momo, Shoto se sintió atrapado en su mirada.

—¡Oye tú!—oían a Izuku, quien fingía una voz diferente para poder ir de acuerdo al atuendo de hombre adulto que tenía.

—Yaoyorozu, ¿no habría sido gratis si usabas tu don?—le preguntó Shoto al percatarse del gasto innecesario que habían hecho.

—¡Eso va contra las reglas!—decía ella, queriendo aumentar el flujo del dinero, emocionada veía a Shoto quien se mantenía inexpresivo.

—Claro.—artículo él, girándose para seguirla por el camino que debería ser su punto de partida para llegar hasta sus compañeros.

—¡Es la UA!—en un silencio por parte de todos, los alumnos se giraron tensos para ver cómo los ciudadanos alrededor señalaban una gran pantalla que transmitía una conferencia.

Les presentamos un video de disculpa que la UA acaba de transmitir.—explicaban los reporteros vía la noticia estelar.

—Profesor Aizawa.—musitó Izuku, moviéndose en contra de la gente con sus compañeros ante ver a su profesor presentarse en la conferencia.

Disculpen por el incidente que permitió que veintisiete jóvenes de primer año resultaran lastimados, también nos disculpamos por perturbar a la sociedad y nuestra negligencia. Al defender esta institución realmente lo lamentamos.—indicó el profesor vía televisión, dando una referencia conjunto al director y otro profesor.

—El director Aizawa odia la prensa.—comentó Eijiro, mirando confundido al igual que Shoto el noticiario presentado prontamente.

Los estudiantes de la UA han enfrentado villanos cuatro veces este año, esta vez incluso hubo estudiantes que resultaron gravemente heridos. ¿Como les explicaron estos incidentes a sus familias y que medidas tomarán?—se preguntó un reportero en medio de la conferencia.

—Insinúan que son los malos.—artículo Izuku con impotencia, apretando sus nudillos fuertemente ante ver la posición de su academia.

Aumentaremos la vigilancia del área y reforzaremos la seguridad de la escuela, tomaremos el bienestar de los estudiantes como la principal prioridad.—respondió el director Nezu, de forma sutil frente a las cámaras.

Los alumnos se llenaron de tensión, notando el lado oscuro de las cosas que no podían controlar. La atmósfera se tornaba gris, iba en muy mala dirección. Pero detrás de esa conferencia había una distracción, un plan creado desde la comisión de héroes para poder distraer a la Liga de villanos. En un bar clandestino, la televisión era apagada, esa misma que presentó la conferencia de una academia prestigiosa e importante en Japón, afirmando su irresponsabilidad. Algo que le supo a gloria al líder de aquella pandilla con intenciones tan macabras como el secuestro de dos niños con la intención de persuadirlos a complementar su ideología. En medio de siete personas con pasados lejanos a ser héroes, Tomura se giraba en esa silla rotatoria para dar cara a Katsuki. Preso en una silla y sin movilidad de sus manos, su mirada rojiza solo buscaba una cosa desde que había llegado a ese lugar. No estaba ahí la albina que había perjurado proteger, lo más irónico es que su hermano, un villano que componía la Liga también estaba ausente. Tomura se dirigía a él, empezando con su plan.

—Pero que extraño. ¿Por qué critican tanto a los héroes? Solo lidiaron con las cosas un poco mal. ¿Es porque su trabajo es proteger? Todos cometemos errores, ¿se supone que sean perfectos?—le hacía cuestionarse Tomura, pero el rubio se mostraba desinteresado.—Los héroes de hoy son demasiado estrictos, ¿no crees Bakugo?—le preguntó.

—Cuando reciben compensaciones por proteger a la gente, los héroes dejan de ser héroes, eso es lo que Stain enseñaba.—detalló Spinner, cruzado de brazos y poniendo su peso en la pared.

—El extraño sistema de transformar la vida de la gente en dinero, la sociedad que se apega a esas reglas y la gente que culpa a los perdedores en vez de alentarlos, peleamos para preguntar, ¿qué es un héroe, qué es la justicia? ¿Está sociedad de verdad es justa? ¿Haremos que todos piensen? Y planeamos gastar, también te gusta ganar, ¿verdad?—le cuestiono Tomura a Bakugo, mirándolo detenidamente como la furia se le marcaba en la expresión.

En ese momento a él no le importaba ganar. Katsuki entendía la intención de los villanos, sabía claramente la razón por la cual se esforzaron tanto en llevarlo. De hecho, le halagaba saber que podía ser tan intimidante como para que la Liga decidiera traerlo con ellos hasta lo que era su guarida. Los héroes avanzaban en llegar al lugar—, con el propósito de rescatar a esos dos alumnos, All Might desconocía que una estaba ausente y que parecía no estar muy lejos de aquel bar—. Shoto conjunto a sus compañeros caminaban por la dirección que Momo les indicaba, debía admitir que se sentía un poco preso del miedo, porque lo que harían podía ser ilegal, pero habían acordado que no habría pelea, solo querían sacar a Katsuki y Kailani de donde estuvieran, sin tampoco saber que estaban separados y que al lugar que irían sería el campo de batalla más feroz.

—Este es el lugar que indica el rastreador, chicos.—afirmó Momo, deteniéndose para señalar de manera disimulada lo que era el lugar.

—Es su escondite, o lo que parece.—opinó Eijiro, escondiéndose detrás de la pared conjunto a Momo y los demás compañeros.

—No sé si sea su escondite, de acuerdo con la señal del receptor el villano no ha salido de ahí desde ayer.—anuncio Momo.—Además que el villano este aquí, no significa que tengan a Bakugo y Nakamura aquí también. Todos llegamos a este lugar con muy poca información. Piensen objetivamente.—pedia ella, mirando a los demás.

—Y no contamos con Jiro o Hagakure en el equipo, ellas podrían infiltrarse muy fácil. Veo que es peligroso. Los detendré de inmediato, y como su amigo, no dudaré en llamar a la policía.—indicó a Tenya, seriamente.

—Te lo agradezco Iida, ¿pero no han notado algo?—se preguntó Izuku, mirando a través de sus gafas a Shoto, quien levemente asintió.

—Hace frío.—artículo con un tono de esperanza que alarmo a todos.—Y viene desde la dirección donde indica el rastreador.—añadió.

—Entonces tenemos seguridad de que Nakamura esté aquí.—afirmó Eijiro.—Si es así, debemos salvarla a cómo dé lugar. No me iré de aquí sin ella.—añadió, viendo a Tenya dudar.

—¿Qué podemos hacer con lo que tenemos?—se cuestionó Izuku, pensativo.—La regla es que no podemos usar nuestros dones y pelear con los villanos... —se quedó murmurando para él mismo, dejando a todos desinteresados.

—Hacía tiempo que no murmuraba ¿Qué hubiera hecho Nakamura en esta situación?—le preguntó Eijiro a Shoto, quien levantó la palma de su mano para golpearla la nuca a Izuku.

—¡Todoroki! Eso es muy propio de Midoriya, no tenías que golpearlo.—reprendió Momo, viendo a Izuku acariciar su nuca por el leve calentón del golpe que le había dado Shoto.

—Es lo que Kai hubiera hecho.—afirmó Shoto en su defensa, viendo como Izuku asentía con algo de melancolía, porque era cierto.

—No he visto ningún movimiento a pesar de estar tan cerca.—decía Momo, frente a sus compañeros que veían una máquina de bebidas de manera disimulada frente al lugar donde estaban.

—Las luces están apagadas, no parece que haya alguien ahí...

—Lo hacen para aparentar. Quieren que parezca un almacén abandonado, pero sobresale el hielo desde aquella puerta.—irrumpió Shoto, viéndose seguro.—Significa que el don de Kai ha estado activo. Debió haber luchado por salir.—añadió.—Apartémonos.—pidió en cuanto unos hombres ebrios se acercaron a irrumpir con coqueteos hacia Momo.

—Hay que evitar llamar la atención.—aconsejó Momo en cuanto se detuvieron detrás de una pared, notando a personas pasar.—¿Qué podemos hacer?—se cuestionó, cautelosa.

—Vayamos por atrás, aunque tengamos poca información, tenemos que entrar a ese lugar.—decía Izuku, dirigiendo a sus compañeros a la parte trasera del almacén abandonado.

—Hay hielo descongelándose también aquí.—señaló Tenya, notando partículas de hielo en el borde de la pared por donde se interponían.

—Es muy estrechó, no pasaré.—indicó Momo, tambaleando del leve frío.—Todoroki, ¿eres tú?—se cuestionó ella, pero él adelante denegó.

—No soy yo.—respondió él, notando que la temperatura se ponía cada vez más fría.—¿Acaso ella está usando su don aún?—se cuestionó dudoso, sintiendo la energía en ese rincón.

Continuaron pasando por el lugar estrecho donde estaban, de manera incómoda se detuvieron cuando notaron una ventana con barrotes—, sería difícil de ver así que Momo con su don crearía lentes de visión nocturna—, pero Eijiro con sus ahorros se compró unos para la situación que posiblemente lo hubiera ameritado. Sin importar el costo económico de dicho artefacto, para él parecía más importante tener una manera estratégica de rescatar a sus amigos. Fue algo que Shoto notó, el hecho de que sin importar la circunstancias en que quedaran sus posturas después, habían intentado todo para no convertirse en héroes, si no, en amigos. Se quedó con su mirada atenta, esperando que pudieran ver algo cuando se subieron a sus hombros y a los de Tenya, con la intención de que avisaran rápidamente en caso de que notaran lo más mínimo en ese almacén abandonado por donde nadie había entrado o salido desde el día anterior. Eijiro y Izuku se acomodaban, viendo.

Pero fue lo que vio Eijiro en ese interior que lo hizo tambalear del miedo, tanto que su cuerpo se llenó de escalofríos y tambaleó encima de los hombros de Tenya. La preocupación en Shoto brotó cuando Eijiro soltó gotas de sudor, envueltas en su expresión tensa y mandíbula apretada. Sus dientes afilados sobresalían. Estaba desesperado por saber, por querer ver algo que la llevase a Kai, así que Shoto vio cómo Izuku sostenía los lentes de visión nocturna para poder ver al fondo en la izquierda lo que su compañero había visto. Sus ojos también se abrieron grandemente y mostraron un aspecto de terror cuando vio varias cápsulas de lo que parecían ser las bestias utilizadas desde el centro de la USJ en la academia UA, hasta en Hosū y culminando con el campamento de veranos; eran Nomus. Apretó fuertemente la visión de lentes nocturna y se alejó de estas mismas cuando la vio. O mejor dicho, cuando los vio.

—No nos equivocamos.—mencionó Izuku, tendido en los hombros de Shoto.—Nakamura está aquí.—afirmó con sus dientes chocando.

—Hay que ir por ella, ahora.—afirmó Shoto con suma insistencia, la mano de Tenya apretó fuertemente su hombro y denegó rápidamente.

—No está sola.—comentó Izuku.—Su hermano está ahí.—añadió, para así mirar detenidamente a Eijiro.—Pero están inconscientes en una camilla. No entiendo lo que está pasando.—artículo para así ellos ver como un camión de levantaba en el aire y una brisa les llevaba las pelucas y accesorios.

Tres héroes se presentaban en la zona donde yacían los alumnos. La sintonía perfecta de la redada que hicieron los héroes y la conferencia de la UA como una distracción, funcionó a la perfección. Katsuki yacía observando la presencia del símbolo de la paz, con la compañía de héroes que lo respalda a en esa zona al norte de la prefectura. Eran dos ubicaciones. Donde se escondía la Liga con Katsuki y donde tenían la colmena de los Nomus, conjunto a Kailani y una de las heroes pertenecientes a el grupo de felinos, Ragdoll. Quien era recogida por su compañero en brazos en un estado de perdición e inconsciencia. Mountlady retenía a los Nomus en sus grandes manos y Bestjeanist con las finas telas de su mahón adjuntaba el cuerpo frío de Kailani, para así retener al de su hermano de manera insegura. La albina fue sostenida en sus brazos, se veía más pálida de lo usual y su cuerpo debilitado, como si le hubiesen sacado el alma, el héroe notó lágrimas marcadas en sus mejillas—, pero al menos las heridas estaban vendadas.

—Lo siento Tigre, ella siempre tuvo un buen don. Era la oportunidad perfecta y la tomé.—se oyó esa voz, intimidante y desinteresada que detuvo a los alumnos cuando creyeron que sería la oportunidad perfecta para irse, pero no era así.

—¿Eres de la Liga?—se cuestionó Gangorca con autoridad y seriedad, pero no se veía nada, todo en el interior del almacén en cimientos estaba oscuro y sobresalía aún frío.

—Cuando mi cuerpo se convirtió en esto, perdí mucho de lo que tenía acumulado, por eso traje a tu compañera y también a esa niña, pero me fue imposible tomarle su don.—explicaba ese hombre, avanzando entre la oscuridad.

—¡Detente, no te muevas!—pidió el héroe nuevamente contra quien se acercaba, pero los pasos continuaron retumbando y fue detenido con los hilos de su ropa ante el don de Bestjeanist.

—¡Chicos!—Momo iba crear un escudo que los protegiera de lo que parecía ser un colapso, pero una fuente de agua impotente bloqueó su entrada al lugar y empujó pavimentos que caerían sobre ellos.

—¿Qué fue eso? ¿Acaso era agua?—se preguntaron todos, temblando del miedo mientras oían aplausos y Shoto buscaba ver a Kailani.

—No la veo, ¡maldita sea!—exclamo entre dientes, reteniéndose de la pared cuando aquel golpe devastador los mantuvo inmóviles, ellos estaban temblando, no podían moverse.

—Digno del número cuatro, creí que los había hecho volar a todos juntos, manipular la ropa de todos y hacerlos aún lado en un instante, que habilidad. Tienes nervios de acero.—pronunciaba aquel hombre, notando como los demás héroes estaban aislados e incluso la joven alumna.

—No fue lo que me dijeron, ¡pero eso no importa ahora, un héroe no da excusas por su fracaso!—exclamó Bestjeanist antes de volver a ser tumbado en el suelo por un golpe.

—Ya veo, tu fuerza proviene de mucha práctica y experiencia, no del poder bruto. No necesito tu don, no funciona con la disposición de Tomura.—decía, levitando en el aire seriamente.

¿Quién es él?—se preguntaba Shoto, mirándolo de reojo y ocultándose con sus dientes chocando entre sí, las gotas de sudor le bajaban como a todos sus compañeros del pánico.—¿Qué ocurrió?—añadió, aguantando la respiración, hasta que oyeron aquella voz en una tos.

—¡Maldición! ¿Qué rayos... —se iba cuestionar Katsuki cuando llegó al lugar acordado, encontrándose frente a frente con el verdadero líder de aquella Liga.

—Lo lamento Bakugo.—artículo aquel hombre frente a él, trayendo con aquel portal a cada uno de los villanos que habían estado en aquel bar clandestino hace unos minutos.—Fallaste de nuevo, Tomura. Pero no dejes que esto te desanime, intentándolo de nuevo. También traje a tus socios, incluso al niño y ahí está la niña, solo porque decidiste que era una pieza importante. Inténtalo cuanto quieras.—añadió, acercándose a Tomura para así Katsuki crujir sus dientes cuando se giró.—Es por eso que estoy aquí. Todo esto es por ti.—culmino en decir.

—¡Infeliz!—exclamó bruscamente, arrastrando sus manos hacia el suelo para sostener a la albina entre sus manos.—¿Qué le hicieron?—se cuestionó, apretándola contra él con una necesidad que inquietó a Shoto de inmediato.

—No lo soporto.—masculló Shoto entre dientes, intentando moverse conjunto el cuerpo de Izuku, pero fueron detenidos fuertemente por las manos de Tenya quien temblaba impotente; quería proteger a sus amigos, tenían que escapar.

—Te tardaste mucho.—pronunció aquel hombre cuando una cascada de agua fue irrumpido por la utilidad de un don que removía dones, desapareciéndolo de inmediato ante aquel cuerpo tocar el suelo bruscamente.

Nadie decía nada, ni siquiera se movían. Los pertenecientes a dicha Liga sólo observaron el agua brotar más por la calle, haciendo relucir un destello azulado. Sus ojos denominaban una total furia que jamás alguien hubiese visto en su persona, porque en sus últimos años aparentó ser una mujer audaz y también carismática, sin un aura malévolo como se estaba presentando. Con su traje de héroe, Hikari se inclinó para quedar en una postura derecha. Luego de varios meses con una ausencia terrible que la hizo ser enfocada aún más en el ojo publico, aparecía frente a sus estudiantes y personas con bajezas en el crimen, cosas atroces peores de las que ella había hecho, pero daba cara a su destino y veía como la burla del hombre que la salvó relucía ante ella, dejándola seria e inexpresiva. Ninguno de los presentes se atrevió acercarse a la heroína con cabello blanco y destellos azules, pues sus ojos bordaban el mismo tono con un brillo reflejado en las luces de los postes que alumbraban las aceras donde estaban otros residentes, mirando desconcertados la situación y grabando la presencia de dicha heroína.

—Es la profesora Tamira.—musitó Izuku con esperanza en sus ojos, pero más asombro y miedo cuando recordó la postura de dicha mujer.—No.—denegó.—Es Illusion.—arreglo.

—Después de tantos meses... —murmuró Momo, interponiéndose para ver por si misma a quien era su profesora favorita.—Volvió.—artículo en su afirmación luego de la breve pausa, intentando de analizar la situación.

—Estoy aquí. Era lo que querías, ¿no?—se cuestionó la adulta, no era rodeado por los demás villanos, ellos se mantenían alejados y viendo como ella caminaba para acercarse al vil hombre.

—Nos hiciste correr mucho, Hikari.—pronunció All For One con una seriedad en su voz que creó pánico en los alumnos que veían.

—Deja ir a mis hijos y haz lo que quieras, tengamos una pelea limpia.—pidió ella con una autoridad que hizo a Tomura jadear de la ofensa.

—¿Quién te crees para hablarle así al maestro?—le cuestiono Tomura, acercándose hacia ella, pero ignorado por la mujer, enfureció hasta querer acercarse sin pensar cuerdamente.

—No te preocupes, Tomura.—indicó All For One, levantando la mano para detener a su pilar, Katsuki observaba tenso y sin movilidad, sosteniendo en sus brazos a una inconsciente Kai.

—¿Qué está pasando?—se preguntó Momo, notando como Izuku y Shoto intercambiaban mirando, sabiendo el contexto de dicha historia detrás de esa reunión enfrente.

—¿Por qué no está haciendo nada?—en su unión, Eijiro se unió, sus manos temblaban y dientes crujían, observando a la heroína quedar alrededor de los villanos que la veían como presa.

—Dudaba mucho que decidieras aparecer por aquí, luego de que los rumores sobre tu postura empezarán a ser cuestionados por los noticieros, pero te arriesgaste, cada vez me sorprendes más, Hikari.—comentó All for One, mirando a la adulta tenerle su mirada fija en él.

—Mataste al padre de mis hijos.—artículo Hikari en un gruñido, para así All for One soltar una risa malévola que la hizo estremecer.—Me utilizaste. Y ahora quieres arrastrar a mis hijos en esto, no puedo permitirlo.—arremetió, en defensa.

—Maestro.—llamó Tomura cuando miró la postura defensiva que procreaba la adulta, cubriendo el cuerpo de su alumno e hija detrás de ella.

—Yo no te utilice, tú decidiste seguirme. Que las cosas se te hayan salido de control es algo que no me compete.—respondió el pilar malévolo, viéndose desinteresado ante ella.

—¡Tú me mentiste!—expresó ella en una rabia alta que creó silencio entre los presentes, sus alumnos veían con recelo su actitud.—No fue All Might quien mató a mi madre, ¡fuiste tú!—señalo.

—¿Qué significa todo esto Midoriya?—le preguntó Tenya a su compañero, quien dejaba de observar para buscar aire y analizar todo, encajando un rompecabezas muy ajeno que empezaba a cobrar algo de sentido.

—Me obligaste a seguir este camino, me pusiste en vela y me acorralaste contra mis hijos, ¡tú no me diste opciones y solo porque te interesaba una cosa!—exclamó Hikari, deslumbrando sus sentimientos de culpabilidad.—El posible poder que pudieran heredar mis hijos por ser nietos de Nana Shimura.—afirmó ella, haciendo que Izuku abriese los ojos.

—¡Nana Shimura!—exclamo All for One, aplaudiendo y haciendo una seña de fuerza.—Que mujer, debe estar decepcionada de que su hija vaya a morir de la misma manera patética que ella.—musitó, levantando su brazo.

—No vine sola esta vez. Infeliz.—musito ella en una sonrisa que hizo a este hombre sentir escalofríos cuando ella se movió.

—Viniste después de todo.—añadió cuando entre el humo y el cielo la abrumadora llegada del héroe número uno alumbró a todos.

—¡Haré que devuelvas a mis estudiantes, All for One!—exclamo All Might flotando desde el cielo, para así Hikari en una leve bruma de agua deparar a los villanos del círculo y acercar a su hijo de manera arrastrada hacia ella para revisarlo.

Y en ese momento, una brisa removió a todos los cuerpos cuando el impacto del golpe de All Might contra All for One se distanció. Hikari sujeto sus pies contra el suelo y se cubrió con una esfera de agua donde Katsuki quedó atorado, sosteniendo a Kailani. Los demás villanos volaron por el cielo. Una bruma del polvo levantado irrumpió todo el lugar, destruyendo más cimientos de condominios en la cercanía de donde estaban. Todo se estaba volviendo un desastre. Habían llegado demasiado tarde. Parecía que el símbolo de la paz se había debilitado, pero aún así estaba dispuesto a pelear con quien había tenido una condena en el pasado, un hombre que había acabado con la esperanza de todos y era el creador de su mismo don, incluso el que ahora portaba su alumno y discípulo, Izuku. El joven de cabello crespo y verde veía de reojo detrás de aquella pared, siendo sujetado por su compañero, buscaba pensar en el plan perfecto para poder salvar a sus compañeros. Lo que pareció salirse fuera de control, fue cuando Hikari salió expulsada con aquel don... agua helada, de su propia hija, Kailani Nakamura.

—Que empiece el espectáculo.—pronunció All for One, mirando detenidamente a Kailani crujir su cuello como si se preparase para pelear.—Pero yo ya gané, All Might.—afirmó, sujetando la lealtad de la albina aún lado de la Liga de villanos, condenándola.

90 votos para el próximo capítulo.
Antepenúltimo capítulo: La caída de Kailani.
Nota: Dos capítulos más para el final.

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