𝟑𝟗

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❛El fin de una era.❜
OMNISCIENTE
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Los noticiarios no podían dejar de hablar sobre lo ocurrido. Tenían ediciones especiales donde recapitulaban el descenso del héroe número uno. Y también, el rescate a medias de sus dos alumnos. Nadie sabía sobre la condición de la joven fémina que se encontró herida gravemente, incluso aunque las cálidas y grandes manos del quien ahora pasaba a ser el héroe número uno la sostuvieron, no cambió el destino de ella. Se oía el ruido. Las llamas brotaban por toda la habitación donde solía entrenar desde que vivía ahí. Culpa. Vergüenza y humillación. Aquel que lograba manipular el fuego de una manera bestial yacía sentado en el suelo, con sus pies descalzos y gotas de sudor bajando por toda su frente. El incumplimiento de aquella promesa lo estaba acechando, como si el fantasma de su viejo amigo le susurrara al oído su fracaso. Perdió al joven. Como también perdió a la niña, porque apenas recibió la amarga noticia de su condición. Ahora que sabía la verdad, parecía no compadecerse de sus pensamientos hacia la heroína que perdió la vida en batalla.

Era confidencial. Los reporteros no podían hablar de quien yacía en el hospital, la misma que lanzó el último brutal golpe hasta la mujer capaz de manipular el agua que podía convertir su cuerpo por igual. Estaba enfadado, sus dientes crujían por la impotencia que lo abrazaba como todas las llamas que vivían en su propio infierno. Le vieron la cara. Aquella mujer lo utilizó para crear un arma monstruoso y ahora, solo recordaba los ojos azules de ese pequeño niño que le imploró por una salvación. Nunca salvó a sus hijos, así que no podía salvar a los de nadie y menos ahora. Lanzó una llama de fuego. No le molestaba pasar a ser el héroe número uno de esa manera, el símbolo de la paz se retiró y todos se cuestionaban la determinación de Endeavor para sostener esa mecha de esperanza en aquellos que ahora lo seguirían. No, eso no lo estaba abrumando, aunque fuera un hombre orgulloso e egoísta, lo único que tenía en mente era el cuerpo moribundo de esa niña. Llego tarde, como siempre, lo superaron. Por más que se esforzara, no podía ser un héroe, no podía ser el mejor. Era el más fuerte, pero eso no lo hacía el número uno.

Todo Japon está sin palabras. Los héroes mueren sacrificándose por otros, pero esta brecha de sacrificio es incapaz de hablarse sin saber amarga.—detallaban a través de la radio.—Esta mujer dio su vida para salvar a sus hijos.—añadían, pasando una imagen de Hikari Shimura, con su atuendo de héroe.

La policía empieza a comentar que aparentemente su hijo fue sometido a la liga de villanos, así como su padre que en paz descanse, el héroe de la electricidad, Kenny Nakamura.—decían.

Si, añaden que también Hikari parecía estar vinculada a la liga de villanos, pero dicen los rumores que era por obligación. ¿La tenían amenazada? Que tragedia.—Endeavor crujía los dientes, denegando con furia.  

—Te hubiera matado con mis propias manos.—artículo Endeavor, oyendo las noticias de fondo.—Nos veremos en el infierno, Hikari.—añadió encendiendo en fuego la radio.

Las llamas de fuego se hicieron más potente. Estaba enojado, tan decepcionado y abrumado por todo lo que estaba sucediendo. Mentían en las noticias. Era por eso que los villanos creían que los héroes siempre se lucraban, era por eso que una parte de todo aquello que decía el asesino de héroes era real. Pero, por el bien de aquellos que estaban vinculados, decidieron hacer el caso tan confidencial que no podía hablar sobre eso de manera detallada, aunque siempre habría un programa de chismes que buscarían hacerlo. La imagen de la heroína asesinada mediante el conflicto con AFO, era vista en todos los paneles de la ciudad. Tributos. Flores y velas llevaban al lugar llenos de escombros, donde niños y adultos daban sus condolencias. Esto era una tragedia. Una completa maldición que rodeó a esta familia llena de secretos. Nadie, pero absolutamente nadie se hubiera imaginado que en una sola noche, se perderían dos grandes héroes de Japón. Una murió y el otro, perdió toda su fuerza en su último combate contra el mal que había estado intentando de acabar.

Quien era el símbolo de la paz se encontraba sentado en aquella camilla, con su mirada en la ventana. Ya no era un misterio la complexión de su cuerpo y lo débil que lucía, pero se sentía amargo. Su compañera murió y era el único que se lamentaba realmente, porque aunque enmarcara una vida cruel y llena de maldad, no hubiera querido que muriera, menos aún en las manos de su hija menor. Se levantó con pereza, casi sin fuerzas, pero tenía que dar el primer paso. Camino por el pasillo, dirigiéndose hacia aquella habitación del hospital. Nadie sabía que ella estaba ahí. Y aún no habían dado noticias a los más cercanos, porque sería sin duda una alarma para muchos. Los reporteros invadían la entrada del hospital, querían oír a quien fue el símbolo de la paz. Una era se acababa y otra empezaba, cruel y amarga, como el apagón de una vela, derretida en la tristeza y melancólica de aquellos que siguieron a All Might hasta su final. Se detuvo frente aquella ventana y quedó afligido a la imagen que se le presentaba enfrente.

—Joven Nakamura.—nombró, mirando a la adolescente conectada a las máquinas, su cabello despeinado moldeaba toda la almohada.

—Toshinori.—el nombramiento de su nombre lo hizo girarse, mirando hacia abajo al arrugado hombre mayor que se acercaba a él.—Tengo malas noticias.—artículo Gran Torino, haciendo que All Might se girara para ver a su alumna nuevamente.

Exhausto, Shoto caminaba hacia su casa. Había estado toda una noche afuera—, no esperaba que su padre lo reprendiera por eso—, claramente no lo haría. Y si lo hiciera, a él no le importaría. Dejaron a su compañero temprano en la comisaría, con quien no cruzó ni una sola palabra. El ambiente se sentía tenso, también apagado. Todos hablaban sobre el símbolo de la paz y cómo había apagado su vela de esperanza. ¿Qué pasó? Shoto no podía creer nada de lo qué pasó. Llevo su mano hasta su cabello cuando llegó frente a su casa oriental—, tantas cosas en una sola noche le causaron una gran jaqueca—. Quería dormir, descansar todo un día y esperar noticias de la academia, pero cada vez que recordaba los ojos azulados de Kailani, una fuga de decepción lo atormentaba. No hizo nada. Había sido una salida en vano, él no tenía idea de que ella estaba en el hospital, ni siquiera imaginaba lo que su padre ya sabía. Debería escribirle alguna carta a su madre, enviarla lo pronto posible para que ella sepa que él estaba bien, pero no tenía cabeza para pensar en eso ahora, quería estar con Kailani.

—¡Regresaste!—enunció la hermana mayor de Shoto ante verlo, él se tendió para quitarse los zapatos, mirando cabizbajo como ella tenía aquel hilo rojo de brazalete en su muñeca.—Me alegra mucho que estés a salvo Shoto, me preocupo que no contestaras mis mensajes luego de ir a ver a tus amigos.—comentó ella, preocupada por él.

—Lo siento Fuyumi.—se disculpó Shoto, oyendo el jadeo de su hermana cuando se oyó un ruido catastrófico venir del pasillo.

—Llegó a casa hace algunas horas y está un poco raro.—mencionó Fuyumi, refiriéndose al patriarca de la casa mientras ella tambaleaba.

Si All Might de verdad ya no puede pelear enfrente, el puesto del número uno... —pensó Shoto, acomodándose por la habitación de entrenamiento donde su padre yacía en llamas.

—No lo aceptaré. Así no. ¡No puedo hacerlo, no puedo aceptarlo!—exclamaba Enji Todoroki, mostrando la furia de su leve asenso al héroe número uno; lo que alguna vez soñó.

—Shoto.—el bicolor se aisló de la puerta cuando su hermana lo llamó, queriendo que su padre lo viese, cerró con sigilo la habitación.

—¿Hay papel? Debo escribirle a mamá.—comentó Shoto, por lo que Fuyumi se detuvo el pasillo cuando noto una expresión caída de él.

—Shoto.—volvió a llamar, queriendo intervenir por lo que Shoto cansado chocó con su cuerpo.—¿Estás bien?—le preguntó.

Se quedó estoico. Quería dar una respuesta justa y sincera para su hermana, pues sabía que ella se preocupaba, como también esforzaba por mantener el vínculo que nunca tuvieron cuando él era un niño. Shoto bajo la cabeza y su hermana algo insegura llevo su mano hasta el hombro de él para darle un apretón. Siempre fue reservado y distante—, el aislamiento de su padre lo hizo crecer en una esfera de odio que lo impulsaba a ser el mejor para así, desafiar a su padre sin usar su don—. No había visto lo que tenía enfrente, una familia dispuesta a quererlo, sus hermanos. Aún así, no doy una respuesta, pero dejo saber que no se sentía bien. Se giró, caminando con vagues por el pasillo e ignorando la abrumadora sensación de calor que sobresalía de aquella habitación donde su padre aún estaba. Shoto cayó en su futón luego de cerrar la puerta de su habitación, suspiró hondo y miró un labial tirado en la esquina de su habitación. Recordó el momento donde Kailani le pintó su mejilla con la de ella, esperando crear un corazón y de ahí sacaron un retrato.

—Maldición.—musitó él cuando de repente sintió algo deslizarse por su nariz y llegar hasta la funda de la almohada donde él se fundió.

En el hospital donde yacía el ex héroe número uno, la prensa esperaba verlo salir, pero All Might se mantenía aislado donde nadie podía ir a verlo, solo dos personas exactas. El internet y cada plataforma de redes sociales, como noticiarios había colapsado con la imagen de All Might dando un señalamiento a alguien y con un cuerpo delgado, como arrugado. No se encontraba desanimado o avergonzado de ser descubierto por todo el mundo, pero sus ojos azules e hundidos miraban algún punto vacío, recibiendo y aceptando lo que sucedió. Había algo en su interior que lo hacía sentir inútil por los acontecimientos que no pudo detener—, pues en las noticias pasaban la imagen de Hikari y el oficial Tsukauchi sostenía una carta dirigida a la comisión de héroes, escrita por la misma heroína confesando sus fechorías—. Ella había estado ocultándose para evitar su captura por la Liga sin antes poder destellar la verdad a las autoridades. ¿Bien o mal? Nadie sabrá sus intenciones, porque ella había muerto. ¿All for One fue el culpable de que Kailani hiciera lo que hizo?

Siempre juegas con la debilidad de las personas, ¡las hieres, las robas, las manipulas y controlas!—recordaba All Might lo que le había dicho a su contrincante, quien yacía encarcelado. —¡Te burlas de todos aquellos que solamente quieren vivir sus vidas! ¡Es por eso que no puedo perdonarte!—fue lo que le dijo, dándole un fuerte golpe.

—Toshinori.—llamó aquel hombre de edad mayor, intentando de hacer caer en cuenta al hombre adulto frente a él, quien se veía desorientado.

—Si, le oigo Gran Torino.—indicó All Might, con su bata de hospital, se acomodó en aquella silla frente a la camilla donde yacía esa joven albina.

—Como decía... —musitó el oficial, tendido contra la pared y cruzándose de brazos.—Pasara a la comisión de héroes. De ellos dependerá ahora su vida, todo lo que sea ella, ellos tendrán la batuta.—mencionó, desanimando a los héroes.

—No voy contra la comisión de héroes, pero nunca he estado muy de acuerdo a cómo llevan las cosas.—comentó Gran Torino, mirando como All Might se mantenía cabizbajo.

—La comisión de héroes no quiere que salga a la luz que Hikari ya les había dado el anunciado de que trabajaba para la Liga, porque ellos decidieron usarla conjunto a otros para investigar más a fondo la Liga.—detonó, una información que nadie sabía, ni siquiera sus hijos.

—¿Qué dijiste Tsukauchi?—le preguntó All Might, disociado de la conversación, aquella mención lo hizo sentir perdido en lo ajeno.

—La comisión de héroes supo por Hikari su cronología con All for One y la Liga, esto aparentemente fue hace cuatro años, justo cuando Kenny Nakamura tuvo un asenso como villano conjunto su hijo. La comisión estaba al tanto de que Hikari había planeado todo con All for One, porque querían tenderle una trampa a él, técnicamente la comisión y la Liga la usaron, no sabremos nunca cual era su verdadero lado, lo siento.—explicó.—Su desaparición en Hosū fue planeada por la comisión para que la Liga no la buscara, a su entender sabían que ella estaba trabajando con ellos para llegar a All for One.—añadió.

—La hija de Nana Shimura quería redimirse al parecer de sus acciones desde mucho antes, pero eso no pudo salvarla.—opinó Gran Torino, para así ver a All Might restregar su rostro.

—¿La comisión sabe que sabemos esto?—se preguntó All Might, mirando al oficial denegar de una forma lenta y detallada.—Bien. Deberíamos mantenerlo en secreto.—añadió.

—Si la niña despierta, debemos decirle. Merece saber sus orígenes y que All for One la quería a ella, como a su familia con un propósito Toshinori.—interfirió Gran Torino, mirando a All Might.

—No vamos a decirle que parte del One for All de su abuela podría haberse regenerado en ella.—afirmó All Might.—Primero tendrá que lidiar con algo peor.—mencionó, cruzando sus manos para así arquear su espalda en aquella silla.—All for One solo la quería como un arma para su Liga, por eso se la llevó. Fallo con Hikari y Naoto al creer que ellos eran quien tenían un don excepcional.—indagó.

—Toshinori, no me parece adecuado que le ocultemos algo tan importante. Su madre era una espía de All for One, qué pasó a ser luego espía de la comisión para intentar de destruirlo.—volvió a recitar Gran Torino para así All Might levantarse con brusquedad de la silla y empujarla con su pie.

—¡Yo decidiré que es lo correcto para mi estudiante!—exclamó frustrado, moviéndose en círculos en un mismo lado.

—No te culpes All Might, no fue tu culpa lo qué pasó.—interfirió Tsukauchi, despegándose de la pared para mirar al ex héroe número uno.—No sabíamos que esto sucedería.—añadió.

—Desde que entró a la UA, me prometí a mi mismo proteger a estos niños. Creí que ser profesor y enseñar sería tarea fácil, buscar a un sucesor, encontrar a un viejo amigo, entender a una compañera que estaba entre la espada y pared. Fallé en todo.—indicó con frustración, mirando la ventana.

—Alguien toca.—anunció Gran Torino cuando se oyeron leves tactos en la puerta de aquella habitación, All Might se giró con Tsukauchi para cuando la puerta se abrió sentir una gran tensión.

—Señora Midoriya.—mencionó All Might, mirando como los ojos verdosos de la mujer adulta se humedecían y detrás de ella, se podía ver a alguien más entrar a pasos lentos.

—¿Es cierto lo que nos dijeron los doctores?—se preguntó Inko, sus manos temblorosas sostuvieron sus labios carmesí que temblaron y atrás de ella, Izuku se adentraba con el mismo tambaleó.

—Lo siento.—pronunció su profesor, mentor y el héroe que más admiraba en todo el mundo, causándole pánico.—Lo que dijeron los doctores era cierto, debido a la explosión de su don y energía, la joven Nakamura cayó en coma.—artículo, para así ver como esos ojos verdosos se abrían grandemente.

—Nakamura.—llamó él con un hilo en su voz que traspasó sus labios temblorosos, sintiendo un peso encima de sus hombros.—No hice nada. Solo me enfoqué en salvar a Kacchan.—artículo con lágrimas en sus ojos, sintiendo su corazón palpitar con rapidez por el temor en aquella afirmación.

Y ahí, Izuku miró detenidamente a la camilla y como en ella, yacía una inmóvil y pálida Kailani. Se veía tan diferente, que solamente reconocía sus pecas y mejillas sonrojadas. Tenía algunos vendajes, como moretones. Tenía un ventilador—, maquinas y sueros rodeaban la habitación—. Su destino estaba atado en la oscuridad, su felicidad se había revolcado en lo más profundo de un abismo negro del que nadie podía sostenerla. Irónicamente algunos rayos que entraban por la ventana alumbraban a Kai, incluso toda su palidez, también el cabello que se había vuelto blanco por completo. Era diferente. Todo lo que paso la noche anterior, fue eso de ella que nadie jamás conoció, ese lado oscuro que nadie se atrevería a desafiar. Pero... ¿realmente fue All for One quien lanzó ese último golpe? Nadie lo sabría, porque Kai había caído en coma y todo cambiaria. Era una pesadilla, un terror que se repetía con gran culpa en el corazón de Izuku quien se acercó a la camilla y se retuvo de ella. Todo estaba mal, pero a penas esto iniciaba, el frío infierno solo se asomaba para quedarse una eternidad.

90 votos para el próximo capítulo.
Capítulo final: ¿A donde voy?

ARTE visual por Alptr4um, ¿a poco no le quedó HERMOSO?💗

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